Enciclica Dios Es Amor - BENEDICTO XVI

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CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI

BENEDICTI PP. XVI SUMMI PONTIFICIS LITTERAE ENCYCLICAE DEUS CARITAS EST EPISCOPIS PRESBYTERIS ET DIACONIS VIRIS ET MULIERIBUS CONSECRATIS OMNIBUSQUE CHRISTIFIDELIBUS LAICIS DE CHRISTIANO AMORE

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CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI A LOS OBISPOS A LOS PRESBÍTEROS Y DIÁCONOS A LAS PERSONAS CONSAGRADAS Y A TODOS LOS FIELES LAICOS SOBRE EL AMOR CRISTIANO

PROOEMIUM

INTRODUCCIÓN

1. « DEUS CARITAS EST, et, qui manet in caritate, in Deo manet, et Deus in eo manet » (1 Io 4, 16). Haec Primae Epistulae Ioannis voces singulari quidem perspicuitate veluti fidei christianae centrum aperiunt: christianam Dei imaginem atque etiam congruentem hominis imaginem eiusque itineris. Praeterea eodem hoc in versiculo nobis concedit Ioannes compendiariam, ut ita dicamus, christianae vitae formulam: « Et nos cognovimus et credidimus caritati quam habet Deus in nobis »

1. « Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él » (1 Jn 4, 16). Estas palabras de la Primera carta de Juan expresan con claridad meridiana el corazón de la fe cristiana: la imagen cristiana de Dios y también la consiguiente imagen del hombre y de su camino. Además, en este mismo versículo, Juan nos ofrece, por así decir, una formulación sintética de la existencia cristiana: « Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él ».

Nos Dei caritati credidimus — sic praecipuam vitae suae electionem declarare potest christianus. Ad initium, cum quis christianus fit, nulla est ethica voluntas neque magna quaedam opinio, verumtamen congressio datur cum eventu quodam, cum Persona quae novum vitae finem imponit eodemque tempore certam progressionem. Suo in Evangelio iam notaverat Ioannes hunc eventum hisce verbis: « Sic enim dilexit Deus mundum, ut Filium suum unigenitum daret, ut omnis, qui credit in eum... habeat vitam aeternam » (3, 16). Cum medio puncto amoris suscepit christiana fides id quod fidei Israel fuerat nucleus simulque eidem nucleo novam addidit altitudinem atque amplitudinem. Credens enim Israelita cotidie vocibus precatur Libri Deuteronomii, ubi includi is novit suae vitae nucleum: « Audi, Israel: Dominus Deus noster, Deus unus est. Diliges Dominum Deum tuum ex toto corde tuo, ex tota anima tua, et ex tota fortitudine tua » (6, 4-5). In unicum aliquod praescriptum coniunxit Iesus amoris Dei mandatum cum amoris proximi praecepto, quod quidem continetur in Libro Levitico: « Diliges proximum tuum sicut te ipsum » (19, 18; cfr Mc 12, 29-31). Quoniam prior nos Deus dilexit (cfr 1 Io 4, 10),

Hemos creído en el amor de Dios: así puede expresar el cristiano la opción fundamental de su vida. No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. En su Evangelio, Juan había expresado este acontecimiento con las siguientes palabras: « Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos los que creen en él tengan vida eterna » (cf. 3, 16). La fe cristiana, poniendo el amor en el centro, ha asumido lo que era el núcleo de la fe de Israel, dándole al mismo tiempo una nueva profundidad y amplitud. En efecto, el israelita creyente reza cada día con las palabras del Libro del Deuteronomio que, como bien sabe, compendian el núcleo de su existencia: « Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es solamente uno. Amarás al Señor con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas » (6, 4-5). Jesús, haciendo de ambos un único precepto, ha unido este mandamiento del amor a Dios con el del amor al prójimo, contenido en el Libro del Levítico: « Amarás a tu prójimo como a ti mismo » (19, 18; cf. Mc 12, 29- 31). Y, puesto que es Dios quien nos ha amado primero (cf. 1 Jn 4, 10), ahora el amor ya no es sólo un

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 2 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI nunc non est iam tantum « praeceptum » amor, « mandamiento », sino la respuesta al don del amor, verum est responsio erga amoris donum, quo Deus con el cual viene a nuestro encuentro. nobis occurrit. In orbe, ubi cum Dei nomine nonnumquam etiam vindicta quin immo officium odii et violentiae coniunguntur, hic nuntius magnum habet in praesentia pondus atque certam quandam significationem. Hac de causa in his Nostris primis Encyclicis Litteris de amore cupimus loqui quo Deus nos replet quique a nobis cum aliis communicari debet. Sic harum Encyclicarum Litterarum duae magnae demonstrantur partes, quae inter se arte nectuntur. Earum prima pars prae se magis indolem speculativam fert, quandoquidem in ea — Nostri Pontificatus initio — quaedam de Dei amore praecipua extollere volumus, quem ipse arcana gratuitaque ratione homini praebet, una cum intrinseco vinculo illius Amoris cum humani amoris natura. Altera pars certiorem habet speciem, quoniam amoris in proximum mandati ecclesiale exercitium tractat. Argumentum peramplum exhibetur; attamen longior quaedam tractatio propositum excedit harum Litterarum Encyclicarum. Nostra est voluntas in quibusdam praecipuis elementis perstare, sic ut in mundo renovata quaedam operositatis vis excitetur uti amori Dei humanum responsum. PARS PRIMA AMORIS UNITAS IN CREATIONE ET SALUTIS HISTORIA Loquelae quaestio 2. Dei amor nobis quaestio est de vita principalis atque interrogationes fert decretorias quid sit Deus quidque simus nos. Hac de re nos ante omnia vocabulorum impedit difficultas. Verbum enim « amoris » nostra aetate factum est unum ex maxime adhibitis vocabulis et etiam pessime tractatis, cui videlicet interpretationes addimus prorsus inter se adversantes. Etiamsi harum Litterarum Encyclicarum argumentum in ipsam intelligentiam atque usum amoris dirigitur apud Sacras Litteras et Ecclesiae Traditionem, non possumus tamen simpliciter recedere a significatione quam idem verbum varias apud culturas et in hodierno sermone obtinet.

En un mundo en el cual a veces se relaciona el nombre de Dios con la venganza o incluso con la obligación del odio y la violencia, éste es un mensaje de gran actualidad y con un significado muy concreto. Por eso, en mi primera Encíclica deseo hablar del amor, del cual Dios nos colma, y que nosotros debemos comunicar a los demás. Quedan así delineadas las dos grandes partes de esta Carta, íntimamente relacionadas entre sí. La primera tendrá un carácter más especulativo, puesto que en ella quisiera precisar —al comienzo de mi pontificado— algunos puntos esenciales sobre el amor que Dios, de manera misteriosa y gratuita, ofrece al hombre y, a la vez, la relación intrínseca de dicho amor con la realidad del amor humano. La segunda parte tendrá una índole más concreta, pues tratará de cómo cumplir de manera eclesial el mandamiento del amor al prójimo. El argumento es sumamente amplio; sin embargo, el propósito de la Encíclica no es ofrecer un tratado exhaustivo. Mi deseo es insistir sobre algunos elementos fundamentales, para suscitar en el mundo un renovado dinamismo de compromiso en la respuesta humana al amor divino. PRIMERA PARTE LA UNIDAD DEL AMOR EN LA CREACIÓN Y EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN Un problema de lenguaje 2. El amor de Dios por nosotros es una cuestión fundamental para la vida y plantea preguntas decisivas sobre quién es Dios y quiénes somos nosotros. A este respecto, nos encontramos de entrada ante un problema de lenguaje. El término « amor » se ha convertido hoy en una de las palabras más utilizadas y también de las que más se abusa, a la cual damos acepciones totalmente diferentes. Aunque el tema de esta Encíclica se concentra en la cuestión de la comprensión y la praxis del amor en la Sagrada Escritura y en la Tradición de la Iglesia, no podemos hacer caso omiso del significado que tiene este vocablo en las diversas culturas y en el lenguaje actual.

En primer lugar, recordemos el vasto campo semántico In primis meminimus Nos latissimae verborum de la palabra « amor »: se habla de amor a la patria, de provinciae quam occupat vox « amoris »: de amore amor por la profesión o el trabajo, de amor entre patriae agitur, sicut et de amore in proprium vitae amigos, entre padres e hijos, entre hermanos y

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 3 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI munus, de amore inter amicos, de amore erga familiares, del amor al prójimo y del amor a Dios. Sin proprium opus, de amore inter parentes filiosque, embargo, en toda esta multiplicidad de significados inter fratres ac familiares, de amore in proximum destaca, como arquetipo por excelencia, el amor entre deque amore in Deum. Hac profecto in el hombre y la mujer, en el cual intervienen significationum multitudine tamen excellit amor inseparablemente el cuerpo y el alma, y en el que se le inter virum ac mulierem, ubi corpus animaque abre al ser humano una promesa de felicidad que inseparabiles concurrunt et ubi etiam promissio parece irresistible, en comparación del cual palidecen, felicitatis hominibus recluditur quae recusari videtur a primera vista, todos los demás tipos de amor. Se non posse, perinde ac amoris per excellentiam plantea, entonces, la pregunta: todas estas formas de imago perfecta, ad quam primo intuitu cetera amor ¿se unifican al final, de algún modo, a pesar de la universa amoris genera deflorescunt. Hinc oritur diversidad de sus manifestaciones, siendo en último quaesitum: omnesne amoris hae formae tandem término uno solo, o se trata más bien de una misma consociantur et amor ille, etiam ipsa in varietate palabra que utilizamos para indicar realidades propriarum demonstrationum, denique unicus et totalmente diferentes? solus est, an contra eodem uno vocabulo utimur ad res prorsus diversas significandas? « Eros » y « agapé », diferencia y unidad « Eros » et « agape » – diversitas et unitas 3. Los antiguos griegos dieron el nombre de eros al 3. Amori inter virum ac mulierem, qui non ex amor entre hombre y mujer, que no nace del cogitatione nascitur neque ex sola voluntate verum pensamiento o la voluntad, sino que en cierto sentido certo quodam modo homini imponitur, Graecia se impone al ser humano. Digamos de antemano que el antiqua nomen tribuit eros. Iam in antecessum Antiguo Testamento griego usa sólo dos veces la fatemur Vetus Testamentum Graecum bis tantum, palabra eros, mientras que el Nuevo Testamento nunca Novum contra Testamentum numquam vocabulum la emplea: de los tres términos griegos relativos al eros adhibere: tribus enim ex vocibus Graecis ad amor —eros, philia (amor de amistad) y agapé—, los amorem spectantibus — eros, philia (amicitiae escritos neotestamentarios prefieren este último, que en amor) et agape — Novi Testamenti scripta el lenguaje griego estaba dejado de lado. El amor de concedunt quoddam fere privilegium extremo amistad (philia), a su vez, es aceptado y profundizado nomini, quod in Graeca lingua potius ad marginem en el Evangelio de Juan para expresar la relación entre remittebatur. Quod amicitiae ad amorem (philia) Jesús y sus discípulos. Este relegar la palabra eros, attinet, is repetitur et in Ioannis Evangelio altiorem junto con la nueva concepción del amor que se expresa accipit significationem, quatenus necessitudinem con la palabra agapé, denota sin duda algo esencial en inter Iesum eiusque discipulos declarat. Haec la novedad del cristianismo, precisamente en su modo exclusio verbi eros atque simul novus amoris de entender el amor. En la crítica al cristianismo que se prospectus qui per vocem exprimitur agape eo ha desarrollado con creciente radicalismo a partir de la usque quasi exclusam sine dubitatione in christianae Ilustración, esta novedad ha sido valorada de modo vitae novitate aliquid necessarium omnino ad absolutamente negativo. El cristianismo, según amorem comprehendendum designat. In censura Friedrich Nietzsche, habría dado de beber al eros un christiani nominis quae ad ab illuminismi tempore veneno, el cual, aunque no le llevó a la muerte, le hizo profecta processit maiore usque vehementia, haec degenerar en vicio.[1] El filósofo alemán expresó de novitas modo plane negativo est aestimata. Ad este modo una apreciación muy difundida: la Iglesia, mentem Friderici Nietzsche christiana religio dicitur con sus preceptos y prohibiciones, ¿no convierte acaso venenum bibendum dedisse ipsi eros, qui licet non en amargo lo más hermoso de la vida? ¿No pone inde moreretur, impulsum accepit ut in vitium quizás carteles de prohibición precisamente allí donde corrumperetur.[1] Ita philosophus Germanicus la alegría, predispuesta en nosotros por el Creador, nos communem late diffusam sententiam testabatur: ofrece una felicidad que nos hace pregustar algo de lo nonne suis mandatis atque vetitis Ecclesia rem vitae divino? pulcherrimam fortasse reddit nobis amaram? Nonne fortasse nuntios prohibitionis attollit Ecclesia ibi omnino ubi laetitia nobis a Creatore praeparata felicitatem nobis praebet quae praegustare nos etiam sinit aliquid de Divina natura?

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4. Num ita revera sese res habent? Delevit revera christiana religio amorem — eros? Respiciamus mundum ante aetatem christianam. Certissime congruentes cum aliis culturis, viderunt Graeci in illo eros ante omnia aliquam ebrietatem, nempe rationis ipsius oppressionem per « divinum furorem » qui hominem ad ipsius vitae limitem abripit et, quod sic potestate quadam divina percutitur, quam maximam beatitudinem facit ut ipse experiatur. Reliquae omnes inter caelum terramque potestates sic videntur minoris cuiusdam momenti: « Omnia vincit amor », ait in Bucolicis Vergilius atque addit: « et nos cedamus amori ».[2] In religionibus habitus hic in fertilitatis cultus inductus est, ad quos etiam « sacra » pertinebat prostitutio quae florebat multis in templis. Sic celebrabatur eros veluti divina quaedam vis, tamquam communio cum divina natura.

4. Pero, ¿es realmente así? El cristianismo, ¿ha destruido verdaderamente el eros? Recordemos el mundo precristiano. Los griegos —sin duda análogamente a otras culturas— consideraban el eros ante todo como un arrebato, una « locura divina » que prevalece sobre la razón, que arranca al hombre de la limitación de su existencia y, en este quedar estremecido por una potencia divina, le hace experimentar la dicha más alta. De este modo, todas las demás potencias entre cielo y tierra parecen de segunda importancia: « Omnia vincit amor », dice Virgilio en las Bucólicas —el amor todo lo vence—, y añade: « et nos cedamus amori », rindámonos también nosotros al amor.[2] En el campo de las religiones, esta actitud se ha plasmado en los cultos de la fertilidad, entre los que se encuentra la prostitución « sagrada » que se daba en muchos templos. El eros se celebraba, pues, como fuerza divina, como comunión con la divinidad.

Huic religionis formae, quae uti validissima invitatio dissidet a fide in unicum Deum, Vetus Testamentum firmissime est adversatum, quam tamquam religionis perversitatem oppugnavit. Hinc vero minime eros repudiavit in se, sed quasi bellum indixit eius eversioni deletoriae, quoniam falsa divinizatio eros, quae hic contingit, destituit eum dignitate, eripit ei humanitatem. Nam in templo meretrices, quae ebrietatem Divini concedere debent, non tractantur uti homines ac personae, sed adsunt tantummodo uti instrumenta ad « furorem divinum » excitandum: non sunt ipsae revera deae, verum humanae personae, quibus alii abutuntur. Hanc ob rem eros ebrius et immoderatus non est ascensio, « exstasis » adversus naturam Divinam, sed prolapsus hominisque dignitatis imminutio. Sic manifestum evadit eros indigere disciplina et purificatione ut homini concedat non alicuius momenti voluptatem, sed quandam culminis vitae praegustationem, illius nempe beatitudinis quam tota nostra natura appetit.

A esta forma de religión que, como una fuerte tentación, contrasta con la fe en el único Dios, el Antiguo Testamento se opuso con máxima firmeza, combatiéndola como perversión de la religiosidad. No obstante, en modo alguno rechazó con ello el eros como tal, sino que declaró guerra a su desviación destructora, puesto que la falsa divinización del eros que se produce en esos casos lo priva de su dignidad divina y lo deshumaniza. En efecto, las prostitutas que en el templo debían proporcionar el arrobamiento de lo divino, no son tratadas como seres humanos y personas, sino que sirven sólo como instrumentos para suscitar la « locura divina »: en realidad, no son diosas, sino personas humanas de las que se abusa. Por eso, el eros ebrio e indisciplinado no es elevación, « éxtasis » hacia lo divino, sino caída, degradación del hombre. Resulta así evidente que el eros necesita disciplina y purificación para dar al hombre, no el placer de un instante, sino un modo de hacerle pregustar en cierta manera lo más alto de su existencia, esa felicidad a la que tiende todo nuestro ser.

5. Duae quidem res manifesto oriuntur in hac celeri contemplatione ipsius imaginis eros in historia atque hoc praesenti tempore. Ante omnia inter amorem et Divinum existit quaedam quasi necessitudo: infinitatem enim aeternitatemque promittit amor — rem scilicet maiorem et aliam omnino atque cotidianam vitae nostrae condicionem. Eodem autem tempore perspectum est viam hunc ad finem in eo simpliciter non consistere quod quis se sinat

5. En estas rápidas consideraciones sobre el concepto de eros en la historia y en la actualidad sobresalen claramente dos aspectos. Ante todo, que entre el amor y lo divino existe una cierta relación: el amor promete infinidad, eternidad, una realidad más grande y completamente distinta de nuestra existencia cotidiana. Pero, al mismo tiempo, se constata que el camino para lograr esta meta no consiste simplemente en dejarse dominar por el instinto. Hace falta una purificación y

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 5 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI instinctu vinci. Necessariae purificationes sunt et maduración, que incluyen también la renuncia. Esto no maturationes quae per abdicationis quoque tramitem es rechazar el eros ni « envenenarlo », sino sanearlo progrediuntur. Hoc non est repudiatio ipsius eros para que alcance su verdadera grandeza. neque eius « venenatio », sed sanatio propter veram illius magnitudinem. Hoc pendet in primis ab ipsa hominis constitutione qui corpore constat atque anima. Homo revera sui ipsius proprius evadit, quotiens corpus et anima penitus coniunguntur; haec eros concertatio revera evincitur, cum haec efficitur coniunctio. Si vero solus spiritus homo esse studet cupitque carnem reicere veluti hereditatem ut ita dicamus tantum animalis propriam, tunc dignitatem suam tam spiritus quam corpus amittunt. At si altera ex parte ille spiritum repudiat iudicatque materiam, nempe corpus, tamquam unicam veritatem, aequabiliter suam perdit magnitudinem. Per iocum Epicureus Gassendi salutatione illa Cartesium appellavit: « O Anima! ». Cui Cartesius respondit: « O Caro! ».[3] Verumtamen neque solus spiritus neque corpus solum amat: homo enim est, persona videlicet, quae uti creatura composita amat, ad quam pertinent corpus et anima. Tunc tantum, cum in unum quiddam ambo revera coalescunt, plene sui ipsius fit homo. Uno hoc modo amor — eros — veram ad suam maturescere valet magnitudinem.

Esto depende ante todo de la constitución del ser humano, que está compuesto de cuerpo y alma. El hombre es realmente él mismo cuando cuerpo y alma forman una unidad íntima; el desafío del eros puede considerarse superado cuando se logra esta unificación. Si el hombre pretendiera ser sólo espíritu y quisiera rechazar la carne como si fuera una herencia meramente animal, espíritu y cuerpo perderían su dignidad. Si, por el contrario, repudia el espíritu y por tanto considera la materia, el cuerpo, como una realidad exclusiva, malogra igualmente su grandeza. El epicúreo Gassendi, bromeando, se dirigió a Descartes con el saludo: « ¡Oh Alma! ». Y Descartes replicó: « ¡Oh Carne! ».[3] Pero ni la carne ni el espíritu aman: es el hombre, la persona, la que ama como criatura unitaria, de la cual forman parte el cuerpo y el alma. Sólo cuando ambos se funden verdaderamente en una unidad, el hombre es plenamente él mismo. Únicamente de este modo el amor —el eros— puede madurar hasta su verdadera grandeza.

Non raro hodie christianis praeteritis obicitur quod corporeae veritatis fuerint adversarii; reapse in hanc partem proclivitates semper fuerunt. Verumtamen corporis extollendi via, cuius hodie sumus ipsi testes, prorsus decipit. Deiectus enim eros merum ad « sexum » merx aliqua evadit, « res » nuda quam emi licet vendique, homo immo vero ipse fit mercimonia. Re vera non est haec omnino magna illa hominis affirmatio proprio de corpore. Ille contra nunc corpus aestimat atque sexum tamquam materiam dumtaxat sui ipsius quam iudicio quodam adhibet et penitus lucratur. Haec tamen pars est quae ei non sicut provincia libertatis videtur, sed aliquid potius quod suo modo reddere ille simul conatur iucundum et innocens. Reapse consistimus hic ante corporis humani depravationem quod non amplius totum ingreditur vitae nostrae libertatem, quod non iam viva demonstratio est totius summae vitae nostrae, at in regionem abicitur dumtaxat biologicam. Quae videtur corporis esse honoratio cito transire potest in odium naturae corporalis. Ex contrario hominem semper iudicavit christiana fides tamquam ens unum et duplex, in quo spiritus et materies mutuo miscentur, dum ita profecto

Hoy se reprocha a veces al cristianismo del pasado haber sido adversario de la corporeidad y, de hecho, siempre se han dado tendencias de este tipo. Pero el modo de exaltar el cuerpo que hoy constatamos resulta engañoso. El eros, degradado a puro « sexo », se convierte en mercancía, en simple « objeto » que se puede comprar y vender; más aún, el hombre mismo se transforma en mercancía. En realidad, éste no es propiamente el gran sí del hombre a su cuerpo. Por el contrario, de este modo considera el cuerpo y la sexualidad solamente como la parte material de su ser, para emplearla y explotarla de modo calculador. Una parte, además, que no aprecia como ámbito de su libertad, sino como algo que, a su manera, intenta convertir en agradable e inocuo a la vez. En realidad, nos encontramos ante una degradación del cuerpo humano, que ya no está integrado en el conjunto de la libertad de nuestra existencia, ni es expresión viva de la totalidad de nuestro ser, sino que es relegado a lo puramente biológico. La aparente exaltación del cuerpo puede convertirse muy pronto en odio a la corporeidad. La fe cristiana, por el contrario, ha considerado siempre al hombre como uno en cuerpo y alma, en el

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 6 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI alterutrum novam experitur nobilitatem. Sic est: cual espíritu y materia se compenetran recíprocamente, studet eros attollere nos « in exstasi » versus adquiriendo ambos, precisamente así, una nueva divinum, extra nos perducere nos ipsos; verum hanc nobleza. Ciertamente, el eros quiere remontarnos « en ob rem poscit ascensionis cursum et abnegationum, éxtasis » hacia lo divino, llevarnos más allá de nosotros purgationum ac sanationum. mismos, pero precisamente por eso necesita seguir un camino de ascesis, renuncia, purificación y recuperación. 6. Quomodo fingere nobis in re possumus hoc ascensionis et purificationis iter? Quo pacto amor 6. ¿Cómo hemos de describir concretamente este vivi valet, ut eius humana divinaque promissio camino de elevación y purificación? ¿Cómo se debe plane compleatur? Primam magni ponderis vivir el amor para que se realice plenamente su indicationem reperire possumus in Cantico promesa humana y divina? Una primera indicación Canticorum, videlicet uno Veteris Testamenti importante podemos encontrarla en uno de los libros librorum, bene cognito a mysticis. Secundum hodie del Antiguo Testamento bien conocido por los místicos, vigentem interpretationem carmina hunc in Librum el Cantar de los Cantares. Según la interpretación hoy inclusa primitus fuerunt cantus amoris, fortasse predominante, las poesías contenidas en este libro son principio dedicati Hebraeorum nuptiarum originariamente cantos de amor, escritos quizás para celebritati, ubi coniugalis efferendus erat amor. His una fiesta nupcial israelita, en la que se debía exaltar el in adiunctis plurimum id ipsum docet quod per amor conyugal. En este contexto, es muy instructivo eundem librum duae diversae voces « amorem » que a lo largo del libro se encuentren dos términos indicantes deteguntur. Ante omnia vocabulum diferentes para indicar el « amor ». Primero, la palabra habemus « dodim » — pluralis forma qua amor « dodim », un plural que expresa el amor todavía adhuc incertus profertur, nempe in condicione inseguro, en un estadio de búsqueda indeterminada. generalis cuiusdam inquisitionis. Huic autem Esta palabra es reemplazada después por el término « vocabulo deinceps sufficitur verbum « ahabà », ahabá », que la traducción griega del Antiguo quod in Veteris Testamenti interpretatione Graeca Testamento denomina, con un vocablo de fonética vox similis sonitus « agape » substituit, quae, prout similar, « agapé », el cual, como hemos visto, se iam vidimus, indicium proprium amoris est facta convirtió en la expresión característica para la pro biblica rerum conceptione. Contra amorem concepción bíblica del amor. En oposición al amor indefinitum et adhuc inquirentem, hoc verbum indeterminado y aún en búsqueda, este vocablo expresa experimentum exprimit amoris qui nunc vere fit la experiencia del amor que ahora ha llegado a ser alterius hominis inventio, excedendo indolem verdaderamente descubrimiento del otro, superando el personalem, ad proprium commodum proclivem, carácter egoísta que predominaba claramente en la fase quae antea manifesto dominabatur. Nunc alterius anterior. Ahora el amor es ocuparse del otro y hominis curatio fit amor et sollicitudo pro eo. Non preocuparse por el otro. Ya no se busca a sí mismo, se ipsum amplius quaerit, immersionem in felicitatis sumirse en la embriaguez de la felicidad, sino que ebrietatem; verum amati hominis quaerit bonum: ansía más bien el bien del amado: se convierte en abdicatio evadit quae ad sacrificium parata est quin renuncia, está dispuesto al sacrificio, más aún, lo immo illud conquirit. busca. Partem amoris efficit progredientis ad altiora stadia, ad suas extremas purificationes, ut manentem statum inquirat et quidem duplici intellectu: sensu exsclusionis — « sola praesto est unica haec persona » — atque sensu « sempiternae condicionis ». Summam enim vitae complectitur amor omni quidem in ipsius aspectu, etiam temporis. Non aliter se res habere potest, quoniam promissum eius spectat ad rem definitam: prospicit in aeternitatem amor. Ita, amor est « exstasis », attamen non aliqua exstasis veluti tempore ebrietatis, sed exstasis uti iter, tamquam stabilis exodus de persona in se ipsa

El desarrollo del amor hacia sus más altas cotas y su más íntima pureza conlleva el que ahora aspire a lo definitivo, y esto en un doble sentido: en cuanto implica exclusividad —sólo esta persona—, y en el sentido del « para siempre ». El amor engloba la existencia entera y en todas sus dimensiones, incluido también el tiempo. No podría ser de otra manera, puesto que su promesa apunta a lo definitivo: el amor tiende a la eternidad. Ciertamente, el amor es « éxtasis », pero no en el sentido de arrebato momentáneo, sino como camino permanente, como un salir del yo cerrado

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 7 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI clausa adversus propriam liberationem in dono sui en sí mismo hacia su liberación en la entrega de sí y, ipsius, atque omnino sic versus novam sui precisamente de este modo, hacia el reencuentro detectionem, quin immo versus Dei inventionem: « consigo mismo, más aún, hacia el descubrimiento de Quicumque quaesierit animam suam salvam facere, Dios: « El que pretenda guardarse su vida, la perderá; y perdet illam; et, quicumque perdiderit illam, el que la pierda, la recobrará » (Lc 17, 33), dice Jesús vivificabit eam » (Lc 17, 33), ait Iesus — cuius en una sentencia suya que, con algunas variantes, se afirmatio apud Evangelia reperitur pluribus in repite en los Evangelios (cf. Mt 10, 39; 16, 25; Mc 8, variationibus (cfr Mt 10, 39; 16, 25; Mc 8, 35; Lc 9, 35; Lc 9, 24; Jn 12, 25). Con estas palabras, Jesús 24; Io 12, 25). Sic iter proprium suum describit describe su propio itinerario, que a través de la cruz lo Iesus quod per crucem ad resurrectionem illum lleva a la resurrección: el camino del grano de trigo perducit: est iter grani frumenti quod decidit in que cae en tierra y muere, dando así fruto abundante. terram ac perit et sic multum profert fructum. Ab sui Describe también, partiendo de su sacrificio personal y personalis sacrificii ipso principio atque amoris qui del amor que en éste llega a su plenitud, la esencia del in illo suam attingit perfectionem proficiscens, his amor y de la existencia humana en general. verbis ipse describit etiam amoris essentiam et hominum in universum vitae. 7. Deliberationes nostrae, initio potius philosophicae, de amoris essentia per interiorem vim ad fidem usque biblicam nos nunc perduxerunt. Principio enim quaestio est posita utrum variae, immo contrariae, vocabuli amoris significationes subaudiant quandam altiorem unitatem an contra manere debeant solutae, una iuxta aliam. Ante omnia tamen quaestio emersit habeatne nuntius amoris nobis a Sacris Bibliis adlatus nec non ab Ecclesiae Traditione aliquid commune cum universali hominum amoris experientia an fortasse illi potius opponatur. Huius rei causa incidimus duas in principales voces quae sunt: eros uti titulus amoris « mundani » significandi atque agape tamquam amoris declaratio qui fide nititur eaque conformatur. Hi duo conceptus crebro inter se opponuntur ut « ascendens » amor et amor « descendens ». Aliae quoque praesto sunt similes definitiones, verbi gratia distinctio inter amorem possesivum atque amorem oblativum (amorem concupiscentiae — amorem benevolentiae), cui interdum etiam amor subiungitur qui ad propriam spectat utilitatem.

7. Nuestras reflexiones sobre la esencia del amor, inicialmente bastante filosóficas, nos han llevado por su propio dinamismo hasta la fe bíblica. Al comienzo se ha planteado la cuestión de si, bajo los significados de la palabra amor, diferentes e incluso opuestos, subyace alguna unidad profunda o, por el contrario, han de permanecer separados, uno paralelo al otro. Pero, sobre todo, ha surgido la cuestión de si el mensaje sobre el amor que nos han transmitido la Biblia y la Tradición de la Iglesia tiene algo que ver con la común experiencia humana del amor, o más bien se opone a ella. A este propósito, nos hemos encontrado con las dos palabras fundamentales: eros como término para el amor « mundano » y agapé como denominación del amor fundado en la fe y plasmado por ella. Con frecuencia, ambas se contraponen, una como amor « ascendente », y como amor « descendente » la otra. Hay otras clasificaciones afines, como por ejemplo, la distinción entre amor posesivo y amor oblativo (amor concupiscentiae – amor benevolentiae), al que a veces se añade también el amor que tiende al propio provecho.

In philosophica atque theologica disceptatione haec discrimina saepius ad extremum deducebantur, usquedum inter se opponebantur: amor proprie christianus esse dicebatur descendens, oblativus, id est agape; cultura autem non christiana, praesertim Graeca, amore signabatur ascendente, cupido et possessivo, qui nempe est eros. Si quis autem voluerit hanc oppositionem ad ultima producere, christianae rei essentia separabitur a principalibus vitae rationibus ipsorum hominum atque in se iam alium orbem constituit, qui fortasse mirabilis erit, at

A menudo, en el debate filosófico y teológico, estas distinciones se han radicalizado hasta el punto de contraponerse entre sí: lo típicamente cristiano sería el amor descendente, oblativo, el agapé precisamente; la cultura no cristiana, por el contrario, sobre todo la griega, se caracterizaría por el amor ascendente, vehemente y posesivo, es decir, el eros. Si se llevara al extremo este antagonismo, la esencia del cristianismo quedaría desvinculada de las relaciones vitales fundamentales de la existencia humana y constituiría un mundo del todo singular, que tal vez podría

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 8 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI penitus ab ipsa summa vitae humanae segregatus. considerarse admirable, pero netamente apartado del Re quidem vera eros et agape — amor ascendens conjunto de la vida humana. En realidad, eros y agapé atque amor descendens — non se sinunt umquam —amor ascendente y amor descendente— nunca llegan inter se seiungi. Quo enim plus etiam aliis modis a separarse completamente. Cuanto más encuentran rectam unitatem reperiunt in una amoris veritate, eo ambos, aunque en diversa medida, la justa unidad en la sane plus vera amoris natura in universum única realidad del amor, tanto mejor se realiza la completur. Etiamsi principio ipse eros in primis est verdadera esencia del amor en general. Si bien el eros studiosus, ascendens — quod fascinum ex magna inicialmente es sobre todo vehemente, ascendente — felicitatis pollicitatione procedit — appropinquans fascinación por la gran promesa de felicidad—, al deinde alteri, minus usque interrogabit de se atque aproximarse la persona al otro se planteará cada vez beatitatem alterius plus usque inquiret, magis menos cuestiones sobre sí misma, para buscar cada vez semper de illo sollicitabitur, sese donabit atque más la felicidad del otro, se preocupará de él, se cupiet « pro altero se esse ». Sic tempus agape in entregará y deseará « ser para » el otro. Así, el eum inseritur; alioquin eros decidit perditque suam momento del agapé se inserta en el eros inicial; de otro ipsius naturam. Aliunde vero homo non potest modo, se desvirtúa y pierde también su propia vivere tantummodo de amore oblativo, descendente. naturaleza. Por otro lado, el hombre tampoco puede Non valet semper solum donare, etiam recipere vivir exclusivamente del amor oblativo, descendente. debet. Quicumque amorem donare vult, illum No puede dar únicamente y siempre, también debe tamquam donum ipse recipiat oportet. recibir. Quien quiere dar amor, debe a su vez recibirlo Quemadmodum ipse ait Dominus — profecto fieri como don. Es cierto —como nos dice el Señor— que el potest homo fons et origo unde aquae vivae flumina hombre puede convertirse en fuente de la que manan erumpunt (cfr Io 7, 37-38). At ut talis fiat ipse fons, ríos de agua viva (cf. Jn 7, 37-38). No obstante, para ipse usque denuo bibat oportet ex primigeno illo et llegar a ser una fuente así, él mismo ha de beber primo fonte qui est Iesus Christus, cuius ex transfixo siempre de nuevo de la primera y originaria fuente que corde amor Dei scaturit (cfr Io 19, 34). es Jesucristo, de cuyo corazón traspasado brota el amor de Dios (cf. Jn 19, 34). Viderunt Patres Ecclesiae variis modis figuratam, in Iacob scalae narratione, hanc coniunctionem inseparabilem inter ascensionem et descensionem, inter eros qui Deum conquirit et agape qui receptum transmittit donum. In illo biblico scripto narratur patriarcha Iacob in somno vidisse supra petram, quae illi fuit uti pulvinus, scalam quae ad caelum usque pertingebat, per quam ascendebant descendebantque Dei angeli (cfr Gn 28, 12; Io 1, 51). Percellit maxime animum interpretatio quam Pontifex Gregorius Magnus sua in Regula Pastorali huius facit visionis. Dicit enim ille: in contemplatione radices agere debet pastor bonus. Hoc dumtaxat modo valebit ipse aliorum intra se suscipere necessitates, ita ut ipsius propriae evadant: « Per pietatis viscera in se infirmitatem caeterorum transferat ».[4] Hoc loco se refert sanctus Gregorius ad sanctum Paulum qui sublime abripitur summa in Dei arcana sicque descendens omnia omnibus fieri potest (cfr 2 Cor 12, 2-4; 1 Cor 9, 22). Exemplum praeterea Moysis indicat qui in sacrum tabernaculum denuo semper ingreditur cum Deo colloquens ut sic, a Deo recedens, utilis suo populo esse possit. « Intus in contemplationem rapitur, foris infirmantium negotiis urgetur ».[5]

En la narración de la escalera de Jacob, los Padres han visto simbolizada de varias maneras esta relación inseparable entre ascenso y descenso, entre el eros que busca a Dios y el agapé que transmite el don recibido. En este texto bíblico se relata cómo el patriarca Jacob, en sueños, vio una escalera apoyada en la piedra que le servía de cabezal, que llegaba hasta el cielo y por la cual subían y bajaban los ángeles de Dios (cf. Gn 28, 12; Jn 1, 51). Impresiona particularmente la interpretación que da el Papa Gregorio Magno de esta visión en su Regla pastoral. El pastor bueno, dice, debe estar anclado en la contemplación. En efecto, sólo de este modo le será posible captar las necesidades de los demás en lo más profundo de su ser, para hacerlas suyas: « per pietatis viscera in se infirmitatem caeterorum transferant ».[4] En este contexto, san Gregorio menciona a san Pablo, que fue arrebatado hasta el tercer cielo, hasta los más grandes misterios de Dios y, precisamente por eso, al descender, es capaz de hacerse todo para todos (cf. 2 Co 12, 2-4; 1 Co 9, 22). También pone el ejemplo de Moisés, que entra y sale del tabernáculo, en diálogo con Dios, para poder de este modo, partiendo de Él, estar a disposición de su pueblo. « Dentro [del tabernáculo] se extasía en la contemplación, fuera [del tabernáculo] se ve apremiado

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 9 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI por los asuntos de los afligidos: intus contemplationem rapitur, foris infirmantium negotiis urgetur ».[5] 8. Primam ita repperimus responsionem, adhuc potius universalem, duabus superius positis quaestionibus: « amor » denique unica res est, variis quamvis cum aspectibus; unus interdum vel alius aspectus magis emergere potest. Ubi vero duo eius aspectus penitus inter se seiunguntur, nascitur ridicula quaedam imago vel utcumque est forma reductiva amoris. Et in summa vidimus etiam biblicam fidem non efficere quendam mundum parallelum vel mundum illi primigenio eventui humano contrarium qui amor est, sed totum suscipere hominem eiusque adiuvare amoris inquisitionem ut is purificetur eodemque tempore novi aspectus ei aperiantur. Haec biblicae fidei novitas duobus ante omnia commonstratur in locis, qui digni sunt ut extollantur: videlicet in Dei imagine et imagine hominis. De biblicae fidei novitate 9. De nova imagine Dei in primis agitur. In culturis quae circa Sacra Biblia versantur, dei deorumque imagines, usque ad finem, parum perspicuae et inter se perstant discrepantes. Biblica autem progrediente fide, magis usque id fit manifestum univocumque, quod praecipua Israel precatio, Shema scilicet, his verbis summatim prestringit: « Audi Israel: Dominus Deus noster Dominus unus est » (Dt 6, 4). Unus est Deus, qui caelum terramque creavit ideoque omnium hominum quoque est Deus. Duo in hac disceptatione sunt singularia, omnes ceteros deos non esse Deum et omnes item res, in quibus vivimus, a Deo manare, ab Eo esse creatas. Creandi certe notio etiam alibi reperitur, sed hic tantummodo prorsus patet non quemlibet deum, at unum verum Deum, ipsum omnium rerum esse factorem; quae ex eius creandi Verbi potentia oriuntur. Id significat eius creaturam ei esse caram, quandoquidem eam ipse voluit, eam ipse « fecit ». Magni momenti sic altera exstat pars: Deus hic hominem amat. Divina potentia, quam Aristoteles, Graeca philosophia attingente fastigium, meditando intellegere studuit, certe omnium hominum est quiddam desiderandum et amandum — quia amatur, haec deitas mundum movet [6] —, sed nulla re indiget ipsa et non diligit, solummodo diligitur. Enimvero unus Deus, in quo Israel credit, personaliter amat. Eius amor praeterea electivus est amor: inter omnes gentes ipse Israel eligit eumque amat — ut hoc vero ipso modo

8. Hemos encontrado, pues, una primera respuesta, todavía más bien genérica, a las dos preguntas formuladas antes: en el fondo, el « amor » es una única realidad, si bien con diversas dimensiones; según los casos, una u otra puede destacar más. Pero cuando las dos dimensiones se separan completamente una de otra, se produce una caricatura o, en todo caso, una forma mermada del amor. También hemos visto sintéticamente que la fe bíblica no construye un mundo paralelo o contrapuesto al fenómeno humano originario del amor, sino que asume a todo el hombre, interviniendo en su búsqueda de amor para purificarla, abriéndole al mismo tiempo nuevas dimensiones. Esta novedad de la fe bíblica se manifiesta sobre todo en dos puntos que merecen ser subrayados: la imagen de Dios y la imagen del hombre. La novedad de la fe bíblica 9. Ante todo, está la nueva imagen de Dios. En las culturas que circundan el mundo de la Biblia, la imagen de dios y de los dioses, al fin y al cabo, queda poco clara y es contradictoria en sí misma. En el camino de la fe bíblica, por el contrario, resulta cada vez más claro y unívoco lo que se resume en las palabras de la oración fundamental de Israel, la Shema: « Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno » (Dt 6, 4). Existe un solo Dios, que es el Creador del cielo y de la tierra y, por tanto, también es el Dios de todos los hombres. En esta puntualización hay dos elementos singulares: que realmente todos los otros dioses no son Dios y que toda la realidad en la que vivimos se remite a Dios, es creación suya. Ciertamente, la idea de una creación existe también en otros lugares, pero sólo aquí queda absolutamente claro que no se trata de un dios cualquiera, sino que el único Dios verdadero, Él mismo, es el autor de toda la realidad; ésta proviene del poder de su Palabra creadora. Lo cual significa que estima a esta criatura, precisamente porque ha sido Él quien la ha querido, quien la ha « hecho ». Y así se pone de manifiesto el segundo elemento importante: este Dios ama al hombre. La potencia divina a la cual Aristóteles, en la cumbre de la filosofía griega, trató de llegar a través de la reflexión, es ciertamente objeto de deseo y amor por parte de todo ser —como realidad amada, esta divinidad mueve el mundo[6]—, pero ella misma no necesita nada y no ama, sólo es amada. El Dios único en el que cree Israel, sin embargo, ama personalmente.

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 10 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI humanitas universa sanetur. Ipse amat, et amor hic Su amor, además, es un amor de predilección: entre eius sine dubio veluti eros designari potest, qui todos los pueblos, Él escoge a Israel y lo ama, aunque tamen est etiam et prorsus agape.[7] con el objeto de salvar precisamente de este modo a toda la humanidad. Él ama, y este amor suyo puede ser calificado sin duda como eros que, no obstante, es también totalmente agapé.[7] Osee potissimum et Ezechiel prophetae per audaces amatorias imagines hanc Dei in eius populum cupiditatem significarunt. Dei cum Israel necessitudo sponsalium coniugiique imaginibus collustratur; quapropter idolatria adulterium est et prostitutio. Quod cum ita sit — quemadmodum significavimus — re cultus attinguntur fertilitatis et eros abusus, sed eodem tempore inter Israel et Deum fidelitatis vinculum describitur. Dei Israelisque amoris narratio in eo penitus sistit quod ipse Torah ei tradit, Israel scilicet germanam hominis naturam recludit atque veri humanismi iter demonstrat. Historia haec in eo nititur quod homo, in Deo uno fidem servando, experitur se esse a Deo ipsum amatum et in veritate laetitiam, in iustitia detegere — quae in Deo laetitia eius fit essentialis felicitas: « Quis enim mihi est in caelo? Et tecum nihil volui super terram ... Mihi autem adhaerere Deo bonum est » (Ps 73 [72], 25.28).

Los profetas Oseas y Ezequiel, sobre todo, han descrito esta pasión de Dios por su pueblo con imágenes eróticas audaces. La relación de Dios con Israel es ilustrada con la metáfora del noviazgo y del matrimonio; por consiguiente, la idolatría es adulterio y prostitución. Con eso se alude concretamente — como hemos visto— a los ritos de la fertilidad con su abuso del eros, pero al mismo tiempo se describe la relación de fidelidad entre Israel y su Dios. La historia de amor de Dios con Israel consiste, en el fondo, en que Él le da la Torah, es decir, abre los ojos de Israel sobre la verdadera naturaleza del hombre y le indica el camino del verdadero humanismo. Esta historia consiste en que el hombre, viviendo en fidelidad al único Dios, se experimenta a sí mismo como quien es amado por Dios y descubre la alegría en la verdad y en la justicia; la alegría en Dios que se convierte en su felicidad esencial: « ¿No te tengo a ti en el cielo?; y contigo, ¿qué me importa la tierra?... Para mí lo bueno es estar junto a Dios » (Sal 73 [72], 25. 28).

10. Dei in hominem eros — quemadmodum diximus — eadem opera est prorsus agape. Non modo quia gratuito omnibus ex partibus donabitur, nullo antecedente merito, sed etiam quia amor est qui ignoscit. Osee potissimum agape modum nobis ostendit in Dei erga hominem amore, qui multum adspectui gratuitatis antecellit. Israel « adulterium » patravit, Foedus fregit; debet eum iudicare Deus et repudiare. Hoc autem ipso loco demonstratur Deum esse Deum, non hominem: « Quomodo dabo te, Ephraim, tradam te, Israel? ... Convertitur in me cor meum, simul exardescit miseratio mea. Non faciam furorem irae meae, non convertar, ut disperdam Ephraim, quoniam Deus ego et non homo, in medio tui Sanctus » (Os 11, 8-9). Flagrans Dei amor in populum suum — in hominem — ignoscens est simul amor. Sic est is magnus ut contra se ipsum vertat Deum, eius amorem contra eius iustitiam. Christianus, in hoc, Crucis mysterium per speciem adumbrari intellegit: sic Deus hominem diligit, ut, se ipsum efficiens hominem, usque ad mortem eum sequatur atque hoc modo iustitiam et amorem conciliat.

10. El eros de Dios para con el hombre, como hemos dicho, es a la vez agapé. No sólo porque se da del todo gratuitamente, sin ningún mérito anterior, sino también porque es amor que perdona. Oseas, de modo particular, nos muestra la dimensión del agapé en el amor de Dios por el hombre, que va mucho más allá de la gratuidad. Israel ha cometido « adulterio », ha roto la Alianza; Dios debería juzgarlo y repudiarlo. Pero precisamente en esto se revela que Dios es Dios y no hombre: « ¿Cómo voy a dejarte, Efraím, cómo entregarte, Israel?... Se me revuelve el corazón, se me conmueven las entrañas. No cederé al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraím; que yo soy Dios y no hombre, santo en medio de ti » (Os 11, 8-9). El amor apasionado de Dios por su pueblo, por el hombre, es a la vez un amor que perdona. Un amor tan grande que pone a Dios contra sí mismo, su amor contra su justicia. El cristiano ve perfilarse ya en esto, veladamente, el misterio de la Cruz: Dios ama tanto al hombre que, haciéndose hombre él mismo, lo acompaña incluso en la muerte y, de este modo, reconcilia la justicia y el amor.

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 11 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI Philosophicus adspectus itemque historicus- El aspecto filosófico e histórico-religioso que se ha de religiosus in hac Sacrorum Bibliorum ratione subrayar en esta visión de la Biblia es que, por un lado, revelandus in eo nititur quod ex una parte nos ante nos encontramos ante una imagen estrictamente imaginem ponimur Dei, stricte quidem metafísica de Dios: Dios es en absoluto la fuente metaphisicam: absolute est Deus omnium rerum originaria de cada ser; pero este principio creativo de primigenius fons; sed hoc omnium rerum todas las cosas —el Logos, la razón primordial— es al creandarum principium — Logos, primordialis ratio mismo tiempo un amante con toda la pasión de un — est eadem opera amans quiddam, veri amoris verdadero amor. Así, el eros es sumamente impetu praeditum. Hoc modo eros summe extollitur, ennoblecido, pero también tan purificado que se funde sed eodem tempore ita purificatur ut cum agape con el agapé. Por eso podemos comprender que la misceatur. Quocirca intellegere possumus Canticum recepción del Cantar de los Cantares en el canon de la Canticorum in Sacrae Scripturae canonem Sagrada Escritura se haya justificado muy pronto, receptum, esse explicatum ex eo quod canticis his porque el sentido de sus cantos de amor describen en el amoris demum Dei necessitudo significatur cum fondo la relación de Dios con el hombre y del hombre homine vicissimque hominis cum Deo. Hac ratione con Dios. De este modo, tanto en la literatura cristiana Canticum Canticorum factum est, tam in Christianis como en la judía, el Cantar de los Cantares se ha quam in Iudaicis litteris, cognitionis ac mysticae convertido en una fuente de conocimiento y de experientiae scaturigo, in qua biblicae fidei essentia experiencia mística, en la cual se expresa la esencia de manifestatur: ita sane, est hominis cum Deo la fe bíblica: se da ciertamente una unificación del consociatio — somnium scilicet hominis hombre con Dios —sueño originario del hombre—, primigenium —, at haec consociatio non debet una pero esta unificación no es un fundirse juntos, un simul fundi, in oceano videlicet Divini sine nomine hundirse en el océano anónimo del Divino; es una mergi; est coniunctio quaedam quae amorem gignit, unidad que crea amor, en la que ambos —Dios y el in quo ambo — Deus et homo — sui ipsorum hombre— siguen siendo ellos mismos y, sin embargo, manent atque tamen plene unum fiunt: « Qui se convierten en una sola cosa: « El que se une al adhaeret Domino, unus Spiritus est » cum eo (1 Cor Señor, es un espíritu con él », dice san Pablo (1 Co 6, 6, 17), ait sanctus Paulus. 17). 11. Biblicae fidei prima res nova, sicut perspeximus, Dei est imago; altera, cum ea essentialiter coniuncta, in hominis imagine reperitur. Biblica creationis narratio de primi hominis solitudine disserit, scilicet Adami, cui adiumentum Deus addere vult. Nihil autem ex rebus creatis auxilium illud homini afferre potest, quo ipse indiget, licet omnibus bestiis agri cunctisque volatilibus nomen dederit, in suae vitae ambitum ea ingerens. Tunc ex hominis costa mulierem fingit Deus. Nunc Adamus, cuius indiget, auxilium reperit: « Haec nunc os ex ossibus meis et caro de carne mea! » (Gn 2, 23). Ex his rebus narratis opinationes quaedam intellegi possunt, quae exempli gratia etiam in fabula exstant, quam Plato refert, ubi primigenius homo globosus erat, eo quod completus in se suisque rebus sufficienter praeditus ipse erat. Sed suam propter superbiam a Iove bipertitus est, sic nunc alteram dimidiam partem desiderat et ad eam decurrit, ut suam integritatem reperiat.[8] In Sacrarum Scripturarum narratione de poena non fit mentio; at quod homo quodammodo est imperfectus, ex constitutione itineratur, alteram suae integritatis complentem partem inventurus, cogitatio scilicet procul dubio adest illa, ad quam

11. La primera novedad de la fe bíblica, como hemos visto, consiste en la imagen de Dios; la segunda, relacionada esencialmente con ella, la encontramos en la imagen del hombre. La narración bíblica de la creación habla de la soledad del primer hombre, Adán, al cual Dios quiere darle una ayuda. Ninguna de las otras criaturas puede ser esa ayuda que el hombre necesita, por más que él haya dado nombre a todas las bestias salvajes y a todos los pájaros, incorporándolos así a su entorno vital. Entonces Dios, de una costilla del hombre, forma a la mujer. Ahora Adán encuentra la ayuda que precisa: « ¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! » (Gn 2, 23). En el trasfondo de esta narración se pueden considerar concepciones como la que aparece también, por ejemplo, en el mito relatado por Platón, según el cual el hombre era originariamente esférico, porque era completo en sí mismo y autosuficiente. Pero, en castigo por su soberbia, fue dividido en dos por Zeus, de manera que ahora anhela siempre su otra mitad y está en camino hacia ella para recobrar su integridad.[8] En la narración bíblica no se habla de castigo; pero sí aparece la idea de que el hombre es de algún modo incompleto, constitutivamente en camino

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 12 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI ipse solummodo cum altero sexu per communionem para encontrar en el otro la parte complementaria para potest esse « perfectus ». Sic biblica narratio de su integridad, es decir, la idea de que sólo en la Adamo prophetia concluditur: « Quam ob rem comunión con el otro sexo puede considerarse « relinquet vir patrem suum et matrem et adhaerebit completo ». Así, pues, el pasaje bíblico concluye con uxori suae; et erunt in carnem unam » (Gn 2, 24). una profecía sobre Adán: « Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne » (Gn 2, 24). Duae hic reperiuntur maioris momenti notiones: eros in ipsius natura hominis est quasi defixus; En esta profecía hay dos aspectos importantes: el eros Adamus aliquid exquirit atque « relinquet patrem está como enraizado en la naturaleza misma del suum et matrem » mulierem inquisiturus. Sua in hombre; Adán se pone a buscar y « abandona a su unitate tantum humanitatis integritatem fingunt, « padre y a su madre » para unirse a su mujer; sólo una caro » fiunt. Non minus praestat altera notio: in ambos conjuntamente representan a la humanidad cursu quodam, qui in creatione nititur, ad completa, se convierten en « una sola carne ». No matrimonium committit eros hominem, ad vinculum menor importancia reviste el segundo aspecto: en una scilicet quoddam, singulariter definiteque signatum. perspectiva fundada en la creación, el eros orienta al Sic et sic tantum suus intimus finis ad effectum hombre hacia el matrimonio, un vínculo marcado por adducitur. Ad unius Dei imaginem monogamicum su carácter único y definitivo; así, y sólo así, se realiza coniugium respondet. Matrimonium, quod in amore su destino íntimo. A la imagen del Dios monoteísta unico ac definito fundatur, imaginem efficit Dei corresponde el matrimonio monógamo. El matrimonio necessitudinis cum eius populo ac vicissim: ratio basado en un amor exclusivo y definitivo se convierte qua Deus amat mensura fit humani amoris. Artum en el icono de la relación de Dios con su pueblo y, hoc inter eros et coniugium in Bibliis Sacris viceversa, el modo de amar de Dios se convierte en la vinculum fere in litteris extra ea similitudinem non medida del amor humano. Esta estrecha relación entre reperit. eros y matrimonio que presenta la Biblia no tiene prácticamente paralelo alguno en la literatura fuera de ella. Christus Iesus – Dei incarnatus amor 12. Etiamsi adhuc usque Vetus Testamentum Jesucristo, el amor de Dios encarnado plerumque tractavimus, intima tamen duorum 12. Aunque hasta ahora hemos hablado principalmente Foederum coagmentatio veluti una christianae fidei del Antiguo Testamento, ya se ha dejado entrever la Scriptura est patefacta. Vera Novi Testamenti íntima compenetración de los dos Testamentos como novitas haud in novis opinationibus sistit, sed in ipsa única Escritura de la fe cristiana. La verdadera Christi effigie, qui cogitationibus praebet carnem et originalidad del Nuevo Testamento no consiste en sanguinem — inauditum realismum. In Vetere iam nuevas ideas, sino en la figura misma de Cristo, que da Testamento biblica novitas non tantum exsistit ex carne y sangre a los conceptos: un realismo inaudito. abstractis notionibus, sed ex Dei inopinata opera et Tampoco en el Antiguo Testamento la novedad bíblica quodammodo inaudita oritur. Ratio haec agendi Dei consiste simplemente en nociones abstractas, sino en la dramatis formam nunc acquirit, eo quod in Iesu actuación imprevisible y, en cierto sentido inaudita, de Christo ipse Deus « ovem amissam » persequitur, Dios. Este actuar de Dios adquiere ahora su forma humanitatem videlicet dolentem atque deperditam. dramática, puesto que, en Jesucristo, el propio Dios va Cum Iesus suis in similitudinibus de pastore disserit, tras la « oveja perdida », la humanidad doliente y qui ad amissam ovem vadit, de muliere drachmam extraviada. Cuando Jesús habla en sus parábolas del quaerente, de patre qui prodigo filio occurrit pastor que va tras la oveja descarriada, de la mujer que eumque amplexatur, id non in verba tantum recidit, busca el dracma, del padre que sale al encuentro del sed eius essentiae et actionis rationem explanat. hijo pródigo y lo abraza, no se trata sólo de meras Eius per crucem in morte illud completur per quod palabras, sino que es la explicación de su propio ser y contra se vertit Deus, in quo ipse se tradit, hominem actuar. En su muerte en la cruz se realiza ese ponerse sublevaturus eumque servaturus — amor hic in Dios contra sí mismo, al entregarse para dar nueva vida forma sua extrema adest. Visus in Christi latus al hombre y salvarlo: esto es amor en su forma más perfossum conversus, de quo apud Ioannem fit radical. Poner la mirada en el costado traspasado de mentio (cfr 19, 37), illud comprehendit ex quo hae Cristo, del que habla Juan (cf. 19, 37), ayuda a

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 13 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI Litterae Encyclicae initium sumpserunt: « Deus comprender lo que ha sido el punto de partida de esta caritas est » (1 Io 4, 8). Ibi nempe veritas haec Carta encíclica: « Dios es amor » (1 Jn 4, 8). Es allí, en spectari potest. A quo initio capto, definiatur oportet la cruz, donde puede contemplarse esta verdad. Y a quid sit amor. Ex hoc visu sumens initium, videndi partir de allí se debe definir ahora qué es el amor. Y, amandique semitam reperit christianus. desde esa mirada, el cristiano encuentra la orientación de su vivir y de su amar. 13. Iesus huic oblationis actui perpetuam per constitutam in Novissima Cena Eucharistiam tribuit praesentiam. Antecapit ipse suam mortem 13. Jesús ha perpetuado este acto de entrega mediante resurrectionemque, iam illa hora suis discipulis in la institución de la Eucaristía durante la Última Cena. pane et vino se ipsum tradens, suum corpus Ya en aquella hora, Él anticipa su muerte y suumque sanguinem tamquam novum manna (cfr Io resurrección, dándose a sí mismo a sus discípulos en el 6, 31-33). Si vero antiqui somniaverunt, ad pan y en el vino, su cuerpo y su sangre como nuevo extremum verum hominis cibum — id quo homo maná (cf. Jn 6, 31-33). Si el mundo antiguo había vivit — esse Logos, aeternam sapientiam, nunc hic soñado que, en el fondo, el verdadero alimento del Logos nobis vere factus est alimentum — veluti hombre —aquello por lo que el hombre vive— era el amor. Eucharistia in actu oblationis Iesu nos trahit. Logos, la sabiduría eterna, ahora este Logos se ha Non recipimus nos solummodo immobiliter Logos hecho para nosotros verdadera comida, como amor. La incarnatum, sed in eius oblationis motum Eucaristía nos adentra en el acto oblativo de Jesús. No involvimur. Coniugii imago inter Deum et Israel illa recibimos solamente de modo pasivo el Logos efficitur ratione, quae antea concipi non potuit: quod encarnado, sino que nos implicamos en la dinámica de antea fuit pro Deo stare, fit nunc, per Iesu su entrega. La imagen de las nupcias entre Dios e Israel donationem communicatam, eius corporis et se hace realidad de un modo antes inconcebible: lo que sanguinis participatio, fit coniunctio. Sacramenti « antes era estar frente a Dios, se transforma ahora en mystica » indoles quae in Dei erga nos demissione unión por la participación en la entrega de Jesús, en su nititur alia prorsus est res et sublimius perducit cuerpo y su sangre. La « mística » del Sacramento, que quam quaevis mystica hominis elevatio efficere se basa en el abajamiento de Dios hacia nosotros, tiene possit. otra dimensión de gran alcance y que lleva mucho más alto de lo que cualquier elevación mística del hombre 14. Nunc autem alia pars est consideranda: podría alcanzar. Sacramenti « mystica » natura socialem rationem secum fert, quandoquidem in sacramentali 14. Pero ahora se ha de prestar atención a otro aspecto: communione ego cum Domino una simul cum la « mística » del Sacramento tiene un carácter social, ceteris communicantibus coniungor: « Quoniam porque en la comunión sacramental yo quedo unido al unus panis, unum corpus multi sumus, omnes enim Señor como todos los demás que comulgan: « El pan de uno pane participamur », effatur sanctus Paulus es uno, y así nosotros, aunque somos muchos, (1 Cor 10, 17). Cum Christo coniunctio est eadem formamos un solo cuerpo, porque comemos todos del opera cum ceteris omnibus consociatio, quibus ipse mismo pan », dice san Pablo (1 Co 10, 17). La unión se tradit. Christum pro me uno habere non possum; con Cristo es al mismo tiempo unión con todos los ad eum pertinere possum solummodo cum iis demás a los que él se entrega. No puedo tener a Cristo omnibus coniunctus, qui ipsius facti sunt fientve. A sólo para mí; únicamente puedo pertenecerle en unión memet ipso extrahit me communio ad eum, et sic con todos los que son suyos o lo serán. La comunión etiam ad unitatem cum omnibus christianis ducit. « me hace salir de mí mismo para ir hacia Él, y por tanto, Unum corpus » efficimur, in exsistentiam unam fusi. también hacia la unidad con todos los cristianos. Nos Amor in Deum et in proximum amor nunc vere hacemos « un cuerpo », aunados en una única coniunguntur: incarnatus Deus omnes ad se nos existencia. Ahora, el amor a Dios y al prójimo están trahit. Ex hoc intellegitur quo pacto agape realmente unidos: el Dios encarnado nos atrae a todos Eucharistiae facta sit etiam nomen: in ea Dei agape hacia sí. Se entiende, pues, que el agapé se haya ad nos corporaliter accedit ut in nobis ac per nos convertido también en un nombre de la Eucaristía: en suam operam producat. Ex hoc tantum fundamento ella el agapé de Dios nos llega corporalmente para christologico-sacramentali sumpto initio, recte seguir actuando en nosotros y por nosotros. Sólo a doctrina Iesu de amore intellegi potest. Transitus, partir de este fundamento cristológico-sacramental se

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 14 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI quem ipse efficit, a Lege Prophetisque ad duplex puede entender correctamente la enseñanza de Jesús amoris mandatum erga Deum ac proximum, fidei sobre el amor. El paso desde la Ley y los Profetas al scilicet omnis exsistentia, quae deinde ex hoc doble mandamiento del amor de Dios y del prójimo, el mandato, medium locum occupante, oritur, non est hacer derivar de este precepto toda la existencia de fe, simpliciter res moralis quae exinde sui iuris prope no es simplemente moral, que podría darse fidem in Christum eamque per ritum in Sacramento autónomamente, paralelamente a la fe en Cristo y a su expressam esse possit: fides, cultus et ethos, veluti actualización en el Sacramento: fe, culto y ethos se res unica inter se miscentur, quae Dei agape compenetran recíprocamente como una sola realidad, convenienda significatur. Sueta cultus ethicaeque que se configura en el encuentro con el agapé de Dios. oppositio simpliciter hic procidit. In « cultu » ipso, Así, la contraposición usual entre culto y ética in eucharistica communione amari vicissimque simplemente desaparece. En el « culto » mismo, en la reliquos amare continentur. Eucharistia, quae in comunión eucarística, está incluido a la vez el ser amorem re effectum non transfertur, in se ipsa in amados y el amar a los otros. Una Eucaristía que no particulas est redacta. Vicissim — sicut subtilius erit comporte un ejercicio práctico del amor es considerandum — amoris « mandatum » effici fragmentaria en sí misma. Viceversa —como hemos de potest solummodo quia postulatio non est tantum: considerar más detalladamente aún—, el « amor « mandari » potest quoniam antea donatur. mandamiento » del amor es posible sólo porque no es una mera exigencia: el amor puede ser « mandado » 15. Ex hoc posito principio praecipuae Iesu porque antes es dado. parabolae sunt intellegendae. Epulo ille dives (cfr Lc 16, 19-31) ex supplicii loco implorat ut sui 15. Las grandes parábolas de Jesús han de entenderse fratres certiores de illa re fiant, quae ei eveniat, qui también a partir de este principio. El rico epulón (cf. impudenter pauperem ignoraverit in necessitate Lc 16, 19-31) suplica desde el lugar de los condenados versantem. Iesus, ut ita dicamus, talem auxilii que se advierta a sus hermanos de lo que sucede a clamorem excipit, quem refert ut nos cauti simus, ut quien ha ignorado frívolamente al pobre necesitado. ad rectam semitam nos reducat. Boni Samaritani Jesús, por decirlo así, acoge este grito de ayuda y se parabola (cfr Lc 10, 25-37) duas magni ponderis hace eco de él para ponernos en guardia, para hacernos explanat res. Dum vero « proximi » notio iam tum volver al recto camino. La parábola del buen ad populares alienigenasque in solo Israelitico Samaritano (cf. Lc 10, 25-37) nos lleva sobre todo a commorantes ideoque ad participem alicuius dos aclaraciones importantes. Mientras el concepto de regionis populique communitatem praecipue « prójimo » hasta entonces se refería esencialmente a referebatur, nunc fines hi tolluntur. Quicumque me los conciudadanos y a los extranjeros que se indiget et ego eum iuvare possum, mihi est establecían en la tierra de Israel, y por tanto a la proximus. Proximi notio universa complectitur, comunidad compacta de un país o de un pueblo, ahora attamen concreta manet. Quamvis ad omnes este límite desaparece. Mi prójimo es cualquiera que homines pertineat, ad significationem non tenga necesidad de mí y que yo pueda ayudar. Se contrahitur incerti et indefiniti cuiusdam amoris, qui universaliza el concepto de prójimo, pero parum officii secum fert, sed meam postulat permaneciendo concreto. Aunque se extienda a todos operam, re hic et nunc praestandam. Usque est los hombres, el amor al prójimo no se reduce a una Ecclesiae munus inter propinquitatem et actitud genérica y abstracta, poco exigente en sí longinquitatem interpretari rursus hoc vinculum, misma, sino que requiere mi compromiso práctico aquí quae suorum membrorum re exigendam vitam y ahora. La Iglesia tiene siempre el deber de interpretar habeat ob oculos. Memoretur tandem hic peculiarem cada vez esta relación entre lejanía y proximidad, con in modum oportet novissimi Iudicii insignis vistas a la vida práctica de sus miembros. En fin, se ha parabola (cfr Mt 25, 31-46), in qua amor de de recordar de modo particular la gran parábola del humanae vitae bono vel non bono definitivae Juicio final (cf. Mt 25, 31-46), en el cual el amor se deliberationis fit norma. Personam induit Iesus convierte en el criterio para la decisión definitiva sobre indigentium: videlicet esurientium, sitientium, la valoración positiva o negativa de una vida humana. alienigenarum, nudorum, aegrotorum, in vinculis Jesús se identifica con los pobres: los hambrientos y detentorum. « Quamdiu fecistis uni de his fratibus sedientos, los forasteros, los desnudos, enfermos o meis minimis, mihi fecistis » (Mt 25, 40). Amor Dei encarcelados. « Cada vez que lo hicisteis con uno de itemque amor proximi inter se commiscentur: in estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 15 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI minimis ipsum Iesum et in Iesu Deum invenimus. » (Mt 25, 40). Amor a Dios y amor al prójimo se funden entre sí: en el más humilde encontramos a Jesús Amor Dei proximique amor mismo y en Jesús encontramos a Dios. 16. Omnibus his de amoris essentia eiusque in biblica fide significatione considerationibus Amor a Dios y amor al prójimo absolutis, duplex superest interrogatio de nostra 16. Después de haber reflexionado sobre la esencia del agendi ratione: amarine potest Deus, quamvis is non amor y su significado en la fe bíblica, queda aún una videatur? Rursus: amorine imperari potest? doble cuestión sobre cómo podemos vivirlo: ¿Es Adversus duplex amoris mandatum duplicia contra realmente posible amar a Dios aunque no se le vea? Y, dicuntur, quae in his interrogationibus insunt. Nemo por otro lado: ¿Se puede mandar el amor? En estas Deum umquam vidit — quomodo eum amare preguntas se manifiestan dos objeciones contra el doble possumus? Atque porro: amori imperari non potest; mandamiento del amor. Nadie ha visto a Dios jamás, est tandem quaedam animi affectio, quae adesse aut ¿cómo podremos amarlo? Y además, el amor no se non adesse potest, sed ex voluntate gigni non potest. puede mandar; a fin de cuentas es un sentimiento que Sacra Scriptura primam hanc obiectionem roborare puede tenerse o no, pero que no puede ser creado por la videtur, cum dicit: « Si quis dixerit: « Diligo Deum voluntad. La Escritura parece respaldar la primera », et fratrem suum oderit, mendax est; qui enim non objeción cuando afirma: « Si alguno dice: ‘‘amo a diligit fratrem suum, quem videt, Deum, quem non Dios'', y aborrece a su hermano, es un mentiroso; pues videt non potest diligere » (1 Io 4, 20). Sed sententia quien no ama a su hermano, a quien ve, no puede amar haec minime autumat Dei amorem quiddam esse a Dios, a quien no ve » (1 Jn 4, 20). Pero este texto en impossibile; contra, in toto modo memoratae modo alguno excluye el amor a Dios, como si fuera un Primae Epistulae Ioannis contextu, talis amor imposible; por el contrario, en todo el contexto de la manifeste requiritur. Inter Dei amorem ac amorem Primera carta de Juan apenas citada, el amor a Dios es proximi artum vinculum confirmatur. Alter ad exigido explícitamente. Lo que se subraya es la alterum sic se stricte refert ut Dei amoris affirmatio inseparable relación entre amor a Dios y amor al fiat mendacium, si homo a proximo se subducat, vel prójimo. Ambos están tan estrechamente entrelazados, etiam eum oderit. Ioannis sententia hoc sensu potius que la afirmación de amar a Dios es en realidad una intellegi debet: in proximum amor iter est ad Deum mentira si el hombre se cierra al prójimo o incluso lo quoque inveniendum atque qui ab oculis proximum odia. El versículo de Juan se ha de interpretar más bien amovet, coram Deo etiam fit caecus. en el sentido de que el amor del prójimo es un camino para encontrar también a Dios, y que cerrar los ojos 17. Reapse, nemo umquam Deum vidit sicut ipse ante el prójimo nos convierte también en ciegos ante est. Attamen Deus nobis haud est prorsus invisibilis, Dios. non est nobis simpliciter inaccessibilis. Deus primus nos dilexit, sic asseverat memorata Ioannis Epistula 17. En efecto, nadie ha visto a Dios tal como es en sí (cfr 4, 10) atque amor hic Dei nobis apparuit, mismo. Y, sin embargo, Dios no es del todo invisible visibilis factus est eo quod « Filium suum para nosotros, no ha quedado fuera de nuestro alcance. unigenitum misit Deus in mundum, ut vivamus per Dios nos ha amado primero, dice la citada Carta de eum » (1 Io 4, 9). Visibilis factus est Deus: in Iesu Juan (cf. 4, 10), y este amor de Dios ha aparecido entre Patrem nos videre possumus (cfr Io 14, 9). nosotros, se ha hecho visible, pues « Dios envió al Multifarie revera videri potest Deus. In amoris mundo a su Hijo único para que vivamos por medio de historia, quae in Sacris Bibliis narratur, ipse nobis él » (1 Jn 4, 9). Dios se ha hecho visible: en Jesús obviam venit, nos acquirere studet — usque ad podemos ver al Padre (cf. Jn 14, 9). De hecho, Dios es Novissimam Cenam, usque ad Cor in cruce visible de muchas maneras. En la historia de amor que perforatum, usque ad Resuscitati visus magnaque nos narra la Biblia, Él sale a nuestro encuentro, trata de opera, quibus ipse per actus Apostolorum Ecclesiae atraernos, llegando hasta la Última Cena, hasta el nascentis iter direxit. Etiam in Ecclesiae Corazón traspasado en la cruz, hasta las apariciones del subsequentibus annalibus haud absens Dominus Resucitado y las grandes obras mediante las que Él, deprehenditur: usque denuo nobis occurrit — per por la acción de los Apóstoles, ha guiado el caminar de homines in quibus ipse conspicitur; suum per la Iglesia naciente. El Señor tampoco ha estado ausente Verbum, Sacramenta, potissimum Eucharistiam. In en la historia sucesiva de la Iglesia: siempre viene a Ecclesiae liturgia, in eius precatione, in viva nuestro encuentro a través de los hombres en los que Él

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 16 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI credentium communitate, Dei amorem experimur se refleja; mediante su Palabra, en los Sacramentos, nos, eius praesentiam percipimus atque hoc modo in especialmente la Eucaristía. En la liturgia de la Iglesia, cotidiano vitae cursu eam etiam agnoscere discimus. en su oración, en la comunidad viva de los creyentes, Primus ipse nos dilexit ac primus nos diligere experimentamos el amor de Dios, percibimos su pergit; idcirco per amorem nos respondere presencia y, de este modo, aprendemos también a possumus. Non imperat nobis animi affectum Deus, reconocerla en nuestra vida cotidiana. Él nos ha amado quem in nobis excitare non possumus. Ipse nos primero y sigue amándonos primero; por eso, nosotros diligit idemque efficit ut suum amorem podemos corresponder también con el amor. Dios no perspiciamus experiamurque, atque ex hoc « nos impone un sentimiento que no podamos suscitar en primum » Dei tamquam responsio etiam in nobis nosotros mismos. Él nos ama y nos hace ver y oriri potest amor. experimentar su amor, y de este « antes » de Dios puede nacer también en nosotros el amor como Hoc in conveniendi processu non esse tantum animi respuesta. affectum amorem palam demonstratur. Animi affectiones accedunt eaeque recedunt. Affectio mira En el desarrollo de este encuentro se muestra también potest esse initialis scintilla, sed non totum amorem claramente que el amor no es solamente un complectitur. In principio de purificationum sentimiento. Los sentimientos van y vienen. Pueden ser maturationumque processu disseruimus, quarum ope una maravillosa chispa inicial, pero no son la totalidad eros plane efficitur sui ipsius, amor fit plene del amor. Al principio hemos hablado del proceso de significante verbo. Ad amoris maturitatem pertinet purificación y maduración mediante el cual el eros omnes hominis virtutes complecti et includere, ut ita llega a ser totalmente él mismo y se convierte en amor dicamus, hominem tota in eius integritate. Cum Dei en el pleno sentido de la palabra. Es propio de la amoris visibiles significationes conveniuntur, madurez del amor que abarque todas las laetitiae sensus in nobis excitari potest, quae ex eo potencialidades del hombre e incluya, por así decir, al oritur quod amamur. Sed hic occursus nostram hombre en su integridad. El encuentro con las etiam voluntatem intellectumque involvit. Vivens manifestaciones visibles del amor de Dios puede Deus agnitus via est qua ad amorem pervenitur, suscitar en nosotros el sentimiento de alegría, que nace atque assensus nostrae voluntatis eius voluntati de la experiencia de ser amados. Pero dicho encuentro coniungit intellectum, voluntatem et affectionem in implica también nuestra voluntad y nuestro amoris actu, omnia complectente. Processus autem entendimiento. El reconocimiento del Dios viviente es hic continenter progreditur: amor numquam « finitur una vía hacia el amor, y el sí de nuestra voluntad a la » et completur; in vitae decursu mutatur, maturescit suya abarca entendimiento, voluntad y sentimiento en ideoque sibi ipse fidelis manet. Idem velle atque el acto único del amor. No obstante, éste es un proceso idem nolle,[9] quibus verbis antiqui germanum que siempre está en camino: el amor nunca se da por « amoris sensum definiebant: cum alter alteri concluido » y completado; se transforma en el curso de assimulatur, id volendi cogitandique perducit ad la vida, madura y, precisamente por ello, permanece communitatem. Inter Deum hominemque amoris fiel a sí mismo. Idem velle, idem nolle,[9] querer lo historia in eo nempe stat quod haec voluntatis mismo y rechazar lo mismo, es lo que los antiguos han communio in cogitationis affectionisque reconocido como el auténtico contenido del amor: communione adolescit, atque sic nostra et Dei hacerse uno semejante al otro, que lleva a un pensar y voluntas magis ac magis idem expetit: Dei voluntas desear común. La historia de amor entre Dios y el mihi iam non est extraria voluntas, quam mihi hombre consiste precisamente en que esta comunión de extrinsecus mandata praecipiunt, sed mea eadem est voluntad crece en la comunión del pensamiento y del voluntas, eo quod ex experientia Deus re vera « sentimiento, de modo que nuestro querer y la voluntad interior intimo meo » [10] est quam ego. In Deo tum de Dios coinciden cada vez más: la voluntad de Dios crescit deditio et Deus nostrum fit gaudium (cfr Ps ya no es para mí algo extraño que los mandamientos 73 [72], 23-28). me imponen desde fuera, sino que es mi propia voluntad, habiendo experimentado que Dios está más dentro de mí que lo más íntimo mío.[10] Crece entonces el abandono en Dios y Dios es nuestra alegría 18. Exstare sic potest proximi amor, quem Sacra (cf. Sal 73 [72], 23-28). Scriptura, Iesus enuntiarunt. Is quidem sibi vult me

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 17 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI in Deo et cum Deo amare etiam personam quae mihi 18. De este modo se ve que es posible el amor al non probatur vel quam non novi. Id effici prójimo en el sentido enunciado por la Biblia, por solummodo potest intime Deo conveniendo, ubi Jesús. Consiste justamente en que, en Dios y con Dios, haec congressio facta est voluntatis communio atque amo también a la persona que no me agrada o ni usque ad animi affectionem pervenit. Tunc non siquiera conozco. Esto sólo puede llevarse a cabo a modo meis oculis meisque affectionibus, sed ad Iesu partir del encuentro íntimo con Dios, un encuentro que Christi mensuram alteram personam respicere disco. se ha convertido en comunión de voluntad, llegando a Eius amicus meus est amicus. Praeter externam implicar el sentimiento. Entonces aprendo a mirar a alterius speciem eius interiorem exspectationem esta otra persona no ya sólo con mis ojos y amoris actus, observantiae, conspicio, quae non sentimientos, sino desde la perspectiva de Jesucristo. solum quaedam per instituta ad illud propositum Su amigo es mi amigo. Más allá de la apariencia destinata ei ostendo ac ministro, eundem accipiens, exterior del otro descubro su anhelo interior de un necessitate aliqua politica coactus. Christi oculis gesto de amor, de atención, que no le hago llegar inspicio ac alteri plus quam extrinsecus necessaria solamente a través de las organizaciones encargadas de tribuere possum: tribuere ei possum amoris ello, y aceptándolo tal vez por exigencias políticas. Al contuitum, quo ille indiget. Hic reciproca ac verlo con los ojos de Cristo, puedo dar al otro mucho necessaria actio inter Dei amorem ac amorem más que cosas externas necesarias: puedo ofrecerle la proximi manifestatur, cuius apud Primam Ioannis mirada de amor que él necesita. En esto se manifiesta Epistulam instanter fit mentio. Si quidem cum Deo la imprescindible interacción entre amor a Dios y amor consuetudo mea in vita omnino deest, in altero al prójimo, de la que habla con tanta insistencia la semper alterum solummodo cerno, sed in eo Primera carta de Juan. Si en mi vida falta divinam imaginem agnoscere nequeo. Sin autem completamente el contacto con Dios, podré ver mea in vita omnibus ex partibus alterum siempre en el prójimo solamente al otro, sin conseguir observandum non curo, cum « pius » tantum esse et reconocer en él la imagen divina. Por el contrario, si en « religiosa officia » complere velim, tum vero cum mi vida omito del todo la atención al otro, queriendo Deo etiam necessitudo arescit. Tum autem haec ser sólo « piadoso » y cumplir con mis « deberes consuetudo tantummodo « recta » est, sed absque religiosos », se marchita también la relación con Dios. amore. Mea solum proximi conveniendi Será únicamente una relación « correcta », pero sin promptitudo, ut ei amor significetur, coram Deo amor. Sólo mi disponibilidad para ayudar al prójimo, quoque me sensibilem reddit. Tantum proximi para manifestarle amor, me hace sensible también ante famulatus id patefacit mihi quod Deus pro me efficit Dios. Sólo el servicio al prójimo abre mis ojos a lo que et significat quo pacto me ipse amet. Sancti — verbi Dios hace por mí y a lo mucho que me ama. Los gratia beatam Matrem Teresiam Calcuttensem Santos —pensemos por ejemplo en la beata Teresa de cogitemus — ex Domino eucharistico convento Calcuta— han adquirido su capacidad de amar al suam proximi usque de integro amandi vim prójimo de manera siempre renovada gracias a su hauserunt, atque vicissim hic occursus suam realem encuentro con el Señor eucarístico y, viceversa, este virtutem altitudinemque ex eorum famulatu pro aliis encuentro ha adquirido realismo y profundidad obtinuit. Amor Dei proximique amor seiungi non precisamente en su servicio a los demás. Amor a Dios possunt; unum est mandatum. At uterque amore y amor al prójimo son inseparables, son un único fruitur, qui ex Deo manat, qui primus nos dilexit. De mandamiento. Pero ambos viven del amor que viene de « mandato » sic non agitur externo, quod iubet quae Dios, que nos ha amado primero. Así, pues, no se trata fieri non possunt, sed de amoris experientia, ya de un « mandamiento » externo que nos impone lo intrinsecus data, atque amor hic, sua ex natura, cum imposible, sino de una experiencia de amor nacida aliis ultro est communicandus. Amor per amorem desde dentro, un amor que por su propia naturaleza ha adolescit. Amor « divinus » est, quoniam ex Deo de ser ulteriormente comunicado a otros. El amor crece procedit isque nos cum Deo coniungit et hoc in a través del amor. El amor es « divino » porque unitatis processu in quiddam veluti « Nos » proviene de Dios y a Dios nos une y, mediante este convertit, quod nostras partitiones praetergreditur et proceso unificador, nos transforma en un Nosotros, que efficit ut unum fiamus, ita ut postremo Deus sit « supera nuestras divisiones y nos convierte en una sola omnia in omnibus » (1 Cor 15, 28). cosa, hasta que al final Dios sea « todo para todos » (cf. 1 Co 15, 28). PARS SECUNDA

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 18 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI CARITAS – EXERCITATIO AMORIS IN ECCLESIA VELUTI SEGUNDA PARTE « COMMUNITATE AMORIS » CARITAS EL EJERCICIO DEL AMOR Ecclesiae caritas tamquam amoris trinitarii POR PARTE DE LA IGLESIA patefactio COMO « COMUNIDAD DE AMOR » 19. « Immo vero vides Trinitatem, si caritatem vides », scripsit sanctus Augustinus.[11] In cogitationibus La caridad de la Iglesia como manifestación quae praecesserunt, oculos nostros defigere del amor trinitario potuimus in Crucifixo (cfr Io 19, 37; Zach 12, 10), 19. « Ves la Trinidad si ves el amor », escribió san agnoscentes Patris consilium qui, amore permotus Agustín.[11] En las reflexiones precedentes hemos (cfr Io 3, 16), in mundum misit unigenitum Filium podido fijar nuestra mirada sobre el Traspasado (cf. Jn hominem ut redimeret. In cruce emoriens Iesus — 19, 37; Za 12, 10), reconociendo el designio del Padre quemadmodum evangelista refert — « emisit que, movido por el amor (cf. Jn 3, 16), ha enviado el spiritum » (cfr Io 19, 30), praenuntium illius Hijo unigénito al mundo para redimir al hombre. Al Spiritus Sancti doni quod post resurrectionem ipse morir en la cruz —como narra el evangelista—, Jesús « erat tributurus (cfr Io 20, 22). Sic futurum erat ut entregó el espíritu » (cf. Jn 19, 30), preludio del don promissio « aquae vivae fluminum » compleretur, del Espíritu Santo que otorgaría después de su quae propter effusum Spiritum fluctura erant ex resurrección (cf. Jn 20, 22). Se cumpliría así la credentium cordibus (cfr Io 7, 38-39). Est enim promesa de los « torrentes de agua viva » que, por la Spiritus interior illa potestas quae eorum corda cum efusión del Espíritu, manarían de las entrañas de los Christi corde conciliat eosque permovet ut fratres et creyentes (cf. Jn 7, 38-39). En efecto, el Espíritu es esa illi ament, sicut ipse eos amavit cum pedes potencia interior que armoniza su corazón con el discipulorum abluturus (cfr Io 13, 1-13) sese corazón de Cristo y los mueve a amar a los hermanos inclinavisset et in primis cum suam vitam pro como Él los ha amado, cuando se ha puesto a lavar los omnibus donasset (cfr 13, 1; 15, 13). pies de sus discípulos (cf. Jn 13, 1-13) y, sobre todo, cuando ha entregado su vida por todos (cf. Jn 13, 1; 15, Vis etiam Spiritus est quae ecclesialis Communitatis 13). cor immutat, ut per orbem testis sit Patris amoris, qui hominum genus suo in Filio unicam familiam efficere cupit. Omnis Ecclesiae opera amoris est El Espíritu es también la fuerza que transforma el declaratio qui totum hominis bonum conquirit: eius corazón de la Comunidad eclesial para que sea en el nempe evangelizationem quaerit per Verbum ac mundo testigo del amor del Padre, que quiere hacer de Sacramenta, quod opus totiens suis in actibus la humanidad, en su Hijo, una sola familia. Toda la historicis fuit revera heroicum; progressionem eius actividad de la Iglesia es una expresión de un amor que inquirit variis etiam in vitae industriaeque humanae busca el bien integral del ser humano: busca su condicionibus. Quapropter ministerium amor est evangelización mediante la Palabra y los Sacramentos, quod Ecclesia exsequitur ut perpetuo doloribus ac empresa tantas veces heroica en su realización necessitatibus, etiam corporeis, hominum occurrat. histórica; y busca su promoción en los diversos Et in hac ratione, in caritatis ministerio, immorari ámbitos de la actividad humana. Por tanto, el amor es cupimus per alteram hanc Encyclicarum Litterarum el servicio que presta la Iglesia para atender partem. constantemente los sufrimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres. Es este aspecto, este servicio de la caridad, al que deseo referirme en Caritas Ecclesiae officium esta parte de la Encíclica. 20. Amor proximi in amore Dei insitus officium est praesertim cuiusque fidelis, at est etiam officium totius communitatis ecclesialis, et hoc La caridad como tarea de la Iglesia quibuscumque in eius gradibus: a communitate 20. El amor al prójimo enraizado en el amor a Dios es locali ad Ecclesiam particularem, immo ad ante todo una tarea para cada fiel, pero lo es también Ecclesiam universalem in eius integritate. Ecclesia para toda la comunidad eclesial, y esto en todas sus quoque tamquam communitas amorem exsequi dimensiones: desde la comunidad local a la Iglesia

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 19 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI debet. Ex quo sequitur amorem egere etiam particular, hasta abarcar a la Iglesia universal en su ordinatione uti praeparatione ad ministerium totalidad. También la Iglesia en cuanto comunidad ha commune intenta. Talis officii conscientia habuit de poner en práctica el amor. En consecuencia, el amor momentum decretorium in Ecclesia ab eius necesita también una organización, como presupuesto primordiis: « Omnes autem, qui crediderant, erant para un servicio comunitario ordenado. La Iglesia ha pariter et habebant omnia communia, et sido consciente de que esta tarea ha tenido una possessiones et substantias vendebant et dividebant importancia constitutiva para ella desde sus comienzos: illas omnibus, prout cuique opus erat » (Act 2, 44- « Los creyentes vivían todos unidos y lo tenían todo en 45). Lucas hoc nobis narrat referens quandam común; vendían sus posesiones y bienes y lo repartían speciem notionis Ecclesiae, cuius suprema inter entre todos, según la necesidad de cada uno » (Hch 2, elementa ipse recenset perseverantiam in « doctrina 44-45). Lucas nos relata esto relacionándolo con una apostolorum », « communicatione » (koinonia), « especie de definición de la Iglesia, entre cuyos fractione panis » et « orationibus » (cfr Act 2, 42). elementos constitutivos enumera la adhesión a la « Elementum « communicationis » (koinonia), initio enseñanza de los Apóstoles », a la « comunión hic non declaratur, ad rem perducitur versiculis » (koinonia), a la « fracción del pan » y a la « oración » supra memoratis: ipsa nempe consistit in eo quod (cf. Hch 2, 42). La « comunión » (koinonia), credentes omnia habent communia et inter eos mencionada inicialmente sin especificar, se concreta discrimen iam non est inter divites et pauperes (cfr después en los versículos antes citados: consiste etiam Act 4, 32-37). Adolescente Ecclesia, haec precisamente en que los creyentes tienen todo en absoluta forma communionis materialis re vera común y en que, entre ellos, ya no hay diferencia entre servari non poterat. Essentia tamen eius intima ricos y pobres (cf. también Hch 4, 32-37). A decir mansit: intra credentium communitatem nullum esse verdad, a medida que la Iglesia se extendía, resultaba debet paupertatis genus eo quod bona ad dignam imposible mantener esta forma radical de comunión vitam agendam necessaria cuidam negantur. material. Pero el núcleo central ha permanecido: en la comunidad de los creyentes no debe haber una forma 21. Necessarius gressus in difficili investigatione de pobreza en la que se niegue a alguien los bienes solutionum ad fundamentale hoc principium necesarios para una vida decorosa. ecclesiale exsequendum manifestus fit in electione illa septem virorum, quae diaconalis muneris 21. Un paso decisivo en la difícil búsqueda de initium fuit (cfr Act 6, 5-6). Reapse in Ecclesia soluciones para realizar este principio eclesial prisca, cum res quotidie viduis dividerentur, orta est fundamental se puede ver en la elección de los siete inaequalitas inter coetus tam Hebraicae quam varones, que fue el principio del ministerio diaconal linguae Graecae. Apostoli, quibus ante omnia (cf. Hch 6, 5-6). En efecto, en la Iglesia de los primeros commissa erant « orationes » (Eucharistia et momentos, se había producido una disparidad en el Liturgia) et « ministerium Verbi », nimis gravatos se suministro cotidiano a las viudas entre la parte de senserunt « ministerio mensarum »; ipsimet igitur lengua hebrea y la de lengua griega. Los Apóstoles, a decreverunt servare sibi praecipuum opus, et ad los que estaba encomendado sobre todo « la oración alterum munus, pariter necessarium in Ecclesia, » (Eucaristía y Liturgia) y el « servicio de la Palabra », coetum septem virorum constituere. Attamen hic se sintieron excesivamente cargados con el « servicio coetus non debebat tantummodo technicum de la mesa »; decidieron, pues, reservar para sí su ministerium distributionis implere: debebant esse oficio principal y crear para el otro, también necesario viri « pleni Spiritu et sapientia » (cfr Act 6, 1-6). en la Iglesia, un grupo de siete personas. Pero este Hoc significat ministerium sociale, quod ipsos grupo tampoco debía limitarse a un servicio meramente explere oportebat, fuisse omnino concretum, sed técnico de distribución: debían ser hombres « llenos de eodem tempore illud sine dubio spiritale exstitisse Espíritu y de sabiduría » (cf. Hch 6, 1-6). Lo cual quoque ministerium; eorum officium erat igitur significa que el servicio social que desempeñaban era officium vere spiritale, quod essentiale munus absolutamente concreto, pero sin duda también Ecclesiae perficiebat, nempe officium amoris in espiritual al mismo tiempo; por tanto, era un verdadero proximum rite ordinatum. Per constitutionem huius oficio espiritual el suyo, que realizaba un cometido coetus Septem, « diaconia » — ministerium scilicet esencial de la Iglesia, precisamente el del amor bien amoris proximi communiter et ordinate peractum — ordenado al prójimo. Con la formación de este grupo iam instaurata erat in fundamentali ipsius Ecclesiae de los Siete, la « diaconía » —el servicio del amor al

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 20 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI structura. prójimo ejercido comunitariamente y de modo orgánico— quedaba ya instaurada en la estructura 22. Annorum decursu ac progrediente Ecclesiae fundamental de la Iglesia misma. diffusione, caritatis est exercitatio confirmata uti una ex eius provinciis essentialibus, una cum 22. Con el paso de los años y la difusión progresiva de Sacramentorum administratione et praedicatione la Iglesia, el ejercicio de la caridad se confirmó como Verbi: exercere caritatem erga viduas et pupillos, uno de sus ámbitos esenciales, junto con la captivos, aegrotos et omne genus indigentes pertinet administración de los Sacramentos y el anuncio de la ad eius essentiam sicut ipsum Sacramentorum Palabra: practicar el amor hacia las viudas y los ministerium et Evangelii praedicatio. Ecclesia huérfanos, los presos, los enfermos y los necesitados neglegere non potest caritatis exercitium sicut de todo tipo, pertenece a su esencia tanto como el Sacramenta et Verbum derelinquere nequit. servicio de los Sacramentos y el anuncio del Exempla quaedam sufficiant ad hoc Evangelio. La Iglesia no puede descuidar el servicio de demonstrandum. Iustinus martyr († c. 155) describit, la caridad, como no puede omitir los Sacramentos y la in contextu dominicalis christianorum celebrationis, Palabra. Para demostrarlo, basten algunas referencias. etiam eorum navitatem caritatis, coniunctam cum El mártir Justino († ca. 155), en el contexto de la ipsa Eucharistia uti tali. Divites stipes suas pro celebración dominical de los cristianos, describe viribus offerunt, quas quisque iudicat; iis ipse también su actividad caritativa, unida con la Eucaristía Episcopus pupillos et viduas deinde sustentat misma. Los que poseen, según sus posibilidades y cada eosque qui, morbo aliisque causis afflicti, in uno cuanto quiere, entregan sus ofrendas al Obispo; necessitate versantur, sicut captivos quoque et éste, con lo recibido, sustenta a los huérfanos, a las peregrinos.[12] Tertullianus, praeclarus scriptor viudas y a los que se encuentran en necesidad por christianus († post 220), narravit quomodo enfermedad u otros motivos, así como también a los admirationem gentilium suscitaret sollicitudo presos y forasteros.[12] El gran escritor cristiano christianorum erga omne genus indigentes.[13] Cum Tertuliano († después de 220), cuenta cómo la solicitud Ignatius Antiochenus († c. 107) Ecclesiam de los cristianos por los necesitados de cualquier tipo Romanam definit illam esse quae « praesidet in suscitaba el asombro de los paganos.[13] Y cuando caritate (agape) »,[14] hac definitione existimari ille Ignacio de Antioquía († ca. 117) llamaba a la Iglesia de potest quodammodo etiam veram caritatis navitatem Roma como la que « preside en la caridad (agapé) suam significare statuisse. »,[14] se puede pensar que con esta definición quería expresar de algún modo también la actividad caritativa 23. Hoc in rerum contextu utile forsitan est agere de concreta. primigenis structuris iuridicis respicientibus caritatis Ecclesiae actionem. Medio IV saeculo in Aegypto 23. En este contexto, puede ser útil una referencia a las oritur « diaconia » uti vocant; singulis in primitivas estructuras jurídicas del servicio de la monasteriis ipsa est institutio responsalis pro caridad en la Iglesia. Hacia la mitad del siglo IV, se va universo opere assistentiae, nempe pro caritatis formando en Egipto la llamada « diaconía »; es la ministerio. Ab his primordiis evolvitur in Aegypto estructura que en cada monasterio tenía la usque ad VI saeculum societas quaedam omnimodo responsabilidad sobre el conjunto de las actividades iuris potestate praedita, cui civiles auctoritates asistenciales, el servicio de la caridad precisamente. A concredunt etiam partem frumenti pro publica partir de esto, se desarrolla en Egipto hasta el siglo VI distributione. In Aegypto non solum quodque una corporación con plena capacidad jurídica, a la que monasterium, sed etiam omnis dioecesis habuit las autoridades civiles confían incluso una cantidad de denique suam diaconiam — institutionem quae grano para su distribución pública. No sólo cada exinde evolvitur sive in oriente sive in occidente. monasterio, sino también cada diócesis llegó a tener su Papa Gregorius Magnus († 604) memorat diaconía, una institución que se desarrolla diaconiam Neapolitanam. Ad Romam quod attinet, sucesivamente, tanto en Oriente como en Occidente. El diaconiae documentis confirmantur solum ab VII et Papa Gregorio Magno († 604) habla de la diaconía de VIII saeculo; antea tamen, et quidem a primordiis, Nápoles; por lo que se refiere a Roma, las diaconías ministerium subveniendi pauperibus et patientibus, están documentadas a partir del siglo VII y VIII; pero, secundum principia vitae christianae de quibus in naturalmente, ya antes, desde los comienzos, la Actibus Apostolorum, erat necessaria pars Romanae actividad asistencial a los pobres y necesitados, según

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 21 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI Ecclesiae. Hoc munus pervivide explevit ipse los principios de la vida cristiana expuestos en los diaconus Laurentius († 258). Luctuosa eius martyrii Hechos de los Apóstoles, era parte esencial en la Iglesia descriptio sancto Ambrosio († 397) iam nota erat et de Roma. Esta función se manifiesta vigorosamente en in suo nucleo certe nobis ostendit authenticam la figura del diácono Lorenzo († 258). La descripción Sancti imaginem. Ipsi, cui commissa erat cura dramática de su martirio fue conocida ya por san pauperum Romae, concessum est aliquid temporis, Ambrosio († 397) y, en lo esencial, nos muestra post comprehensionem Summi Pontificis eiusque seguramente la auténtica figura de este Santo. A él, confratrum, ut thesauros Ecclesiae colligeret eosque como responsable de la asistencia a los pobres de civilibus auctoritatibus traderet. Laurentius distribuit Roma, tras ser apresados sus compañeros y el Papa, se liberam pecuniam pauperibus eosque deinde le concedió un cierto tiempo para recoger los tesoros magistratibus exhibuit tamquam verum Ecclesiae de la Iglesia y entregarlos a las autoridades. Lorenzo thesaurum.[15] Quomodocumque historica iudicetur distribuyó el dinero disponible a los pobres y luego probabilitas huius singularis eventus, Laurentius in presentó a éstos a las autoridades como el verdadero memoria Ecclesiae praesens tenetur uti magnus tesoro de la Iglesia.[15] Cualquiera que sea la fautor ecclesialis caritatis. fiabilidad histórica de tales detalles, Lorenzo ha quedado en la memoria de la Iglesia como un gran 24. Ex recordatione Iuliani Apostatae imperatoris († exponente de la caridad eclesial. 363) iterum erui potest quam essentialis fuerit apud primorum saeculorum Ecclesiam caritas ordinate 24. Una alusión a la figura del emperador Juliano el exercita. Puer sex annos natus, Iulianus interfuit Apóstata († 363) puede ilustrar una vez más lo esencial homicidio patris sui, fratris aliorumque familiarum a que era para la Iglesia de los primeros siglos la caridad custodibus palatii imperialis patrato; hanc barbariem ejercida y organizada. A los seis años, Juliano asistió al ipse imputavit — iure an iniuria — Constantio asesinato de su padre, de su hermano y de otros imperatori, qui se fingebat magnum esse parientes a manos de los guardias del palacio imperial; christianum. Qua de re ipse christianam fidem él imputó esta brutalidad —con razón o sin ella— al semper detractam habuit. Imperator factus, decrevit emperador Constancio, que se tenía por un gran cultum paganum restaurare, antiquam Romanam cristiano. Por eso, para él la fe cristiana quedó religionem, sed simul eam reformare ita ut reapse desacreditada definitivamente. Una vez emperador, fieri posset vis trahens imperii. Hoc sub prospectu decidió restaurar el paganismo, la antigua religión largiter se inspiravit christiana religione. romana, pero también reformarlo, de manera que fuera Hierarchiam metropolitarum instauravit et realmente la fuerza impulsora del imperio. En esta sacerdotum. Sacerdotes amorem erga Deum et perspectiva, se inspiró ampliamente en el cristianismo. proximum curare tenebantur. In quadam sua epistula Estableció una jerarquía de metropolitas y sacerdotes. [16] scripsit hoc unum christianae religionis, quod Los sacerdotes debían promover el amor a Dios y al eius permovit animum, exercitium fuisse caritatis in prójimo. Escribía en una de sus cartas [16] que el único Ecclesia. Fuit ergo significans aspectus erga novum aspecto que le impresionaba del cristianismo era la eius paganum cultum quo actioni caritatis Ecclesiae actividad caritativa de la Iglesia. Así pues, un punto parem admovit operam suae religionis. « Galilaei » determinante para su nuevo paganismo fue dotar a la — ita ipse asserebat — hoc modo suam popularem nueva religión de un sistema paralelo al de la caridad consecuti erant auram. Illi itaque non tantum de la Iglesia. Los « Galileos » —así los llamaba— imitandi, immo etiam superandi erant. Hoc igitur habían logrado con ello su popularidad. Se les debía pacto confessus imperator est caritatem veluti emular y superar. De este modo, el emperador decretoriam notam christianae communitatis confirmaba, pues, cómo la caridad era una Ecclesiae esse. característica determinante de la comunidad cristiana, de la Iglesia. 25. Ex nostris deliberationibus hoc loco colliguntur duo essentialia argumenta: a) Intima Ecclesiae natura triplici exprimitur 25. Llegados a este punto, tomamos de nuestras munere: praedicatione Verbi Dei (kerygma- reflexiones dos datos esenciales: martyria), celebratione Sacramentorum (leiturgia), a) La naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en una ministerio caritatis (diakonia). Munia sunt quae triple tarea: anuncio de la Palabra de Dios (kerygmavicissim se praesupponunt et invicem seiungi martyria), celebración de los Sacramentos (leiturgia) y

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 22 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI nequeunt. Caritas non est pro Ecclesia veluti species servicio de la caridad (diakonia). Son tareas que se operis assistentiae socialis quae aliis etiam relinqui implican mutuamente y no pueden separarse una de posset, sed pertinet ad eius naturam, est otra. Para la Iglesia, la caridad no es una especie de irrenuntiabilis expressio propriae ipsius actividad de asistencia social que también se podría essentiae.[17] dejar a otros, sino que pertenece a su naturaleza y es b) Ecclesia est familia Dei in mundo. In hac familia manifestación irrenunciable de su propia esencia.[17] nemo debet esse qui patitur ob egestatem. Eodem b) La Iglesia es la familia de Dios en el mundo. En esta tamen tempore caritas – agape transcendit limites familia no debe haber nadie que sufra por falta de lo Ecclesiae; parabola boni Samaritani manet veluti necesario. Pero, al mismo tiempo, la caritas-agapé ratio mensurae, imponit amorem universalem qui supera los confines de la Iglesia; la parábola del buen prolabitur ad indigentem « fortuito » inventum (cfr Samaritano sigue siendo el criterio de comportamiento Lc 10, 31), quisquis est. Firma manente hac y muestra la universalidad del amor que se dirige hacia praecepti amoris universalitate, adest tamen el necesitado encontrado « casualmente » (cf. Lc 10, exigentia specifice ecclesialis — ea nempe quod in 31), quienquiera que sea. No obstante, quedando a ipsa Ecclesia uti familia nullum membrum ob salvo la universalidad del amor, también se da la egestatem patiatur. Hoc sensu viget declaratio exigencia específicamente eclesial de que, Epistulae ad Galatas: « Ergo dum tempus habemus, precisamente en la Iglesia misma como familia, operemur bonum ad omnes, maxime autem ad ninguno de sus miembros sufra por encontrarse en domesticos fidei » (6, 10). necesidad. En este sentido, siguen teniendo valor las palabras de la Carta a los Gálatas: « Mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, pero Iustitia et caritas especialmente a nuestros hermanos en la fe » (6, 10). 26. A saeculo XIX adversus caritatis Ecclesiae opera obiectio efferbuit, quae insistenter dein evoluta est Justicia y caridad praesertim praeceptis marxistis innixa. Pauperes 26. Desde el siglo XIX se ha planteado una objeción dicebantur operibus caritatis non egere, sed contra contra la actividad caritativa de la Iglesia, desarrollada iustitia. Opera caritatis — eleemosynae — reapse después con insistencia sobre todo por el pensamiento esse pro divitibus modus quo se subtraherent a marxista. Los pobres, se dice, no necesitan obras de restauranda iustitia et suae consulerent conscientiae, caridad, sino de justicia. Las obras de caridad —la contendentes suas sententias et pauperum iura limosna— serían en realidad un modo para que los laedentes. Potius quam hodiernae vitae conditiones ricos eludan la instauración de la justicia y acallen su per singula caritatis opera sustentarentur, necesse conciencia, conservando su propia posición social y putabatur instituere ordinem iustum, in quo quisque despojando a los pobres de sus derechos. En vez de suam reciperet partem ex bonis mundi ita ut caritatis contribuir con obras aisladas de caridad a mantener las operibus non amplius egeret. Huius argumenti condiciones existentes, haría falta crear un orden justo, quiddam verum est, fateri oportet, quiddam autem en el que todos reciban su parte de los bienes del erroneum. Verum illud est quod fundamentalis mundo y, por lo tanto, no necesiten ya las obras de norma Civitatis esse debet iustitiae persecutio et caridad. Se debe reconocer que en esta argumentación quod finis iusti ordinis socialis est unicuique hay algo de verdad, pero también bastantes errores. Es bonorum communium partem spondere, principio cierto que una norma fundamental del Estado debe ser subsidiarietatis. Hoc semper aperte quoque perseguir la justicia y que el objetivo de un orden proposuit christiana doctrina de Civitate atque social justo es garantizar a cada uno, respetando el doctrina socialis Ecclesiae. Quaestio iusti ordinis principio de subsidiaridad, su parte de los bienes communitatis sub aspectu historico ingressa est comunes. Eso es lo que ha subrayado también la novam in condicionem post constitutam doctrina cristiana sobre el Estado y la doctrina social industrialem societatem saeculi XIX. Ortus de la Iglesia. La cuestión del orden justo de la industriae modernae delevit veteras structuras colectividad, desde un punto de vista histórico, ha sociales et prae multitudine operariorum radicitus entrado en una nueva fase con la formación de la evocavit mutatam compositionem societatis, intra sociedad industrial en el siglo XIX. El surgir de la quam relatio inter pecuniam et opus navatum industria moderna ha desbaratado las viejas estructuras decretoria facta est quaestio — quaestio quae sub sociales y, con la masa de los asalariados, ha hac forma antea erat ignorata. Structurae provocado un cambio radical en la configuración de la

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 23 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI productionis et pecunia novam potestatem sociedad, en la cual la relación entre el capital y el constituebant, quae, paucorum manibus commissa, trabajo se ha convertido en la cuestión decisiva, una agminibus operariorum afferebat iurium cuestión que, en estos términos, era desconocida hasta privationem, cui obsistere conveniebat. entonces. Desde ese momento, los medios de producción y el capital eran el nuevo poder que, estando en manos de pocos, comportaba para las masas obreras una privación de derechos contra la cual había 27. Iustum est agnoscere Ecclesiae curatores que rebelarse. solummodo lente percepisse quaestionem novae societatis structurae novo proponi modo. Attamen 27. Se debe admitir que los representantes de la Iglesia non defuerunt praecursores: quos inter, exempli percibieron sólo lentamente que el problema de la gratia, recensetur Episcopus Moguntinus Ketteler († estructura justa de la sociedad se planteaba de un modo 1877). Veluti responsio specificis necessitatibus orti nuevo. No faltaron pioneros: uno de ellos, por ejemplo, sunt circuli, associationes, sodalicia, foederationes fue el Obispo Ketteler de Maguncia († 1877). Para ac praesertim novae Congregationes religiosae, quae hacer frente a las necesidades concretas surgieron saeculo XIX aggressae sunt opus ad confligendam también círculos, asociaciones, uniones, federaciones paupertatem, morbos et deficientes condiciones in y, sobre todo, nuevas Congregaciones religiosas, que provincia educationis. Anno MDCCCXCI apparuit en el siglo XIX se dedicaron a combatir la pobreza, las magisterium pontificium exhibens Litteras enfermedades y las situaciones de carencia en el campo Encyclicas Rerum novarum Leonis XIII. Quas educativo. En 1891, se interesó también el magisterio secutae sunt, anno MCMXXXI, Litterae Encyclicae pontificio con la Encíclica Rerum novarum de León Pii XI Quadragesimo anno. Beatus Pontifex Ioannes XIII. Siguió con la Encíclica de Pío XI Quadragesimo XXIII, anno MCMLXI, edidit Encyclicas Litteras anno, en 1931. En 1961, el beato Papa Juan XXIII Mater et Magistra; deinde Paulus VI in Litteris publicó la Encíclica Mater et Magistra, mientras que Encyclicis Populorum progressio (anno Pablo VI, en la Encíclica Populorum progressio (1967) MCMLXVII) atque in Epistula apostolica y en la Carta apostólica Octogesima adveniens (1971), Octogesima adveniens (anno MCMLXXI) firmiter afrontó con insistencia la problemática social que, aggressus est quaestionem socialem, quae interea entre tanto, se había agudizado sobre todo en exardescebat maxime in America Latina. Insignis Latinoamérica. Mi gran predecesor Juan Pablo II nos Decessor Noster Ioannes Paulus II reliquit nobis ha dejado una trilogía de Encíclicas sociales: Laborem trilogiam Litterarum Encyclicarum de re sociali: exercens (1981), Sollicitudo rei socialis (1987) y Laborem exercens (MCMLXXXI), Sollicitudo rei Centesimus annus (1991). Así pues, cotejando socialis (MCMLXXXVII) ac denique Centesimus situaciones y problemas nuevos cada vez, se ha ido annus (MCMXCI). Ita conferens condiciones et desarrollando una doctrina social católica, que en 2004 quaestiones semper novas catholica doctrina socialis ha sido presentada de modo orgánico en el Compendio constanter evolvebatur, quae anno MMIV de la doctrina social de la Iglesia, redactado por el congruenti modo exposita est in Compendio socialis Consejo Pontificio Iustitia et Pax. El marxismo había Ecclesiae doctrinae a Pontificio Consilio pro presentado la revolución mundial y su preparación Iustitia et Pace apparato. Marxismus tam in como la panacea para los problemas sociales: mediante revolutione mundiali quam in eius praeparatione la revolución y la consiguiente colectivización de los indicaverat solutionem quaestionis socialis: per medios de producción —se afirmaba en dicha doctrina revolutionem et sequentem bonorum aequationem — todo iría repentinamente de modo diferente y mejor. — ita tali asseverabatur in doctrina — omnia Este sueño se ha desvanecido. En la difícil situación en repente in diversam et meliorem rationem verti la que nos encontramos hoy, a causa también de la debebant. Somnium hoc evanuit. Difficili in globalización de la economía, la doctrina social de la condicione in qua hodie versamur quoque ob Iglesia se ha convertido en una indicación oeconomiae globalizationem, Ecclesiae doctrina fundamental, que propone orientaciones válidas mucho socialis facta est fundamentale signum, quod valida más allá de sus confines: estas orientaciones —ante el proponit lineamenta ultra eam: quae quidem — prae avance del progreso— se han de afrontar en diálogo rerum progressione — in dialogo agitanda sunt cum con todos los que se preocupan seriamente por el omnibus qui de homine eiusque mundo veram hombre y su mundo. adhibent curam.

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI 28. Ad accuratius definiendam congruentiam inter necessarium studium pro iustitia et ministerium caritatis, ratio habeatur oportet de duabus praecipuis in re condicionibus: a) Iustus societatis et Civitatis ordo fundamentale munus est rei politicae. Civitas quae non regitur iustitia, in magnam latronum manum redigitur, sicut dixit quondam Augustinus: « Remota itaque iustitia quid sunt regna nisi magna latrocinia ».[18] Ad substantialem structuram christianismi distinctio pertinet inter ea quae sunt Caesaris et ea quae sunt Dei (cfr Mt 22, 21), distinctio scilicet inter Civitatem et Ecclesiam vel, ut tenet Concilium Vaticanum II, rerum temporalium autonomia.[19] Civitas non debet religionem imponere, sed protegere eius libertatem nec non pacem inter variarum religionum asseclas; Ecclesia, sua ex parte, veluti sociale testimonium christianae fidei, sui iuris est et fide innixa vivit suam rationem communitariam, quam Civitas observare tenetur. Duae provinciae sunt distinctae, attamen mutuo se semper sociant. Iustitia est finis et ideo etiam intrinseca cuiusque politicae mensura. Politica est plus quam simplex ars technica qua publicae ordinationes definiuntur: fons eius et finis reperiuntur nempe in iustitia, quae est ethicae indolis. Ita Civitas reapse facere non potest quin se interroget: quomodo hic et nunc iustitia est exsequenda? Sed haec interrogatio aliam secumfert maioris ponderis: quid est iustitia? Quaestio haec rationem practicam respicit; sed ut recte operari possit, ratio magis in dies est purificanda, quoniam eius obcaecatio ethica, proficiscens ex dominio lucri et potentiae, quae eam offuscat, periculum est quod numquam omnino profligari potest. Hoc sub aspectu, res politica et fides conectuntur. Fides haud dubie propriam suam habet naturam, tamquam occursum cum Deo viventi — occursum qui aditum nobis dat ad novos prospectus extra proprium rationis ambitum. Sed simul ea est vis purificans eandem rationem. Procedens ex Dei consideratione, liberat eam ab eius obcaecationibus ideoque adiuvat eam ad meliorem sese reddendam. Fides rationi tribuit ut melius compleat munus suum meliusque hoc quod proprium est sibi intueatur. Hic reponitur catholica doctrina socialis: quae non vult Ecclesiae potestatem inferre in Civitatem. Neque iis

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28. Para definir con más precisión la relación entre el compromiso necesario por la justicia y el servicio de la caridad, hay que tener en cuenta dos situaciones de hecho: a) El orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política. Un Estado que no se rigiera según la justicia se reduciría a una gran banda de ladrones, dijo una vez Agustín: « Remota itaque iustitia quid sunt regna nisi magna latrocinia? ».[18] Es propio de la estructura fundamental del cristianismo la distinción entre lo que es del César y lo que es de Dios (cf. Mt 22, 21), esto es, entre Estado e Iglesia o, como dice el Concilio Vaticano II, el reconocimiento de la autonomía de las realidades temporales.[19] El Estado no puede imponer la religión, pero tiene que garantizar su libertad y la paz entre los seguidores de las diversas religiones; la Iglesia, como expresión social de la fe cristiana, por su parte, tiene su independencia y vive su forma comunitaria basada en la fe, que el Estado debe respetar. Son dos esferas distintas, pero siempre en relación recíproca. La justicia es el objeto y, por tanto, también la medida intrínseca de toda política. La política es más que una simple técnica para determinar los ordenamientos públicos: su origen y su meta están precisamente en la justicia, y ésta es de naturaleza ética. Así, pues, el Estado se encuentra inevitablemente de hecho ante la cuestión de cómo realizar la justicia aquí y ahora. Pero esta pregunta presupone otra más radical: ¿qué es la justicia? Éste es un problema que concierne a la razón práctica; pero para llevar a cabo rectamente su función, la razón ha de purificarse constantemente, porque su ceguera ética, que deriva de la preponderancia del interés y del poder que la deslumbran, es un peligro que nunca se puede descartar totalmente. En este punto, política y fe se encuentran. Sin duda, la naturaleza específica de la fe es la relación con el Dios vivo, un encuentro que nos abre nuevos horizontes mucho más allá del ámbito propio de la razón. Pero, al mismo tiempo, es una fuerza purificadora para la razón misma. Al partir de la perspectiva de Dios, la libera de su ceguera y la ayuda así a ser mejor ella misma. La fe permite a la razón desempeñar del mejor modo su cometido y ver más claramente lo que le es propio. En este punto se sitúa la doctrina social católica: no pretende otorgar a la Iglesia un poder sobre el Estado.

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 25 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI qui fidem non participant imponere cupit prospectus Tampoco quiere imponer a los que no comparten la fe et se gerendi modos huius proprios. Simpliciter sus propias perspectivas y modos de comportamiento. prodesse cupit ad rationem purificandam suumque Desea simplemente contribuir a la purificación de la adiumentum afferre ita ut quod iustum habetur, hic razón y aportar su propia ayuda para que lo que es et nunc agnosci ac postea ad rem perduci possit. justo, aquí y ahora, pueda ser reconocido y después puesto también en práctica. Doctrina Ecclesiae socialis argumentatur initium sumens a ratione et a naturali iure, id est ab eo quod La doctrina social de la Iglesia argumenta desde la congruit naturae cuiusque personae humanae. razón y el derecho natural, es decir, a partir de lo que Novitque bene non esse munus Ecclesiae ut ipsamet es conforme a la naturaleza de todo ser humano. Y sabe huic doctrinae politico modo vigorem tribuat: que no es tarea de la Iglesia el que ella misma haga consulere intendit formationi conscientiae in re valer políticamente esta doctrina: quiere servir a la politica et contendere ut augescant sive perceptio formación de las conciencias en la política y contribuir verorum iustitiae postulatorum, sive simul dispositio a que crezca la percepción de las verdaderas exigencias ad hoc modo agendum, etiam cum hoc contrarium de la justicia y, al mismo tiempo, la disponibilidad para est singulorum lucri. Hoc quidem significat actuar conforme a ella, aun cuando esto estuviera en aedificationem iustae ordinationis socialis et civilis, contraste con situaciones de intereses personales. Esto qua unicuique dabitur id quod ad ipsum pertinet, significa que la construcción de un orden social y maximum esse munus quod singulae generationes estatal justo, mediante el cual se da a cada uno lo que oppetere debent. Cum agatur de munere politico, le corresponde, es una tarea fundamental que debe hoc nequit esse immediatum Ecclesiae negotium. At afrontar de nuevo cada generación. Tratándose de un cum simul primarium hominis sit munus, Ecclesia, quehacer político, esto no puede ser un cometido per mentis purificationem et ethicam institutionem, inmediato de la Iglesia. Pero, como al mismo tiempo es officium habet suam conferendi specificam una tarea humana primaria, la Iglesia tiene el deber de industriam, ut iustitiae postulata intellegi et in ofrecer, mediante la purificación de la razón y la ambitu politico perfici possint. formación ética, su contribución específica, para que las exigencias de la justicia sean comprensibles y políticamente realizables. Ecclesia non potest nec debet sibi assumere politicam contentionem ut societatem quam La Iglesia no puede ni debe emprender por cuenta iustissimam efficiat. Non potest nec debet locum propia la empresa política de realizar la sociedad más Civitatis proprium occupare. Sed non potest nec justa posible. No puede ni debe sustituir al Estado. debet quoque discedere a studio iustitiam reperiendi. Pero tampoco puede ni debe quedarse al margen en la Ingredi debet, per viam rationabilis argumentationis, lucha por la justicia. Debe insertarse en ella a través de atque spiritales suscitare vires, sine quibus iustitia, la argumentación racional y debe despertar las fuerzas quae semper quoque renuntiationes expetit, nec sese espirituales, sin las cuales la justicia, que siempre exige extollere nec progredi valet. Iusta societas non también renuncias, no puede afirmarse ni prosperar. La potest esse opus Ecclesiae, sed a politicis illud sociedad justa no puede ser obra de la Iglesia, sino de procurari oportet. Attamen illius magnopere interest la política. No obstante, le interesa sobremanera pro iustitia operari ut et mens aperiatur et voluntas trabajar por la justicia esforzándose por abrir la boni postulationibus. inteligencia y la voluntad a las exigencias del bien. b) Amor — caritas — semper necessarius erit, in societate etiam admodum iusta. Nulla habetur iusta ordinatio civilis quae superfluum reddere possit ministerium amoris. Si quis de amore vult se subtrahere, prolabitur ad se ab homine velut homine eximendum. Semper dolor aderit in eo qui solacio indiget et auxilio. Semper aderit solitudo. Semper aderunt quoque condiciones materialis necessitatis, in quibus opus erit auxilium ferre intuitu veri erga proximum amoris.[20] Civitas quae omnibus

b) El amor —caritas— siempre será necesario, incluso en la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga superfluo el servicio del amor. Quien intenta desentenderse del amor se dispone a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habrá sufrimiento que necesite consuelo y ayuda. Siempre habrá soledad. Siempre se darán también situaciones de necesidad material en las que es indispensable una ayuda que muestre un amor concreto

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 26 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI providere vult, quae omnia in se amplectitur, al prójimo.[20] El Estado que quiere proveer a todo, efficitur denique burocratica instantia quae praestare que absorbe todo en sí mismo, se convierte en nequit necessarium illud quo homo patiens — omnis definitiva en una instancia burocrática que no puede homo — indiget: nempe benevola personali asegurar lo más esencial que el hombre afligido — deditione. Non agitur de Civitate quae omnia cualquier ser humano— necesita: una entrañable constituat ac dominetur, sed potius de Civitate quae atención personal. Lo que hace falta no es un Estado liberaliter agnoscat et foveat secundum que regule y domine todo, sino que generosamente subsidiarietatis principium incepta quae oriuntur ex reconozca y apoye, de acuerdo con el principio de variis socialibus viribus et in quibus coniunguntur subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas libera voluntas et proximitas hominibus auxilio fuerzas sociales y que unen la espontaneidad con la indigentibus. Ecclesia una est ex his viventibus cercanía a los hombres necesitados de auxilio. La virtutibus: in ipsa palpitat amoris vis a Christi Iglesia es una de estas fuerzas vivas: en ella late el Spiritu suscitata. Amor hic hominibus non solum dinamismo del amor suscitado por el Espíritu de materiale praebet adiumentum, sed etiam Cristo. Este amor no brinda a los hombres sólo ayuda refectionem et curam animae, auxilium saepe magis material, sino también sosiego y cuidado del alma, un necessarium quam fulcimen materiale. Affirmatio, ayuda con frecuencia más necesaria que el sustento secundum quam iustae structurae opera caritatis material. La afirmación según la cual las estructuras superflua reddunt, revera abscondit materiale justas harían superfluas las obras de caridad, esconde hominis conceptum: praesumptam scilicet una concepción materialista del hombre: el prejuicio de opinionem secundum quam homo vivere potest « in que el hombre vive « sólo de pan » (Mt 4, 4; cf. Dt 8, pane solo » (Mt 4, 4; cfr Dt 8, 3) — persuasionem 3), una concepción que humilla al hombre e ignora quae hominem humiliat et reapse id ignorat quod est precisamente lo que es más específicamente humano. specifice humanum. 29. Hoc modo aptius nunc determinare possumus, in vita Ecclesiae, nexum inter officium de honesta Civitatis societatisque institutione, una ex parte, et navitatem caritativam ordinatam, altera ex parte. Demonstratum est formationem iustarum structurarum non statim Ecclesiae esse officium, sed ad ordinem politicum pertinere, ad ambitum scilicet rationis sui ipsius consciae. Ecclesiae in hoc est officium intermedium, quatenus ad rationis purificationem tribuere debet adque virium moralium instaurationem, sine quibus nec iustae suscitantur structurae, neque istae diu operari possunt. Proximum operandi officium pro iusto in societate ordine pertinet tamen laicos ad fideles. Tamquam Civitatis participes vocantur ut in primis vitam publicam communicent. Propterea renuntiare eis non licet « multiplici et diversae actuositati oeconomicae, sociali, legislativae, administrativae et culturali ad bonum commune organice et ex instituto promovendum ».[21] Laici fideles hanc ob rem opus est socialem rite ut conforment vitam, eius legitimam observantes autonomiam atque ceteris cum civibus communiter operantes propria secundum officia et sua ex conscientia.[22] Tametsi propria ecclesialis caritatis incepta numquam cum

29. De este modo podemos ahora determinar con mayor precisión la relación que existe en la vida de la Iglesia entre el empeño por el orden justo del Estado y la sociedad, por un lado y, por otro, la actividad caritativa organizada. Ya se ha dicho que el establecimiento de estructuras justas no es un cometido inmediato de la Iglesia, sino que pertenece a la esfera de la política, es decir, de la razón autorresponsable. En esto, la tarea de la Iglesia es mediata, ya que le corresponde contribuir a la purificación de la razón y reavivar las fuerzas morales, sin lo cual no se instauran estructuras justas, ni éstas pueden ser operativas a largo plazo. El deber inmediato de actuar en favor de un orden justo en la sociedad es más bien propio de los fieles laicos. Como ciudadanos del Estado, están llamados a participar en primera persona en la vida pública. Por tanto, no pueden eximirse de la « multiforme y variada acción económica, social, legislativa, administrativa y cultural, destinada a promover orgánica e institucionalmente el bien común ».[21] La misión de los fieles es, por tanto, configurar rectamente la vida social, respetando su legítima autonomía y cooperando con los otros ciudadanos según las respectivas competencias y bajo su propia responsabilidad.[22]

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 27 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI Civitatis industria misceri possunt, certum Aunque las manifestaciones de la caridad eclesial nihilominus manet debere caritatem totam fidelium nunca pueden confundirse con la actividad del Estado, laicorum pervadere vitam ac proinde politicam sigue siendo verdad que la caridad debe animar toda la similiter eorum operam quae tamquam « socialis existencia de los fieles laicos y, por tanto, su actividad caritas » [23] impletur. política, vivida como « caridad social ».[23] Caritas institutiones Ecclesiae suum tamen opus proprium constituunt, munus ei omnino consentaneum, quo ipsa non veluti in latere cooperatur, sed uti subiectum recta via responsale agit, id efficiens quod eius respondet naturae. Numquam Ecclesia a caritatis exercitatione liberari potest tamquam navitatis credentium communiter ordinatae et, altera ex parte, numquam condicio accidet in qua necessaria non sit caritas uniuscuiusque christiani, quandoquidem, praeter iustitiam ipsam, indiget et indigebit semper homo amore. Ministerii caritatis hodiernis in socialibus adiunctis structurae multiplices 30. Antequam peculiarem definiamus indolem navitatis caritativae Ecclesiae in hominis commodum, velimus nunc oculos in generalem conicere condicionem illius certaminis pro iustitia et amore in huius temporis mundo. a) Instrumenta communicationis universalis hodie nostram terram minorem reddiderunt, coniungendo velociter et sensibiliter homines et culturas prorsus diversas. Si istud « simul stamus » nonnumquam etiam gignit dissensiones atque contentiones, nihilominus quod nunc multo propius hominum necessitates cognoscimus, ante omnia secum incitationem adfert ut eorum condicionum participes simus atque difficultatum. Singulis diebus conscii sumus quantum in orbe homines patiantur, magnae quamvis factae sint in provincia scientiarum et technicae artis progressiones, ob multiformem tum materialem tum spiritualem miseriam. Hoc nostrum tempus novam igitur postulat dispositionem ad proximo indigenti occurrendum. Iam Concilium Oecumenicum Vaticanum II id in luce claris verbis posuit: « Quae actiones et opera praesenti tempore, communicationis instrumentis expeditioribus factis, distantia inter homines quodammodo evicta [...], actio caritativa hodie omnes omnino homines et universas necessitates complecti potest et debet ».[24] Altera ex parte — quod est elementum provocatorium eodemque tempore adhortationis

Las organizaciones caritativas de la Iglesia, sin embargo, son un opus proprium suyo, un cometido que le es congenial, en el que ella no coopera colateralmente, sino que actúa como sujeto directamente responsable, haciendo algo que corresponde a su naturaleza. La Iglesia nunca puede sentirse dispensada del ejercicio de la caridad como actividad organizada de los creyentes y, por otro lado, nunca habrá situaciones en las que no haga falta la caridad de cada cristiano individualmente, porque el hombre, más allá de la justicia, tiene y tendrá siempre necesidad de amor. Las múltiples estructuras de servicio caritativo en el contexto social actual 30. Antes de intentar definir el perfil específico de la actividad eclesial al servicio del hombre, quisiera considerar ahora la situación general del compromiso por la justicia y el amor en el mundo actual. a) Los medios de comunicación de masas han como empequeñecido hoy nuestro planeta, acercando rápidamente a hombres y culturas muy diferentes. Si bien este « estar juntos » suscita a veces incomprensiones y tensiones, el hecho de que ahora se conozcan de manera mucho más inmediata las necesidades de los hombres es también una llamada sobre todo a compartir situaciones y dificultades. Vemos cada día lo mucho que se sufre en el mundo a causa de tantas formas de miseria material o espiritual, no obstante los grandes progresos en el campo de la ciencia y de la técnica. Así pues, el momento actual requiere una nueva disponibilidad para socorrer al prójimo necesitado. El Concilio Vaticano II lo ha subrayado con palabras muy claras: « Al ser más rápidos los medios de comunicación, se ha acortado en cierto modo la distancia entre los hombres y todos los habitantes del mundo [...]. La acción caritativa puede y debe abarcar hoy a todos los hombres y todas sus necesidades ».[24]

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 28 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI plenum ipsius processus globalizationis — praesens Por otra parte —y éste es un aspecto provocativo y a la tempus ad nostrum usum innumerabilia ministrat vez estimulante del proceso de globalización—, ahora instrumenta ad adiumentum praestandum fratribus se puede contar con innumerables medios para prestar egentibus humanitarium, et inter ea nostrae aetatis ayuda humanitaria a los hermanos y hermanas rationes ad cibum et vestimenta distribuenda, veluti necesitados, como son los modernos sistemas para la etiam ad offerendam habitationem et hospitalitatem. distribución de comida y ropa, así como también para Superatis communitatum nationalium finibus, ofrecer alojamiento y acogida. La solicitud por el sollicitudo de proximo hoc modo ad suos prospectus prójimo, pues, superando los confines de las amplificandos tendit usque in mundum universum. comunidades nacionales, tiende a extender su horizonte Concilium Oecumenicum Vaticanum II merito al mundo entero. El Concilio Vaticano II ha hecho animadvertit: « Inter signa nostri temporis speciali notar oportunamente que « entre los signos de nuestro notatu dignus est crebrescens ille et ineluctabilis tiempo es digno de mención especial el creciente e sensus solidarietatis omnium populorum ».[25] inexcusable sentido de solidaridad entre todos los Civitatis instituta et associationes humanitariae pueblos ».[25] Los organismos del Estado y las inceptis ad hoc propositum directis aliis favent per asociaciones humanitarias favorecen iniciativas subsidia vel deminutiones tributorum, aliis reddendo orientadas a este fin, generalmente mediante subsidios disponibiles ingentes copias. Hoc modo solidarietas o desgravaciones fiscales en un caso, o poniendo a a societate civili expressa significanter actionem disposición considerables recursos, en otro. De este superat singulorum. modo, la solidaridad expresada por la sociedad civil supera de manera notable a la realizada por las b) Hac in condicione ortae sunt ac creverunt, inter personas individualmente. instituta civilia et ecclesiastica, numerosae novae formae operae consociatae quae fructuosae b) En esta situación han surgido numerosas formas comparuerunt. Ecclesiae actiones, manifestae nuevas de colaboración entre entidades estatales y quidem suo in opere atque fidelitate ipsi officio eclesiales, que se han demostrado fructíferas. Las amoris testificandi, christiano modo etiam animare entidades eclesiales, con la transparencia en su gestión poterunt civiles actiones, dum communem mutuam y la fidelidad al deber de testimoniar el amor, podrán ordinationem fovebunt quae non poterit ministerii animar cristianamente también a las instituciones caritatis non adiuvare efficaciam.[26] Pariter civiles, favoreciendo una coordinación mutua que formatae sunt, hoc in rerum contextu, multiplices seguramente ayudará a la eficacia del servicio consociationes cum propositis caritatis et caritativo.[26] También se han formado en este humanitatis, quae operam dant ut coram contexto múltiples organizaciones con objetivos quaestionibus socialibus et politicis praesentibus caritativos o filantrópicos, que se esfuerzan por lograr solutiones congruas attingant sub humanitatis soluciones satisfactorias desde el punto de vista ratione. Magni momenti nostro tempore sunt ortus humanitario a los problemas sociales y políticos et diffusio variarum formarum voluntariatus, quae in existentes. Un fenómeno importante de nuestro tiempo se ministeriorum multiplicitatem suscipiunt.[27] es el nacimiento y difusión de muchas formas de Velimus hic peculiarem vocem aestimationis voluntariado que se hacen cargo de múltiples gratique animi dirigere ad eos omnes qui, diversa servicios.[27] A este propósito, quisiera dirigir una sub forma, illam participant navitatem. Eiusmodi palabra especial de aprecio y gratitud a todos los que iam diffusum opus iuvenibus constituit scholam participan de diversos modos en estas actividades. Esta quandam vitae quae ad solidarietatem educat, ad labor tan difundida es una escuela de vida para los promptitudinem non simpliciter aliquid offerendi, jóvenes, que educa a la solidaridad y a estar sed se ipsos. Adversae culturae mortis, quae exempli disponibles para dar no sólo algo, sino a sí mismos. De gratia in medicamentis stupefactivis exprimitur, este modo, frente a la anticultura de la muerte, que se amor sic opponitur qui se ipsum non quaerit, sed manifiesta por ejemplo en la droga, se contrapone el omnino in disponibilitate ad « se ipsum amittendum amor, que no se busca a sí mismo, sino que, » (cfr Lc 17, 33 et par.) pro proximo tamquam precisamente en la disponibilidad a « perderse a sí cultura vitae se patefacit. mismo » (cf. Lc 17, 33 y par.) en favor del otro, se manifiesta como cultura de la vida. Etiam in Ecclesia catholica et in aliis Ecclesiis atque Communitatibus ecclesialibus novae sunt ortae

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 29 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI actuositatis caritativae formae, et antiquae formulae También en la Iglesia católica y en otras Iglesias y renovato cum impetu iterum apparuerunt. Formae Comunidades eclesiales han aparecido nuevas formas nempe sunt ubi fieri potest ut felix nexus inter de actividad caritativa y otras antiguas han resurgido evangelizationem et caritatis opera instituatur. con renovado impulso. Son formas en las que Cupimus hic confirmare apertis verbis quod magnus frecuentemente se logra establecer un acertado nexo Decessor Noster Ioannes Paulus II in Litteris entre evangelización y obras de caridad. Deseo Encyclicis Sollicitudo rei socialis protulit,[28] corroborar aquí expresamente lo que mi gran paratam scilicet mentem et catholicae Ecclesiae predecesor Juan Pablo II dijo en su Encíclica voluntatem cum declararet ad consilia communia Sollicitudo rei socialis,[28] cuando declaró la cum Consociationibus caritativis istarum disponibilidad de la Iglesia católica a colaborar con las Ecclesiarum et Communitatum, quia nos omnes organizaciones caritativas de estas Iglesias y movemur secundum eiusdem praecipuae rationis Comunidades, puesto que todos nos movemos por la causam et ante oculos idem habemus propositum: misma motivación fundamental y tenemos los ojos verum humanismum, qui in homine imaginem Dei puestos en el mismo objetivo: un verdadero agnoscit et adiuvare eum vult ad vitam conformem humanismo, que reconoce en el hombre la imagen de illi dignitati ducendam. Litterae Encyclicae deinde Dios y quiere ayudarlo a realizar una vida conforme a Ut unum sint hoc iterum extulerunt quod, ad mundi esta dignidad. La Encíclica Ut unum sint destacó in melius progressionem, necessaria est vox después, una vez más, que para un mejor desarrollo del communis christianorum, eorum officium pro « mundo es necesaria la voz común de los cristianos, su iurium ac necessitatum omnium, praesertim compromiso « para que triunfe el respeto de los pauperum, iacentium, inermium, observantia ».[29] derechos y de las necesidades de todos, especialmente Cupimus hic gaudium Nostrum significare quia hoc de los pobres, los marginados y los indefensos ».[29] desiderium amplam vocem resilientem toto in Quisiera expresar mi alegría por el hecho de que este mundo in multis inceptis invenit. deseo haya encontrado amplio eco en numerosas iniciativas en todo el mundo. Forma caritativae actuositatis Ecclesiae propria 31. Variarum consociationum augmentum, quae opus suscipiunt pro homine in variis ipsius El perfil específico de la actividad caritativa de la necessitatibus, denique explanatur inde quod Iglesia imperativus amor proximi a Creatore in ipsa 31. En el fondo, el aumento de organizaciones hominis natura est inscriptus. Eiusmodi diversificadas que trabajan en favor del hombre en sus incrementum, tamen, consectarium est etiam diversas necesidades, se explica por el hecho de que el praesentiae religionis christianae in mundo, quae imperativo del amor al prójimo ha sido grabado por el semper hoc imperatum ex novo excitat et capax Creador en la naturaleza misma del hombre. Pero es reddit, saepe alte in historiae cursu obscuratum. también un efecto de la presencia del cristianismo en el Restauratio paganesimi, ab imperatore Iuliano mundo, que reaviva continuamente y hace eficaz este Apostata temptata, solum exemplum quoddam ad imperativo, a menudo tan empañado a lo largo de la initium est similis efficacitatis. Hac in notione vis historia. La mencionada reforma del paganismo christianesimi ultra fines expanditur fidei intentada por el emperador Juliano el Apóstata, es sólo christianae. Magni igitur momenti est ut navitas un testimonio inicial de dicha eficacia. En este sentido, caritativa Ecclesiae totum suum conservet la fuerza del cristianismo se extiende mucho más allá splendorem, et ne in communi consociatione de las fronteras de la fe cristiana. Por tanto, es muy adiumentorum dissolvatur uti aliqua eorum forma importante que la actividad caritativa de la Iglesia fiat. Sed quae sunt nunc elementa constitutiva quae mantenga todo su esplendor y no se diluya en una essentiam caritatis christianae et ecclesialis organización asistencial genérica, convirtiéndose efficiunt? simplemente en una de sus variantes. Pero, ¿cuáles son los elementos que constituyen la esencia de la caridad a) Secundum exemplar in parabola boni Samaritani cristiana y eclesial? exhibitum, caritas christiana praesertim simpliciter responsio est ad id quod, determinata in condicione, a) Según el modelo expuesto en la parábola del buen necessitatem constituit directam: esurientes satiandi Samaritano, la caridad cristiana es ante todo y sunt, nudi vestiendi, infirmi in sanationis spe simplemente la respuesta a una necesidad inmediata en

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 30 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI curandi, in carcere custoditi sunt visitandi, etc. una determinada situación: los hambrientos han de ser Oportet associationes caritativae Ecclesiae, iam ab saciados, los desnudos vestidos, los enfermos illis quae sunt Caritatis (dioecesanae, nationalis, atendidos para que se recuperen, los prisioneros internationalis) quod fieri potest faciant, ut prompta visitados, etc. Las organizaciones caritativas de la sint respondentia instrumenta et praesertim viri et Iglesia, comenzando por Cáritas (diocesana, nacional, mulieres qui eiusmodi munus suscipiant. Quod ad internacional), han de hacer lo posible para poner a ministerium erga dolentes exercitatum spectat, disposición los medios necesarios y, sobre todo, los necessaria est ante omnia praeparatio professionalis: hombres y mujeres que desempeñan estos cometidos. opus est ut auxiliatores formati sint ita ut rem iustam Por lo que se refiere al servicio que se ofrece a los que adimplendam modo iusto exsequantur, suscipientes sufren, es preciso que sean competentes deinde missionem curationis prosequendae. Facultas profesionalmente: quienes prestan ayuda han de ser professionalis prima est fundamentalis necessitas, formados de manera que sepan hacer lo más apropiado sed sola non sufficit. Agitur, revera, de personis y de la manera más adecuada, asumiendo el humanis et illae personae humanae semper pluribus compromiso de que se continúe después las atenciones rebus egent quam cura simpliciter technice apta. necesarias. Un primer requisito fundamental es la Egent humanitate. Egent cordis attentione. Quotquot competencia profesional, pero por sí sola no basta. En in caritatis Ecclesiae Institutionibus elaborant, efecto, se trata de seres humanos, y los seres humanos oportet ne emineant tantummodo recta exercitatione necesitan siempre algo más que una atención sólo rei convenientis hoc momento, sed se proximo cum técnicamente correcta. Necesitan humanidad. cordis instigationibus dedant, ita ut iste eorum Necesitan atención cordial. Cuantos trabajan en las humanitatis abundantiam experiatur. Hanc ob rem instituciones caritativas de la Iglesia deben distinguirse eiusmodi operatoribus, praeter praeparationem por no limitarse a realizar con destreza lo más professionalem, necessaria est, et ante omnia, « conveniente en cada momento, sino por su dedicación cordis formatio »: ii conducendi sunt ad illum cum al otro con una atención que sale del corazón, para que Deo in Christo occursum qui suscitet in ipsis el otro experimente su riqueza de humanidad. Por eso, amorem et eorum aperiat cor erga alios, ita ut pro iis dichos agentes, además de la preparación profesional, amor non praeceptum sit, ut dicitur, externum, sed necesitan también y sobre todo una « formación del consectarium profluens de fide quae in caritate corazón »: se les ha de guiar hacia ese encuentro con operatur (cfr Gal 5, 6). Dios en Cristo, que suscite en ellos el amor y abra su espíritu al otro, de modo que, para ellos, el amor al prójimo ya no sea un mandamiento por así decir impuesto desde fuera, sino una consecuencia que se b) Christiana navitas caritativa a factionibus et desprende de su fe, la cual actúa por la caridad (cf. Ga doctrinis seiuncta esse debet. Non est instrumentum 5, 6). ad mundum mutandum secundum quandam doctrinam neque adstat in ministerio mundanorum b) La actividad caritativa cristiana ha de ser consiliorum, sed est effectio hic et nunc amoris quo independiente de partidos e ideologías. No es un medio homo semper indiget. Tempus recens, praesertim a para transformar el mundo de manera ideológica y no saeculo duodevicesimo, diversis modis philosophiae está al servicio de estrategias mundanas, sino que es la progressionis regitur, cuius forma maxime radicalis actualización aquí y ahora del amor que el hombre est marxismus. Pars actionis marxistarum est teoria siempre necesita. Los tiempos modernos, sobre todo de divitiarum deminutione: qui in condicione desde el siglo XIX, están dominados por una filosofía potestatis iniustae — ita asseverat — hominem del progreso con diversas variantes, cuya forma más adiuvat operibus caritatis, se ipsum de facto exponit radical es el marxismo. Una parte de la estrategia servitio erga illam rationem iniustitiae, quam reddit marxista es la teoría del empobrecimiento: quien en primo aspectu, saltem ad certum gradum, una situación de poder injusto ayuda al hombre con tolerabilem. Hoc modo potentia revolutionalis iniciativas de caridad —afirma— se pone de hecho al cohibetur, ideoque cursus in meliorem mundum servicio de ese sistema injusto, haciéndolo aparecer intermittitur. Quocirca caritati resistitur eaque immo soportable, al menos hasta cierto punto. Se frena así el impeditur veluti ratio servandi ipsius status quo res potencial revolucionario y, por tanto, se paraliza la sunt. Revera, haec est philosophia quaedam insurrección hacia un mundo mejor. De aquí el rechazo hominibus adversa. Homo qui nunc vivit, Moloch y el ataque a la caridad como un sistema conservador

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 31 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI destinatur futuri temporis — quod futurum tempus del statu quo. En realidad, ésta es una filosofía an re accidere possit saltem dubium est. Reapse, inhumana. El hombre que vive en el presente es humana conversio mundi promoveri non potest sacrificado al Moloc del futuro, un futuro cuya efectiva recusando, ad tempus, ne uti homines nos geramus. realización resulta por lo menos dudosa. La verdad es Meliori mundo aliquid tribuitur tantummodo si que no se puede promover la humanización del mundo facimus nos bonum nunc atque in prima persona, renunciando, por el momento, a comportarse de toto cum animi impetu et ubicumque possumus, manera humana. A un mundo mejor se contribuye rationibus propositisque factionum neglectis. solamente haciendo el bien ahora y en primera persona, Christiani propositum — id est propositum boni con pasión y donde sea posible, independientemente de Samaritani, propositum Iesu — « cor est quod videt estrategias y programas de partido. El programa del ». Hoc cor videt ubi opus sit amoris et congruo agit cristiano —el programa del buen Samaritano, el modo. Ut apparet, promptae voluntati cuiusque programa de Jesús— es un « corazón que ve ». Este hominis addenda sunt, quoties actuositas caritatis ab corazón ve dónde se necesita amor y actúa en Ecclesia tamquam communis suscipitur actio, rerum consecuencia. Obviamente, cuando la actividad ordinatio ac providentia et cooperatio cum similibus caritativa es asumida por la Iglesia como iniciativa institutionibus. comunitaria, a la espontaneidad del individuo debe añadirse también la programación, la previsión, la c) Caritas, praeterea, non debet esse instrumentum colaboración con otras instituciones similares. quoddam in via alicuius rei quae hodie proselytismus nominatur. Gratuitus est amor; non c) Además, la caridad no ha de ser un medio en función exercetur ad proposita consequenda aliena.[30] Sed de lo que hoy se considera proselitismo. El amor es hoc non significat actuositatem caritativam debere, gratuito; no se practica para obtener otros ut ita dicamus, Deum et Christum seorsum objetivos.[30] Pero esto no significa que la acción relinquere. Agitur semper de toto homine. Saepe caritativa deba, por decirlo así, dejar de lado a Dios y a Dei absentia causa est altissima doloris. Qui in Cristo. Siempre está en juego todo el hombre. Con nomine Ecclesiae caritatem exercitat, numquam frecuencia, la raíz más profunda del sufrimiento es conabitur aliis fidem Ecclesiae iniungere. Ille novit precisamente la ausencia de Dios. Quien ejerce la amorem sua in purititate gratuitateque optimam esse caridad en nombre de la Iglesia nunca tratará de Dei testificationem in quem credimus et a quo ad imponer a los demás la fe de la Iglesia. Es consciente amorem sucitamur. Christianus novit quando de que el amor, en su pureza y gratuidad, es el mejor tempus sit de Deo loquendi et quando iustum sit de testimonio del Dios en el que creemos y que nos ipso tacere atque permittere ut amor ipse loquatur. impulsa a amar. El cristiano sabe cuando es tiempo de Ille novit Deum esse caritatem (cfr 1 Io 4, 8) et hablar de Dios y cuando es oportuno callar sobre Él, adesse quibusdam momentis quibus nulla alia res dejando que hable sólo el amor. Sabe que Dios es amor accidit praeter amorem. Ille novit — ut ad (1 Jn 4, 8) y que se hace presente justo en los quaestiones revertamur praecedentes — momentos en que no se hace más que amar. Y, sabe — contemptionem amoris contemptionem esse Dei volviendo a las preguntas de antes— que el desprecio hominisque atque conatum agendi sine Deo. del amor es vilipendio de Dios y del hombre, es el Quapropter optima defensio Dei hominisque in intento de prescindir de Dios. En consecuencia, la amore omnino consistit. Officium est mejor defensa de Dios y del hombre consiste Consociationum caritativarum Ecclesiae istam precisamente en el amor. Las organizaciones caritativas conscientiam propriis in sociis confirmare, ut per de la Iglesia tienen el cometido de reforzar esta eorum actionem — sicut per eorum vocem, conciencia en sus propios miembros, de modo que a silentium eorumque exemplar — illi testes fiant través de su actuación —así como por su hablar, su credibiles Christi. silencio, su ejemplo— sean testigos creíbles de Cristo. Actionis caritativae Ecclesiae curatores 32. Postremo mentem Nostram adhuc convertere debemus ad iam significatos actuositatis caritativae Ecclesiae curatores. In praeteritis cogitationibus clare ostendimus verum subiectum diversarum Institutionum catholicarum, quae caritatis explent

Los responsables de la acción caritativa de la Iglesia 32. Finalmente, debemos dirigir nuestra atención a los responsables de la acción caritativa de la Iglesia ya mencionados. En las reflexiones precedentes se ha

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 32 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI ministerium, ipsam esse Ecclesiam — et omnibus visto claro que el verdadero sujeto de las diversas quidem in gradibus, initio ab paroeciis sumpto, per organizaciones católicas que desempeñan un servicio Ecclesias particulares, usque ad Ecclesiam de caridad es la Iglesia misma, y eso a todos los universalem. Quam ob rem iustum omnino erat et niveles, empezando por las parroquias, a través de las necessarium ut Noster Venerabilis Decessor Paulus Iglesias particulares, hasta llegar a la Iglesia universal. VI Pontificium Consilium Cor unum conderet veluti Por esto fue muy oportuno que mi venerado predecesor institutum Apostolicae Sedis unde dirigerentur et Pablo VI instituyera el Consejo Pontificio Cor unum disponerentur institutiones actionesque caritatis ab como organismo de la Santa Sede responsable para la Ecclesia catholica provectae. Structurae deinde orientación y coordinación entre las organizaciones y episcopali Ecclesiae refertur factum quod in las actividades caritativas promovidas por la Iglesia Ecclesiis particularibus Episcopi prout Apostolorum católica. Además, es propio de la estructura episcopal successores primam auctoritatem exsecutionis prae de la Iglesia que los obispos, como sucesores de los se ferant, etiam praesenti tempore, ilius consilii in Apóstoles, tengan en las Iglesias particulares la Actibus Apostolorum (cfr 2, 42-44) significati: primera responsabilidad de cumplir, también hoy, el Ecclesia, utpote familia Dei, hodie quoque perinde programa expuesto en los Hechos de los Apóstoles (cf. ac heri fieri debet locus mutui auxilii et, eodem 2, 42-44): la Iglesia, como familia de Dios, debe ser, tempore, locus promptitudinis serviendi erga eos hoy como ayer, un lugar de ayuda recíproca y al mismo etiam qui extra illam auxilio indigent. In ritu tiempo de disponibilidad para servir también a cuantos Ordinationis episcopalis, verus et proprius fuera de ella necesitan ayuda. Durante el rito de la consecrationis actus quibusdam praeparatur ad ordenación episcopal, el acto de consagración candidatum quaestionibus, in quibus praecipua propiamente dicho está precedido por algunas significantur elementa ipsius officii eique preguntas al candidato, en las que se expresan los commemorantur munera eius futuri ministerii. Hoc elementos esenciales de su oficio y se le recuerdan los in rerum contextu ordinandus claris promittit verbis deberes de su futuro ministerio. En este contexto, el se benevolum et misericordem erga pauperes fore, ordenando promete expresamente que será, en nombre in nomine Domini, omnesque consolatione del Señor, acogedor y misericordioso para con los más indigentes et adiumento.[31] Codex Iuris Canonici pobres y necesitados de consuelo y ayuda.[31] El in canonibus ad ministerium episcopale Código de Derecho Canónico, en los cánones relativos spectantibus, expressis verbis de caritate veluti al ministerio episcopal, no habla expresamente de la peculiari regione actuositatis episcopalis non agit, caridad como un ámbito específico de la actividad sed tantummodo in universum de munere Episcopi episcopal, sino sólo, de modo general, del deber del loquitur, cuius est omnia apostolatus opera, servata Obispo de coordinar las diversas obras de apostolado uniuscuiusque propria indole, suo moderamine respetando su propia índole.[32] Recientemente, no coordinare.[32] Verumtamen Directorium pastoralis obstante, el Directorio para el ministerio pastoral de Episcoporum ministerii recens investigavit altius et los obispos ha profundizado más concretamente el subtilius officium caritatis tamquam intrinsecum deber de la caridad como cometido intrínseco de toda totius Ecclesiae opus et Episcopi propria in dioecesi la Iglesia y del Obispo en su diócesis,[33] y ha [33] et inculcavit caritatis exercitationem actum esse subrayado que el ejercicio de la caridad es una Ecclesiae ut talis atque, prout ministerium Verbi actividad de la Iglesia como tal y que forma parte Sacramentorumque, participem esse essentiae esencial de su misión originaria, al igual que el servicio primitivorum eius operum.[34] de la Palabra y los Sacramentos.[34] 33. Quod attinet ad curatores qui in gradu exsecutionis operam caritatis in Ecclesia factitant, essentia iam dicta est: illi se movere non debent secundum doctrinas de meliore reddendo mundo, sed fide se dirigi sinunt quae per caritatem operatur (cfr Gal 5, 6). Oportet ante omnia personae sint caritate Christi permotae, personae quarum cor Christus sua caritate cepit, suscitans in ipsis erga proximum caritatem. Norma inspirans eorum agendi modum affirmatio debet esse vigens in Epistula

33. Por lo que se refiere a los colaboradores que desempeñan en la práctica el servicio de la caridad en la Iglesia, ya se ha dicho lo esencial: no han de inspirarse en los esquemas que pretenden mejorar el mundo siguiendo una ideología, sino dejarse guiar por la fe que actúa por el amor (cf. Ga 5, 6). Han de ser, pues, personas movidas ante todo por el amor de Cristo, personas cuyo corazón ha sido conquistado por

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 33 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI Secunda ad Corinthios: « Caritas Christi urget nos » Cristo con su amor, despertando en ellos el amor al (5, 14). Conscientia in ipso Deum se pro nobis prójimo. El criterio inspirador de su actuación debería usque ad mortem dedisse, nos ducere debet ne pro ser lo que se dice en la Segunda carta a los Corintios: nobis ipsis vivamus, sed pro ipso et cum ipso pro « Nos apremia el amor de Cristo » (5, 14). La aliis. Qui Christum diligit, Ecclesiam diligit et vult conciencia de que, en Él, Dios mismo se ha entregado ut semper magis sit signum et instrumentum por nosotros hasta la muerte, tiene que llevarnos a vivir caritatis quae ab eo emanat. Cooperator cuiuslibet no ya para nosotros mismos, sino para Él y, con Él, caritativae Institutionis catholicae cum Ecclesia vult para los demás. Quien ama a Cristo ama a la Iglesia y operari et inde cum Episcopo, ut caritas Dei in quiere que ésta sea cada vez más expresión e mundum diffundatur. Ille per suam participationem instrumento del amor que proviene de Él. El exercitationis caritatis Ecclesiae, testis esse vult Dei colaborador de toda organización caritativa católica et Christi et, hanc ob rem, bonum gratuito facere quiere trabajar con la Iglesia y, por tanto, con el cupit hominibus. Obispo, con el fin de que el amor de Dios se difunda en el mundo. Por su participación en el servicio de amor de la Iglesia, desea ser testigo de Dios y de Cristo y, precisamente por eso, hacer el bien a los hombres 34. Interior patefactio ad catholicam Ecclesiae gratuitamente. rationem necessario disponere debet cooperatorem ut cum aliis Institutis ipse consentiat inserviens 34. La apertura interior a la dimensión católica de la videlicet variis necessitatis formis; id tamen evenire Iglesia ha de predisponer al colaborador a sintonizar debet in observantia ipsius formae propriae illius con las otras organizaciones en el servicio a las ministerii quod suis poposcit Christus a discipulis. diversas formas de necesidad; pero esto debe hacerse Sanctus Paulus suo in hymno ad caritatem (cfr 1 respetando la fisonomía específica del servicio que Cor 13) nos docet caritatem semper maiorem esse Cristo pidió a sus discípulos. En su himno a la caridad simplici navitate: « Et si distribuero in cibos omnes (cf. 1 Co 13), san Pablo nos enseña que ésta es siempre facultates meas et si tradidero corpus meum, ut algo más que una simple actividad: « Podría repartir en glorier, caritatem autem non habuero, nihil mihi limosnas todo lo que tengo y aun dejarme quemar vivo; prodest » (v. 3). Hic hymnus esse debet Magna si no tengo amor, de nada me sirve » (v. 3). Este himno Carta totius ministerii ecclesialis; in illo cunctae debe ser la Carta Magna de todo el servicio eclesial; resumuntur cogitationes quas, in his Litteris en él se resumen todas las reflexiones que he expuesto Encyclicis, de caritate sumus prosecuti. Actuositas sobre el amor a lo largo de esta Carta encíclica. La exsecutiva non sufficit si in ipsa amor in hominem actuación práctica resulta insuficiente si en ella no se non redditur comprehensibilis, amor qui occursu puede percibir el amor por el hombre, un amor que se cum Christo alitur. Intima personalis participatio alimenta en el encuentro con Cristo. La íntima necessitatum et dolorum proximi hoc modo fit ut participación personal en las necesidades y ego me cum eo participem: ne donum proximum sufrimientos del otro se convierte así en un darme a mí humiliet, ei dandum est non tantummodo aliquid mismo: para que el don no humille al otro, no mei, sed ipsemet ego, adstare debeo in dono veluti solamente debo darle algo mío, sino a mí mismo; he de persona. ser parte del don como persona. 35. Haec recta serviendi ratio humilem efficit actorem. Prae ceteris ipse haud se effert, licet tunc misera sit eius condicio. Novissimum locum in mundo — scilicet crucem — occupavit Christus, atque extrema hac humilitate nos tum redemit tum continenter adiuvat. Qui iuvare valet, se quoque hoc ipso modo iuvari agnoscit; non ad eius meritum neque ad gloriationis causam adscribitur eo quod iuvare is potest. Munus hoc gratia est. Quo magis quispiam aliis operam dat, eo melius Christi verbum intellegit idque in se recipit: « Servi inutiles sumus » (Lc 17, 10). Agnoscit enim is se non suam propter

35. Éste es un modo de servir que hace humilde al que sirve. No adopta una posición de superioridad ante el otro, por miserable que sea momentáneamente su situación. Cristo ocupó el último puesto en el mundo —la cruz—, y precisamente con esta humildad radical nos ha redimido y nos ayuda constantemente. Quien es capaz de ayudar reconoce que, precisamente de este modo, también él es ayudado; el poder ayudar no es mérito suyo ni motivo de orgullo. Esto es gracia. Cuanto más se esfuerza uno por los demás, mejor

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 34 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI praestantiam vel maiorem suam efficacitatem, sed comprenderá y hará suya la palabra de Cristo: « Somos quia id tamquam donum ei concedit Dominus. unos pobres siervos » (Lc 17,10). En efecto, reconoce Nonnumquam nimia necessitas et angustiae item que no actúa fundándose en una superioridad o mayor operandi ad animi demissionis temptationem capacidad personal, sino porque el Señor le concede obicere eum possunt. At tum vero id eum iuvare este don. A veces, el exceso de necesidades y lo potest, quod tandem nempe novit Domini manibus limitado de sus propias actuaciones le harán sentir la solummodo se esse instrumentum; immodicam sic tentación del desaliento. Pero, precisamente entonces, sui amittet fiduciam per se unum efficiendi mundi le aliviará saber que, en definitiva, él no es más que un necessariam progressionem. Demisso animo quod instrumento en manos del Señor; se liberará así de la facere potest facit atque reliqua humiliter Domino presunción de tener que mejorar el mundo —algo committit. Deus mundum regit, non nos. Ei nos, siempre necesario— en primera persona y por sí solo. quod possumus, inservimus, usque dum vigorem Hará con humildad lo que le es posible y, con nobis ministrat. Agere tamen quantum in nobis est humildad, confiará el resto al Señor. Quien gobierna el situm ex viribus quae nobis praesto sunt: hoc est mundo es Dios, no nosotros. Nosotros le ofrecemos officium quod bonus Iesu Christi famulus servat, nuestro servicio sólo en lo que podemos y hasta que Él qui semper se actuosum exhibet: « Caritas enim nos dé fuerzas. Sin embargo, hacer todo lo que está en Christi urget nos » (2 Cor 5, 14). nuestras manos con las capacidades que tenemos, es la tarea que mantiene siempre activo al siervo bueno de Jesucristo: « Nos apremia el amor de Cristo » (2 Co 5, 36. Experti necessitatum magnitudinem, una ex 14). parte, hinc ad ideologiam nos compelli possumus, quae nunc id efficere praesumit, quod orbis regimen 36. La experiencia de la inmensa necesidad puede, por ex parte Dei, ut videtur, non consequitur: ad omnes un lado, inclinarnos hacia la ideología que pretende scilicet quaestiones expediendas. Illinc inertiae realizar ahora lo que, según parece, no consigue el sollicitatio fieri potest, cum cogitetur nihil utique gobierno de Dios sobre el mundo: la solución universal effici posse. His in rerum adiunctis, viva cum de todos los problemas. Por otro, puede convertirse en Christo coniunctio decretorium rectam semitam una tentación a la inercia ante la impresión de que, en tenendi praebet adiumentum: non in superbiam cualquier caso, no se puede hacer nada. En esta incidere, quae hominem spernit ac nihil reapse situación, el contacto vivo con Cristo es la ayuda aedificat, sed potius destruit, neque animi dimissioni decisiva para continuar en el camino recto: ni caer en concedere necesse est, quae impedit quominus una soberbia que desprecia al hombre y en realidad dirigat nos amor et ita homini inserviamus. Precatio nada construye, sino que más bien destruye, ni ceder a veluti instrumentum unde a Christo usque rursus vis la resignación, la cual impediría dejarse guiar por el hauritur, omnino certa hic fit necessitas. Qui orat amor y así servir al hombre. La oración se convierte en suum tempus non amittit, etiamsi condicio quaedam estos momentos en una exigencia muy concreta, como in discrimine versatur atque ad agendum tantum medio para recibir constantemente fuerzas de Cristo. compellere videtur. Adversus paupertatem vel etiam Quien reza no desperdicia su tiempo, aunque todo haga contra proximi indigentiam contentionem non pensar en una situación de emergencia y parezca extenuat pietas. Beata Teresia Calcuttentis impulsar sólo a la acción. La piedad no escatima la clarissimum exhibet exemplum, quod tempus Deo lucha contra la pobreza o la miseria del prójimo. La in precatione dicatum non modo ipsi amoris in beata Teresa de Calcuta es un ejemplo evidente de que proximum actioni non officit neque eius efficientiae, el tiempo dedicado a Dios en la oración no sólo deja de sed contra inexhausta eius est scaturigo. Sua in ser un obstáculo para la eficacia y la dedicación al epistula Quadragesimalis temporis, anno amor al prójimo, sino que es en realidad una fuente MCMXCVI, Beata sic suis laicis sociis scripsit: « inagotable para ello. En su carta para la Cuaresma de Intima nos hac cum Deo coniunctione in cotidiana 1996 la beata escribía a sus colaboradores laicos: « nostra vita indigemus. Quomodo eam adipisci Nosotros necesitamos esta unión íntima con Dios en possumus? Per precationem ». nuestra vida cotidiana. Y ¿cómo podemos conseguirla? 37. Tempus venit confirmandi precationis A través de la oración ». momentum coram nimia industria instantique saecularismo multorum christianorum qui caritatis in opera incumbunt. Ut patet, qui precatur 37. Ha llegado el momento de reafirmar la importancia

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 35 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI christianus Dei consilia immutare vel quae Deus de la oración ante el activismo y el secularismo de praevidit emendare non praesumit. Ipse potius muchos cristianos comprometidos en el servicio studet, Iesu Christi Patrem convenire ab eoque caritativo. Obviamente, el cristiano que reza no petere ut per sui Spiritus solacium in illo eiusque pretende cambiar los planes de Dios o corregir lo que opera adsit. Cum Deo personali conversatio eiusque Dios ha previsto. Busca más bien el encuentro con el voluntati deditio tantummodo impediunt quominus Padre de Jesucristo, pidiendo que esté presente, con el prolabatur homo et eum a fanatici furoris consuelo de su Espíritu, en él y en su trabajo. La terrorumque opinationibus avertunt. Vere religiosa familiaridad con el Dios personal y el abandono a su mens vitat ne Dei iudicem se praebeat homo, voluntad impiden la degradación del hombre, lo salvan eundem insimulans egestatem permittere, suis de la esclavitud de doctrinas fanáticas y terroristas. creaturis haud parcentem. At quicumque audet Una actitud auténticamente religiosa evita que el adversus Deum contendere hominum extollendis hombre se erija en juez de Dios, acusándolo de commoditatibus, in quo ipse niti potest cum humana permitir la miseria sin sentir compasión por sus actio irrita evadit? criaturas. Pero quien pretende luchar contra Dios apoyándose en el interés del hombre, ¿con quién podrá 38. Procul dubio de Deo propter dolores in mundo contar cuando la acción humana se declare impotente? praesentes, conqueri potest Iob, qui intellegi probarique, ut videtur, nequeunt. Sic ille suo de dolore effatur: « Quis mihi tribuat, ut cognoscam et 38. Es cierto que Job puede quejarse ante Dios por el inveniam illum et veniam usque ad solium eius? [...] sufrimiento incomprensible y aparentemente Ut sciam verba, quae mihi respondeat, et intellegam injustificable que hay en el mundo. Por eso, en su quid loquatur mihi. Num multa fortitudine contendet dolor, dice: « ¡Quién me diera saber encontrarle, poder mecum? [...] Et idcirco a facie eius turbatus sum et llegar a su morada!... Sabría las palabras de su réplica, considerans eum timore sollicitor. Deus mollivit cor comprendería lo que me dijera. ¿Precisaría gran fuerza meum et Omnipotens conturbavit me » (23, 3.5- para disputar conmigo?... Por eso estoy, ante él, 6.15-16). Non datur saepe nobis copia rationem horrorizado, y cuanto más lo pienso, más me espanta. cognoscendi, qua suum brachium inhibit Deus Dios me ha enervado el corazón, el Omnipotente me ha potius quam agat. Ceterum ne ipse quidem obstat aterrorizado » (23, 3.5-6.15-16). A menudo no se nos quominus nos, sicut Iesus in cruce, clamemus: « da a conocer el motivo por el que Dios frena su brazo Deus meus, Deus meus, ut quid dereliquisti me? » en vez de intervenir. Por otra parte, Él tampoco nos (Mt 27, 46). Consistere nos oporteat hac cum impide gritar como Jesús en la cruz: « Dios mío, Dios interrogatione eius ante vultum et orantes colloqui: mío, ¿por qué me has abandonado? » (Mt 27, 46). « Usquequo, Domine, sanctus et verus » (Apc 6, 10) Deberíamos permanecer con esta pregunta ante su cunctaris? Sanctus Augustinus ipse nostro huic rostro, en diálogo orante: « ¿Hasta cuándo, Señor, vas a dolori responsionem fidei praebet: « Si estar sin hacer justicia, tú que eres santo y veraz? » (cf. comprehendis, non est Deus ».[35] Nos Ap 6, 10). San Agustín da a este sufrimiento nuestro la interpellantes, Deum lacessere nolumus, neque in eo respuesta de la fe: « Si comprehendis, non est Deus », errorem, debilitatem vel neglegentiam inesse si lo comprendes, entonces no es Dios.[35] Nuestra innuere. Credens ipse eum esse impotentem vel protesta no quiere desafiar a Dios, ni insinuar en Él dormire (cfr 1 Reg 18, 27) cogitare non potest. algún error, debilidad o indiferencia. Para el creyente Immo verum est clamorem etiam nostrum, sicut in no es posible pensar que Él sea impotente, o bien que « Iesu cruci affixi ore, esse extremum et modum tal vez esté dormido » (1 R 18, 27). Es cierto, más bien, perquam altum ut fidem nostram de eius absoluta que incluso nuestro grito es, como en la boca de Jesús potestate confirmemus. Christiani namque, quamvis en la cruz, el modo extremo y más profundo de afirmar prorsus non comprehendant et confundantur in nuestra fe en su poder soberano. En efecto, los mundo circumiacente, de Dei bonitate eiusque in cristianos siguen creyendo, a pesar de todas las homines amore (cfr Tit 3, 4) credere pergunt. Ii, incomprensiones y confusiones del mundo que les licet, quemadmodum ceteri homines, gravissimis et rodea, en la « bondad de Dios y su amor al hombre orbis circumiacentis vicissitudinibus implicatis » (Tt 3, 4). Aunque estén inmersos como los demás teneantur, in illa certitudine firmi manent, Deum hombres en las dramáticas y complejas vicisitudes de esse patrem eumque nos amare, etsi eius silentium la historia, permanecen firmes en la certeza de que nos intellegere nequeamus. Dios es Padre y nos ama, aunque su silencio siga

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 36 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI siendo incomprensible para nosotros. 39. Fides, spes et caritas coniunguntur. Patientiae virtute re explicatur spes, quae in bono non deficit, ne ficte quidem exstante infelici rerum exitu, atque in humilitatis virtute, quae Dei mysterium suscipit et 39. Fe, esperanza y caridad están unidas. La esperanza ei etiam in obscuritate confidit. Deum nobis ostendit se relaciona prácticamente con la virtud de la fides, qui suum Filium tradidit pro nobis atque in paciencia, que no desfallece ni siquiera ante el fracaso nobis victricem certitudinem concitat illud omnino aparente, y con la humildad, que reconoce el misterio esse verum: Deus caritas est! Hac nimirum ratione de Dios y se fía de Él incluso en la oscuridad. La fe nos ipsa nostram impatientiam nostraque dubia in muestra a Dios que nos ha dado a su Hijo y así suscita certam spem convertit, Deum mundum suis manibus en nosotros la firme certeza de que realmente es verdad tenere et eum praeter cunctas obscuritates vincere, que Dios es amor. De este modo transforma nuestra sicut per moventes imagines denique mirabilem in impaciencia y nuestras dudas en la esperanza segura de modum Apocalypsis demonstrat. Fides, quae Dei que el mundo está en manos de Dios y que, no obstante amoris sibi fit conscia revelati usque ad Iesu cor in las oscuridades, al final vencerá Él, como cruce perfossum, amorem vicissim concitat. Lux est luminosamente muestra el Apocalipsis mediante sus — unica tandem — quae renovato usque modo imágenes sobrecogedoras. La fe, que hace tomar obscurum orbem illuminat animumque ad vivendum conciencia del amor de Dios revelado en el corazón et operandum addit. Amor esse potest nosque eum traspasado de Jesús en la cruz, suscita a su vez el amor. colere possumus, quandoquidem Dei sumus ad El amor es una luz —en el fondo la única— que imaginem creati. Amorem experiri sibi vult efficere ilumina constantemente a un mundo oscuro y nos da la ut Dei lux in mundum ingrediatur, ecce ad illud has fuerza para vivir y actuar. El amor es posible, y per Litteras Encyclicas invitare velimus. nosotros podemos ponerlo en práctica porque hemos sido creados a imagen de Dios. Vivir el amor y, así, CONCLUSIO llevar la luz de Dios al mundo: a esto quisiera invitar con esta Encíclica. 40. Ad caelites denique convertimur ad omnesque a quibus caritas in exemplum est exercitata. Tendit cogitatio nominatim ad Martinum Turonensem († CONCLUSIÓN 397), prius militem, deinde monachum atque episcopum: tamquam simulacrum demonstrat ille 40. Contemplemos finalmente a los Santos, a quienes necessarium momentum testificationis singularis han ejercido de modo ejemplar la caridad. Pienso caritatis. Ad urbis enim Ambianensis ianuas particularmente en Martín de Tours († 397), que dimidiam pallii sui Martinus partem cum paupere primero fue soldado y después monje y obispo: casi homine dividit: noctu vero Iesus ipse in somnis como un icono, muestra el valor insustituible del eodem pallio vestitus ei comparet ut perpetuam testimonio individual de la caridad. A las puertas de efficacitatem verbi evangelici confirmet: « Eram... Amiens compartió su manto con un pobre; durante la nudus et operuistis me... Quamdiu fecistis uni de his noche, Jesús mismo se le apareció en sueños revestido fratribus meis minimis, mihi fecistis » (Mt 25, de aquel manto, confirmando la perenne validez de las 36.40).[36] Attamen in Ecclesiae annalibus quod palabras del Evangelio: « Estuve desnudo y me alia caritatis testimonia adferri possunt! Praesertim vestisteis... Cada vez que lo hicisteis con uno de estos vero totus motus monasticus, iam inde suis a primis mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis » (Mt 25, initiis cum sancto Antonio abbate († 356) 36. 40).[36] Pero ¡cuántos testimonios más de caridad immensum declarat caritatis ministerium erga pueden citarse en la historia de la Iglesia! proximum. In ipso congressu « facie ad faciem » Particularmente todo el movimiento monástico, desde illo cum Deo qui Amor est, necessitatem sus comienzos con san Antonio Abad († 356), muestra animadvertit monachus instantem ut totam suam un servicio ingente de caridad hacia el prójimo. Al vitam in adiumentum proximi praeter Deum ipsum confrontarse « cara a cara » con ese Dios que es Amor, transformet. Sic enim magnae hospitalitatis el monje percibe la exigencia apremiante de structurae explicantur nec non refugii et curae quae transformar toda su vida en un servicio al prójimo, iuxta coenobia sunt ortae. Ita etiam permagna además de servir a Dios. Así se explican las grandes incepta defenduntur promotionis humanae estructuras de acogida, hospitalidad y asistencia

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 37 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI formationisque christianae, quae pauperrimis ante surgidas junto a los monasterios. Se explican también omnes destinabantur, quorum participes esse las innumerables iniciativas de promoción humana y de voluerunt in primis monastici et mendicantes formación cristiana destinadas especialmente a los más Ordines ac deinde variae virorum ac feminarum pobres de las que se han hecho cargo las Órdenes institutiones religiosae totam per Ecclesiae monásticas y Mendicantes primero, y después los historiam. Personae Sanctorum quales sunt: diversos Institutos religiosos masculinos y femeninos a Franciscus Assisiensis, Ignatius de Loyola, Ioannes lo largo de toda la historia de la Iglesia. Figuras de a Deo, Camillus de Lellis, Vincentius de Paul, Santos como Francisco de Asís, Ignacio de Loyola, Ludovica de Marillac, Iosephus B. Cottolengo, Juan de Dios, Camilo de Lelis, Vicente de Paúl, Luisa Ioannes Bosco, Aloisius Orione, Teresia de Marillac, José B. Cottolengo, Juan Bosco, Luis Calcuttensis — ut quorundam dumtaxat memorentur Orione, Teresa de Calcuta —por citar sólo algunos nomina — exemplaria caritatis socialis permanent nombres— siguen siendo modelos insignes de caridad illustria omnibus bonae voluntatis hominibus. Intra social para todos los hombres de buena voluntad. Los historiam adsunt sancti veri lucis portatores, Santos son los verdaderos portadores de luz en la quandoquidem viri ac feminae fidei sunt, spei et historia, porque son hombres y mujeres de fe, caritatis. esperanza y amor. 41. Inter sanctos eminet Maria, Domini Mater, omnisque sanctimoniae speculum. In Lucae Evangelio eam deprehendimus in ministerium caritatis incumbentem pro consobrina Elisabeth, apud quam « quasi mensibus tribus » (1, 56) morabatur ut extremo gravitatis tempore ei adsisteret. « Magnificat anima mea Dominum » (Lc 1, 46) dicit huius visitationis tempore, iisque vocibus totae vitae suae propositum explicat: ne videlicet sese in medio collocet, sed Deo locum cedat quem in precatione convenit sicut etiam in proximi ministerio — tunc solummodo mundus bonus fit. Maria prorsus antecellit eo quod se non vult magnam facere, sed Deum. Humilis est eaque nihil aliud esse vult quam ancilla Domini (cfr Lc 1, 38.48). Novit ipsa, solummodo non suam operam gerendo, at se agenti Deo prorsus dicando, mundi salutem se iuvare. Spei est mulier: tantummodo quia Israel salutem praestolatur, quia Dei promissionibus credit, accedere ad eam angelus potest eamque huius promissionis decretorium ad famulatum vocaturus. Fidei ipsa est mulier: « Beata, quae credidit » (Lc 1, 45), ei dicit Elisabeth. Magnificat illud — ut ita dicamus, eius animae quasi effigies — Sacrae Scripturae filis plane contexitur, filis scilicet Verbi Dei. Sic manifestatur, in Dei Verbo eam vere esse sua in domo, inde sponte exeuntem et illuc redeuntem. Per Dei Verbum loquitur et cogitat; Dei Verbum eius fit verbum, atque eius verbum ex Dei Verbo oritur. Ostenditur praeterea eius cogitationes Dei cogitationibus assimulari, eius voluntatem una esse cum Dei voluntate. Cum Dei Verbo penitus imbuatur, Verbi incarnati Mater fieri potest. Maria demum est mulier quae amat. Quomodo aliter fieri posset? Quippe quae credat atque in fide Dei

41. Entre los Santos, sobresale María, Madre del Señor y espejo de toda santidad. El Evangelio de Lucas la muestra atareada en un servicio de caridad a su prima Isabel, con la cual permaneció « unos tres meses » (1, 56) para atenderla durante el embarazo. « Magnificat anima mea Dominum », dice con ocasión de esta visita —« proclama mi alma la grandeza del Señor »— (Lc 1, 46), y con ello expresa todo el programa de su vida: no ponerse a sí misma en el centro, sino dejar espacio a Dios, a quien encuentra tanto en la oración como en el servicio al prójimo; sólo entonces el mundo se hace bueno. María es grande precisamente porque quiere enaltecer a Dios en lugar de a sí misma. Ella es humilde: no quiere ser sino la sierva del Señor (cf. Lc 1, 38. 48). Sabe que contribuye a la salvación del mundo, no con una obra suya, sino sólo poniéndose plenamente a disposición de la iniciativa de Dios. Es una mujer de esperanza: sólo porque cree en las promesas de Dios y espera la salvación de Israel, el ángel puede presentarse a ella y llamarla al servicio total de estas promesas. Es una mujer de fe: « ¡Dichosa tú, que has creído! », le dice Isabel (Lc 1, 45). El Magníficat —un retrato de su alma, por decirlo así— está completamente tejido por los hilos tomados de la Sagrada Escritura, de la Palabra de Dios. Así se pone de relieve que la Palabra de Dios es verdaderamente su propia casa, de la cual sale y entra con toda naturalidad. Habla y piensa con la Palabra de Dios; la Palabra de Dios se convierte en palabra suya, y su palabra nace de la Palabra de Dios. Así se pone de manifiesto, además, que sus pensamientos están en

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 38 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI cogitationibus cogitet ac Dei voluntate velit, nihil sintonía con el pensamiento de Dios, que su querer es aliud potest esse ipsa quam mulier quae amat. Id nos un querer con Dios. Al estar íntimamente penetrada por percipimus in silentibus actibus, quos infantiae la Palabra de Dios, puede convertirse en madre de la narrationes evangelicae memorant. Id nos Palabra encarnada. María es, en fin, una mujer que perspicimus eius in lenitate, qua in Cana coniugum ama. ¿Cómo podría ser de otro modo? Como creyente, percipit necessitatem eamque Iesu exhibet. Id que en la fe piensa con el pensamiento de Dios y quiere intellegimus in humilitae, qua ipsa patitur se in vita con la voluntad de Dios, no puede ser más que una Iesu publica neglegi, cum sciat nunc novam mujer que ama. Lo intuimos en sus gestos silenciosos familiam Filio esse instituendam suamque Matris que nos narran los relatos evangélicos de la infancia. horam tantum crucis tempore venturam, quae vera Lo vemos en la delicadeza con la que en Caná se Iesu est hora (cfr Io 2, 4; 13, 1). Tunc, digressis percata de la necesidad en la que se encuentran los discipulis, ipsa iuxta crucem stat (cfr Io 19, 25-27); esposos, y lo hace presente a Jesús. Lo vemos en la quemadmodum postmodum Pentecostes tempore humildad con que acepta ser como olvidada en el circa eam apostoli sese conglogabunt Spiritum período de la vida pública de Jesús, sabiendo que el Sanctum exspectantes (cfr Act 1, 14). Hijo tiene que fundar ahora una nueva familia y que la hora de la Madre llegará solamente en el momento de la cruz, que será la verdadera hora de Jesús (cf. Jn 2, 4; 13, 1). Entonces, cuando los discípulos hayan huido, 42. Sanctorum ad vitam non modo attinent terrestris ella permanecerá al pie de la cruz (cf. Jn 19, 25-27); vitae narrationes, sed eorum etiam vivere et in Deo más tarde, en el momento de Pentecostés, serán ellos post mortem operari. In Sanctis omnino patet: qui se los que se agrupen en torno a ella en espera del Espíritu ad Deum dirigit ab hominibus non separatur, sed eis Santo (cf. Hch 1, 14). vere fit proximus. In nemine id percipimus clarius quam in Maria. Crucifixi verbum ad discipulum — 42. La vida de los Santos no comprende sólo su ad Ioannem scilicet et per eum ad omnes Iesu biografía terrena, sino también su vida y actuación en discipulos: « Ecce mater tua » (Io 19, 27) — Dios después de la muerte. En los Santos es evidente generationum decursu usque de integro verum que, quien va hacia Dios, no se aleja de los hombres, evadit. Maria facta est re omnium credentium Mater. sino que se hace realmente cercano a ellos. En nadie lo Ad bonitatem eius maternam itemque puritatem vemos mejor que en María. La palabra del Crucificado virgineamque pulchritudinem se omnium temporum al discípulo —a Juan y, por medio de él, a todos los omniumque orbis locorum in necessitatibus ac discípulos de Jesús: « Ahí tienes a tu madre » (Jn 19, exspectationibus, laetitiis ac doloribus, solitudinibus 27)— se hace de nuevo verdadera en cada generación. et communicata societate dirigunt homines. Atque María se ha convertido efectivamente en Madre de eius bonitatis experiuntur donum, inexhaustum todos los creyentes. A su bondad materna, así como a amorem experiuntur, quem imo ex corde ipsa su pureza y belleza virginal, se dirigen los hombres de effundit. Quod grati animi apud omnes continentes todos los tiempos y de todas las partes del mundo en cunctasque culturas reperiuntur testificationes, hoc sus necesidades y esperanzas, en sus alegrías y quasi amor ille purus agnoscitur, qui se ipse non contratiempos, en su soledad y en su convivencia. Y requirit, sed simpliciter bonum vult. Demonstrat siempre experimentan el don de su bondad; fidelium pietas eodem tempore certam perceptionem experimentan el amor inagotable que derrama desde lo quo pacto talis amor fieri possit: longe intimam cum más profundo de su corazón. Los testimonios de Deo per coniunctionem, per eius pervasionem — gratitud, que le manifiestan en todos los continentes y quod sinit ut is, qui Dei amoris ex fonte bibit, en todas las culturas, son el reconocimiento de aquel scaturigo ipse fiat ex quo « flumina ... fluent aquae amor puro que no se busca a sí mismo, sino que vivae » (Io 7, 38). Maria, Virgo, Mater, nobis sencillamente quiere el bien. La devoción de los fieles ostendit quid amor sit undeque oriatur, unde usque muestra al mismo tiempo la intuición infalible de cómo renovatam vim depromat. Ipsi Ecclesiam eiusque es posible este amor: se alcanza merced a la unión más missionem, amori servientem, committimus: íntima con Dios, en virtud de la cual se está embargado totalmente de Él, una condición que permite a quien ha bebido en el manantial del amor de Dios convertirse a « Sancta Maria, Mater Dei, sí mismo en un manantial « del que manarán torrentes veram mundo dedisti lucem, de agua viva » (Jn 7, 38). María, la Virgen, la Madre,

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 39 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI Iesum, Filium tuum – Dei Filium. nos enseña qué es el amor y dónde tiene su origen, su Penitus te Deo vocanti tradidisti fuerza siempre nueva. A ella confiamos la Iglesia, su atque ita scaturigo facta es misión al servicio del amor: bonitatis, quae ex eo manat. Iesum nobis monstra. Ad eum nos dirige. Santa María, Madre de Dios, Doce nos eum cognoscere tú has dado al mundo la verdadera luz, eumque amare, Jesús, tu Hijo, el Hijo de Dios. ut nos pariter Te has entregado por completo evadere veri amoris a la llamada de Dios possimus capaces y te has convertido así en fuente atque sitienti coram mundo de la bondad que mana de Él. aquae vitae reperiamur fontes. Muéstranos a Jesús. Guíanos hacia Él. Enséñanos a conocerlo y amarlo, Datum Romae, apud Sanctum Petrum, die XXV para que también nosotros mensis Decembris, in sollemnitate Natalis Domini, podamos llegar a ser capaces anno MMV, Pontificatus Nostri primo. de un verdadero amor y ser fuentes de agua viva BENEDICTUS PP. XVI en medio de un mundo sediento. Notae Dado en Roma, junto a San Pedro, 25 de diciembre, [1] Cfr Jenseits von Gut und Böse, IV, 168. solemnidad de la Natividad del Señor, del año 2005, [2] X, 69. [3] Cfr R. Descartes, Œuvres, curante V. Cousin, primero de mi Pontificado. vol. 12, Paris 1824, pp. 95ss. BENEDICTO XVI [4] II, 5: SCh 381, 196. [5] Ibid., 198. Notas [6] Cfr Metaphysica, XII, 7. [1] Cf. Jenseits von Gut und Böse, IV, 168. [7] Cfr Pseudo-Dionysius Areopagita, qui in suo [2] X, 69. opere De divinis nominibus, IV, 12-14: PG 3, 709- [3] Cf. R. Descartes, Œuvres, ed. V. Cousin, vol. 12, 713, Deum eodem tempore appellat eros et agape. París, 1824, pp. 95ss. [8] Convivium, XIV-XV, 189c-192d. [4] II, 5: SCh 381, 196. [9] Sallustius, De coniuratione Catilinae, XX, 4. [5] Ibíd., 198. [10] S. Augustinus, Confessiones, III, 6, 11: CCL [6] Cf. Metafísica, XII, 7. 27, 32. [7] Cf. Pseudo Dionisio Areopagita, Los nombres de [11] De Trinitate, VIII, 8, 12: CCL 50, 287. Dios, IV, 12-14: PG 3, 709-713, donde llama a Dios [12] Cfr I Apologia, 67: PG 6, 429. eros y agapé al mismo tiempo. [13] Cfr Apologeticum 39, 7: PL 1, 468. [8] Cf. El Banquete, XIV-XV, 189c-192d. [14] Ep. ad Rom., Inscr.: PG 5, 801. [9] Salustio, De coniuratione Catilinae, XX, 4. [15] Cfr S. Ambrosius, De officiis ministrorum, II, [10] Cf. San Agustín, Confesiones, III, 6, 11: CCL 27, 28, 140: PL 16, 141. 32. [16] Cfr Ep. 83: J. Bidez, L'Empereur Julien. [11] De Trinitate, VIII, 8, 12: CCL 50, 287. Œuvres complètes, Paris 19602, v. I, 2a, p. 145. [12] Cf. I Apologia, 67: PG 6, 429. [17] Cfr Congregatio pro Episcopis, Directorium [13] Cf. Apologeticum 39, 7: PL 1, 468. ministerii pastoralis Episcoporum Apostolorum [14] Ep. ad Rom., Inscr.: PG 5, 801. Successores (22 Februarii 2004),194, Città del [15] Cf. San Ambrosio, De officiis ministrorum, II, 28, Vaticano 2004, 2a, 205-206. 140: PL 16, 141. [18] De Civitate Dei, IV, 4: CCL 47, 102. [16] Cf. Ep. 83: J. Bidez, L'Empereur Julien. Œuvres [19] Cfr Const. past. de Ecclesia in mundo huius complètes, París 19602, I, 2a, p. 145. temporis Gaudium et spes, 36. [17] Cf. Congregación para los Obispos, Directorio [20] Cfr Congregatio pro Episcopis, Directorium para el ministerio pastoral de los obispos Apostolorum ministerii pastoralis Episcoporum Apostolorum Successores (22 febrero 2004), 194: Ciudad del Successores (22 Februarii 2004),197, Città del Vaticano, 2004, 210-211. Vaticano 2004, 2a, 209. [18] De Civitate Dei, IV, 4: CCL 47, 102.

CARTA ENCÍCLICA DEUS CARITAS EST 40 DEL SUMO PONTÍFICE BENEDICTO XVI [21] Ioannes Paulus II, Adhort. ap. post-synodalis [19] Cf. Const. past. Gaudium et spes, sobre la Iglesia Christifideles laici (30 Decembris 1988), 42: AAS en el mundo actual, 36. 81 (1989), 472. [20] Cf. Congregación para los Obispos, Directorio [22] Cfr Congregatio pro Doctrina Fidei, Nota para el ministerio pastoral de los obispos Apostolorum dottrinale circa alcune questioni riguardanti Successores (22 febrero 2004), 197: Ciudad del l'impegno e il comportamento dei cattolici nella vita Vaticano, 2004, 213-214. politica (24 Novembris 2002), 1: L'Osservatore [21] Juan Pablo II, Exhort. ap. postsinodal Romano, 17 Ianuarii 2003, p. 6. Christifideles laici (30 diciembre 1988), 42: AAS 81 [23] Catechismus Catholicae Ecclesiae, 1939. (1989), 472. [24] Decretum de apostolatu laicorum Apostolicam [22] Cf. Congregación para la Doctrina de la Fe, Nota actuositatem, 8. doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al [25] Ibid., 14. compromiso y la conducta de los católicos en la vida [26] Cfr Congregatio pro Episcopis, Directorium pública (24 noviembre 2003), 1: L'Osservatore ministerii pastoralis Episcoporum Apostolorum Romano, ed. semanal en lengua española (24 enero Successores (22 Februarii 2004), 195: Città del 2004), 6. Vaticano 2004, 2a, 207. [23] Catecismo de la Iglesia Católica, 1939. [27] Cfr Ioannes Paulus II, Adhort. Ap. post- [24] Decr. Apostolicam actuositatem, sobre el sinodalis Christifideles laici (30 Decembris 1988), apostolado de los laicos, 8. 41: AAS 81 (1989), 470-472. [25] Ibíd., 14. [28] Cfr n. 32: AAS 80 (1988), 556. [26] Cf. Congregación para los Obispos, Directorio [29] N. 43: AAS 87 (1995), 946. para el ministerio pastoral de los obispos Apostolorum [30] Cfr Congregatio pro Episcopis, Directorium Successores (22 febrero 2004), 195: Ciudad del ministerii pastoralis Episcoporum Apostolorum Vaticano, 2004, 212. Successores (22 Februarii 2004), 196: Città del [27] Cf. Juan Pablo II, Exhort. ap. postsinodal Vaticano 2004, 2a, 208. Christifideles laici (30 diciembre 1988), 41: AAS 81 [31] Cfr Pontificale Romanum, De ordinatione (1989), 470-472. episcopi, 43. [28] Cf. n. 32: AAS 80 (1988), 556. [32] Cfr can. 394; Codex Canonum Ecclesiarum [29] N. 43: AAS 87 (1995), 946. Orientalium, can. 203. [30] Cf. Congregación para los Obispos, Directorio [33] Cfr nn. 193-198, 204-210. para el ministerio pastoral de los obispos Apostolorum [34] Cfr ibid., 194, 205-206. Successores (22 febrero 2004), 196: Ciudad del [35] Sermo 52, 16: PL 38, 360. Vaticano, 2004, 213. [36] Cfr Sulpicius Severus, Vita Sancti Martini, 3, [31] Cf. Pontificale Romanum, De ordinatione 1-3: SCh 133, 256-258. episcopi, 43. [32] Cf. can. 394; Código de los Cánones de las Iglesias Orientales, can. 203. [33] Cf. nn. 193-198: pp. 209-215. [34] Cf. ibíd., 194: p. 210. [35] Sermo 52, 16: PL 38, 360. [36] Cf. Sulpicio Severo, Vita Sancti Martini, 3, 1-3: SCh 133, 256-258.
Enciclica Dios Es Amor - BENEDICTO XVI

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