Leer, escribir y jugar esta tarde de invierno. La poesía como espacio de juego

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XXI Jornadas "La Literatura y la escuela" 7 al 12 de junio de 2021 Taller para Nivel Primario: docentes, bibliotecarias/os, mediadores de lectura, estudiantes

Leer, escribir y jugar esta tarde de invierno. La poesía como espacio de juego Coordinadoras: Carina Curutchet, María Victoria Islas, Romina Sonzini y María José Troglia Invitado: Jorge Luján Juega mi dedo en el vidrio empañado y dibuja una luna... Jorge Luján

Les damos la bienvenida a este espacio de trabajo que nos invita a sumergirnos en el lenguaje poético, a leer, a escribir, a jugar, a descubrir textos y autores, a recuperar las experiencias de contacto con la poesía que hemos tenido en nuestras vidas y también a imaginar formas recreadas y delicadas de leerla en la escuela y de escribir a partir de ella. En este taller recorreremos algunos itinerarios que nos van a permitir poner en diálogo la poesía y el juego, porque la poesía es juego, o porque el juego siempre tiene algo de poético. Para prepararnos bien para el encuentro en que nos podremos ver y escuchar, haremos el ejercicio de "entrar en estado poético" que implica dejar en suspenso por un rato las inquietudes y las preocupaciones del mundo y empezar a pensar, a imaginar, a decir de otro modo, más luminoso y sensible, más "incandescente" como le gusta decir a Tere Andruetto. Si quieren escuchar a María Teresa Andruetto leyendo su poesía, sigan el enlace Seguramente, cuando terminemos este taller, algo se habrá conmovido y volvamos a las tareas cotidianas alimentadas y alimentados con palabras hermosas e imágenes delicadas y tal vez, como nos ayudó a pensar Liliana Bodoc, podamos recuperar la "poética de lo cotidiano" y entender que el lenguaje es siempre poético y político a la vez. Para escucharla, podés seguir por aquí

Dice María Cristina Ramos en La casa del aire. Literatura en la escuela, un libro que les recomendamos para diseñar propuestas de lectura y escritura literaria en la escuela: "Entrar al mundo de un poema es enlazarse con un espacio de azares y combinaciones de sentido imprevisibles. Es conectar la propuesta textual con la subjetividad de cada uno, exponerse, recibir y aportar (...) construir un mundo posible, una mirada singular. Es reconocer un espacio dinámico, vivo, en el que nuestro imaginario hace pie y donde es posible pulsar lo móvil de las frases, la profundidad de lo convocado para entrar en algo intangible que sin embargo nos construye como lectores de nosotros mismos y del mundo." (pp. 69) ¿Entramos? Lo primero que les vamos a proponer es que nos presentemos. Y lo vamos a hacer jugando con las palabras. Consigna: Presentarse eligiendo alguna de estas propuestas: Escribir un acróstico poético con el propio nombre (se escribe el nombre en vertical y de cada letra inicial se deriva una palabra que puede ser una característica). Escribir un breve poema usando solo monosílabos. Escribir una rima donde aparezca el nombre. Escribir un caligrama que puede incluir el nombre (las palabras dibujan en el espacio lo que dicen). Girar la ruleta y jugar con los versos Vamos a presentarnos las coordinadoras de este taller:

Ya ven... No sé si soy un “ser de luz” o si doy paz Más bien yo soy un tren que va sin ley sin ton ni son en pos del sol. (María José) Vengo cargando palabras deseos amores mares. Vengo buscando viajes descanso encuentros abrazos. Vengo con ganas de poesía, música y juego. Vengo con ojos que se inventan mundos, mundos poéticos para compartir. (Romina) Entre soles y risas te soplo, burbuja adivino miradas: advierto mi nombre Victoria en las olas, en la arena espumosa y en el cálido abrazo de las palabras que bailan. (Victoria)

Voy por el sol voy por el mar con luz, con sed y con sal Voy con un plan voy con mi voz con vos, con vos y con vos a ver si hay un no sé qué, qué más se ve que no lo sé, que sí lo hay, que sí lo sé. (Carina)

Cuando nos encontremos el martes compartiremos en el chat de la videollamada (Google Meet) las presentaciones. Begoña Barinagarrementeria y Martina Fittipaldi (2020) reflexionan sobre los vínculos entre literatura y juego: "la esencia del juego sería esa disposición o actitud lúdica que nos permite afrontar una situación de manera distinta y abierta, como si viéramos algo con nuevos ojos". Para leer este artículo completo pueden seguir por aquí María Emilia López (2018) suma a la idea de "mirar con nuevos ojos" que la poesía nos exige salir de una zona de comodidad lingüística: "¿cómo recuperar las texturas de la palabra, sus matices y habilitar la sensibilidad para otra experiencia lingüística? ´Las palabras son pequeñas palancas´,dice Juarroz; hace falta descubrir cómo usarlas para jugar, para deshilvanar la fantasía, romper la gramática del sentido literal" (pp. 120). Si desean escuchar a María Emilia López

Creemos que cuando leemos poesía (y mucho más si nos animamos a escribirla) hay algo en juego que es del orden de la disposición a que pase algo distinto. "Lo poético como forma de estar en el mundo, como forma de conocimiento. Que sería un estar abiertos, el ampliar las propias disponibilidades hacia los aspectos artísticos que la realidad nos brinca y hacia el arte en general, con menos prejuicios y encasillamientos" (Devetach 2008:51). Disposición, disponibilidad... "Entrar en poesía", sigue Devetach, es un mecanismo que consiste en aceptar la existencia de un ritmo interno, de la propia respiración, de los mensajes misteriosos de los sentidos. Tal como alguien que se tira al agua o toma sol. Y permanece allí. Que la tierra ronronee bajo tus pies cuando te saques los zapatos. Que el aire entre suave te vuelva hilo papel de seda y aletee cada uno de tus dedos. Que la fruta madura guarde el sabor del tiempo justo para que no la olvides nunca.

(Laura Devetach, Fórmulas para desear el bien.) Y también están las palabras jugando entre ellas, como éstas de Iris Rivera:

Las palabras Linternas locas que van -son las palabrasagujereando nieblas rompiendo reglas y desarmando jaulas. Bichos sin dueño oficial son las palabras que atacan o se mueren cuando las quieren atar y hay que soltarlas. Las palabras se deslizan por un tobogán o desde una cornisa te hacen tentar de risa y dibujan fuegos de artificio o alzan edificios… En fin. Frutas sin descascarar son las palabras. No es fácil mantenerlas Y hay que morderlas igual si son amargas. Lluvia que insiste en caer son las palabras. Hacen brotar cardales riegan trigales perforan los paraguas.

O estas otras, las jitanjáforas, que juegan más que ninguna: Filiflama alabe cundre ala olalúnea alífera alveolea jitanjáfora liris salumba salífera.

(Mariano Brull) Ésta es nuestra invitación: Elegir uno de los tres itinerarios que les proponemos a continuación para leer, para escribir, para jugar y realizar la consigna para compartirla en el padlet y ponerla en común en el encuentro sincrónico. Entremos… Sobre planificar propuestas en torno a itinerarios de lectura. ¿Por qué planificar en itinerarios de lectura? Los itinerarios o recorridos de lectura como proyecto de promoción de lectura proponen una forma de planificación que contribuye en el sostenimiento de las situaciones de lectura en el aula, además del incremento del promedio de textos que los chicos leen a lo largo del ciclo lectivo. Como punto de partida, reconocemos que todo itinerario estará armado sobre la base de un criterio de selección de los textos. Los criterios elegidos para los trayectos lectores son siempre posibilidades de entrada a un texto, ejes que guían, orientan, aunque de ningún modo restringen o encasillan su potencial en tal o cual eje. En términos generales, los textos pueden agruparse de acuerdo a un mismo autor, un mismo género o subgénero, un recorte histórico, un tema, un punto de vista. Podemos seguir ampliando estas ideas a partir de los aportes de la Fundación Leer

Carola Hermida y Mila Cañón (2012) afirman que “…el lector entrenado desarrolla su competencia literaria y la acrecienta; el docente lector puede capitalizar esta experiencia transformándola en una estrategia didáctica: llámense caminos de lectura, itinerarios o recorridos lectores. La idea es que el adulto, habiendo transitado por los textos, pueda sugerir, acompañar, diseñar caminos con o para sus alumnos. (...) La propuesta didáctica de generar secuencias didácticas, la de reconstruir ciertas experiencias reales y deseables de lectura, caminos ya recorridos por otros lectores con el fin de hacer una selección de textos de calidad pero que proponga desde sus diversos componentes cuestiones acerca de las cuales es interesante y productivo hablar y aprender en el aula de primaria.” (pp. 24 – 25 ) Por su parte Elena Stapich (2019)

sostiene que "La estrategia de agrupar los

textos literarios en itinerarios o constelaciones es algo que en Jitanjáfora venimos promoviendo desde hace mucho tiempo. En 2005 Teresa Colomer fundamentó didácticamente este abordaje basándose en investigaciones que demuestran que los niños recuerdan mejor los textos leídos dentro de un itinerario o de un proyecto que aquellos que aparecieron “sueltos”, de un modo bastante aleatorio, al menos para su percepción (Colomer, 2005) Otras ventajas que encontramos a esta estrategia es la de permitir a los lectores adentrarse en la tradición literaria, ya que comprueban que hay múltiples versiones de los mismos temas, motivos, personajes, y que los modos de estructurar un texto y los recursos del lenguaje literario son recurrentes. Recientemente leímos un trabajo de la especialista argentina Cecilia Bajour, en el que cuestiona la estrategia de los itinerarios (Bajour, 2019)

No le faltan

argumentos para este cuestionamiento. Dice Bajour que estas series se arman mayoritariamente a partir del tema. Es decir, se busca agrupar textos que tendrían como denominador común el “de qué tratan”. Pero el inconveniente de este criterio es que deja en segundo plano el “cómo” se lo trata, es decir, el discurso, lo particular de cada texto, sus silencios, sus texturas poéticas, sus claroscuros, su personalidad.

Entonces, nos planteamos si deberíamos descartar la estrategia de los itinerarios, desaconsejarla a los mediadores. Sin embargo, creemos que no, que puede ser muy valiosa, siempre y cuando la selección y articulación del corpus no se base siempre y exclusivamente en el tema. (...) Proponemos, en cambio, pensar juntos otros criterios para armar series literarias, a partir de textos leídos por el mediador y cuya lectura haya constituido una experiencia de disfrute estético. Por ejemplo: Textos reunidos a partir de una estructura similar: de encadenamiento, numeral, de cajas chinas, etc. Textos cuyo procedimiento constructivo sea equivalente, como podrían ser los que se arman sobre una exageración (hipérbole); Textos que pertenecen a un mismo escritor o ilustrador, cuyo recorrido facilitará el descubrimiento de una poética de autor; Textos con silencios, que juegan entre lo dicho y lo no dicho, dejando un amplio margen para la actividad lectora; Textos que pertenecen a un mismo género o formato textual: carta, instrucciones, microrrelato, anécdota, etc., y que permitirán percibir los códigos genéricos y su transgresión; Textos que comparten un cierto tono: humor negro, disparate, melodramáticos, etc. Textos fuentes y sus diversas versiones: ficcionalización, parodia, deconstrucción. Textos metalingüísticos: gran cantidad de poemas hablan sobre el poema, la poesía, el escribir; también se da en textos narrativos que hay pasajes en los que se explicita que todo es una ficción, o el narrador se dirige con una pregunta o una reflexión a los lectores, o hay disquisiciones acerca de cómo seguir la historia o cómo terminarla, etc. Textos escritos a partir de idéntico molde: sonetos, haikus, romances, y demás.

Textos que se arman sobre un determinado recurso: preguntas retóricas, comparaciones, paralelismos sintácticos, juegos con el nivel gráfico. Itinerario 1: Poesía tradicional y juego. Para jugar con versos viejos y nuevos. Con palabras prestadas, retomadas, transformadas. Para reírse, adivinar y exagerar. ¿Quién se anima a abrir la puerta para ir a jugar? ¡Preparados, listos, ya!: Punto y coma el que no se escondió se embroma. Punto y raya el que no está se calla.

“Punto y coma” (en Los Pomporerá, versos populares elegidos por Laura Devetach, 2013, Buenos Aires, Sudamericana) Rondas, retahílas, juegos de manos y canciones para jugar “Víbora, víbora de la mar”. En Pisa pisuela color de ciruela. Poesía de tradición oral, compilado por Susana Itzcovich “Embrujos para niñitos” de Cecilia Pisos. En Las brujas sueltas, 2010, Buenos Aires, Sudamericana. “Cuando fue” de Silvia Schujer. En Poemas con sol y son. Poesía de América Latina para niños, 2005, Buenos Aires, Aique.

“Pica piedra (juego de manos)”, de Pim Pau. “Estaba la rana sentada”. En Animales rimados y no tanto, 2015, Ministerio de Cultura. “Esta es la llave de la casa” y “El toro, al agua”. En Pisa pisuela color de ciruela. Poesía de tradición oral, compilado por Susana Itzcovich, 2004, MECyT. Pobres palabras apalabradas, palabritas apretujadas, palabrotas aprisionadas: trabalenguas y otras palabras trabadas “Tres tristes tigres” y otros. En Pisa pisuela color de ciruela. Poesía de tradición oral, compilado por Susana Itzcovich. “Toco lo que toco” de Silvia Schujer. En A la rumba luna, 2010, Buenos Aires, Alfaguara. “Una vieja virueja”. Plan Nacional de Lecturas. Disponible

y también

podemos encontrar otras versiones en Los Pomporerá y Versos tradicionales para cebollitas. “Juego” de Cristina Martín. Plan Nacional de Lecturas. “La pájara pinta” de Mirta Aguirre. En Si ves un monte de espumas y otros poemas. Antología de poesía infantil hispanoamericana, comp. por Ana Garralón, 2011, Buenos Aires, Aique. Animales disparatados: coplas y limericks para jugar con la imaginación “Coplas con animales”. En María Elena Walsh, Versos tradicionales para cebollitas, 2011, Buenos Aires, Alfaguara. “Coplas con disparates”. En Animales rimados y no tanto. “Ayayay de los cangrejos” de María Cristina Ramos. En El mar de volverte a ver, 2014, Buenos Aires, Quipu.

“Una vaca que come con cuchara”, “Un gallo a una gallina preguntó”, “Paloma, Palomita de la Puna”, “Un pajarito que se llama Blas”, “En medio del mar nada un atún” y “Un día, por la calle Carabobo” (limericks). En María Elena Walsh, Zoo loco, 2013, Buenos Aires, Alfaguara. Algunos de ellos también pueden disfrutarse en versiones animadas en el canal Pakapaka:

“Los quintillizos Ciempiés”, “Un avestruz” y “Sueño de elefanta” de Elsa Bornemann. En El espejo distraído, 2018, Buenos Aires, Santillana. Poesía y risa: el juego con el absurdo “Coplas cómicas”. En María Elena Walsh, Versos tradicionales para cebollitas. “Mentiras y disparates”. En Pisa pisuela color de ciruela. Poesía de tradición oral, compilado por Susana Itzcovich. “Colmos” de Cecilia Pisos. En Las brujas sueltas. “Historia miope” e “Historia petisa” de Elsa Bornemann. En El espejo distraído. “Adivinador, adivina, adivina, adivinador”: palabras que juegan a esconder otras “Adivinanzas”. En María Elena Walsh, Versos tradicionales para cebollitas. “Adivinanzas”. En Animales rimados y no tanto. “Adivinanzas”. En Pisa pisuela color de ciruela. Poesía de tradición oral, compilado por Susana Itzcovich.

“Adivinanzas populares de Latinoamérica”. Plan Nacional de Lecturas. ¡Adivíname! de Jorge Luján y Pablo Bernasconi, 2019, Buenos Aires, La brujita de papel. Propuesta de escritura: ¡ A escribir! Como pudimos observar durante el recorrido, algunos de los textos que proponen un juego poético con las palabras son los limericks. Dejemos que María Elena Walsh nos cuente un poco más de sus características: “Los ingleses son personas muy serias pero muy aficionadas a decir disparates. En inglés se ha escrito una gran poesía, y al pie de ella, como los yuyos junto a los árboles, florecen unas curiosas historietas en verso que se llaman limericks. Nadie sabe bien quién inventó el limerick. Lo cierto es que, a través de los siglos, parece que mucha gente se ha divertido enhebrando, escuchando y repitiendo estos cuentitos que se componen, nadie sabe por qué, de dos versos largos, dos cortos y otro largo. En general cuentan soberanas tonterías, cosas requetesabidas o descomunales mentiras. Algo parecido a lo que sucede con muchas coplas populares de Hispanoamérica (...) Los chicos y la gente sencilla se divierten mucho con estos juguetes hechos de palabras, por eso se me ocurrió intentar hacer algunos limericks en castellano. Mentiras: no se me ocurrió nada. Los limericks se aparecen de pronto, como un bicho en la punta del lápiz, y se ponen a correr por su cuenta sobre el papel” (MEW, Zoo loco, pp. 7-8). Aquí tenemos uno más, para sumar otro ejemplo:

Parece que en Japón había un Mono que dormía la siesta con kimono. -Qué cosa rara es -decía un japonésver a un Mono en kimono haciendo nono.

A lo largo del itinerario nos hemos encontrado con otros animales disparatados, algunos en coplas, otros en retahílas y adivinanzas. ¿Qué “historieta en verso”, “soberana tontería” o “descomunal mentira” podríamos inventar sobre esos personajes? Por ejemplo, ¿se acuerdan de esta copla?: Yo he visto un sapo volar, un zorro con alpargatas, y en el fondo de la mar un burro asando batatas.

¿Se animan a escribir un limerick para el sapo, el zorro o el burro? Pueden elegir cualquier personaje que les haya llamado la atención de los poemas leídos en el itinerario o de otros con características similares que conozcan. Recuerden, entonces, que un limerick tiene cinco versos: en el primero se presenta al personaje, luego alguna acción o actividad que realiza, para dar lugar en los restantes versos a alguna situación disparatada que, a veces, toma la forma de una pregunta. ¡A imaginar situaciones con poca lógica y mucho humor! Si elegís esta consigna de escritura, recordá subir tu producción en la columna correspondiente del padlet

Itinerario 2: Seguir a un autor/ Jorge Luján Jorge Luján nació en Córdoba, Argentina, el 17 de junio de 1943. Poeta, novelista y músico. Radica en México desde 1978. Es nacionalizado mexicano. Se recibió de arquitecto en la Universidad de Córdoba y de Licenciado en Literatura con Mención Honorífica en la UNAM. Para conocer más sobre el autor pueden seguir estos enlaces:

Entre su producción, Luján cuenta con bellísimos libros álbum y libros de poesía, en un trabajo conjunto con ilustradoras/es como Isol (otra de las invitadas de las Jornadas), Mandana Sadat, Morteza Zahedi, Piet Grobler y Pablo Bernasconi. Compartiremos en este itinerario algunos de sus materiales que nos permitirán dar cuenta de la poética de este autor: Palabras manzana. Ilustrado por Manuela Marín Ed. Anaya. Año: 2003 Accidente celeste. Letra y música: Jorge Luján * Voz y piano: Jorge Luján Ilustrado por Piet Grobler. Ed. FCE. Año: 2006 Barco de papel. Letra y música: Jorge Luján *Voz y piano: Jorge Luján Ilustrado por Julia Friese Ed. FCE. Año: 2008 Con el sol en los ojos. Ilustradora Morteza Zahedi Ed. Comunicarte. Año: 2011 Mi cuerpo y yo. Ilustrado por Isol Letra y música: Jorge Luján. Voces: Isol y Jorge Luján Ed. Comunicarte. Año: 2012

Ser y parecer. Ilustrado por Iso Ed. Comunicarte. Año: 2013 Más allá de mi brazo. Ilustrado por Mandana Sadat Leído por Valentín Bueno y Pablo Bueno. Música de Hugo Fattoruso Ed. La brujita de papel. Año: 2014 Como si fuera un juguete. Ilustradora Morteza Zahedi Ed. Comunicarte. Año: 2014 Propuesta de escritura: ¡ A escribir! Les proponemos leer la siguiente poesía del libro Con el sol en los ojos Llevar el sol en los ojos LLevarlo en un vaso de agua En un espejito En una campana de lata LLevarlo en una canica En una bola de cristal En el bolsillo En el bolsillo no se puede Entonces en una cuchara En una gota En nada Como habrán observado, a partir de la metáfora “llevar el sol en los ojos” se propone una enumeración de otros posibles objetos donde podríamos llevarlo. Varios de los versos repiten el inicio (llevarlo/ en…), lo que genera un efecto de lectura muy particular. Este recurso poético se denomina anáfora:

La anáfora (del griego ἀναφορά, 'repetición') es una figura retórica que consiste en la repetición de una o varias (depende del tipo de prosa o normas en la poesía) palabras al principio de un verso o enunciado. En prosa, puede consistir en la repetición de distintas frases o grupos sintácticos. ¡Manos a la obra! Les proponemos pensar versos que continúen uno o algunos de los siguientes inicios: Llevar el mar en los oídos Llevar la luna en el bolsillo Llevar la primavera en un ojal Llevar la brisa en una mano Llevar la llovizna en una cuchara LLevar el invierno en la boca ¡Atención! ¡No se olviden de usar el recurso poético anáfora! Si elegís esta consigna de escritura, recordá subir tu producción en la columna correspondiente del padlet Itinerario 3: Artefactos poéticos La palabra es como una llave puede abrir puede cerrar habrá que darle una vuelta que me sirva para entrar. Laura Devetach Pienso en la importancia de crear dispositivos que acerquen a los adultos acompañantes de los niños a la idea de experiencia, al reencuentro con su propia sensibilidad, con su permiso para jugar, pensar, sentir, hacer. María Emilia López

Este recorrido es una invitación, una puerta para ir a jugar, una manera distinta de acercarnos y alcanzar la belleza del lenguaje. Se trata de variados dispositivos y recursos que construyen puentes para entender la lectura y la escritura (también la oralidad) en un sentido más amplio porque nos permiten encontrarnos con la poesía, crear historias y divertirnos con las palabras a partir del encuentro lúdico. La producción de nuevos textos poéticos, múltiples y variadas experiencias con imágenes, recurrencias, metáforas y juegos con el lenguaje a partir de las diferentes lecturas (consignas-reglas de juego), nos enseñarán algo más de nosotros mismos y del mundo que nos rodea y nos permitirán "jugar, pensar, sentir, hacer", crecer, reír y soñar. Todos estos artefactos poéticos son formas nuevas de desafiar a los lectores y escritores de todas las edades. Solo requieren jugadores y mediadores audaces con ganas de poner su imaginación, su creatividad y sus palabras a girar. Juegos literarios Tinkuy

Fábrica de escalofríos. 10 millones de poemas para combinar temblando. Horacio Cavallo con ilustraciones de Tati Babini, Libros Silvestres. Año: 2019 Detrás de él estaba su nariz. Istvansch. Ediciones del Eclipse. Año: 2008

El amor es circular. Maria Zeta. Ediciones De La Terraza. Año: 2016

Avión que va, avión que llega. Laura Devectach con ilustraciones de Istvansch. Editorial Norma. Año:2019 Kit de palabras magnéticas

44 poemas para leer con niños. Selección de Mar Benegas. Litera Libros. Año: 2013 Poemas para leer en un año. Horacio Cavallo con ilustraciones de Matías Acosta. Calibroscopio. Año: 2019

Haikus para pasar el invierno. Jitanjáfora ONG. Año: 2020

Bonus Track Susurro y altavoz. Ruth Kaufman.

Girondo dice. Canal encuentro.

Poner el pecho. Club de jóvenes y de chicos. Kit de palabras magnéticas

Propuesta de escritura: ¡ A escribir! Jugamos con versos y escribimos haikus Te invitamos a recorrer nuevamente Haikus para pasar el invierno Como se explica en la introducción, esta publicación surge a partir de distintas consignas de escritura del libro Mi cuaderno de Haikus de María José Ferrada y Leonor Pérez. A través del juego con las palabras, “con una evocación de recuerdos, sonidos, imágenes”, fuimos abrazándonos con versos y jugando con la forma métrica del haiku. ¿Qué es un haiku? Es un breve poema de origen japonés que consta, en la mayoría de los casos, de diecisiete sílabas repartidas en tres versos (de cinco, de siete y de cinco sílabas, respectivamente). Esta forma de escritura se caracteriza por nombrar elementos de la naturaleza con un marcado sentido estacional (otoño, invierno, primavera o verano). Para entrar al mundo del haiku sólo se necesita mirar, asomarse a la ventana, caminar o sentarse al aire libre. También podés recurrir a la memoria. Lo más importante está en escribir a partir de esa imagen como si pudieras construir una “fotografía con palabra”. ¡Manos a la obra! (*) Te invitamos a sumarte a nuestro juego poético. Ingresá al siguiente juego de cartas

y sacá una del mazo.

El verso de cinco sílabas que te tocó es uno de los que debés utilizar para escribir un nuevo haiku que podría incluirse en la publicación de Jitanjáfora. (*) Como toda consigna de escritura es un pretexto para un nuevo texto. Incluso “no cumplir” la consigna puede convertirse en presupuesto de la consigna misma. Una consigna malentendida, olvidada, trampeada –forma límite del juego- puede ser igualmente productiva, analizable, igualmente consigna. (Tobelem, 1994) Si elegís esta consigna de escritura, recordá subir tu producción en la columna correspondiente del padlet
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