Tito Macia - El arte de leer el cielo (222)

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El ARTE DE LEER EL CIELO ASTROLOGÍA FÁCIL Tito Maciá

El Arte de Leer el Cielo Tito Maciá Published by The Little French eBooks Copyright 2016-Tito Maciá E-Book ISBN: 978-3-9602&-691-2 GD Publishing Ltd. & Co KG, Berlin E-Book Distribution: XinXii WW\v.xinxii.com

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Dedicado a Loli y a

mi amigo Charly

INDICE INTRODUCCIÓN PRIMERA PARTE Aprendiendo a leer el cielo

Adentrándose en la carta del cielo de nacimiento

las primeras reglas de la interpretación astrológica

los 12 signos zodiacales

Signos zodiacales y su planeta

El Teatro Mágico

Casa l. la fachada de la vivienda

Casa 11. El distribuidor de la vivienda. El hall

la Casa 111. la alcoba, el dormitorio, el estudio principal

La Casa IV. El edificio de la vivienda. la cocina

La Casa V. El salón principal, el salón comedor

Casa VI. los armarios para guardar la ropa. Guardarropas

La Casa VII. El dormitorio de los hijos. Habitación de invitados y estudio segundo

Casa VI 11. El cuarto de baño y el retrete

Casa IX. la capilla del hogar, el altar de nuestros dioses

Casa X. Las partes altas de la vivienda. Buhardillas, altillos y tejados

Casa XI. Terrazas, balcones, ventanales

Casa XI l. los patios interiores de la vivienda

¿Vivimos en la casa que nos corresponde?

La influencia de los planetas en las Casas

SEGUNDA PARTE Las personas con las que nos relacionamos

La edad de la Luna y el aprendizaje emocional

La edad de Mercurio. Aprender a relacionarse

La edad de Venus: el encuentro con el amor y la belleza

La edad del Sol, el tiempo del héroe

La edad de Marte, martirio, trabajo y aventura sexual

La edad de Júpiter, la libertad merecida

La edad de Saturno, la música lenta

Las edades de Urano, Neptuno y Plutón

Un paseo por las Casas y sus cosas. Los encuentros con los demás

El salto a la vida. Las primeras relaciones

La reentré al hogar

El salón de estar y de recibir, y el sofá en el que nunca se sienta nadie

Un lugar de paso para dejar la ropa y las mascotas

La visita obligatoria, donde a veces hay cola

Un lugar doble según como se mire

El teatro social El escenario de los amigos y los premios El alma sale de su jaula y se pone a soñar TERCERA PARTE La sutil influencia: Los aspectos

La conjunción

Conjunciones con la Luna

Conjunciones con el Sol

Las conjunciones con Mercurio

Las conjunciones con Venus

Las conjunciones con Marte

Las conjunciones de Júpiter

Conjunciones de Saturno

Conjunción de Urano con Plutón

Conjunción de Urano con Neptuno

Conjunción de Neptuno con Plutón

La oposición: Dos planetas frente a frente

El trígono: dos planetas se dan la mano.

La cuadratura: el esfuerzo constante

El sextil: Movimiento, apoyos, promesas y proyectos

Resumen de aspectos

1 NTRODUCCION Usando un lenguaje sencillo y directo, en este libro pretendo describir cómo se manifiesta la influencia astrológica en nuestra vida cotidiana, cómo nos afecta in­ dividualmente y de qué modo actúa a través de las personas que forman parte de nuestro entorno. la influencia astrológica incide primeramente en nuestra capacidad de elegir, y gra­ cias a ésta vamos a preferir como amigo, pareja, socio o compañero de vida a determinado tipo de personas. Para entender la Astrología es útil imaginar algo parecido al Teatro Mágico que se describe en El lobo estepario, de Herman Hesse. O sea, un teatro en el que se representa el vasto universo astrológico, que nos permite observar la existencia hu­ mana como una gran ópera, en la que a veces somos protagonistas y otras, com­ parsas. Al igual que las artes escénicas, la carta del cielo de nacimiento es un espejo má­ gico que refleja la vida y sus sucesos; considerar ese espejo astral como un teatro circular con distintos escenarios y decorados correspondientes a cada una de las actividades o relaciones de nuestra vida nos facilita comprender sus dinámicas. Además, la carta-espejo astral es una hoja de ruta en donde van apareciendo los actores invitados a nuestra existencia: padres, hijos, amigos, vecinos, maestros, enemigos, competidores, y todos los personajes necesarios para que nuestro guión celeste, nuestra singular ópera prima, se desarrolle.

Para entender qué es una carta del cielo de nacimiento conviene pensar en los pla­ netas que la conforman como personajes cotidianos: esos planetas son un fiel re­ flejo de las personas que nos alegran la vida, con las que disfrutamos, que nos hacen sentir afecto, pero también de las que nos dañan y nos hacen sufrir. la carta de cielo de nacimiento -el teatro mágico- es un escenario circular con doce áreas fundamentales en las que se escenifican las distintas situaciones y rela­ ciones de nuestra vida, zonas domésticas o externas, en las que cíclicamente se re­ fleja simbólicamente el cielo que nos cobija. Asimismo, la influencia astrológica, se constata hasta en el tipo de decoración de la casa en la que vivimos: desde el íntimo dormitorio, hasta el abarcador salón comedor, pasando por el baño compartido y la cocina que muestra cómo nos ali­ mentamos. la disposición de nuestro hogar es una semblanza de nuestro sello astrológico personal, una influencia tan intensa que alcanza cada uno de nuestros rincones, tanto físicos como emocionales.

PRIMERA PARTE

Aprendiendo a leer el cielo leer el firmamento puede resultar fácil si se tiene memoria e imaginación. leer los mensajes que hay escritos en el cielo es una hazaña artística, porque cada vez que nos asomamos a la carta celeste de nacimiento de una persona presenciamos un hecho único e irrepetible, como si fuese una obra de arte, que si se repitiera, deja· ría de ser arte para transformarse en artesanía. De aquí en adelante me dirijo a ti, hablándote de "tú": Conviene que te despojes de los conceptos modernos del universo y pienses que el cielo astrológico es un ins­ trumento semejante a un reloj de obsidiana negra, en el que se refleja todo lo que sucede en la tierra en los diferentes momentos del tiempo (uno de esos instantes es el momento de tu nacimiento, por ejemplo). Una comparación burda sería un reloj de pared suizo, del que se asoma un pollito haciendo "pío, pío" cada vez que da la hora. la carta del cielo de tu nacimiento -del de cualquier persona- es ese espejo má­ gico del que hablé antes, que refleja todo lo que acontece en el mundo. Para entender este sistema hay que usar la imaginación. Imagina, por ejemplo, que una carta celeste de nacimiento proyecta desde arriba una isla en la tierra, una isla de la que tú eres dueño y señor, un territorio rodeado de agua que tiene doce pla­ yas; en cada una de esas playas aparecen las personas con las que te relacionas:

nay una en la que sólo entran tus amigos, tus clientes y, si te despistas, algún yerno o una nuera, pero nadie más; en otras, siempre te encuentras escenificando algo con tu pareja o con algún socio, aunque en esa misma playa también apa­ rezcan tus competidores, los que quieren colocar su toalla y su sombrilla donde tú quieres ponerte. Y así, en cada playa cae el sol y se bañan las diferentes personas que comparten contigo la experiencia de este viaje por la vida. Cuando te asomas al dibujo de una carta astral, o una carta del cielo de nacimiento de una persona (incluso a la tuya propia), es muy útil recrear en tu imaginación ya sea una isla redonda con doce playas, o un teatro mágico con doce escenarios en los que se representan cada uno de los actos de las personas con las que te rela­ cionas. Usar así la imaginación es lo más importante para entender el entramado de sig­ nos, símbolos y rayas de colores que es un mapa celeste. En ese círculo celeste tie­ nes que ver todas y cada una de las relaciones con otras personas: los encuentros y los desencuentros, tus amistades y tus enemistades, las personas que te aportan ganancias y los que te provocan pérdidas; los nacimientos y las muertes ... Todo está reflejado en ese espejo mágico que es la carta del cielo de nacimiento.

Adentrándose en la carta del cielo de nacimiento Hoy día, ya bien entrado el siglo XXI, para calcular y dibujar una carta del cielo de nacimiento no es necesario realizar estudios previos de matemáticas ni de

astronomía, basta con disponer de un buen programa informático que realice los cálculos de manera correcta. Cualquier programa calcula con facilidad lo que anti­ guamente resultaba una tarea de relojero. Desde que la informática nos ha permi­ tido acceder a los datos astrológicos, la Astrología -o por lo menos la herramienta que nos acerca a ésta- se ha puesto al alcance de todos. Así que lo primero que tie­ nes que hacer es instalar en tu computadora un programa de cálculo de astrología y aprender a calcular tu carta y la de quien quieras. Aquí te adjunto dos enlaces desde los cuales podrás bajar dos excelentes programas gratuitos; hay otros tantos de gran calidad (con costo), como el Solar Fire. Programa Armon https:¡¡www.dropbox.com/s /xtaot4542oaoaa4/armon3.zip?dl=o Programa Kepler https:¡¡www.dropbox.com/s /cjoz9n9 kfomemul/ Kepler4-setup.zip?dl=o Una vez construido el instrumento, mandala o círculo del cielo de nacimiento -con sus su signos zodiacales, planetas, casas y aspectos-, hay que emprender el camino para entenderlo, es igual que sucede con una partitura musical escrita en su pentagrama, que sólo necesita hacerse sonar. En realidad sólo hay cuatro cosas fundamentales para ver, de las cuales los doce signos del Zodiaco son lo más sencillo de identificar:

a g i t a r io

Virgo

En segundo lugar tienes que identificar cada uno de los diez planetas, además de

los Nodos de la Luna, o sea, una docena de símbolos que se memorizan rápida­ mente.

ol Mercurio

Luna 1 Júpiter

Aquí se ven perfectamente el dibujo con el que se representa al Sol, a la Luna y a los ocho planetas; esto tienes que memorizarlo porque son como la letras al texto, o sea, el abecedario de la Astrología. Además están esos dos símbolos que pare· cen una herradura que son el Nodo Norte, que se dibuja en color azul y tiene la apertura en la parte inferior y el Nodo Sur, que es de color rosa pálido y tiene la boca abierta por la parte superior. Si no quieres memorizarlos, dibuja los símbolos

una y otra vez en tu agenda o cuaderno y escribe los nombres correspondientes. En tercer lugar existen otras doce divisiones de este mismo círculo -que puedes observar en la parte exterior del mismo-, a las que llamamos Casas, que son el equivalente a cada uno de los doce escenarios de la vida, o bien las doce playas de nuestra isla personal.

Casa XI

o En este espejo mágico se representan cada uno de los tiempos y escenas de nues­ tra vida. la última cosa que te queda por descifrar es el invento sajón de las rayas de colo­ res que atraviesan por todas partes el círculo de la carta celeste, que representan cómo los planetas se relacionan angularmente entre sí y que se llaman Aspectos, los cuales provocan cortocircuitos en las neuronas del observador y lo entorpecen todo. Antiguamente esas rayas de colores no existían y, para complicarlo más, los astrólogos modernos tienen criterios distintos a la hora de adjudicarles un color u

otro según su grado de tensión o fluidez (de acuerdo al número entre el que se di­ vida), unos asignan el rojo a las relaciones de tensión, mientras que otros pintan de azul esas mismas líneas, incluso hay programas que las pintan todas en negro. Si ves planetas unidos por una línea roja: malo, porque se piensa que son formas o modos de relación que te obligan a trabajar, luchar, esforzarte o defenderte, o al menos significan relaciones que no son nada relajadas. Pero si las líneas que unen a un planeta con otro son verdes, se debe pensar en la luz verde de los semáforos: vía libre. O si acaso ves una línea de puntitos negros que los una, hay que consi­ derar que son decisiones que otros toman por ti o viceversa. ¿1Ves que fácill? Eso son los aspectos y de momento no te interesa que te maree más. Ahora ya pode­ mos mirar la carta de Charly con ojos de experto.

Charly García

Este gráfico es una representación del cielo semejante a la de cualquier cielo de nacimiento, aquí está todo lo que se necesita saber. ¿Y cómo se puede ver algo en un galimatías como éste� Para hacerlo hay que aprender a mirar astrológicamente, igual que cuando haces uso de un microscopio o de un telescopio, que son instrumentos que hay que aprender a manejar. los astrónomos miran el cielo reflejado en un espejo -porque la imagen de los telescopios astronómicos, si se mira a tierra, aparece al revés-; y ahí hay una dife­ rencia entre los telescopios astronómicos y los del "voyeur" que tanto les gustan a los Acuario. Tienes que acostumbrarte a pensar que los astrólogos miramos al cielo en el es· pejo de la carta celeste, igual que los antiguos astrólogos miraban el cielo reflejado en una pileta de agua con el fondo pintado de laca negra. la mirada del astrólogo trata de ver los reflejos de lo que ocurre en la tierra, fijando bien la mirada en el te· jido celeste para ser capaces de descifrar lo que sucede en el mundo. los 12 signos zodiacales forman la corona del gran reloj astrológico que nos va a

permitir observar lo que de otro modo sería imposible descubrir. Pero para que nadie te confunda, conviene que sepas que la Astrología no es Astronomía. Los astrólogos, ayudándonos de los cálculos matemáticos y astronómicos, cons· truimos relojes calendarios, eso es lo que hacemos y eso es lo que vas a aprender. Usando la carta del cielo del momento de nacimiento de cualquier persona, los astrólogos fabricamos calendarios personales para uso humano, que nada tiene que ver con la observación astronómica ni astrofísica; nosotros construimos relo­ jes calendarios, esa es la gran diferencia entre Astrología y Astronomía. Ten presente que cuando hables de Astrología entre amigos o parientes, siempre habrá alguno "más listo" que te dirá que los signos no son verdaderos porque las estrellas se han movido a causa de la precesión de los equinoccios: éste es un fenómeno astronómico por el que el Punto Cero de Aries (el lugar del cielo en donde se cruzan la Eclíptica -la línea que representa el camino aparente del Sol­ con el Ecuador Celeste, y desde el cual emanan todas las medidas siderales) se mueve, junto con todas las estrellas, de manera inversa al Zodiaco, a una velo­ cidad aproximada de un signo zodiacal cada 2.400 años.

PO..O •"orre

Este movimiento ha desplazado las constelaciones de su posición original desde hace dos mil años. Para que no te confundan y los demás entiendan la diferencia, conviene que pien­ ses que los signos zodiacales no son equivalentes a constelaciones zodiacales. los signos zodiacales son tramos del cielo, medidos en la Eclíptica, que parten en el punto donde ésta línea se cruza con el Ecuador Celeste, también llamado el punto o (cero) de Aries, mencionado anteriormente. los signos zodiacales mantienen los nombres de las constelaciones, pero no son las constelaciones. Que no desvíen tu atención con la comparación entre conste­ laciones y signos zodiacales, que son dos cosas distintas. Abraham Zacuto1 re­ solvió el problema aportando la idea de la novena esfera, la esfera de los signos zodiacales.

Es bueno recordar que en el sistema ptolemaico se imaginaba que la Luna, el Sol y los demás planetas rodaban cada uno por una esfera cristalina alrededor de la Tie­ rra, siendo la séptima esfera la del planeta Saturno y la octava, la esfera cristalina por donde rodaban las estrellas fijas. En un cuadro del Museo de Moscú vi una representación de las esferas celestes dentro de un tema religiosos cristiano ortodoxo, que representa al mundo, al cielo y a Dios con todos sus colegas.

En la parte del cuadro donde están revoloteando los ángeles, están las esferas astrológicas por donde circulan, rodando sobre ellas, cada uno de los planetas. Para que lo veas mejor, te muestro a continuación una parte del cuadro donde esto se observa con más claridad. Supongo que ya te habrás dado cuenta de que en este cuadro hay una asociación

de ideas entre lo que son los ángeles y los planetas en las esferas astrológicas. En ese campo de la angeología planetaria, los judíos son los campeones, pero ese tema se aleja de este trabajo.

En esta imagen se ven las esferas perfectamente; en cada una de ellas hay una estrella errante, que son los planetas, además del Sol y de la Luna. El sistema co­ mienza parecido al árbol de la vida de los judíos; en la primera esfera rueda la Luna, encima hay dos estrellas doradas, una representa a Mercurio y la otra a Venus; por encima está el Sol, luego tres estrellas más que son Marte, Júpiter y Saturno, y más arriba hay otra esfera donde se ve un toro y estrellas más pequeñas también doradas, esa es la octava esfera y, finalmente, encontramos la novena

esfera.

Con la visualización de una novena esfera, Zacuto coloca a los signos zodiacales en otra esfera distinta a las estrellas fijas y desde entonces no ha habido polémica, salvo la originada por los indios y los diletantes. "En esta novena esfera es donde imaginamos que está el zodíaco de los signos, tanto para la Astrología como para los juicios, como si realmente estuviesen en ella las conste· lociones de la octava esfera; porque cuando decimos que el Sol o cualquier otro planeta está en el signo de Aries o de Tauro, etc, y decimos que a n a 10 de marzo entra el Sol en Aries, esto se entiende se.gún la novena esfera y no según la octava -aunque e.n esta última es donde está realmente la constelación con sus estrellas-. Lo que queremos decir cuando afirmamos que el Sol entra en Leo, es que el Sol se ha desplazado cuatro

signos desde la inserci6n que hace el Zodiaco en la equinoccial (o Aries) cuatro signos de treinta grados cada uno de ellos y que para designarlos, les ponemos por nombre Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, etc.". Con esta explicación de Abraham Zacuto debería quedar aclarado el tema. Sin em­ bargo, los indios, en su afán de sujetarse a la tradición, han seguido usando el Zo­ diaco de las estrellas o de la octava esfera (Zodiaco sideral); han hecho algo pare­ cido a lo que hacen los asistentes al loveparade que, una vez acabado el concierto, siguen detrás del camión de la música. Para rematar, hay un buen número de astrólogos traidores que se han pasado al sistema indio y están haciendo eso, y además mareando al estudiante de Astrología Tradicional.

Tú piensa que las medidas astrológicas celestes las extraemos observando la eclíp· tica, que es la línea imaginaria que aparentemente recorre el Sol en su trayectoria anual visto desde la Tierra, que también llamamos el "camino del Sol".

En ese punto inicial estuvo en la estrella Mesartim, la primera estrella de la conste· lación de Aries, hace casi dos mil años, pero ahora ese punto está en otro lugar, en la constelación de Piscis, en la zona sur del Pegaso y un poco más adelante se des· plazará hasta la constelación de Acuario.

polo norte celeste

polo sur celeste E = oblicuidad de la eclíptica (23º 27') "(:: punto gamma Para que no te pierdas, vamos a hacer un repaso de los nombres de los conceptos más importantes. A la eclíptica se la conoce con ese nombre porque en ella se pro­ ducen los eclipses del Sol y de la Luna, de tal manera que la palabra "eclíptica" viene de "eclipsar". la eclíptica, o bien el camino del Sol, es un círculo máximo de

la esfera celeste que corta el Ecuador en los trópicos, es decir en los 23° 27 'norte o sur.

la división del círculo en doce partes iguales, donde están cada uno de los signos, se conoce con el nombre de "Zodiaco" (del griego zoon-diakos, que significa "rueda de los animales"). El Zodiaco es la banda de la esfera celeste que se ex­ tiende 8 grados y medio a ambos lados -norte y sur- de la eclíptica, por encima o por debajo del camino del Sol, como una faja que forma la autopista celeste por la que circula cada uno de los planetas. El círculo que forma la eclíptica está dividido en 360 grados porque los antiguos calcularon, a grosso modo, que el Sol podía estar un espacio más allá cada día, o el equivalente a dos medidas del disco solar o de la luna; en la cuenta salían 360 soles completos, de ahí la división del círculo en 360 grados, más o menos uno por día del año. las medidas celestes astrológicas se toman midiendo la posición de cada planeta en el camino del Sol, es decir, por la eclíptica y por la banda compuesta por los signos zodiacales, y a esta posición la denominamos longitud zodiacal o celeste.

la longitud zodiacal o celeste es la distancia en grados de cualquier planeta, toma­ dos en el círculo de la eclíptica, partiendo desde el Punto Vernal o Grado o de Aries. Otro tema que algún "listo perverso" de tu grupo social aducirá inmediatamente es que ya no hay doce signos zodiacales, sino trece, contando con la constelación del Ofiuco. Que no te confundan, Charly, la constelación del Ofiuco era conocida hace miles de años.

En el Libro del Saber de Astrologfa, que el Rey Alfonso X, el Sabio ordenó traducir basándose en los libros de los sabios antiguos que hablaban de esta ciencia, dice así:

"XIII. CONSTELACIÓN DE LA OCTAVA ESFERA

De la figura del Cazador de las culebras, y de las estrellas que forman parte de la figura y de las que esUin fuera del dibujo. -Cazador de las culebras le llaman a esta constelación que es la XIII. La llaman en latín venator serpentis; en castellano, el cazador de las culebras; en árabe, alhoge alha· n

ge, en griego asfeychus, que quiere decir en romance, "mujeril . En esta constelación hay 47 estrellas, 23 que forman parte de la figura del cazador; 18 en la culebra y 5fuera del diseño. La primera estrella es la que está en la cabeza del cazador y le llaman en árabe a· rray que quiere decir "pastor". La segunda está en el hombro derecho... ". Y así, una a una, va nombrando cada una de las estrellas que forman parte de la constelación de Ofiuco o cazador de culebras.

la constelación de Ofiuco se localiza justo por encima de las constelaciones de Libra, Escorpio y Sagitario. El dibujo de la constelación está compuesto por dos elementos: el central y de mayor espacio, en forma de cafetera, que por la parte inferior está sujeta a cuatro estrellas muy identificables; de derecha a izquierda; las dos Yod, Prior y Posterior, que forman el ángulo inferior de la derecha de la figura; Sabik que cierra el ángulo inferior de la izquierda, y la estrella Han que está a medio camino. Son cuatro estrellas fáciles de conocer que forman parte de la culebra o serpiente y que, al mismo tiempo, es la cintura del cazador de culebras. la constelación de la serpiente atraviesa completamente la de Ofiuco y comparte estrellas con ella. De esa forma se representaba la constelación de Ofiuco en la antigüedad. Por la parte inferior de ésta se observa la línea de la eclíptica o camino aparente del Sol; las constelaciones de Libra, Escorpio y Sagitario tienen parte de sus estrellas den­ tro de esa línea, pero en el camino del Sol no había ninguna estrella de la conste­ lación de Ofiuco. A partir del siglo XVI 1, cuando los piratas y los negreros se transforman en lores y señores, el mapeo del cielo cae en manos de los ingleses y se añaden nuevas cons­ telaciones y se modifican muchas de las existentes, como es el caso de Ofiuco.

los ingleses, muy acostumbrados a tomar el té al atardecer, también tienen cos­ tumbre de "meter la pata", permíteme la expresión. Necesitados de protagonismo como astrónomos, introdujeron tres estrellas fronterizas y exteriores a las conste­ laciones de Escorpio y Sagitario y decidieron que formaran parte de la constelación de Ofiuco. Hasta aquí todo bien, nada que objetar. Tiempo después, a finales del siglo XX, una avispada pseudo astrónoma inglesa, de cuyo nombre no me pienso acordar, decide que no hay 12 constelaciones zodia­ cales sino 13, y muestra como prueba el mapa de las estrellas que incluyen las tres introducidas por los ingleses del siglo XVII. Así se quiso determinar que fueran 13 constelaciones zodiacales y que Ofiuco ocu­ para ese nuevo espacio: publicidad, radio, televisión, prensa y tenemos lanzada la nueva y recién descubierta constelación de Ofiuco gracias a una señora inglesa que no tiene vergüenza ni sabe lo que es. Y para colmo, hay muchas personas con

cierto desorden en su sexualidad quienes rápidamente se han adherido a ser Ofiu­ cos, ya que ellos claramente se notan "diferentes"; en realidad, esa zona del cielo corresponde a los primeros grados de Sagitario. Así que si te preguntan sobre el supuesto decimotercer signo, les explicas el asun­ to y ya está. No hay trece sino doce sectores astrológicos, en los cuales hay catorce constelaciones; las doce conocidas, la patita inglesa del Ofiuco, algunas estrellas de la constelación de la Ballena entre Aries y Tauro, pero una cosa son las estrellas y otra los signos o sectores zodiacales. Estoy seguro que así no te marearán nada.

Las primeras reglas de la interpretación astrológica Ahora que hemos dejado aclaradas algunas cosas previas, vamos a ver si te puedo ayudar a entender el modo en que se percibe la influencia astrológica. Para ello es imprescindible conocer los elementos de los que disponemos, el sistema que usa­ mos y las reglas del juego contenidas en las cartas del cielo de nacimiento, cartas que, como te he dicho, se pueden calcular en numerosos programas informáticos. Una vez calculada la carta del cielo de nacimiento, es imprescindible saber reco­ nocer los símbolos que allí hay inscritos, que siempre son los doce signos zodia­ cales, los diez planetas y los Nodos de la Luna, es decir, un total de veinticuatro símbolos dentro de un círculo mágico que se va a trasformar en un teatro maravi­ lloso. los elementos principales de la carta del cielo son los planetas, que representan a los actores necesarios para poder escenificar nuestra Opera Prima, por ello con­ viene empezar a reconocer a cada uno de los planetas y el modo en que esceni­ fican su influencia. Para lograr esto es imprescindible conocer la simbología astro­ lógica, que puedes estudiar en el libro del lenguaje Astrológico. Simbología astro­ lógica.

Los 12 signos zodiacales luego de conocer los planetas, vienen los 12 signos zodiacales que forman la base circular en la que están escritos los guiones de la Opera Prima de nuestra vida. Tienes que pensar que el cielo de nacimiento es una suerte de calendario-partitura, donde está escrito el guion que nos va a tocar representar a lo largo de la vida. Cuando mires una carta del cielo de nacimiento, piensa que estás viendo la

portada de un DVD, que es una síntesis visual de esa película. la carta natal es igual, y si te quedas mirándola sin poner el disco, no podrás escuchar sonidos ni ver nada, sólo lo que la portada del DVD te sugiere. la carta del cielo de naci­ miento es sólo la portada del DVD. la carta del cielo de nacimiento y su posterior puesta en marcha en forma de reloj calendario es un instrumento de orientación humana personal y social como no existe otro en el mundo. Para aprovechar la información que este instrumento ofrece, interesa saber qué es lo que significa tener el Sol de nacimiento en un signo zodiacal u otro, pues una buena parte de la influencia astrológica se escenifica a través de las inclinaciones causadas por la posición del Sol en un signo zodiacal dado; esta afirmación no ha sido nunca rebatida ni negada, se ha mantenido a lo largo de los siglos sin mermar su difusión, por ello imagino que sabrás distinguir cuáles son tus rasgos de carác­ ter o tu forma de ser, causados por la influencia de este patrón de conducta astro­ lógico. Es muy recomendable conocer los patrones de conducta o las inclina­ ciones que emanan de los 12 signos zodiacales, y para ello hay trabajos insupe­ rables como los de Linda Goodman o lilly Süllos; también tienes a tu disposición el documento Los doce signos zodiacales, escrito de un modo práctico para que se entienda fácilmente. Aquí te pongo el enlace donde están los signos zodiacales uno por uno para que los leas cuando tengas tiempo disponible y ganas de saber cómo son los doce sig­ nos zodiacales: https://www.dropbox.com/s/071n4qdziw1yj11/ los%2odoce%2osignos%2ozodiacales.pdf�dl=o

Las primeras reglas de la interpretaci6n astrol6gica Ahora que hemos dejado aclaradas algunas cosas previas, vamos a ver si te puedo ayudar a entender el modo en que se percibe la influencia astrológica. Para ello es imprescindible conocer los elementos de los que disponemos, el sistema que usa­ mos y las reglas del juego contenidas en las cartas del cielo de nacimiento, cartas que, como te he dicho, se pueden calcular en numerosos programas informáticos.

Signos zodiacales y su planeta Tienes que pensar que los signos zodiacales son como baúles de un artista itine­ rante: los trajes que lleva en su interior son las influencias astrológicas de los pla­ netas, los papeles propios de cada representación. A su vez, cada signo zodiacal es un contenedor de influencias planetarias: Marte emite una influencia astrológica que da sentido al contenido del signo de Aries; Aries no se entiende si no es por Marte, el planeta que lo rige. Cada signo zodiacal tiene un planeta que le otorga un contenido, los trajes, las partituras y los libretos para representar la obra propia del signo. Un signo zodiacal adquiere color y movimiento gracias a los planetas que tienen dignidad en cada signo. Es imprescindible conocer la relación entre cada signo zodiacal y los planetas que tienen dignidad o influencia directa en él, pues así se comprenderá el funcionamiento de estos maravillosos relojes que son los mapas del destino. Conviene imaginar que cada signo zodiacal es un territorio astrológico que tiene sus dueños y sus ocupantes, y memorizar cuáles son los planetas que tienen in­ fluencia, poder o dignidad en cada uno de los doce signos zodiacales. los doce signos zodiacales son a su vez un contenedor de patrones de conducta astrológicos que también resulta necesario conocer, por eso te dejo el enlace con toda la información al respecto.

e o

Es indispensable hacer una asociación básica de ideas entre planetas y signos zodiacales.

El Teatro Mágico Lo divertido e interesante de todo esto no son los doce signos zodiacales -que es forzoso conocer-; lo más impactante es lo que resulta de las doce casas, los esce­ narios cambiantes que se reflejan en la carta del cielo de nacimiento. Ahí están los escenarios de la vida, las playas de tu isla, los espacios físicos donde se desarrolla toda tu existencia. Así que he pensado que en primer lugar aprendas a ver en el cielo el reflejo de cada una de las partes de tu casa, el lugar físico en el que vives, tu hogar.

La Casa I es el primer espacio que se forma entre el Ascendente y la siguiente casa. En esta carta celeste verás que el signo de Aries está en la Casa 1, pero también parte del signo de Tauro. En esta primera casa se refleja la fachada de la vivienda que has elegido para vivir. Cuando cambiamos de vivienda lo primero que consi­ deramos es si nos gusta la fachada; a Charly le gusta una fachada Aries y Tauro, pero como tiene a Júpiter en pleno Ascendente también se debe de notar el reflejo de este planeta. T ienes que aprender a ser "vidente", es decir a ver donde los demás son incapaces de ver nada.

Casa X

Casa IX

Casa XI

Casa XII

Casa I

Casa 11 Casa IV l)

Vamos a ver si mirando la Casa I de la carta de Charly puedes atisbar un reflejo o una correspondencia con el aspecto exterior de la vivienda. Analizaremos primero lo que representa o se refleja en el signo de Aries, lo que podemos imaginar o ver con nuestra mente de videntes. Porque a partir de ahora

tú tienes que ser vidente y dejar la mente analítica y dubitativa en el cajón de la me­ sita de noche, si no, no hay manera. En la mente del astrólogo, en el signo de Aries se refleja o se ven cosas de color rojo, o de hierro, o una esquina, un lugar bien defendido. Aplicamos eso a la casa que estamos imaginando a partir de esta carta, y se refleja una puerta de hierro, unos muros altos, una casa con dos esquinas y un color rojizo. Pero también tenemos al signo de Tauro que debe reflejarse igual­ mente. ¿Qué te sugiere Tauro? Un toro pastando en un verde lugar. le quitamos el toro para que no te tope y nos quedamos con el lugar verde o ajardinado que hay rodeando toda la casa. ¿Y Júpiter? ¿Qué pasa con Júpiter? Júpiter refleja su influencia a través de la ma­ dera, el color azul y la amplitud. la madera pueden ser los árboles que hay alre­ dedor de la casa; Júpiter es amplitud exterior y viajes, quizá la puerta de hierro es enorme y por ella entran los carros que vienen de viaje. El muro es muy alto y hay un espacio grande alrededor de la casa. Si lo comparas con las viviendas de la mayor parte de la población mundial, esta casa tiene mayor espacio exterior. Así ya hemos visto el reflejo de la fachada de la casa, ¿no te parece curioso? Si lo has po­ dido ver, te nombro "vidente".

Casa 11. El distribuidor de la vivienda. El hall

Ahora veamos qué se refleja en la Casa 11. Antiguamente, esta casa era el reflejo del lugar donde se depositaban todas las cosas que entraban con los carros en las ha­ ciendas, donde se dejaba lo que se traía de afuera, ya sean productos recolectados del campo, o todo lo que entraba en el hogar. Pero actualmente, debido al enjaula­ miento en que nos vemos obligados a sufrir, las viviendas son más escuetas, y en esta casa o sector astrológico se refleja lo que se conoce como "hall de ingreso", el primer espacio que nos encontramos al entrar en cualquier vivienda, el distribuidor de espacios. Llegados este punto conviene que sepas que no todo lo que se refleja

se cumple, eso se debe a que también interviene la influencia de la pareja y de los demás habitantes de tu casa, como son los hijos o las mascotas. En la Casa 11 de Charly están Tauro y Géminis; el verde es de Tauro y lo multicolor de Géminis, una distribución de espacio que se abre a tres entradas: una en Tauro, al entrar a la izquierda, que da paso al lugar donde entran los alimentos, donde está la comida y se come, y dos puertas más, una al WC y otra al salón comedor.

La Casa 111. La alcoba, el dormitorio, el estudio principal

la Casa 111 antiguamente era la alcoba. Por la asociación con el signo de Géminis, se trataba de un lugar doble, un espacio exterior en contacto directo con la entrada de la habitación, que servía de estudio, donde había una mesa para escribir y un pequeño salón para recibir con un sofá; luego, en la segunda mitad de la estancia, casi siempre dividida por un arco grande con cortinas, estaba el lecho, la cama para dormir. Hoy día, la Casa 111 ideal sería lo que conocemos como una suite

junior. Pero debido al proceso de encierro, a la pérdida de espacio vital y a la com­ presión que padecemos, el dormitorio se comprime y cada uno tiene lo que puede, pues sólo los privilegiados disponen de alcoba; lo normal es que los dormitorios tengan una sola pieza o una pieza doble con baño, tal y como imaginamos la habi­ tación de Charly. Vamos a ver qué se refleja en la Casa 111 de Charly. Hay tres elementos a consi­ derar: están Géminis, Cáncer

y

Urano. Géminis siempre refleja estanterías, espa­

cios donde se colocan libros o manualidades, lo que refleja un dormitorio lleno de cosas en las estanterías. Géminis también puede reflejar la cama doble matri­ monial porque también hay un pedazo de Cáncer, un signo regido por la Luna que refleja a una señora que es madre, una señora madre que duerme también ahí. Y ese Urano refleja el ordenador, la TV

y el teléfono instalados en el dormitorio.

Antes del descubrimiento de Urano no existían estos aparatos eléctricos. < Has visto que bien se reflejan las cosas?

La Casa IV. El edificio de la vivienda. La cocina

Ahora vamos a analizar la Casa IV, el sector que mejor refleja la vivienda, el hogar en su conjunto, el edificio completo. Para entenderlo conviene que pienses en los tiempos en que el ser humano era nómada y libre, como los aborígenes de algunos lugares del sur, que van caminando, cazando y recolectando mientras se mueven. Pero hay un momento en que alguna señora se pone muy gorda y ya no puede caminar, se ve venir que la señora va a parir y que hay que hacer un resguardo para pasar el tiempo desde que nace el niño, hasta que la mujer ya está recuperada para seguir caminando con el crío a cuestas. Supongo que recordarás aquellos círculos de piedra que había en las laderas del Aconquija, círculos de piedra que sirvieron como vivienda a los nativos del lugar. Pues eso, imagínate que la Casa IV es el lugar donde te detienes con tu pareja para tener hijos, y en donde construyes un círculo de piedras o de lo que sea, y en el centro siempre tiene que haber un fuego,

un lugar donde cocinar, un llar. Eso es la Casa IV, la casa en su totalidad y la co­ cina como elemento central, donde se guisan las cosas que luego te comes. Charly tiene en la Casa IV el signo de Cáncer y luego parte de Leo. Cáncer siempre refleja viviendas unifamiliares, plantas bajas como la suya. Leo es una señal clara de que se trata de una vivienda unifamiliar que recibe la luz solar. Además, esta misma Casa IV refleja la cocina, un lugar doble, por un lado la parte de Cáncer re­ fleja la cocina donde se guisa, mientras que leo refleja a la perfección el comedor que tiene pegado a la cocina. Y eso es así porque el salón comedor se observa en la Casa V, que a su vez es un reflejo del signo de leo, por eso está ese comedor robándole espacio a la cocina.

La Casa V. El sal6n principal, el sal6n comedor

El salón comedor se analiza mirando la Casa V donde Charly tiene un pedazo de Leo y otro pedazo en Virgo. Pero lo que más destaca es el planeta Plutón, que está justo en la cúspide (línea donde comienza cada casa astrológica) de la Casa V, al principio del salón comedor. Plutón refleja el retrete, donde hay Plutón suele haber un cuarto de baño pequeño, con un lavabo para lavarse las manos. En Europa, además de eso suele haber un bidet, un mueble que no veo que se use mucho en Latinoamérica. El caso es que cuando vas a entrar a su salón comedor, lo primero que te encuentras es la puerta que te lleva al retrete, reflejando así la influencia de Plutón. La parte de Leo refleja los grandes ventanales que iluminan todo salón y la decoración lujosa de la estancia, mientras que lo que queda de Virgo es reflejo de todas las virguerías, pequeños y bellos objetos que hay expuestos en la sala. ¿Vas viendo cómo se reflejan las cosas? Si fuera así, ya te estás haciendo vidente.

Casa VI. Los armarios para guardar la ropa. Guardarropas

En la Casa VI vemos un escenario completamente distinto, que en tiempo de los romanos se correspondía con la caseta que solía haber al fondo del patio interior, donde se guardaban las cosas; también era el lugar de los gallineros o dónde esta­ ban los animales domésticos y los esclavos, pero hoy día esa parte de la vivienda ya no existe, ni los esclavos tampoco. En la actualidad, en la Casa VI se refleja todo

tipo de armarios, donde guardas la ropa o los utensilios que no estás usando todo el tiempo. En la Casa VI del tema de Charly, por un lado está al signo de Virgo, lo que refleja un orden perfecto en los cajones y en los armarios. Doy fe del orden de los cajo­ nes, los abres y están todas las cosas bien colocaditas, me recuerda a los cajones de mi tío Vicentín que era Virgo puro. Si tienes a Virgo en la Casa VI, se puede decir que así tienes los armarios y los cajones. Además, tiene el signo de Libra ahí en esa Casa, que debe reflejar la ropa elegante que siempre ha usado y también las cosas de belleza que guarda en armarios y cajones. Pero al final de la Casa VI de Charly está el planeta Saturno que siempre tiene que dejar su huella. Donde veas a Saturno, piensa en escaleras, en una cabra o en un cabrón y acertarás. Si tuvieras una cabra �dónde intentaría estar? En lo más alto, en las partes de arriba de donde sea. Ahí Saturno refleja los armarios y los altillos de la casa que han acabado sien­ do armarios o lugares donde se guarda todo lo que no se usa; y para acceder a esos lugares hay que subir por una escalera cuya finalidad es que un día te caigas y te rompas algún hueso: el muy cabrón está esperando a que te hagas viejo para romperte un hueso en esa escalera que sube a un armario que está fuera de su lugar. Y no te sorprendas, yo, que soy saturnino, me he construido una casa con una escalera que un día de estos me voy a caer y me voy a partir la cabeza. Así somos de artistas y preparamos nuestro escenario.

La Casa VII. El dormitorio de los hijos. Habitaci6n de invitados y estudio segundo

luego viene la Casa VII, en este espacio es donde construyes la habitación donde duermen los hijos, y eso es así porque en el sistema de casas derivadas, la Casa VII es la Casa 111 de la Casa V. Para que no te líes te aclaro. En la Casa V están representados los hijos, como veremos un poco más adelante. Ya sabes que la Casa 111 es el dormitorio, así que si contamos desde la Casa V, que es la de los hijos, lo que es tu Casa VII se trasforma en la Casa 111 de los hijos, o lo que es lo mismo, el dormitorio de los hijos. �Pero y si no se tienen hijos� Entonces en lugar de hijos, piensa que en la Casa V están los amigos íntimos, aquellos que un día pueden dormir en tu casa; entonces la Casa VII se trasforma en el lugar donde duermen esos amigos cuando te visitan. lo normal es que ocurran las dos cosas, primero es el dormitorio de los hijos, y una vez que los hijos se van a vivir fuera, ésta se trasforma en un lugar que sirve como dormitorio de las íntimas amistades. En la Casa VII, Charly tiene al signo de

Libra, reflejando los dos platillos de la balanza: las dos habitaciones de sus hijos, que luego han servido para dormitorio de su amigo T ito. En la Casa VII tiene al planeta Neptuno, que es la música -al igual que Urano, Nep­ tuno refleja sistemas o aparatos eléctricos de comunicación, como el teléfono o Internet, o aparatos de música-. El hijo de Charly ha acabado siendo músico, ffjate tú la música que habrá pasado por ese primer cuarto; y en la otra habitación ha vi­ vido una mujer neptuniana, su hija Natalia, que es Piscis, y ha dejado su huella también. Neptuno es música y también el exceso, y son escenas que se repre­ sentan en su segundo dormitorio de Casa VII. �Te acuerdas cuando te hablaba de la Casa 111 y la alcoba? Pues la Casa VII, cuando no se tiene dormitorio con estudio, es la otra parte de la alcoba cuando se van los hijos. La Casa VII se trasforma en el estudio con la mesa de escribir que cubre el vacio de tu dormitorio. Así que cuando se van los hijos o no tienes amigos que duerman ahí, entonces la Casa VII refleja la habitación que usas como estudio, donde escribes, fantaseas y escuchas música y a lo mejor te metes alguna cervecita en el cuerpo, que también es cosa de Neptuno. Conviene que sepas que esto de dividir las casas astrológicas en sectores de la propia vivienda no ha sido una ocurrencia mía, esto lo aprendí cuando estábamos traduciendo textos antiguos en la Escuela de Traductores de Sirventa, en los que se recogen todos los dichos de los astrólogos antiguos. Hubo un astrólogo muy famoso que se llamaba AI-Kindi (Iraq, 801-873 d.C.), cuyas ideas y aforismos recopilaron Abraham Ben Ezra (España, 1089-1167) y Ali Ben Ragel (Magreb, e 965-Kairuán, 1037), dos de las fuentes de información de las que me alimento. En un fragmento de astrología horaria, -que es otra forma de hacer astrología de manera impersonal, en la que no interviene la carta de nadie, sino

que se calcula la carta del cielo del momento en que uno tiene una ocurrencia o una pregunta- se le cuestiona a Al Kindi sobre un convite. Imagínate tú en esos tiempos lo que podía ser un convite, piensa en una boda o algo así. Le preguntan sobre cómo será el convite, y entonces AI-Kindi aconseja calcular el cielo del mo­ mento en el que está haciendo la pregunta y dice: "Si te invitan a un convite y quieres acudir, otorga el Ascendente a ti mismo; el Descendente al anfitrión; la Casa 11, al que está colocado a tu izquierda; la XII, al de tu derecha; la VI, al de la derecha del que invita y la VIII, al de su izquierda; el Medio Cielo, al hombre más noble que acude; la casa X, al de su izquierda y la IX, al de su derecha; la IV, a los criados; la V, a los que traen el vino y los regalos; la 111, a los que le envían los regalos.".

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los que traen el vino y los regalos

Esta fórmula puede parecer obsoleta, pero para quienes se tomaban en serio la astrología, era pura magia que permitía prepararse ante una situación como esa. Suponte que te han invitado a un convite, una celebración, una boda o una cena con otras personas y que quieres saber más o menos como será dicha celebración.

Entonces, usando tu programa astrológico, calculas la carta del cielo del momento en que te ha surgido la pregunta. Ahí te encuentras con una carta del cielo que es como un teatro donde están todos los actores necesarios para representar la cena o la celebración. Para responder esta incógnita, Al Kindi nos ha dejado varias rece­ tas o aforismos que conviene que aprendas: "Relacionarás a la Luna con todo el convite en general; el regente de la Casa donde esté la Luna, con su final; la Casa 11 de la Luna, con los alimentos, relacionando el primer regente de la triplicidad de esta segunda Casa con las comidas y el segundo con las bebidas.". De estas cosas que nombra Al Kindi la primera es fácil de entender: la Luna y la condición en que esté refleja el estado anímico general. Si ves que el día de convite la Luna está mal dispuesta, es decir, formando malos aspectos con planetas como Saturno o Marte, piensa que ese convite, cena o reunión va a ser desafortunado, con mala sombra, con enfados y disgustos; así que si vas a un convite con mala Luna, "amárrate los machos" porque pueden declararse disgustos y problemas. Luego dice que hay que ver en qué casa está la Luna, pues dependiendo de la casa en que se localice, el final del convite o del encuentro tendrá sus matices. Después habla de la casa 11 de la Luna -eso quiere decir que si dejas a la Luna como si fuera el Ascendente, la Casa 11 estaría en el signo siguiente, comenzando por el mismo grado que tiene la Luna-, relacionando los dos regentes de la tripli­ cidad con la comida y la bebida. Aquí aparece una dificultad: el tema del regente de la triplicidad; así que no queda más remedio que saber que cada signo zodiacal tiene unos planetas que son los regentes de la triplicidad y hay que memorizarlos o apuntarlos en tu agenda para que no olvidarlos. Hay un planeta regente de la tripli­ cidad según calcules la carta para el día o para la noche, excepto en Cáncer,

Escorpio y Piscis donde siempre el regente de la triplicidad es Marte:

Según los planetas regentes de la Casa 11 de la Luna podemos imaginar el tipo de comida y de bebida, si es Venus serán cosas dulces, si es Júpiter buenos jamones y carnes, si es Saturno ricos frutos secos, y así se puede uno ir imaginando el tipo de comida y bebida. AI-Kindi sigue dando matices para responder a esa pregunta de cómo será el con­ vite y dice: "El primer regente de la triplicidad de la Luna nos indicará cómo será el principio del convite, y el segundo, cómo será su final.". Supón que la Luna está en el signo de Tauro en una carta de día, entonces Venus es el regente de la triplicidad y eso significará que al principio de la fiesta habrá ale­ gría, belleza, risas y música, pero el segundo regente es la Luna, lo que nos llevará a un final con muchos cambios, muchas sensiblería y mucho asunto de mujeres; en resumen, se tratará de una celebración muy femenina o donde lo femenino ad­ quiere mayor protagonismo. Sin embargo, si la Luna está en Cáncer, Escorpio o Piscis, tanto al principio como al final habrá mucho bullicio, mucho tema de deporte, de lides o de sexo o gue­ rras, cosas de Marte. "El Medio Cielo con respecto a la Casa de la Luna se relacionará con los que rea­ lizan los juegos, recitan los poemas o se ocupan de las diversiones." "A su VII casa la relacionarás con el estado del convite, cuando se tumban los invi­ tados." Aquí es dónde se nota cómo debían ser los convites de antes, donde te tumbaban como los romanos para celebrar el evento. "La Casa IV de la Luna, con los lugares donde están sentados; La V, con los manteles sobre los que están; La VI, con la vajilla en que se sirve;

la 111, con las materias de que hablarán; la XI, con las cosas que adornan el convite y con las que son necesarias; la XI1, con las desgracias o problemas que sucederán; la IX, con los lugares a los que se dirigirán después de salir de allí, Y la VI 11, se refiere a la letrina, el baño, los lugares donde se lavan o semejantes.".

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Las Casas de la Luna y el convite

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asa V de la Lu los manteles y alfombras

Y para terminar el tema Al Kindi dice: «cualquiera de estas Casas que encuentres afortunada, te indicará que la cosa que representa en ese convite será buena, garbosa y alegre, según el poder de la for­ tuna que la beneficia y según el poder y el estado de su regente, y aquel de los

mencionados lugares que encuentres infortunado, di que lo que representa será malo y se estropeará, según el poder y el estado de su dañador y según el poder y el estado de su regente.". Para los antiguos astrólogos era muy importante ofrecer un informe lo más com­ pleto posible de cómo se podía desarrollar un banquete, un convite o cualquier en­ cuentro importante al que siempre acompaña una comida o una cena especial. Ben Ragel también explica el modo de saber cómo será el convite o banquete. El sistema es bien fácil, hay que calcular la carta del cielo del momento en que se formula la pregunta sobre la invitación al banque o evento social que incluye una comida o cena especial. Ben Ragel dice: "Cuando pienses ir a comer a una boda o a algún otro convite, o te pregunten sobre ello, otorga el Ascendente y su regente a ti mismo, al inicio de la comida y a si allí habrá muchos o pocos manjares, si éstos serán buenos, malos, suficientes y limpios y a los juegos que habrá.". Este primer aforismo es semejante al de AI-Kindi, pero Ben Ragel le añade si habrá muchos o pocos manjares, la calidad de la comida y los entretenimientos propios del evento. Luego dice: "Toma la Casa II como significadora del que se sentará a tu lado izquierdo, de los sirvientes del dueño de la mansión, de los que adoban los manjares y de los paños y ropa que se necesita.". Aquí también amplia y nombra a los sirvientes y cocineros, mientras que Al Kindi los colocaba en la Casa IV. Con la Casa 111 también hay cambios y dice: "A la casa 111, tómala como indicadora de los que están preocupándose por la co­ mida y no comen, y de los hermanos y de los amigos del que hace el convite.". También cambia el sentido de las Casas y añade a otros personajes asistentes al

banquete: "Toma la Casa IV como significadora de la casa o lugar donde están, de los parien­ tes por parte de padre del que invita, y de la buena o mala calidad de los manteles utilizados_n_ La Casa V la explica igual que AI-Kindi pero le añade más personajes y dice: "La V indicará el vino, los amigos del anfitrión, sus hijos, sus nietos, sus parientes y los que vienen con regalos.". Y de ese modo va señalando las personas que asisten al convite con algunas varia­ ciones y mejoras respecto al otro autor. "La VI significaría el que está a su derecha, sus empleados, los criados que sirven la comida y si son pocos o muchos, limpios y apuestos o no.". La VII informa de cómo es el lugar donde está sentado el anfitrión, si está triste o alegre, si tiene buen aspecto o no, limpio o sucio, de cómo son sus mujeres y los parientes de ellas, y también de los que encuentres en el viaje. La VIII significa el lugar donde está el vino, los vasos, los que están con las muje­ res del que invita, los que las ayudan, el que está sentado a su derecha y los can­ tantes. La Casa IX es indicadora de la puerta de la casa del que invita, de la entrada y de lo que hay en ella, de los cocineros, los panaderos, los que traen las cosas perfu­ madas, los que están tumbados mientras comen, de si acudirán muchas o pocas personas y de los porteros. La X está relacionada con las lámparas, y con los hombres de prestigio que estén presentes, como reyes y nobles . La Casa XI se referirá a los que estén sentados cerca de las velas, a los amigos y hermanos del anfitrión, y si éstos le son o no leales o si le robarán, y a las

personas de clase media que están presentes en ese convite. Considera la Casa XII como significadora de la propia mujer del anfitrión, de los hombres de clase más baja que acudan y de si los de su casa le aprecian, disfrutan con él o le envidian.

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Casa X lampara ersonas noble hem,anos anfit1ion amigos y personas de clase media Casa XI

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Casa I Tú mismo

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Casa 111 -----+-�as-a J V hennanos Y parientes del amigos anfitrion padre anfitrion

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Como verás, esto de la astrología antigua se aleja mucho de lo que habrás podido leer sobre horóscopos y cosas astrológicas al uso. Si lo piensas, esta astrología trata de hacer de espejo donde se tiene que reflejar todo lo que pasa aquí abajo y tú tienes que ser capaz de verlo con la imaginación, eso es ser vidente,

y eso es lo

que estás aprendiendo, no lo olvides, conforme aprendas estas cosas, te vuelves vidente. lo del banquete nos viene bien precisamente para eso, para que veas que lo que hace la astrología no es sólo mirar tu carta, eso sería como aprender anatomía mirándote el ombligo. La astrología es "holística de verdad"; el holismo destaca la importancia del todo como algo que va más allá de la suma de todas las partes y de la interdependencia entre todas las cosas que nos rodean. En este tipo de astro­ logía te puedo hacer ver esa interdependencia, sujeta a un orden celeste que sim­ plemente es maravilloso. Esta astrología tiene miles de años de antigüedad, la usaban los magos, los verda­ deros astrólogos, para ayudar a sus clientes, fueran reyes o nobles; difícilmente se ponían a la disposición de los malandros, aunque en alguna ocasión tuvieran que plegarse ante ese tipo de personas, como le ocurrió a Morin de Villefranche, que era Piscis con Ascendente en Aries (como mi amigo Charly), y se vio obligado a trabajar al servicio del Cardenal Richelieu. Una parte del conocimiento astrológico puede usarse sin necesidad de calcular ninguna carta, simplemente hay que memorizar espacios de un lugar para realizar una asociación de ideas que te permite ver donde los demás son incapaces de ver nada. En el capítulo del "sentarse en la mesa", de Ben Ragel, podrás obtener mucha información sobre las personas que se sientan en una mesa contigo.

Este So

Venus

Norte

Marte

Sur Nodo orte

Luna

Oeste

Hay un capítulo del bagdadí que trata sobre este tema, y se titula "Para saber la intención del que se te acerca". "Cuando alguien se te acerque y quieras saber qué intención trae, deja que se sien­ te como quiera y después fíjate: Si se sienta en la parte de Júpiter o de Venus, sepas que te quiere bien y que se precia de ti, que es sincero contigo y que te pone buena fama. Si se sienta en la parte de Saturno, sepas que se acerca a ti con mala intención y con rencor y que pretende hacerte daño con sus palabras, guárdate de él. Si se sienta en la parte del Sol, sepas que tiene mala disposición y te pone mala reputación.

Si se sienta en la parte de Mercurio, sepas que te tiene rencor encubierto y que demostrará que te quiere y te hace el bien. Si se sienta en la parte de Marte, no tienes con él ningún beneficio, cuídate mucho de él, con el beneplácito de Dios.". No me digas que no es fantástico hacer astrología sin necesidad de hacer ningún cálculo, basta con la observación para ver, para ser vidente, o sea, ver donde los demás no ven nada. Hay otro capítulo en este libro antiguo relacionado con este tema del sentarse en la mesa que aclara mucho lo de la orientación y el lugar de sentarse en ella:

"Cuando desees situarte en tu casa, colócate siempre en la parte de las fortunas y si viene alguien que te agrade, siéntale contigo en esa parte o en la parte de la otra fortuna. Y sepas que: Desde el Medio Cielo hasta el punto de Oriente es de Venus. El punto mismo de Oriente es del Sol. Desde el punto de oriente hasta el Norte, que es el ángulo de la tierra, es de Júpiter. El punto mismo del Norte es de Mercurio. Desde el punto del Norte hasta el punto de Occidente es de la Luna. El punto mismo de Occidente es de Saturno. Desde el punto de Occidente hasta el Mediodía es del Nodo Norte. El punto mismo del Mediodía es de Marte.". Aquí conviene que te explique qué es eso de fortuna o infortuna, pues los antiguos simplificaban las cosas de esa manera . Se consideran fortunas a Júpiter, Venus y el Nodo Norte de la Luna, y se consideran infortunas a Marte, Saturno y el Nodo Sur de la Luna. Mercurio se vuelve infortuna si va acompañado de las infortunas, y se

vuelve fortuna si va con las fortunas. Pasa algo parecido con el Sol y la Luna, que se vuelven infortunas si reciben malos aspectos o están en un signo de las infor­ tunas, por ejemplo: el Sol o la Luna en Capricornio o Escorpio se vuelven infor­ tunas. La cosa de fortuna o infortuna luego adquiere muchos matices, porque si un pla­ neta infortuna está influenciado por una fortuna, no hace daño, o al revés, si un planeta fortuna está influenciado por las infortunas, da poco de bueno; así, usando el sentido común puedes llegar a saber cuáles planetas son fortunas o infortunas. Si te fijas en la carta del cielo de nacimiento de Charly podrás observar cuáles pla­ netas son fortuna. T iene al Sol, Mercurio y la Luna en Piscis, un signo regido por Júpiter, eso significa que esos tres planetas son fortuna. Siguiendo con el tema, Ben Ragel nos dice que cuando entres en la casa de al­ guien, fíjate dónde está situado el dueño de la casa y según donde lo halles, debes sentarte en los siguientes lugares: Si está situado en la parte de las fortunas, siéntate con él o en la parte de la otra fortuna. Si está sentado en la parte de Saturno, colócate en la parte de las fortunas. Si lo encuentras sentado en la parte de Marte, no te sientes en aquella casa, y prepárate para marcharte, que eso será mejor que quedarte en esa casa. Realmente esta forma de ver la astrología no tiene nada que ver con lo que se en­ seña en los centros astrológicos de nuestra época. Esta astrología es una escuela de videntes, porque al final te hace ver donde los demás no ven nada. Te he llevado hasta todo este lío de Casas por el tema de la Casa VIII, que Al Kindi relacionaba con el cuarto de baño. De tal manera, si regresamos al repaso del significado de las doce Casas, al llegar a la Casa VIII tenemos que pensar que ahí

se refleja el tipo de cuarto de baño que cada uno tenemos.

Casa VIII. El cuarto de baño y el retrete

la Casa VIII refleja el tipo de cuarto de baño que tendemos a elegir o el modo en que lo decoramos, pintamos u organizamos. Conviene que recuerdes que la Casa VIII tiene una semejanza con el signo de Escorpio, donde el planeta Plutón tiene mucha influencia, por eso en la Casa VIII siempre está el retrete que puede estar junto al baño o no, como ocurre en Francia o en Sirventa, donde el \VC está sepa· rado de los lavabos y de la bañera. la Casa VIII representaba los establos donde se acumulan las pajas secas mez· ciadas con los excrementos de animales, que luego se convertirán en abonos.

Cuando no existía el cuarto de baño, las necesidades se hacían en el establo y se limpiaban con un poco de paja seca, eso lo siguen haciendo en algunos lugares atrasados. la Casa VIII también son las bodegas cerradas donde se guardaban los quesos o los vinos, puede ser algún hueco debajo de las escaleras donde ocultas algún buen vino. En el caso de Charly, el planeta Marte, Escorpio y Sagitario mezclan su influencia a la hora de organizar su cuarto de baño. Rojo y azul son los dos colores que debe­ rían estar presentes, y Marte siempre se deja notar en aristas o zonas de peligro en el cuarto de baño.

Casa IX. La capilla del hogar, el altar de nuestros dioses y el lugar de trabajo

Ahora vamos a regresar a donde estábamos cuando tratamos de ver el reflejo de las Casas en los diferentes sectores de la vivienda. Antiguamente, la Casa IX era el lugar de culto a los dioses, cuando la religión era demócrata y había variedad de dioses, antes del totalitarismo monoteísta. En la Alcudia de Elche, en Alicante, se conservan las ruinas de las antiguas vivien­ das de los habitantes de hace más de dos mil años. Al entrar en la vivienda, en la parte izquierda hay una hornacina donde se muestra el cráneo de un niño recién nacido con un agujero en el centro de la cabeza.

De ese modo se rendía culto a la diosa, sacrificando el primer niño para ella. Que no te parezca cruel porque aquí en España hemos tenido tres millones de abortos silenciosos y nadie se rasga las vestiduras. Ese sacrificio antiguo cumplía la fun­ ción de mejorar las condiciones de la especie, pues la niñas de entonces no tenían condones ni pastillas del día de después, de tal manera que se quedaban embara­ zadas a muy corta edad, por ello el sacrifico del niño permitía a la mujer hacerse más robusta para tener el segundo hijo. Ese culto religioso doméstico es diferente según las culturas. En la cultura católica, en vez de poner el cráneo de un niño sacrificado, ponen a un señor clavado en una cruz, con una corona de espinas sobre la cabeza y unos buenos clavos en los pies con un herida sangrante en el costado y un rostro retorcido por el dolor. En la iglesia ortodoxa no existe esta imagen dolorosa de Jesucristo, en Rusia, Cris­ to siempre está resurrecto y luminoso, pues allí con el frío ya tienen bastantes penas. Y si te vas a la República de Buriatia, el cráneo del niño sacrificado con agu­ jero central es una memez, pues allí cuando entras en una vivienda, en la horna­ cina o el pequeño altar que hay en todas las casas, te puedes encontrar con repre­ sentaciones de dioses que dan espanto.

Dicen en esos lares que estas imágenes tienen un aspecto atemorizante que sirve para infundir miedo en los no creyentes y acercarlos al camino de la creencia reli­ giosa. Aunque originalmente eran la representación de la danza Tzam, en la que intervienen los dioses planetarios. El caso es que en todas las casas del mundo hay una capilla, un altar, un espacio dedicado al dios o dioses de cada persona, o a los maestros espirituales de cada quien. Yo mismo tengo en mi capilla a la Pantera Rosa, quien tenga que entender, entenderá. Hay quien tiene a la Virgen de Guadalupe o a un señor gordito con un collar de flores. las creencias de la especie humana son variopintas, sin embargo a causa de la zona del mundo o la familia a la que pertenecemos, acabamos some­ tidos a unas creencias o dogmas que no son nuestros, sino del lugar y de la fami­ lia, pero con los cuales nos identificamos.

Esa identificación está reflejada en la Casa IX, el lugar de culto al dios de cada uno, el altar de antiguo sacrificio. Hoy día, a finales del katún de tierra, el altar se han transformado en un mueble grande, con estanterías y cajones donde se van colo­ cando las figuras o fotografías de los lugares visitados durante los viajes que se van haciendo en la vida, antiguamente esos viajes eran las peregrinaciones a los lugares sagrados, hoy día la cosa no siempre es así.

Además de las fotos y los suvenires, como elemento central está presente el dios de la casa, ese ser todopoderoso que todo lo sabe y de todo te informa, que te forma, te hace creyente: el dios de la Televisión, el mismísimo Plutón que se

encarga de mantener tu alma en vilo, aterrorizarte a base de noticias horribles o pura pornografía. La televisión es mucho peor que lo de la calaverita del niño con cráneo agujereado de los ilicitanos antiguos, peor que las representaciones de los dioses de Buriatia. Así que donde antiguamente estaba la capilla del hogar, el altar, la hornacina de la virgen María, ahora está este horrible aparato que tiene a todos poseídos, que es lo mismo que decir endemoniados. Mira tú en lo que ha ido a parar la Casa IX.

Charlie

10' 0''

En casa de Charly el mueble que representa a la Casa IX no tiene la televisión. Menos mal, allí tiene a Sagitario, la madera, y a Saturno, el color negro, por eso tiene un mueble con los objetos propios de color negro. El diabólico aparato que te anula la mente, está justo a la entrada del salón, reflejado por el planeta Plutón,

X tiene su reflejo celeste en el signo de Capricornio, de la cabra, el chivo y el ca­ brón, tres elementos simbólicos que te han de servir para interpretar la influencia de Capricornio, así como la de Saturno, su planeta regente, que se puede repre­ sentar como una cabra o un cabrón. Así que, cuidadito con Saturno, no vayas a creer que es una abstracción, Saturno es un dios astrológico cuya influencia se deja notar de muchas maneras. Estos dioses astrológicos no tienen moral ni sen­ tido del bien ni del mal. Fíjate cómo es Saturno, parece que lo que más le divierte es partirle un hueso a una persona o darle un dolor de muelas, para ello se vale de las escaleras y de las partes altas de la vivienda, las buhardillas, los altillos y los tejados, desde donde te puedes caer y partirte los huesos y sobre todo, en casa de Charly, los altillos que tiene en las dos habitaciones que fueron de sus hijos. Esos altillos que originalmente usaban los niños, ahora están repletos de cosas antiguas, aparatos o cajas con todo lo que uno se pueda imaginar, de cosas viejas que ya no sirven, pero que da pena tirar o no sabe uno donde guardar. Esas son las partes altas de la vivienda y esa es la Casa X y lo que ahí se refleja. En el caso de Charly, la Casa X tiene a Capricornio, Acuario y Venus en Acuario. La parte de Capricornio refleja objetos grandes y pesados, mientras que Acuario siempre re­ fleja aparatos eléctricos o electrónicos, televisores o pantallas para ver imágenes. Y con respecto al planeta Venus, ya te puedes imaginar qué es lo que Charly esconde en su altillo. Si se entera Patricia, su mujer, nos corre a gorrazos a los dos. No sé si te he dicho antes que en los lugares de Saturno hay que tener cuidadfn. Te voy a contar un poco el comportamiento del animal que luego se traslada a las per­ sonas poseídas por Saturno. En un momento de mi vida dejé el mundo urbano y me fui a vivir a Sirventa, como ganado tenía dos cabras, un chivo y una oveja. Cada vez que el chivo se arrimaba

al borde de uno de los bancales escalonados de mi finca, venía a mí, ponía su ca­ beza en el lateral de mi rodilla, presionaba levemente varias veces como tanteando la firmeza de la pierna, y luego se iba tan tranquilo; así una y otra vez, llegué a pen­ sar que esos tanteos de su cabeza en mi rodilla eran muestra de afecto. Pero no, nada de eso, un día que estaba con la pierna desequilibrada, vino el cabrón y me pegó un empujón que me tiró al bancal de abajo, mira tú como actúa el modelo, así que ojito con él, que de cañño nada, sólo tantea para derribarte. la escalera de madera oscura que sube al altillo, y el altillo mismo es zona de má­ ximo peligro cuando llegues a la edad de Saturno. Por esa escalera podrías caerte y romperte una pierna, así que protégete. Ojito también con las personas de Saturno, que ahora hay uno de esos que va a gobernar en Argentina, pero no te preocupes, que te enseñaré como distinguirlos a todos, estábamos en tu casa vien­ do el reflejo de la Casa X, y ahora vamos a la XI.

Casa XI. Terrazas, balcones, ventanales

En la Casa XI podemos visualizar uno de los modos en el que se escenifica la in­ fluencia astrológica, ahí están reflejadas las terrazas, los espacios al aire libre, las azoteas, y todo tipo de ventanas. Estas son las áreas de la vivienda donde se siente mayor libertad. Donde hay cristales, o ventanales esta la influencia de la Casa XI, que tiene mucha relación con la influencia de Urano, regente de Acuario, que nos posee a través del ansia de ver más allá, más lejos, desde mayor altura o con más claridad. Terrazas, ventanas y balcones. Cuando nos visita en casa una persona importante, desde el punto de vista social, la invitamos a pasar al salón comedor y le ofrecemos el mejor sillón. Pero si viene a visitarnos un amigo, jamás lo invi­ tamos al salón, si hace buen clima nos lo llevamos a la terraza, o a dejarle que se fume un cigarro en el balcón, las zonas relacionadas con la Casa XI, que al mismo

tiempo es el escenario de los amigos. En la Casa XI de la vivienda de Charly, que tiene una parte de Acuario y otra de Pis­ cis, además del Sol y Mercurio, se ve reflejada una casa con mucho Sol con ven­ tanas grandes y algunas pequeñitas. La presencia de Acuario significa que desde sus ventanas se puede ver el cielo y las estrellas durante la noche, mientras que la intervención de Piscis refleja las ventanas interiores, las que dan a la parte interior de la vivienda que ya pertenecen a la Casa XII.

Casa XII. Los patios interiores de la vivienda

la Casa XII es donde se refleja el aspecto de los patios y las zonas interiores de la vivienda, los lugares donde se tiende la ropa lavada y los patios o jardines inte­ riores. la zona representada por la Casa XII refleja también un lugar de encuentro, como el que tenían las lavanderas cuando iban a lavar la ropa sucia en grupo.

El claustro de la vivienda, el rincón íntimo donde se puede meditar o escuchar mú­ sica, esa es la manera perfecta de que se escenifique la influencia de la Casa XII, aunque debido al hacinamiento humano de la mayor parte de la población, la Casa XII se ha reducido a una lavadora automática y un armario secador de ropa. la influencia de la Casa XII se extiende más allá de la propia vivienda sin dejar de ser parte de la vivienda, se podría hablar de la vivienda multipropiedad. Vamos a verlo en plan antiguo de la edad media cuando todo el territorio cristiano estaba salpicado de conventos. los conventos también eran hospitales y hospicios que servían para satisfacer las necesidades de los peregrinos. En todas las religiones hay una peregrinación que le es propia, como es el camino de Santiago en España o la ruta de los Huicholes en México. El peregrinaje es fruto de las creencias religiosas que están en la Casa IX y que te

obligan a emprender una peregrinación. Así que cuando eres peregrino o viajero, ya seas turista o emigrante, la Casa IX eres tú mismo cuando viajas, y la Casa XII (que en el sistema de casa derivadas es la Casa IV de la Casa IX) se trasforma en el hogar del peregñno, que antes eran los conventos y abadías, que a su vez fungían como casas de salud. Cuando viajas eres lo mismo que un peregrino y tienes que buscar un lugar donde vivir, normalmente será un hotel y si eres más pobre, quizá una posada o una pen· sión; el hospedaje puede ser de lujo o humilde, pero siempre se tratará de lugares que tienen un componente Piscis, de colectivo. En la Casa XII de Charly, además de ver el patio interior con su influencia Piscis, está el lugar donde escucha música con una ventana que da al interior y desde donde puede ver a sus vecinos. Y la parte Aries se refleja en el patio de la entrada delante de la cocina, donde están unos enormes cuchillos que tiene Charly en la cocina, viniendo desde el patio de Marte. Y así hemos hecho un recorrido por vivienda de Charly y su cielo, ahora cada uno debería ser capaz de ver ese mismo reflejo astrológico en su propio hogar, y si vie· ran que no se refleja correctamente significa que en esa casa no se está bien y que hay que cambiarse en cuanto se pueda.

¿Vivimos en la casa que nos corresponde? Una forma de saber si uno vive en la casa que mejor le sienta es observar la carta de nacimiento y fijarse sobre todo en la Casa IV. Si en ese lugar está el signo de Aries o el planeta Marte, tenemos que imaginar rojo, hierro o esquinas, o las tres cosas. Son personas que prefieren vivir en un

lugar donde se sientan protegidos, defendidos; igualmente les sucede a las per­ sonas con el Sol o el Ascendente en Aries. Si la Casa IV está en Tauro o el planeta Venus está allí presente, conviene pensar en un jardín, campo, tierra, casa cómoda y bella . Cuando se puede elegir, la casa ideal para estas personas ha de tener un poco de espacio ajardinado o por lo menos unas macetas, algo de verde en su casa. Esto mismo es válido para las per­ sonas de Tauro. Si es Géminis el que está presente o el planeta Mercurio da para imaginar una vi­ vienda en una torre o una casa más bien pequeña. En general son personas que cambian de casa con cierta frecuencia y, casi siempre, lo que compran por 3, lo venden por 4. Prefieren viviendas que sean fáciles de vender. Eso mismo les ocurre a las personas de Géminis. Cuando en la Casa IV está el signo de Cáncer o la Luna, las personas tienden a ele­ gir una casa en planta baja o en una plaza de zona urbana, con ventanas o puertas interiores por donde entra luz, pero no el sol. Eso mismo les gusta a las personas de Cáncer. Si está leo o el Sol, se puede pensar en una casa muy soleada donde entra el sol en la cocina, que es un espacio que también se utiliza como salón comedor, una casa con una cocina grande bien soleada donde se pueda comer sin ensuciar el salón donde estaría el signo de Virgo en caso de tener a Leo en la IV Casa. Si está el signo de Virgo en la IV Casa significa una casa de pequeñas dimensiones que no cueste mucho limpiar y que tenga muchas lejas o estanterías con cajon­ citos y muebles ordenados. Si es Libra el signo que está en la Casa IV entonces se busca una casa de cierta be­ lleza con tendencia a ocupar pisos altos, un dúplex o que se deje notar la dualidad

de las balanzas. El que tiene el signo de Escorpio o Plutón en la Casa IV prefiere los lugares reti­ rados, aislados o al final la calle, desde donde se pueda ver a todos los vecinos sin que ellos lo vean a uno; pueden tener un sótano o un zulo. Eso mismo sirve para las personas de Escorpio. Quien nace con Sagitario o Júpiter en esta Casa, tiende a vivir en casas mucho más grande de lo necesitan, o en una casa de madera. Si pueden viven en un palacio y si no, se conforman con una casa donde haya madera o árboles, un suelo de par­ quet o madera en el banco de la cocina, y si nos les da para madera, entonces pin­ tan la casa de color azul. Si ves que una persona tiene a Capricornio o a Saturno en la Casa IV, piensa que le gusta vivir como las cabras, en lo alto de un monte, pero si no hay monte elegirán las viviendas en pisos altos, eso mismo hacen en general las personas que nacen con el Sol en Capricornio. Quienes nacen con Acuario o Urano en la Casa IV, necesitan ver el cielo estrellado desde su casa, por eso tienden a vivir en áticos con terraza, o lugares que tengan buenos balcones o terrazas al aire libre, con vistas y lo más independientemente posible. A eso mismo tienden las personas de Acuario. los que nacen con Piscis o Neptuno en la Casa IV prefieren tener su vivienda en un lugar colectivo, bien sea una urbanización cerrada donde haya otras viviendas y otras familias o un piso en un edificio colectivo. lo que más les gusta es tener un patio interior en forma de claustro donde poder escuchar música o simplemente no hacer nada. Eso mismo ocurre con las personas de Piscis.

La influencia de los planetas en las Casas La influencia de los planetas también se refleja en las diferentes Casas astro­ lógicas. La posición del Sol o del signo de Leo en las diferentes Casas marca una diferencia clara, pues en el sector de la vivienda donde está el Sol o Leo suele en­ trar luz solar, y en algunos casos esa área suele usarse como salón comedor. Un caso claro es tener el signo de Leo en la Casa IV, entonces se refleja en una cocina americana. Donde está la Luna o el signo de Cáncer suele haber un espejo grande, una luna para mirarse de cuerpo entero, unas ventanas por donde entra la luz, pero no el sol. Y también habrá color blanco, cortinas blancas o claras, muebles blancos, objetos de plata y cosas de la madre o de la suegra. El lugar donde esté Mercurio da para imaginar, libros y estanterías, lugares donde ponerlos, objetos de manualidades, cuadernos, papeles, cosas propias de Mer­ curio; en esa estancia suele haber una ventana más bien pequeña por la que entra poco sol. En la Casa en la que encuentres a Venus y la zona de la vivienda con la que se co­ rresponda habrá plantas con flores, colores pasteles, rosas, verdes y azules sua­ ves, cuadros bonitos, objetos de arte, ropa de fiesta, un espejo pequeño, pelucas postizas o secretos de amor; fotografías de la persona a la que se ama, o videos que despierten el deseo sexual. Pero Venus también puede dejar notar su influen­ cia a través del dinero. Es importante que sepas que hay dos tipos de Venus, la Venus de Libra que tiene mucho amor y la Venus de Tauro, que amor no le falta, pero a la que le importa mucho el dinero. Así que en el lugar de la vivienda donde esté el planeta Venus, ahí cada persona esconderá el dinero. No creo que los ladro· nes lean este texto ni sepan cómo encontrar a Venus en casa de Charly.

La Casa donde se encuentra Marte, es decir el lugar que representa esa Casa, es la zona peligrosa, ahí está el color rojo, el matadero de la vivienda, el lugar de la casa donde se puede morir. En el caso de Charly, el planeta Marte está en la Casa VIII, lo que significa que el lugar más peligroso de su casa, donde se lastima de vez en cuando, se corta y le caen gotas de sangre es en el cuarto de baño (así alimenta a Marte, que de eso vive). Te voy a contar una anécdota mía sobre Marte en la Casa VIII. Hacía poco tiempo que me había alquilado un minúsculo pisito en el barrio de Gracia, en Barcelona. En esos días estaba observando un tránsito de Marte que se me colocaba justo en la cúspide de la Casa VIII, formando una cuadratura con mi Venus en la Casa V. Lo primero que pensé fue que mi pareja (por aquél entonces, una catalana) iba a venir con malgenio y podría montarme una bronca por cualquier cosa. Así que decidí atrincherarme en el minúsculo pisito de Gracia y no salir hasta que pasase el trán­ sito de Marte. Lo primero que se ocurrió fue darme un baño de agua calientita dentro de una ba­ ñera menuda y cuadrangular. En vez de abrir el grifo a chorro lo hice usando la alcachofa de la ducha que llevaba su manguera, conecté el agua caliente, corrf un poco la cortina para que no salpicara el agua y me desnudé. A continuación y un poco como en cámara lenta, abrí la cortina, metí la pierna, pisé la alcachofa de la ducha, se volvió hacia arriba y en vez de agua lanzaba directamente vapor de agua hirviente; en unas centésimas de segundo cubrí con mis manos y brazos lo que había que cubrir, pero el agua hirviendo me escaldó medio cuerpo. La quemazón fue doblemente horrible: la quemadura propia del agua caliente y tomar conciencia del modo en que influye Marte en la Casa VIII cuando está "esquinado". Así que en la Casa donde se encuentre Marte hay que tener precaución, porque en

esa zona de la vivienda hay esquinas, picos o ángulos cortantes, hierro o direc­ tamente el arma o las armas que se tengan en casa. Júpiter deja notar su influencia a través de la madera y el color azul, y todo lo que tú puedas imaginar que se puede hacer con eso. Madera y azul puede ser un sofá de ese color o de algún otro según el signo en el que se encuentre Júpiter; imagí­ nate a una persona que tenga a Júpiter en Capricornio, en la Casa V, puedes pensar que en el salón de su casa tiene un sofá enorme de color negro o muy oscuro, en el que casi nunca se sienta nadie. Si tiene a Júpiter en Aries imagínate un sofá un poco más duro y tonos rojizos cuya función no es la de estar sentado cómoda­ mente, sino para otra actividad que ya te puedes imaginar. - ¡Ay, qué poco espiritual que es usted don Tito, por explicar las cosas asíl-, me decía una señora en una ocasión. Yo le respondí que no es poco espiritual ver cómo las influencias de los ángeles celestes (que son las fuerzas planetarias) inci­ den sobre nosotros hasta en al más mínimo detalle de nuestra existencia. las asociaciones de ideas que hacemos los astrólogos nos pueden hacer aparecer ante los demás como adivinos, pero nosotros sabemos que estamos haciendo uso de la ciencia más antigua de la humanidad . Si vemos a Júpiter podemos pensar en un sofá, pero no quiere decir que siempre se trate de eso. lo será sin duda si el Júpiter está en la Casa 111 {un sofá en la alcoba), o en la Casa V {un sofá en el salón), o en la VII {un sofá en el segundo dormitorio, el dormitorio de los hijos, que también puede ser estudio), o en la Casa IX {pueden ser dos sofás, uno para ver la tele y otro en el lugar donde se trabaja). Pero no imaginarás que Júpiter en la Casa VI 11 pueda escenificarse a través de un sofá, porque hay que estar muy loco para meter un sofá en el cuarto de baño; en todo caso puedes pensar en un cuarto de baño con bañera grande o en un baño de buen tamaño y dominando por el

color azul. Tampoco pensarás que un Júpiter en la Casa IV se manifieste como un sofá en la cocina. Hay que usar el sentido común, a fin de cuentas Júpiter se esce­ nifica en la madera, en los lugares espaciosos o amplios y en el color azul, así que puedes visualizar una cocina grande con muebles de madera y cortinitas de color azul y blanco. Saturno deja notar su influencia a través de los colores oscuros o del negro, siem­ pre está en los objetos duros y pesados que si se te caen de las manos te pueden machacar un pie, o que si tratas de levantarlos sin cuidar la posición de la espalda te lastiman la columna y te quedas tieso. Aunque Saturno también es todo aquello que has podido heredar de tus padres, lo que te regaló el jefe o las cosas antiguas o viejas. Piensa un poco en una persona que tiene a Saturno en la Casa VII, como en el caso de Charly que lo tiene muy a final de la Casa VI, pero se nota en la Casa VII. Esta Casa refleja la habitación de los hijos. Y si no mal recuerdo, en mi primera visita a esa vivienda, cuando el matrimonio convivía con los dos hijos y cada uno ocupaba un cuarto, en ambos había sofás negros o muy oscuros. Así es la cosa. Si se va la luz o pierdes la cobertura, todo lo que es de Urano deja de funcionar, mira tú si es fácil descubrir las cosas uranianas en una vivienda. Todo lo que se enchufa a la corriente es de Acuario-Urano, aunque la influencia de Urano puede estar compartida con Neptuno o con Plutón. Por ejemplo, una lavadora eléctrica tiene un componente Acuario-Urano, pero también tiene uno de Neptuno-Piscis; mientras que un televisor tiene un componente Plutón, porqué a través de ese medio se comunica el mismísimo demonio con los seres humanos. Otra cosa es la telefonía o el internet que es lo más puramente uraniano. Así que allí donde observes a Urano piensa en un elemento eléctrico, moderno,

una pantalla para ver TV o el ordenador personal; un teléfono fijo, un proyector de imágenes, una cámara fotográfica, un telescopio, unos binoculares, gafas, lupas o lentes y toda una variada gama de aparatos eléctricos. Hay algo importante que debes saber: si en una carta no hay ningún planeta en al­ guna Casa, tienes que mirar la Casa de enfrente, la opuesta, y si allí ves algún pla­ neta, lo interpretas como si estuviera en la Casa vacía. Veamos el ejemplo de Char­ ly.

Charlie

M

Urano está en la Casa 111, lo que significa que en su dormitorio hay un ordenador conectado que se comunica por internet, pero que lo usa Patricia su mujer, porque Urano está en Cáncer (regido por la Luna, que siempre es la mujer madre de los hijos de la casa). �Se entiende? También se puede ver reflejado que Charly duerme

con una astróloga que es madre y su mujer. Ahora nos fijamos en la Casa de enfrente, la Casa IX y la vemos vacía de planetas, entonces nos llevamos con la imaginación a Urano a la Casa IX, eso nos refleja unos aparatos eléctricos de comunicación que bien podrían ser un ordenador y un teléfono en el habitáculo donde Charly trabaja. Porque la Casa IX refleja el lugar fí­ sico del trabajo. Y eso ocurre así porque la Casa del trabajo es la Casa VI, y el hogar o la Casa IV de la Casa VI es la Casa IX. Esto ya sé que puede marear un po­ quito, pero hay que irse acostumbrando a derivar las Casas (sistema de casas deri­ vadas), pues es una de las piezas móviles más preciosas de este mecanismo astro­ lógico. Neptuno y Piscis son inseparables de la música, si no canta el coro no hay misa, borracho que no canta, algo le pasa en la garganta. Hoy día se puede pensar que en el lugar donde está Neptuno hay música, un aparato de música o un instru­ mento musical. Y si no fuera así, porque ni Neptuno o Piscis están el salón, el dormitorio o en un lugar adecuado, entonces la influencia de Neptuno se puede imaginar con cortinas y cristales esmerilados, como los que se colocan en el cuar­ to de baño, en las ventanas interiores o donde se quiera preservar el lugar de las miradas indiscretas; en ventanas exteriores que dejan pasar la luz, pero no la vista o persianas de la más variada gama. En el caso de Charly que tiene a Neptuno en la Casa VII, además de tener unas habitaciones que han sido habitadas por personas muy influidas por Neptuno, su hija Natalia que es Piscis y su hijo Diego que es músico, esas habitaciones tienen unas ventanas que dan a la zona interior (la zona Piscis) y tiene unas ventanas de madera que, cuando se cierran, dejan pasar la luz pero no la mirada curiosa. Y así se nota Neptuno y funciona sí o sí. Por último, Plutón es el cierre el final de todo, donde todo termina, desde la más

exquisita cena a las horribles borracheras, el fin de las cosas, el retrete. Antes de que se descubriera este planeta, no había retretes, se usaban los establos o un agu­ jero con una madera encima o un orinal de cerámica. En mi ciudad, cuando era pe­ queño, en los años 50, el domingo de gloria había que tener mucho cuidado con los orinales y los botijos, porque ese día, en plena Luna llena, por la mañana bien temprano se arrojaban a la calle los botijos, los orinales y todos los platos y tazas medio rotas, junto con estampitas de gloria de colores que los niños recortábamos durante los días de semana santa, cuando estaba prohibida la música y los bares estaban cerrados. Y en esos años llegaron los retretes a todas las casas españolas, luego vendría la televisión, las dos cosas más importantes asociadas al planeta Plutón, el planeta enano. La Casa VIII, el signo de Escorpio y Plutón siempre huelen un poquito a pipí. Hay que tirar lejía y perfumar un poco. Y si no huele a pipí o caca, entonces se oye al demonio de la TV darle al pico sin parar. Además de esos dos inventos, Plutón deja notar su influencia en los vacíos donde podemos imaginar un cadáver. A Plu­ tón le gustan los muertos, es lo suyo, él nos está esperando en su reino y a veces se impacienta. A ver, piensa en una película de terror y piensa dónde aparecen los cadáveres. En las bañeras hemos visto montones de cadáveres, por lo tanto éstas son pluto­ nianas, lugares peligrosísimos donde mucha gente muere, se mata o se suicida, �no� los agujeros grandes los sótanos, las bodegas y todo tipo de zulos para esconder armas y tesoros o las dos cosas, también se pueden asociar a Plutón. Ese Plutón que tiene Charly en la Casa V, además de notarse por el retrete que tiene justo a la entrada del salón, también deja notar su influencia en un pequeño zulo que tiene bajo la escalera que sube a la primera planta partiendo del salón, ahí

guarda ve tú a saber qué cosas. Y hasta aquí he tratado de formarte en la manera de ver de los magos antiguos, que parecía que podían adivinar. Nada que ver con los psíquicos que son capaces de percibir lo que piensas y lo que sientes y volcártelo en su espejo. Esto de la astro· logía es más holístico o más universal, donde se estudia a la persona, su mundo más directo y a las personas con las que se relaciona, aquellos que le dan sentido a nuestra obra, los que nos hacen sentir amor, cariño, afecto, amistad y nos quieren

y nos cuidan cuando pueden, y también a los que sienten por nosotros lo contrario y nos hacen sufrir cada vez que pueden. Eso es lo que vamos a ver en el siguiente capítulo.

SEGUNDA PARTE

Las personas con las que nos relacionamos Para poder representar la ópera prima de nuestra vida necesitamos de los demás, igual que los demás nos necesitan para representar la suya. Cada uno de nosotros, junto a los demás, formamos un tapiz oriental del que sólo vemos un mare­ mágnum de hilos por la parte de atrás. En la carta del cielo de nacimiento están representados o tienen su espacio cada uno de los personajes con los que nos relacionamos, con quienes formamos la alfombra mágica en la viajamos por esta vida. Somos en tanto que nos relacio­ namos, percibimos de nosotros según nuestros encuentros o intercambios con los demás, y hay una serie de personas que condicionan nuestro estado de ánimo, nuestro amor propio y nuestras ideas hasta lo incomprensible. En primer lugar está la influencia de los familiares: padres, hermanos, pareja, abue­ los, tíos, primos, cuñados, suegros, consuegros, hijos, nietos, y hasta sobrinos. A cualquiera de ellos te los puedes encontrar un domingo por la mañana y depen­ derá de lo que te diga o el modo que te mire, para que comiences un buen do­ mingo o tengas el primer disgusto. ¿Hace falta que ponga ejemplos? Me gusta contar casos exagerados y de ser posible con humor, otra cosa es que lo consiga. Tenía un amigo muy devoto de su gurú, cumplidor de sus ejercicios es­ pirituales y fiel asistente a los encuentros con el maestro. Me contó que un día, después de terminar un encuentro de fin semana, con sesio­ nes de yoga, meditación, alimentación súper sana y nada contaminada, sin drogas, ni sexo mórbido, él se sintió "elevado", "conectado", estaba flipando, en la gloria.

Cuando regresó al domicilio conyugal abrió la puerta de su casa y lo primero que se encontró fue a su hija llorando porque torpemente se le había derramado un cazillo de leche hirviendo sobre el brazo, la madre de la niña con un ataque de ansiedad e histeria al ver a la niña con el brazo enrojecido por la leche caliente, y al fondo de sala, emergiendo de la cocina como un jabalí en celo, la suegra grito en el cielo culpando al mal padre que no estaba en casa para cuidar de su hija. Desconexión inmediata, bajada del burro total, aterrizaje de emergencia, se acabó la flipada, ni gurú, ni nada. La cosa es así, confío en que lo entiendas. Somos uno con los demás y para saber eso no hace falta gastarse el dinero, ahora te lo explico todo y ya irás viendo.

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Padre Suegra

Hay un grupo de personas con las que estamos obligadamente en contacto, de quienes difícilmente podemos evadir su presencia constante, personas que de un modo u otro han modelado nuestra personalidad; algunas de esas personas son a las que más amamos,

y a otras las sentimos como la gota de agua del martirio

chino, son los "mis" de nuestra vida: mi madre, mi padre, mis hermanos, mi pa­ reja, mis hijos, mis amigos, mis enemigos, etc. Esos personajes actúan preferen­ temente en sus escenarios particulares, en su tiempo, pensando que los actores son los planetas que actúan en cada persona según en la Casa en la que se encuen­ tren, o dependiendo de la edad que tengamos. Cuando somos niños, Mercurio se escenifica a través de hermanos y compañeros, pero más adelante cuando tene­ mos hijos, Mercurio se escenifica a través de ellos, de tal manera que en cada tiempo, en cada edad los planetas toman un canal de expresión.

La edad de la Luna y el aprendizaje emocional La Luna generalmente actúa con el papel de la madre de la familia, pero si ves que una persona tiene a la Luna en la Casa XII, posiblemente la Luna, además de asu­ mir el papel de la madre, también actúa como si fuera la tía. Y si ves que la Luna está en la Casa 1, puede actuar como abuela, si está la Casa 111 entonces la Luna puede actuar en el papel de hermana, y si está en la Casa IV, la Luna puede jugar el papel de padre, y si está en la Casa V, entonces la Luna puede escenificarse a tra­ vés de una hija. Lo más curioso es que si la Luna está en la Casa V I, además de salir a escena como madre o como tia, también actúa en el papel de mascota. A la Luna de la Casa VI le gusta mucho actuar de perro protector y cariñoso. Si ves que la Luna está en la Casa V II, piensa que puede actuar al principio como abuela y después en el papel de la pareja, la mujer o el esposo. Si está en la VIII puede salir como una hermanastra, y si está en la IX puede salir como cuñada, que es la que te invita para Navidad. Si la Luna está en la X es la madre seguro, el tipo de madre y la relación que con ella se tiene, siempre emocional, nunca racional.

La peor madre es la que trata de razonarlo todo con los niños cuando tienen menos de cuatro años, es como razonar con un conejo. Este tipo de madres con un fuerte componente Saturno son las que más hijos e hijas neuróticos educan. La madre, en primera instancia, antes que nada es una teta, en su primera irrup­ ción en la obra de nuestra vida hay una teta de la que succionas y sacas alimento calientito que te calma el apetito y te da sueñecito, y si no te da sueñecito detrás de la teta salen un brazos que te balancean un poquito para que te entre sueñecito, y si no te duermes, aparece un voz suave que te canta una nana, y tú al final, te cal­ mas y duermes feliz y profundamente. Luego te despiertas medianoche, te pasas la lengua por labios, los notas un poco resecos, recuerdas la teta, y te pones a gritar como una bestia parda despertando a todo el mundo en plena noche, reclamando teta. Y ahí viene de nuevo la teta que lleva esa señora, que me la trae cuando grito. - 1Uy, que me he hecho cacal-. Bueno, grito un poco, viene la teta que tiene señora detrás y me limpia el culito, y ella se lleva que lo que he sacado. Así le regalo algo, premiaré a la señora que lleva la teta con mi caquita dorada. Esto no es una idea mía, esto lo explicaba de otro modo Sigmund Freud, que como era alemán y le pe­ gaba a la coca, tenía otra forma de decir las cosas. Con la Luna aprendemos a establecer una relación de ventaja a través de un meca­ nismo extremadamente sencillo y eficaz que utilizan casi todos los seres vivos: pego un grito, chillo, meto ruido y la teta que tiene señora detrás viene y me da de comer, y me limpia la caca, y cubro todas mis necesidades. El que más grita, ya sea pollito de águila o niño mal educado, es el que más come y el que mayor atención recibe. Hay un dicho castellano antiguo que dice: uEI que no llora, no mama". Hay adultos que mantienen ese comportamiento infantil de niño maleducado, se

les escucha gritar o lamentarse ante sus familiares porque aún creen que de ese modo les va a venir la teta con señora detrás, a darles su biberón y limpiarles la ca­ quita . Hay mucha gente inmadura que no ha podido librase del patrón de conducta de la edad de la Luna, se les nota porque son lunáticos e histéricos. Y también hay muchas personas con fuerte componte de Cáncer o de la Luna que nunca aban­ donan del todo ese papel lunar y se pasan la vida gñtando o lamentándose. El asunto de la Luna se suele llevar bien hasta llegar a los cuatro años, que es el final de la edad de la Luna, ahí se termina la edad de la crianza, porque hasta esos años estamos absolutamente en manos de la madre, aunque si tienes la Luna en la Casa I o en la VII, caes en manos de la abuela, y si la Luna está en la XII o en la VI, caes en manos de alguna de tus tías, y si está en la 111 puedes caer en manos de tu hermana, y si tienes la Luna en la VIII y está mal configurada, puedes caer en manos de la terrible hermanastra, o de la misma madre que te jode el sistema emocional de un modo miserable, porque no solo no te da teta, sino que te fastidia todo lo que puede de la peor manera imaginable. Así pues, las primeras experiencias con los distintos tipos de "madre" nos van dejar unas marcas emocionales, que son como unos canales que hemos tenido que perforar mientras nos salían los dientes, una vez los dientes fuera, ya cambia la percepción de la vida, el grito emocional ya no sirve para lograr los propósitos, a partir de ahí queremos otra cosa además de la teta con señora detrás. Por eso la Luna tiene una "naturaleza esencial" que la asocia con la madre, pero también tiene un "naturaleza adquirida", por la que puede escenificar su influencia a través de otra mujer de la familia y hasta del mismísimo perro o gato que dejas dormir contigo, o te guarda y te protege por la noche desde su lugar. Si es un perro, te protege de las amenazas reales del mundo en el que vives, y si tienes

gatos, te protegen de las amenazas irreales o psicológicas de tu mundo mental.

La edad de Mercurio. Aprender a relacionarse Para los astrólogos antiguos, al cumplir los cuatro años, el niño entra en la edad de Mercurio. En el Tíbet, al cumplir los cuatro años, los niños que han nacido con el cielo apropiado son llevados por los monjes a los monasterios. Aquí en nuestro mundo occidental, a esa misma edad se lleva a los niños a los colegios o guar­ derías donde desaparecen las tetas con señora detrás y de nada te vale hacerte el gracioso porque allí estás en medio de un griterío de otros pollos, que también reclaman atención. Cada uno recuerda sin duda la experiencia de su primer día de escuela, y si no, mala cosa, todo lo que se tapa, huele. Mi experiencia fue extraordinaria, entré en la clase tan contento, me pusieron sentado en un banco con una mesa larga con otros chicos a mi lado y otros enfrente. La experiencia prometía ser divertida. El juego consistía en pintar palotes, tenías un cuaderno en blanco con unas líneas horizontales y debías saber usar un palillero, un ferrillero y una pluma, la cosa era fácil, montas el chisme, mojas en la tinta y pintas palotes. Cuando estaba tan feliz pintando mis palotes, unos para la izquierda y otros inclinados a la derecha, algu­ nos bien rectos para que pareciera una calle con gente paseando, con espantosa sorpresa recibí tal golpe con un palo en el culo, que salté del banco, al tiempo que un gorila espantoso me gritaba con cara de pocos amigos: "¡Los palotes rectos, los palotes rectosl". Y eso es lo que aprendí ese día, el primer día de la edad de Mer­ curio, cuando sueltas la teta y te llevan al colegio. En el colegio de entonces se decía: "La letra con sangre entra".

la edad de Mercurio lo cambia todo, horas de dormir, dietas, relaciones, vida dia­ ria. la forma que tenemos de sentir ya está sellada, ya no se aprende a percibir o demostrar afectos y emociones, eso lo aprendimos en la edad de la Luna, con las madres, que siempre suelen ser muchas, todas de la Luna. Al igual que la Luna, Mercurio tiene una "naturaleza esencial" cuando actúa de her­ mano o de hijo, pero también puede adoptar otros papeles. En el caso de Charly, que tiene a Mercurio en la Casa XI, sus amigos, clientes y yernos (todos de la casa XI) tienen en común que son listos y ágiles en la comunicación, y eso es porque son seres poseídos por Mercurio. Todos los chicos y chicas que fueron con nosotros al mismo colegio, son per­ sonas de Mercurio, muchos de ellos pudieron pasar a ser amigos, otros compe­ tidores, otros enemigos secretos; y así con el tiempo, como el mismo metal de mercurio, se han ido diluyendo en otros escenarios y cambiando de personajes. luego, cuando ya eres mayor, Mercurio se notará de otro modo y serán todos los compañeros de trabajo con quienes hablamos, incluso los amigos de Facebook tienen un puntito de mercuriales.

La edad de Venus: el encuentro con el amor y la belleza la edad de Mercurio termina a los 14 años, y ahí empieza la edad de Venus; en esos años aparece esta diosa y nos trastorna el pensamiento, la vida y el corazón. Para los antiguos astrólogos, la edad de Venus comprendía de los 14 a los 24 años, etapa en la que la influencia de este planeta se nota más que en otras edades. Acabas de cumplir 14 años y se te ocurre invitar a la fiesta de cumpleaños a tu prima, a tu vecina o a alguna de tus amigas del colegio. Llega el día de la fiesta y de

momento no sabes que te pasa pero se pone la mente tonta porque una de esas chicas o chicos está poseída por la diosa Venus, y se te despierta una cosa que no habías sentido antes que te entontece, te deja una muesca en la cabeza y cuando te vas a dormir aparece la imagen de quién te has enamorado por primera vez. Y así el amor entra por sorpresa y te hace sentir algo nuevo que te apasiona. Entonces empiezas a mirarte al espejo y a querer tener un aspecto atractivo, el ata­ que de Venus te lleva a querer ser atractivo. Vas al cine a ver una película de James Dean y decides que ése será tu modelo de atractivo; vas a comprarte unos tejanos ajustados, unas botas y una camisa bonita para sentirte como el ídolo elegido, para estar guapo, para gustarle a quien te atrae. Y así van pasando los años de Venus, los años del amor, el tiempo de estar enamorado a toda hora. Claro que para las personas con un fuerte componente de Venus, como suelen ser los naci­ dos en Libra o Piscis {Venus está exaltada en Piscis), el tema de amor es recu­ rrente, siempre tienen algún trastorno causado por el amor, los de Venus son los enamorados crónicos. Todas las personas que te despierten un sentimiento romántico o que te hagan gracia son las personas de Venus en tu vida. Si estás enamorado de alguien o lo estuviste en algún momento, esa persona es de Venus; en momento determinado de tu vida, cuando se active una oposición de Venus, la verás pasar a lo lejos, ape­ nas podrás decir hola y dejarla pasar. El planeta Venus en tu carta de nacimiento también deja notar su influencia en todas aquellas personas que tienen relación con el arte, que nos hacen sentir que estamos ante una obra de arte. ¿Por qué me gusta a mi Gauguin� Me gusta más que ninguno de los pintores impresionistas, y eso me lo explico por la astrología. Resulta que en mi cielo de nacimiento está Venus en el signo de Géminis, justo

donde Gauguin tiene el Sol y Venus, por eso a mí me hace más gracia ese pintor que otro. Y de ese mismo modo a cada uno nos gusta un tipo de pintura, de deco­ ración, de colores, de música y olores. Todas esas cosas tienen relación con Venus y escenifican su influencia a través de personas que son artistas, decoradores, modistas o personas que tengan como función hacer la vida o a las personas más bellas y atractivas. Así que si vas paseando por la calle y ves una persona vestida de rosa, piensa que está poseída por esa diosa y que va buscando que la miren y gustar, necesita sen­ tirse atractiva, cuanto más guste, mejor. Si en ese mismo paseo ves a un señor que lleva en las manos un montón de bille­ tes y los va contando con la naturalidad del que maneja frecuentemente mucho di­ nero, piensa que también esta poseído por Venus. Y eso es así porque hay dos tipos de Venus: la Venus de Libra, diosa del amor cuya función es unir en su ba­ lanza amorosa a dos almas separadas; y la Venus de Tauro, más prosaica y que tiene una manera de pensar y actuar distinta, en la que lo importante en el amor es el dinero. Un caso exagerado y un poco rudo es el Venus en Piscis, un Venus supe­ rior, de mayor belleza, que no siente asco de nada -lo contrario de Venus en V irgo que todo le da un poco de asco-. Me sabe mal decirlo pero un hombre pobre, si es un poco mayor y es medio feíto, lo tiene mal para que se enamore alguna mujer de él. Pero si por una de esas le toca el gordo de la lotería, le salen novias hasta de detrás de la estantería. Y si es mujer pasa exactamente lo mismo. El amor de Venus se despierta por diferentes vías, una de ellas son las hijas para el que tenga hijas. Deja de comprarle y rega­ larle cosas a tu hija y ya verás como poco a poco desaparece y no te saluda más, así es la cosa. Pero si eres rico, entonces no te preocupes, que ni tus hijas ni tu

mujer se van a alejar mucho de ti. Es una crueldad decir esto, pero alguien te lo tenía que decir. Así que a Venus hay que tenerle una cierta precaución porque es un planeta veleidoso, ambivalente y muchas veces cambiante. Hoy te quiere mucho y la semana que viene te puede tener aborrecido. En el tema del amor hay que ser muy cuidadoso, y el que tenga un amor, que lo cuide, que lo cuide como dice la canción. la edad de Venus, el tiempo de los romances y del amor, desgraciadamente ter­ mina a los 24 años, cuando empieza la edad del Sol. Sin embargo, las personas con un fuerte componente de Venus, bien porque sean Libra, Tauro o Piscis de Sol o de Ascendente o porque tengan al planeta Venus prominente, toda la vida están con la murga del amor, con la manía de querer estar atractivas, la necesidad del amor romántico como la necesidad de teta con señora detrás que tienen todos los de la Luna, que luego son los que se amorran al litro de cerveza delante del partido que dan por el televisor.

La edad del Sol, el tiempo del héroe Al llegar a los 24 años, eres lo más bella que puedas llegar a ser, has llegado al punto culminante de la hermosura. Por ejemplo, en los concursos de belleza en Francia no se admiten mujeres mayores de 24 años. A partir de ahí, tanto si eres mujer como hombre, ya te han dicho de sobras lo guapo o lo guapa que eres, in­ cluso empieza a molestar que todo el mundo te admire sólo por tu belleza y te miren la cara, el culo, las tetas, o si eres chico, te miran la cara y el paquete. Llegas a los 25 años y dices: "¡Vale! Ya está bien soy guapo, y ¿qué? ¿Tengo algún talento o algún mérito más?".

A partir de ahí surge la necesidad de recibir reconocimiento, de alimentar al ego en otro sentido que no sea identificarlo con la belleza y el arte. Salvo que seas artista y entonces siempre se quedará el elemento Venus junto al Sol, esperando recono­ cimiento a causa de tus creaciones artísticas. La edad del Sol tiene un recorrido de 18 años y nos lleva hasta los cuarenta y dos. Durante esos años, se abre el modelo solar, el del héroe que todos llevamos dentro, ha llegado la edad de Hércules y sus doce trabajos, el tiempo de hacer méritos en la vida social.

El león de Nemea es un mito que refleja muy bien lo que aún ocurre hoy día en las tribus Watusi que crían ganado vacuno. El joven que quiere ser hombre y demos­ trar que lo es tiene que ir en busca de un león y matarlo, a partir de ese momento el hombre joven ya tiene una dignidad, después de desollar al león con su piel, se

hace un manto, ya es como un Sol en leo que ha de sentirse digno por su primera hazaña. Esta es la faceta añana de la personalidad solar, pues es en el signo de Aries donde el Sol tiene su exaltación. la Hidra de lerna es un mito sobre el segundo trabajo de Hércules, que es ir en busca de una serpiente monstruosa dotada de numerosas cabezas, con la peculia­ ridad de que para matarla se hacía necesaño cortar todas las cabezas a la vez, algo que era imposible para una sola persona. En este mito se desarrolla la actividad solar en modo Géminis, pues nuestro héroe, para acabar con la Hidra, tiene que buscar la ayuda de su compañero !olas, echar mano de otras personas, buscar un socio para realizar su tarea. De tal manera, este trabajo solar representa el tiempo en que para acometer una empresa es necesario contar con otro, como en el mito, porque si no, es imposible lograr este segundo objetivos de la vida, como puede ser casarse o formar una sociedad o relación de colaboración con otros. Y los años solares van pasando hasta llegar al trabajo del Jabalí de Erimanto. Este mito refleja la faceta social del héroe solar, cuya función es acabar con todos los temores. En el mito debió ser un animal como el de la película "El Jabalí", una bes­ tia tan enorme que podía atravesar un muro y comerse a los habitantes de la casa. El jabalí del mito no amenaza con matar a nadie, sino que mantiene en el terror a los rebaños y pastores. En el mito, Hércules tiene la ocurrencia de ir corriendo de­ trás del jabalí hasta que el bicho queda extenuado y cae dentro de un barranco ne­ vado. En esta parte de la edad solar es el tiempo de vencer a los miedos, ir tras aquello que nos asusta y llevarlo a su extenuación, a su final. Ese punto de la edad solar ronda los 33 años. Y llegamos al tiempo del mito del trabajo de la Cierva de Ceñnea, la de las patas de bronce, trabajo que refleja bastante la faceta Capricornio del modelo solar. Cuenta

el mito que viendo el rey Euristeo que Hércules, su primo, era muy rápido co­ rriendo, quiso abusar de él y le mandó traer viva a una cierva muy especial que recorría los montes de Arcadia. El bicho en cuestión tenía los cuernos de oro y las patas de bronce, nadie había logrado alcanzarla. Hércules sabía que esta cierva es­ taba consagrada a Diana, por ello nunca tiene intención de matarla, pero corre tras ella, persiguiéndola durante un año entero hasta que consigue rendirla; le arranca los cuernos de oro, se carga al animal sobre sus hombros y la deposita a los pies de Euristeo. Este mito refleja un tiempo en el que nos dignificamos haciendo un trabajo para el beneficio de otro y la única ganancia se mide en el aumento de la autoestima. Aun­ que lo que no se sabe bien del mito, o no lo cuentan muy claro, es si Hércules se queda con los cuernos de oro y le entrega la cierva a su primo el rey (porque las ciervas no tienen cuernos), así que quizás este mito encubre un periodo del ciclo solar donde trabajamos para otros y cobramos a precio de oro. Algo propio de la faceta Capricornio. El siguiente trabajo de Hércules, es el arquetipo solar en su matiz de Virgo, que todos llevamos en nuestro AON. En este trabajo el héroe tiene que pasar la prueba de los Pájaros de Estínfalo, un lugar pantanoso y pestilente donde habitan unos pajarracos grandes e inmundos que no paran de defecar, con alas, pico y garras de puro bronce y que atacan a los hombres y a los animales, devorándolos y destro­ zándolos. Hércules tiene que desarrollar el ingenio y la habilidad: mete mucho ruido con unos enormes timbales para asustar a los pajarracos y cuando están en vuelo, él, excelente arquero que es, los mata a flechazos a todos. En esa fase de la edad solar de Virgo ya hemos aprendido a hacer ruido, a hacernos notar y a liquidar a aquellos

personajes de nuestro entono que despiertan temor; uno a uno, dejamos el cielo de nuestra vida limpio de pájaros de mal agüero. Es cuando se borran muchos "amigos" del Facebook. Por eso las personas de Virgo se quedan más solitarias que las demás. Transcurre la cinta del tiempo y van pasando los años del Sol, el tiempo de hacer el papel del héroe, de hacer méritos, dejar marcas, el tiempo de ser el protagonista de la ópera prima de tu vida. Luego llega el tiempo del trabajo en equipo, el tiempo de hacer de Jonh Wayne. En el mito de las Yeguas de Diómedes hay unos equinos salvajes indomables que soplan fuego por los agujeros de la nariz; el rey del lugar les ofrece como alimento en un pesebre de bronce a los extranjeros náufragos que tienen la desgracia de recabar en la isla. En esta ocasión, Hércules tiene que formar un equipo, trabajar en grupo. Aquí se refleja una faceta de Júpiter en Piscis de nuestro héroe solar. En este mito ha de­ bido estar inspirada más de una película de Jonh Wayne. Embarca a un grupo de amigos, llegan a la isla donde están los bichos malos que tiran fuego por la nariz; juntos matan a los guardianes cuidadores de los caballos y atrapan al rey de la isla para colocarlo en el comedero de bronce donde sus propias yeguas lo devoran con avidez. A las bestias las atan y se las llevan quién sabe a dónde. En este mito solar, la dignidad se obtiene por el hecho de haber sido capaz de organizar un grupo para realizar una proeza, una heroicidad, en la medida en que el papel de tu vida te permite hacerlo. Puede ser un viaje inolvidable o un trabajo en grupo del cual, cuando pasa el tiempo, aún te sientes orgulloso. En esas edades del Sol también se refleja el mito del Cinturón de Hipólita y las Amazonas. En esta ocasión, el héroe o la heroína que todos llevamos dentro tiene una tarea que vencer, en la faceta Libra de nuestro héroe solar, provocada por el

capricho de una sobrina del rey. En el sistema astrológico, las sobrinas salen en el mismo escenario de la pareja y del socio, por eso el capricho de una sobrina se puede cambiar el por el capricho de tu pareja o de tu socio. Hércules se ve obligado a ir en busca del cinturón de la reina de las amazonas por­ que la sobrina del rey desea obtenerlo por su belleza, elegancia y riqueza . De nuevo, Hércules organiza a un grupo de amigos para llevar a cabo la tarea. Llega junto a sus acompañantes al palacio de Hipólita, la reina de las amazonas, cargado de numerosos regalos y bellos presentes, para obtener el cinturón con palabras diplomáticas. La reina está a punto de convencerse cuando los vasallos comienzan a gritar, llamándole traidora y cobarde. Las amazonas cargan sus arcos y llenan de flechazos a los hombres de Hércules, quienes se defienden a hachazo limpio, finalmente dispersando a las guerreras amazonas, dejando a casi todas heridas o muertas. El héroe y sus hombres capturan a la reina y llevan el cinturón a la sobrina del rey. Este trabajo es una tarea que también implica reunir un grupo capaz de hacer un trabajo duro, un trabajo que requiere un sobreesfuerzo, enfren­ tarse contra las personas del otro sexo, propio de la faceta Libra en cada uno de nosotros. En esa edad se aprende a intentar conseguir las cosas a través de la per­ suasión y el intercambio. Otro de los trabajos del héroe solar es fiel reflejo de algún trabajo sucio que a todos nos ha tocado asumir en la vida, o que tendrás que asumir, si aún eres joven: el trabajo de los Establos de Augfas, una tarea relacionada con la faceta Escorpio solar. El trabajo consistía en limpiar los establos de un rey loco que tenía más de mil bueyes allí metidos, con el pastizal de excrementos que uno se pueda imaginar. La tarea consistía en dejar el lugar limpio como una patena. Nuestro héroe personal, que en algún momento se ha encontrado ante una situación

semejante, tuvo que agudizar su ingenio, hacer de ingeniero para solventar el pro­ blema, igual que hizo Hércules en este mito, quien abre tres brechas en un río cer­ cano, dirige sus aguas a los establos y de ahí al mar, para así dejarlos limpios. Otra experiencia de la edad del Sol son los viajes de negocios o a causa del trabajo; esto se refleja en cierta medida en el mito de los Bueyes de Gerión, uno de los tra­ bajos de Hércules cuyo escenario son las tierras occidentales de España, donde pastan los toros bravos. Allí vivía Gerión, un personaje dotado de tres cuerpos, fa. moso por ser el hombre más fuerte del mundo conocido. Gerión tiene un rebaño de toros bravos rojos muy feroces, pastoreados por un enorme perro de dos cabe­ zas y por un dragón de siete cabezas. El trabajo de nuestro héroe es apoderarse de los toritos bravos y llevárselos a su primo, el rey. Al parecer Hércules atraviesa el estrecho que separa España de África, dejando dos columnas a cada lado para recordar su viaje, a las que llamó "Columnas de Hércu­ les". Al llegar a tierras españolas lo primero que escucha son los ladridos del perro de dos cabezas, que lo guían directamente al lugar donde están los toros rojos bra­ vos y feroces. Al perro le mete dos mazazos y lo liquida en un santiamén. Al dra­ gón de siete cabezas le clava siete flechas, una en cada cabeza y lo elimina inme­ diatamente. Finalmente, cuando encuentra al gigante Gerión, le propina cuatro puñetazos y lo mata enseguida. luego se lleva a los toros rojos bravos de paseo por toda España, atravesando Francia e Italia, hasta llegar a Arcadia. Todo un viaje de negocios. Después viene el trabajo de las Manzanas de oro de las Hespérides. Un trabajo que tiene mucha relación con la faceta Acuariana de nuestro héroe personal. las Hespérides son hijas de la noche y al igual que las estrellas, las Hespérides sólo se dejan ver durante la oscuridad nocturna, al alba o al ocaso, momentos

siempre cercanos a la noche. En el antiguo mito griego se las situaban al otro lado del océano, en el confín occi­ dental del mundo. Vivían en un jardín maravilloso donde estaba el manzano de las manzanas de oro, a cuyo cuidado y custodia las había dejado la Diosa Madre, pero también eran las encargadas de guardar los rebaños celestes y los frutos exquisitos del manzano de oro. las Hespérides celestes hijas de la Noche son varias, pues existen distintas ver­ siones. las más conocidas o muy visibles son cuatro: Egle, la Brillante o la Blanca, en la ruta del estaño; Eritia o Aretousa, la Rojiza; Hésperaretousa o la Aretousa de poniente; Hestia, la Negra y Hesperis. las Hespérides celestes hacen una clara referencia a los luceros o los planetas visibles. la más evidente de todas es la llamada Eritia o Areutousa, la Rojiza, pues se le identifica de manera muy clara con el planeta Marte por su bñllo rojizo y su semejanza con Ares, que no es otro que Marte, por eso viene lo de Eritia o Are­ tousa. Otra Hespéride que tiene una relación evidente con el planeta Saturno es Hestia, la Negra. Según Hesíodo, Hestia fue la primera hija de Saturno, la pñmogénita entre los siete hijos de Saturno, hermana pues de Deméter, Hades, Zeus y Poseidón. Por otro lado el apelativo de "la Negra" también la relaciona con Saturno, que es aná­ logo al color negro, Hestia es la deidad femenina de Saturno. Hesperis es la hija de Héspero, que es lo mismo que véspero, o vespertino, el lu­ cero del atardecer o el lucero del alba, y que se refieren al planeta Venus. Héspero es el genio del lucero vespertino, hermano de Atlas. Cuenta la leyenda que se sube a los hombros de su hermano para escrutar el horizonte y termina rodando hasta el mar con un pedazo de su hermano. Este mito tiene relación con un seísmo, pero

también está conectado directamente con Venus, el Lucero del Alba. Egle, la blanca, la del camino del estaño, se relaciona con el planeta Júpiter, con quién se asocia a este dúctil metal. Así, cada una de la Hespérides se corresponde con los luceros o los planetas que son visibles a simple vista, especialmente al atardecer. El árbol del Jardín de las Hespérides y sus frutos representan la misma idea que el árbol sagrado presente en muchas otras mitologías. Este es el mismo árbol filo­ sófico, el árbol de las Sefirot, donde las manzanas son cada una de estas esferas de emanaciones y que representan el plan de la creación de todas las cosas; son los diez atributos o poderes divinos, y las siete Sefirot inferiores se correlacionan con los planetas, desde Saturno hasta la luna. la manzana es un símbolo que tiene varias lecturas: por un lado representa los de­ seos terrenales y su desencadenamiento. la prohibición de comer la manzana venía de la voz suprema que se opone a la exaltación de los deseos materiales. Pero también significa poseer el conocimiento de manera consciente y creadora. La manzana del árbol de la ciencia del bien y del mal que comieron Adán y Eva tiene un significado de conocimiento de la unidad que confiere la inmortalidad: "... Mas del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, porque no muráis. Entonces la serpiente dijo á la mujer: No mori­ réis; Mas sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabi­ duría; y tomó de su fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella. Y fueron abiertos los ojos de entrambos... ". (Génesis, 3:3-3:7) En el mito hebreo, la manzana es símbolo de adquisición de conocimiento y

asumir lo que ello significa. En este mito, la serpiente despierta la sed de conoci­ miento y es análoga al dragón guardián del jardín de las Hespérides, que interviene tentando a la mujer a tomar la manzana y alcanzar el conocimiento. la sed de conocimiento es como dijo Nietzsche, una zona solo intermedia entre los deseos terrestres y la pura y verdadera espiritualidad; por ello la manzana tiene un simbolismo más profundo y oculto, y su significado procede de lo que la man­ zana tiene en su interior. Si cortamos una manzana en sentido transversal podre­ mos observar como aparece un diseño de una estrella de cinco puntas, que es símbolo de la sabiduría celeste. la manzana simboliza el conocimiento, pero la manzana de oro, es el conoci­ miento divino, el saber que oculta el cielo, y también la sabiduría que hay en la Astrología. las Manzanas de Oro fueron el regalo de boda de la Diosa Gaia a Dios Padre y Diosa Madre, y simboliza la sabiduría divina, el don de la creación. Las manzanas de oro son también las frutas de la inmortalidad. Para cuidar del Jardín y sus preciados frutos, la Diosa Madre puso como jardineras a las Hespérides, que eran también las encargadas de guardar los rebaños celes­ tes, los frutos exquisitos y el manzano de oro. El dragón alado, que también se pa­ rece una serpiente alada, es el guardián que la Diosa Madre puso en el Jardín de la Hespérides para proteger las manzanas de oro. El dragón del cielo representa los ciclos de tiempo que se pueden conocer a través del Zodiaco celeste. Este dragón o serpiente alada se encuentra representado en el cielo en la constelación de Draco. El dragón de las cien cabezas vigila que los cuer­ pos planetarios, las manzanas doradas de la sabiduría, se mantengan dentro de su curso, en el jardín celeste del anochecer.

la constelación del Dragón se sitúa por encima de Hércules y se retuerce entre las constelaciones de las dos Osas. Esta serpiente cósmica representa al Ouroboros, que busca su cola con la boca abierta para cerrar los ciclos celestes. las estrellas que forman esta constelación llegan a rozar ligeramente el horizonte, pero nunca se ponen, es como si el Dragón siempre se quedara vigilante sobre cielo, es un guardián que mora en los lugares vedados a los hombres, cuidador de lo divino y de los tesoros escondidos. El mito del viaje de Hércules en busca de las manzanas doradas es mucho más largo, con más vicisitudes y encuentros que ningún otro trabajo del héroe. Durante el viaje, Hércules va preguntando sobre el lugar donde se halla el Jardín de las Hespérides, hasta que encuentra a Atlas, completamente inmovilizado porque sobre sus hombros sujetaba la bóveda celeste. Atlas le dice: "Conozco el jardín por el que me preguntas, además ese jardín pertenece a mis hijas, las Hespérides. Para mi será muy fácil entrar ahí y traerte sus frutos, si tú me reemplazas mientras yo descanso un poco, voy y te traigo las manzanas, �vale�"Pero cuando Atlas se vio libre de sostener el cielo sobre sus espaldas, decide hacer él mismo el trabajo de Hércules, y va al jardín de sus hijas a cortar las manzanas doradas para llevarlas al rey. Durante ese tiempo, nuestro héroe se siente atrapado, soportando el peso del cielo. Unos dicen que en ese tiempo Hércules estuvo aprendiendo astrología; nuestro Hércules personal puede estar aprendiendo cual­ quier cosa moderna o alternativa, un trabajo muy de Acuario. Cuando Atlas vuelve de Arcadia se encuentra de nuevo con Hércules, como siem­ pre, nuestro héroe tiene que recurrir a un ardid para salir del paso: simulando un enorme dolor y una terrible fatiga, le suplica a Atlas que sujete la esfera un mo­ mento para ponerse más cómodo. De ese modo engaña a Atlas, quien vuelve a

cargar el cielo a sus espaldas, y Hércules regresa al palacio de Micenas a llevar las manzanas doradas.

El último trabajo del héroe solar es su encuentro con el perro Cerbero. El

envidioso primo de Hércules, harto de no conseguir que el héroe fracase, le manda un último trabajo con la idea de que al fin muriese. Hércules recibe la orden de capturar al perro guardián de Hades (Plutón), el dios de los muertos y del mundo subterráneo, o sea, una prueba al límite . Para entrar en el mundo subterráneo tiene que conseguir un permiso especial que obtiene a través de Mercurio, el mensajero de los dioses (Hermes en su papel de psicopompo), pero con la condición de que tiene que entrar desarmado en el mundo de los muertos. Así Hércules se enfrenta al terrible can Cerbero que le propina unas buenas mordeduras, hasta que el héroe agarra del cuello al perro y lo deja medio asfixiado, casi estrangulado, para llevarlo a los pies de su hermano rey, quién se horroriza tanto que manda devolverlo a su lugar. Y así concluyen los doce trabajos de Hércules que reflejan nuestra vida du­ rante la Edad del Sol, el tiempo de hacer méritos que tiene un final. Con el Sol ocurre lo mismo que con la luna: tiene una "naturaleza esencial" que es actuar de "yo". El Sol actúa en ti cada vez que pronuncias las palabras "yo", "mío", "mf" o "soy". Pero también tiene una "naturaleza adquirida" por hallarse en una Casa u otra, en la que el Sol escenifica su influencia a través de otras personas que forman parte del "yo". Por ejemplo, si una persona tiene al Sol en la Casa V, su "yo", amor, propio y dignidad se trasferirán a un hijo; para esa persona, un hijo es lo más importante o lo que más le afecta, es su héroe, el Hércules de su vida. Si el Sol está en la Casa IV de una mujer el Sol, primero aparece como padre y luego como marido, de tal manera que le transfiere a ellos los trabajos de Hércules. luego dependerá de la configuración que tenga el Sol para que se desarrolle una autoestima personal. Si el Sol está en Leo y se relaciona con buenos planetas, entonces se puede espe­ rar que la influencia del Sol se exprese a través de una persona con elevado amor

propio, pero si ese mismo Sol está mal configurado por estar junto a Saturno u otro planeta infortuna, la valoración del padre es pésima y luego eso mismo se re­ fleja en la persona que no se valora adecuadamente o que le cuesta sentirse valo­ rado. Si te cae el Sol en la 111, se cambia al padre por un hermano, y si está en la Casa VII, el Sol actúa en el papel de la pareja o en las personas que necesitamos para poder llevar a cabo nuestros proyectos. Y eso es especialmente así durante los años de la edad del Sol. Así termina la edad del Sol, justo al cumplir los 42 años. Desde los 24 hasta los 42 son los años del Sol, los trabajos heroicos, los méritos adquiridos, el currículo de nuestra vida social y profesional. Luego entramos en la edad de Marte.

La edad de Marte, martirio, trabajo y aventura sexual Si estuviéramos en los tiempos del Imperio Romano, después de servir a la legión era cuando te licenciaban, pasabas de ser guerrero a disponer de tierras, esclavos y hierros. En esta etapa de la vida los arietes y armas se transforman en arados para trabajar la tierra. Ahí llega la edad de arar las tierras conquistadas, de labrar, de laborar; en esa edad, y cuando nadie se lo imagina, es cuando de verdad se em­ pieza a trabajar duro. Todo lo de antes en la edad del Sol eran "posturitas", y dejar "marcas", pero aquí empieza la edad más dura de la vida. Desde los 42 hasta los 56 es la edad de Marte, cuando no nos queda más remedio que tomar decisiones duras, asumir trabajos pesados y sufrir los embates de la vida. Alrededor de los 45 años es el tiempo de mayor riesgo, en el guión de estos años de Marte es cuando pueden haber operaciones quirúrgicas, accidentes, intentos de asesinato, peligros de muerte y hasta intentos de suicidio. El nivel de adrenalina en

sangre es mayor que en ninguna otra edad, la necesidad de sexo se vuelve impe­ riosa, la irritabilidad y la agresividad llegan a su máxima frecuencia y el trabajo se vuelve más intenso que nunca, o si te quedas en paro, la depresión por ansiedad es terrorífica. los años de Marte son muy duros y los personajes con los que nos encontramos en ese tiempo también, en esta etapa de la vida aparecen los competidores duros, los apasionamientos sexuales, las personas de Marte que visten de chándal o tie­ nen un vestido rojo: todos los personajes peligrosos que ponen en riesgo tu vida. Hay un oasis de los 48 hasta los 50 años, donde se reajustan los lazos de amor. luego todo se vuelve un poco deprimente. los hijos ya se han hecho mayores, las iniciativas profesionales están casi agotadas, la fuerza física disminuye y al llegar los 52 años, "el escopetazo" o la sequedad vaginal se hacen presentes en las esce­ nas íntimas. Llega el tiempo de la depresión y las sorpresas deprimentes. Llegado a esta edad conviene cambiar de dieta y comenzar a ingerir frutos tropicales: piña, mango, tomates y alimentos semejantes, para equilibrar la disminución de sero­ tonina propia de la edad.

La edad deJúpiter, la libertad merecida la edad de Marte sigue un poco a trompicones hasta llegar los 56 años, que es cuando comienza la edad de Júpiter, el tiempo en que las personas deberían jubi­ larse y dedicarse a viajar y disfrutar del mundo, pero los gobiernos que nos expri­ men con impuestos para financiar sus ambiciones, sus guerras y sus corrupciones lo hace imposible de momento. Habrá que esperar un siglo más humanista, cuan­ do los políticos no sean la basura de gente que nos ha tocado sufrir, para que la

realidad humana sincronice con los ciclos astrológicos. A partir de esa edad aprendes a no discutir; a ahorrar en energía, a no disgustarte, de lo contrario, es seguro que comenzarás a padecer alguna enfermedad, te sube el colesterol, el azúcar o lo que sea. En la edad de Júpiter hay muchas escenas de viajes, de encuentros, de celebra­ ciones de todo tipo, de nuevas relaciones con personas extranjeras, es el tiempo de hacer el Camino de Santiago, de visitar a tu gurú favorito en la India o hacer ese viaje que llevas años soñando. A partir de los 56 años se entra en un edad muy agradable y satisfactoria, ya no hay que competir o trabajar como un burro como ocurría en los años de Marte, en ese tiempo ya tienes maestría y si no la tienes, haces como si la tuvieras, que es lo que hacen todos los Piscis o los Sagitarios, que son de Júpiter y procuran vivir toda la vida como si estuvieran en la edad de Júpiter. Nadie sabe cómo lo hacen, pero lo hacen. la edad de Júpiter llega hasta los sesenta y ocho años de edad, en ese paquete de tiempo que va de los 56 a los 68 años hay muchas novedades. A partir de los 60 comienza un ciclo social nuevo que se puede escenificar como una nueva oportu­ nidad para ejercer la profesión que siempre se había soñado, o bien adaptarse al nuevo estatus de abuelos jóvenes que se hacen cargo de los nietos, pues la in­ fluencia de Zeus pater puede dar por ahí, además el signo de Sagitario que está relacionado con Júpiter se refleja de modo natural en la Casa IX, el escenario de los nietos, lo que significa que o viajas o te quedas con los nietos: su majestad es coja. Al llegar la edad de 66 años, hay un subidón de plétora; para muchos coincide con el año de la jubilación, el año de emancipación, una persona que ha estado cautiva parcialmente durante casi toda su vida y ahora se ve en libertad. �y qué se siente?:

como nosotros. Observa cómo funciona la influencia de Saturno cuando haga un tránsito importante en tu carta: si pasa Saturno por tu Casa V, los hijos se hacen mayores o se hacen padres. Si pasa por la casa VI, el gato o el perro se ve muy viejo. Si pasa por la Casa VII, la vejez aparece en rostro de tu pareja y sin que nadie se entere, piensas "¿Vale la pena cargar con el viejo o la vieja de mi pareja?". Y así funciona Saturno, lo que toca lo hace añejo. Todo lo viejo es de Saturno, todo lo que se distinga por el tiempo es cosa de Saturno: casas viejas, pianos viejos, seño­ ras viejas, "gente mayor" como la llaman ahora para suavizar el lenguaje, pero no, los viejos somos como los negros que saben que son negros y por mucho que quieran los miran como negros con un cierto grado de discriminación, así se mira a los viejos, así que Charly, más vale que te prepares. Recuerdo la segunda expedición al Aconquija, cuando por fin logré llegar a la puer­ ta del cielo más alta del mundo, en mi mente mágica veía reflejado en ese lugar al signo de Capricornio, a su regente Saturno y a Marte que tiene su exaltación en Capricornio. En el primer viaje que hicimos junto con Patricia y Charly casi nos morimos por el apunamiento, una cosa que te ocurre en las alturas cuando estás bajo de hierro en la sangre. Y eso que los guías lo saben y un día antes de subir te invitan a comer un cabrito al horno. Pero el cabrito que nos hicieron en Amaina del Valle estaba recién muerto y muy mal cocinado, no pudimos comer nada y allí se quedó la carne. Por eso nos faltó hierro y cuando te falta este mineral, te entra una fatiga muy grande que no puedes respirar. Allá arriba viendo las estrellas tenía que moverme muy lentamente, todo me fati­ gaba y eso me dio para pensar como es la vejez. Si te falta Marte (que se relaciona con el hierro), te mueres. Por eso en ese segundo viaje me compré una botella de hierro orgánico -del que toman los enfermos de anemia- y me lo fui tomando en

la subida; esa vez no me faltó Marte, pero el reino de Saturno es inexorable allá en las alturas, el que llegue, se tiene que mover lento, porque si quieres ir rápido te tropiezas y te caes y te rompes la cadera, y luego te mueres. Así que hay que apren­ der a hacer las cosas con calma.

Las edades de Urano, Neptuno y Plut6n Hoy en día con todos los adelantos de la ciencia que antes no existían, algo que se refleja en los nuevos planetas que nos eran desconocidos y nuevas edades que identificar, llegan nuevos tiempos que hacen la vida humana un poco más larga. En la e< OTIL BQTIL SKSE>< OE•000. OE•000. OE•000 1.4 2.2 1.4

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En la mitología Júpiter y Plutón son hermanos y ambos tienen relación con la ri­ queza, así que cuando caminan juntos suelen facilitar el logro de un buen estatus económico, como es el caso de Bill Cates. Esta misma conjunción hace a las per­ sonas prominentes en su medio, con una gran habilidad para atraer a los demás, aunque también suelen experimentar una etapa muy dura en su vida o un final terrible, como fueron los casos de Nelson Mandela o de Salvador Allende. Pero, por otro lado, cuando la influencia de Plutón se sobrepone a Júpiter puede llevar a la persona y a sus seguidores a un desenlace aterrador, como fue el caso de Jim Jones, el líder religioso que se suicidó junto con 912 personas más en la Guyana.

En un plano más simple, esta conjunción puede reflejar una herencia importante o viajes a países lejanos. Así que cuando tenemos un tránsito o un atacir de Plutón sobre nuestro Júpiter, se puede pensar en recibir un dinero o hacer un viaje, más que en otra cosa.

Conjunciones de Saturno Conjunción de Saturno con Urano Saturno con Urano es otra de esas conjunciones que son muy impersonales, pues cuando ocurren en el cielo, les pasa a muchas personas al mismo tiempo. Luego tienen que pasar casi cuarenta años para que vuelva a ocurrir; por eso esta conjun­ ción es una marca generacional que deja una profunda huella en las personas que la tienen.

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El componente de Urano en esta conjunción se deja notar en modo rebeldía, pro­ gresismo, talante innovador y la ambición necesaria para asumir responsabilidades sociales. En la política de España se corresponde con la generación de Felipe Gon­ zález, Julio Anguita o Narcís Serra. También tienen esta conjunción otros políticos europeos de la época como John Major; del ciclo anterior está Juan Domingo Perón, todos ellos son personajes que marcaron una época. En las personas comunes y corrientes nacidas en el tiempo de esta conjunción lo que más se nota es la rebeldía o liberalismo iconoclasta que deja huella en la vida de quien la tiene. Tengo dos buenos amigos que tienen esa conjunción y ninguno ha asumido un trabajo normal, sujeto a horarios y a disciplina, nunca en su vida. Por ello tienes que pensar que cuando llega un tránsito o un atacir de Urano a Saturno, puede ocurrir que en ese tiempo te rebeles ante las obligaciones y las responsabilidades que consumen la mayor parte de las horas de tu vida, que rompas con la vida

normal, que le des una vuelta a todo, que des un giro de 1&0 grados en tu vida so­ cial. A veces coincide con un susto, un accidente o una caída que te hace refle­ xionar las cosas.

Conjunción de Saturno con Neptuno La conjunción de Saturno con Neptuno forma el ciclo que responde a la creación y el desarrollo del comunismo en Rusia. Esta conjunción ocurre cada 37 años por ello, de nuevo, su influencia es generacional y deja huella porque habla de la nece­ sidad de ocultar o disimular un compromiso o afinidad sexual, política o social; se manifiesta como rigidez mental o moral, pero algo se esconde tras esa fachada, algo que es mejor no revelar porque puede ser socialmente inaceptable o mal visto. Neptuno deja su marca como el chapapote en las playas, y siempre repre­ senta algo sucio, peligroso o engañoso que acaba mal, piensa por un momento en JF Kennedy, en lndira Gandhi, Nasser o Abraham Lincoln, a todos ellos los mata­ ron a tiros por causas extrañas o religiosas. A José María Aznar (que tiene esa con­ junción) sufrió un atentado con bomba, pero este Piscis tan listo, se había hecho fabricar un Audi blindado que soportó la explosión. Las personas comunes y corrientes con Saturno-Neptuno suelen hacer cosas que provocan querer darles de palos, pues en su vida social tienden a trabar, dañar, obstaculizar y engañar a los demás de un modo sutil y secreto. La influencia de esta conjunción cuando te llega por tránsito o por atacir hace que salga a la luz lo que estaba oculto, desde un lío de dinero, hasta una enfermedad, dependiendo de la Casa donde se tenga al planeta Saturno y de la Casa de donde provenga Nep­ tuno en cada caso, pues los planetas, tanto en atacires como en tránsitos, arras­ tran su naturaleza adquirida en la Casa donde se encuentran natalmente.

Conjunción de Saturno con Plutón las conjunciones de Saturno con Plutón también son raras y se dan una vez casi cada cuarenta años.

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Esta conjunción planetaria no afecta a los planetas personales por ello no se nota su influencia ni el carácter, ni en la personalidad, pero deja su huella en aconteci­ mientos exteriores que afectan a las personas que la tienen. Hay que decir que esta combinación es brutal, terrible, tal como se deja notar en sus ciclos, que tienen que ver con destrucciones masivas, como las ocurridas en Japón con el lanza­ miento de dos bombas atómicas. Te invito a que leas más al respecto en este en­ lace: http://titomacia.ning.com/profiles/blogs/series-ciclos­ largos-de-saturno-los-grandes-maleficos-actuado-jun la influencia que llega a ejercer en las personas también tiene ese contenido

tremendo y atroz, que puede escenificarse a través de una muerte temprana del padre, de un hermano, o la experiencia de tener un padre muy rígido y obsesivo, o bien de padecer una situación que pone en riesgo la vida y que te marca para siem­ pre. Tengo un amigo con esta conjunción que era espeleólogo; en una de sus aventuras por el interior de la tierra, vinieron unas grandes lluvias y la cueva se transformó en una cloaca. Vio como la corriente de agua arrastraba uno a uno a sus amigos y él estuvo a punto de perecer. El torero Francisco Rivera la tenía, y un mal día un toro llamado Avispado le dio una terrible cornada que le provocó la muerte.

Esta conjunción de Saturno y Plutón tiene mal fario o su influencia siempre se nota como algo terrible y desmesurado, piensa por ejemplo en Moshe Dayan, que tenía

esta conjunción muy prominente y mira tú la guerra que montó. 1.7

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Moshe Oayan movilizó un pequeño ejército que fue brutal para sus enemigos: En 7 días ganaron una guerra imposible de ganar. Egipto, Jordania, Siria, lrak, Argelia y Kuwait, con apoyo de Arabia Saudí, Marruecos, Yemen y Túnez declararon la gue­ rra a Israel, y el resultado todo el mundo conoce. Kafka también tenía está conjunción en el signo de Géminis, dispositada por Mer­ curio el planeta de los escritores. Aún recuerdo un texto suyo que te hace sentirte una cucaracha pisoteada, una lectura que refleja muy bien la terrible influencia de Plutón junto a Saturno. Harry Truman, el presidente que decidió lanzar las bombas

atómicas, tenía la misma conjunción que Kafka y mira tú la decisión que tomó. Y ahora nos quedan los tres planetas transaturninos, que han sido descubiertos en siglos recientes, y de los que nada hay escrito en textos antiguos. las conjunciones de estos planetas, al ser muy lentos, ocurren cada muchos años y son excep­ cionales.

Conjunci6n de Urano con Plut6n la conjunción de Urano con Plutón ocurre una vez cada 138 años, por eso su ciclo excede lo personal y conecta con asuntos colectivos. la influencia de esta conjun­ ción altera o trastoca la vida de una persona a través de desajustes sociales o económicos que transcienden lo personal. No obstante, esta conjunción (como cualquier otra) suele dejar su huella en el guión de la vida de quien la tenga. Mu­ chas veces, esta conjunción deja notar su influencia a través de una muerte tem­ prana o inoportuna que puede afectar a alguno de los padres o a la pareja; a través de situaciones de vida o muerte que marcan la personalidad. También lo hace me­ diante una carencia, falta o vacío, algo que no se esperaba. Para observar esto con­ viene mirar en qué Casa está la conjunción, pues de ese modo podrás saber cómo se manifiesta su poder. El rey de España, Felipe VI, tiene la conjunción de Urano y Plutón en la Casa V, el escenario de los hijos y su carencia es no tener un hijo varón, sino sólo hijas. Y el fiscal Alberto Nisman también la tenía, pero en la Casa X, el escenario de la vida profesional y acabó muerto por situaciones políticas dudosas.

Conjunci6n de Urano con Neptuno la conjunción de Urano con Neptuno forma el segundo gran ciclo astrológico -por su extensión en el tiempo- con un periodo de 172 años, lo que significa que se trata de un reloj social y no individual, pues le ocurre a muy pocas personas y las conecta con un tiempo, una época o una moda.

Conjunciones de Urano Neptuno +

...

Coincide con los tiempos en que se inician movimientos sociales de izquierda, se­ paratismos, revoluciones o rebeliones de todo tipo. Con esa conjunción nacen En­ gels y Marx, pero el personaje que mejor representa esa influencia es Charles Baudelaire a quien la publicación de Las Flores del mal le valió una condena por in­ moralidad.

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Tito Macia - El arte de leer el cielo (222)

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