La Esencia del Juego del Ajedrez - Soltis

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Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaci6n escrita de los titulares del "copyright", bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducci6n parcial 0 total de esta obra por cualquier medio 0 procedimiento, comprendidos la reprografia y el tratamiento informatico, y la distribuci6n de ejemplares de ella mediante alquiler 0 prestamo piiblicos. T itulo original: The inner game of chess Traducci6n: Juan Carlos Ruiz Franco Revisi6n tecnica: Yago Gallach Perez Diseno cubierta: David Carretero

© 2005, Andrew Soltis Editorial Paidotribo Poligono Les Guixeres C/de la Energia, 19-21 08915 Badalona (Espana) Tel.: 93 323 33 11 - Fax: 93 453 50 33 http: //www.paidotribo.com/ E-mail:[email protected] Primera edici6n: ISBN: 84-8019-836-2 Fotocomposici6n: Editor Service, S.L. Diagonal, 299 - 08013 Barcelona Impreso en Espana por A & M Grafic

iNDICE

1. Que es y que no es calcular................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .....

5

2. Ideas...............................................................................................

23

3. Arboles

de variantes y como construirlos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

51

4. Fuerza ...... . . . . . . . . . . . .... .... . . . . . . . . . . . . . . . . . . ..... .......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .....

71

5. Echando cuentas ...... ........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

93

6. La eleccion ...................... . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

135

Llaves inglesas ............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ........

149

8. Descuidos .......... .......... ........ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

179

9. La revision.....................................................................................

1 97

10. EI calculador practico ...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

225

Indice alfabetico.................................................................................

243

7.

1 QUE

ES Y

QUE

NO ES

CALCULAR

"Pensamos en lo general, vivimos de los detalles." Alfred North Whitehead

omo todo el mundo, los ajedrecistas piensan en terminos generales: el va­ lor de las piezas centradas, la ma­ nera de explotar peones doblados y alfiles malos, la fuerza de una torre 0 un caballo. Pero tambien viven inmersos en los detalles de una partida: los detalles que con­ sisten en "si muevo ahi mi alfil, el tomara el peon con el caballo y dara j aque". Colecciones enteras de libros se han dedicado a ensefiar los as­ pectos generales del ajedrez. Es­ tos libros utilizan, por supuesto, ejemplos especificos para ilustrar los cas os en que se deben abrir 11neas 0 avanzar peones pasados 0 cambiar damas. Pero luego, en una partida real, cuando tenemos que aplicar varios de esos princi-

C

pios generales en una situacion especifica, nos podemos encon­ trar con que se contradicen. En una posicion tipica del medio j ue­ go puede haber dos 0 tres princi­ pi os solidos que nos recomien­ dan, por ejemplo, 23 .lac6, y un par mas que nos indican 23 exg5, e in­ cluso otros que parecen impulsar­ nos a mover 23 ttJf6+. Y la unica forma de descubrir que movi­ miento es mej or consiste en su­ mergirnos en los detalles. Preguntemos a un maestro que hace realmente durante la partida y, si es sincero, contesta­ ra: "Calculo variantes". Anticipa unas cuantas jugadas y juzga las distint as posibilidades que tiene a su disposicion. El conoce el viejo dicho "el ajedrez es tactica en un 99%", pe-

LA ESENCIA DEL JUEGO D EL AJEDREZ

6

ro tambien sabe que no es exacto. El ajedrez es, en realidad, en un 99% calculo: la esencia del juego del ajedrez.

8 7 6 5 4

el aficionado. El maestro recono­ ce una idea para las blancas -el ataque contra 'h7'- y comienza a calcular variantes. Advierte rapi­ damente que 1 .l:.h2 y 2 .l:.dhl es un metodo posible, pero permite 1...'iVxd5 y las negras capturan en 'd4', con resultado poco claro. Ve otro metodo para llevar a cabo esa idea, y nipidamente calcula la secuencia basica que Beva a la vic­ toria:

3

1.l:.xh7!!

2

a

b

c

d

e

f

g

h

Jeroen Piket Guenadi Sosonko Campeonato de 105 Paises Bajos,1 993 J uegan las blancas

Un aficionado que contempla­ ra esta posicion reconocerfa los elementos basicos: las blancas es­ tan atacando en el flanco de rey, las negras en el de dama. Hay pe­ ones blancos potencialmente de­ biles en 'f3' y 'd5', Y negros en 'e7' y 'h7'. A las blancas les encantarfa ocupar los agujeros de 'c6' y 'e6'. Las negras esperan llegar a un fi­ nal, donde sus dos alfiles y su pe­ on pas ado alej ado ( ... h5 ! ) les da­ ran la victoria. Se deben considerar bastantes cosas en esta posicion, pero el ma­ estro advierte bastantes mas que

El maestro sabe que esto "huele" a combinacion ganadora

1 'iit>xh 7 2 .l:.h1+ 'iit>g 7 •••

o 2 .. 'iit>g8 3 'iVxg6+ Y 4 �h6, seguido de mate .

3.l:.h6! EI maestro tambien habra re­ sue Ito las divers as variantes alter­ nativas como: 3 ....te8 3... 'it>f8 y 3 .. .tfS ! ? que Bevan a una conclu­ sion favorable en pocas jugadas. La partida real vio a las blancas alzarse con una ventaj a decisiva tras 3 .l:. g 8 4 1Ixg6+ 'it>h7 5 l:th6+ ,

.

•••

'iit>g 76 ttJe6+! .txe67 dxe6 y una decisiva penetracion de la d a ma EI calculo es seguramente la habilidad mas importante que un .

aj edrecista puede tener. Sin em­ bargo, circula mas cantidad de in­ formacion erronea ace rca de l a

QUE ES Y QUE NO ES CALCULAR

capacidad de ca1cular que sobre cualquier otro aspecto del aje­ drez. Por ejemplo, se sueIe aceptar que nacemos con 0 sin habilidad para ca1cular, y que luego no po­ demos adquirirla. Casi todos esta­ mos de acuerdo, adem as, en que los ordenadores ca1culan mucho mejor que los humanos. Y se afir­ rna con la maxima autoridad que no existe mas que un metodo co­ rrecto para analizar variantes, el mismo que los maestros siguen ri­ gurosamente. Ninguna de estas afirmaciones es cierta. La capacidad de calcu­ lar es una habilidad que puede ser estudiada, aprendida y mejo­ rada. Un jugador puede ca1cular mucho mas eficazmente que cual­ quier maquina. Y los maestros eligen jugadas, y visualizan y eva­ luan sus consecuencias utilizando una amplia variedad de metodos. Examinaremos est as afirma­ ciones en los capitulos siguientes, pero consideraremos ahora unos cuantos mitos mas. EL MITO DE LAS VARIANTES LARGAS

Una opinion comun entre los

1

7

aficionados es que los grandes maestros han llegado a serlo por­ que son capaces de anticipar, sin ninguna dificultad, diez jugadas. Hay, por supuesto, ejemplos en algunas de sus partidas, pero son relativamente raros. Mucho mas normal es el tipo de ca1culo que requiere preyer no mas de dos j ugadas. Y, la ma­ yorfa de las veces, estas variantes de dos movimientos conducen solo a pequefias mejoras en la posicion, si bien pueden irse acu­ mulando. Cuando Mij ail Botvinnik per­ dio, en el primer tablero, durante el encuentro URSS - EE.UU. de 1955, el campeon del mundo ex­ plico este result ado de manera sencilla: "Parece que necesito me­ jorar mi juego en variantes de dos movimientos" . Veamos que queria decir Bot­ vfnnik: Samuel Reshevsky Mijail Botvinnik, Encuentro EE. UU. - URSS Moscu (Rusia), 1 955'

1 d4 e6 2 c4 d5 3 lbc3 c6 4 e3 lbf6 5 lbf3 lbbd7 6 ..td3 dxc4 7 ..txc4 b5 8 ..td3 a6 9 e4 c5 10 e5

Segun otras fuentes, la partida Reshevsky - Botvinnik, Moscu, 1955, siguio un orden de movi­ mientos distinto al que ofrece aqui Soltis. En cualquier caso, el desarrollo es el mismo y el cambio de orden solo afecta las cinco primeras jugadas: Id4 d5 2c4 e6 3liJc3 c6 4liJf3 liJf6 5e3 liJbd7 6.�d3 dxc4 7. Nota del traductor.

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

8

cxd4 11 lLlxbS lLlxeS 12 lLlxeS axbS 13 'iYf3 'iYaS+ 14 '>Ot>e2 i.d6 IS 'iYc6+ '>Ot>e7 16 i.d2 b4 17 'iYxd6+! ? '>Ot>xd6 18 lLlc4+ '>Ot>d7 19 lLlxaS ':xaS 20 ':hc1 i.a6 21 i.xa6 ':xa6 22 ':c4 lLldS 23 ':xd4 ':b8 24 '>Ot>d3 hS 2S '>Ot>c4 b3 26 a4 ':c6+ 27 '>Ot>d3 ':cl 28 ':bl

cias a las torres y al caballo. Aqui, por ejemplo, las negras cuentan con buenas posibilidades de ga­ nar con 28 . . . ':b6! , que amenaza 29 . . . ':d6, 30 ... e5, y un poderoso jaque a la descubierta despues de que la torre de 'd4' mueva.

28

2

a

b

c

d

e

f

g

h

Como se jug6 en plena Guerra Frfa, esta partida levant6 gran ex­ pectaci6n y las noticias exagera­ ron la importancia del sacrificio de dama de las blancas en la juga­ da 17A• De hecho, era s6lo una combinaci6n de tres movimientos ideada para llegar a un final con material igualado. "Que tenemos ahora? Las blancas tienen un pe6n pasado en la columna a, un rey algo mejor situado, y una pieza menor, el al­ fil, con mayor a1cance. Pero sus piezas estan atadas, de mom ento, a la defensa de los peones de la segunda fila. Las negras deberian tener suficiente contrajuego gra-

•••

':bc8?

Botvinnik vio 28 . . . .l:.b6, pero decidi6 no hacerlo porque crey6 que 29 .l:.c4, amenazando 30 .l:.xc2, era una respuesta fuerte. Lo que pas6 por alto fue 29 . . . .l:.c6 ! , despues d e 1 0 cual la posi­ ci6n de las blancas es precaria (30 .l:.xc2 .l:.xc2 31 a5 '>Ot>c6, y las blancas comienzan a quedarse sin movimientos) . Asi pues, las negras preparan .l:.bc8-c6-d6, impidiendo 29 .l:.c4, pero a costa de un tiempo vital. Las negras no pierden ahora; sim­ plemente no ganan.

29 as .l:.8c6 30 '>Ot>e2 .l:.d6 31 '>Ot>el Ahora vemos por que el tiem­ po perdido es tan import ante. Si el pe6n blanco estuviera aun en 'a4', las negras estarian cerca de la victoria con 31 .. tiJb6 ! 32 .l:.xd6+ '>Ot>xd6 33 a5 lLld5, seguido, eventualmente, por ... '>Ot>c5 y ... lLlb4 .

31

•••

lLlc7?

QUE ES Y QUE NO ES CALCULAR

Un segundo error de ca.lculo en una variante de dos jugadas. Botvinnik dijo que tenia prisa por cambiar torres, y no vio que con 31 . . e5 32 lId3 'Dc7 ! llegaba a la misma posicion que en la partida, pero con un . . . e6-e5 extra (33 lIxb3 pierde el alfil de 'd2').

9

No hay ahora tiempo para 34 . . . 'Dd5, debido a 35 a6

35 1Ia3!

.

32 lIxd6+ �xd6 33 iLc3

Y esta es la cuarta variante de

dos jugadas que el campeon del mundo paso por alto. El vio que 34 lIal amenazaba avanzar el pe­ on de a, pero no se dio cuenta de que el rival tambien amenazaba 35 lIa3, ganando el peon de b. La partida estaba decidida cuando las negras sellaron su mo­ vimiento secreto en la jugada 41 ' : 35 �c7 36 lIxb3 'DeS 37 lIb5 'Da4 38 iLd4 e5 39 Wd1! lIc4 40 i.e3 �c6 41 lIb8 �c7, y las ne­ gras abandonaron la partida apla­ zada. Observese que el coste de cada pequeno desliz cometido por las negras fue poco importante. No perdieron torres ni peones, sino solo un tiempo (31 ... 'Dc7?) y una oportunidad de mejorar la coordi­ nacion de sus piezas (28 ... lIbc8? y 33 . . f6?). ...

a

33

•••

b

c

d

e

f

g

h

f6?

Tercer error, y este es fatal. 33 . . . lfJd5, pero n o 1 0 hicieron porque su peon de g estaba en el aire. De hecho, 33 . . 'Dd5 34 iLxg7 f6! de­ beria permitir a las negras conse­ guir tablas facilmente porque el alfil blanco esta encerrado y se amenazan movimientos como 35 ... 'Df4 y 35 . . . 'Dd3+. Otra variante de dos jugadas pasada por alto. Las negras querian jugar

.

34 lIa1 'Da6

.

"LOS JUGADORES ESTRATEG ICOS NO CALCULAN"

Del ultimo ejemplo podrfa­ mos conduir que los jugadores estrategicos no ca1culan. Esta muy extendida la idea de que los estrategos -como Reshevsky y Botvinnik- eligen sus movimien-

10

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

tos abstractamente, utilizando SO­ lo principios generales, mientras que los atacantes son los que anuncian " jmate en 27 ! ". Pero oigamos 10 que un anti­ guo aspirante a campeon del mundo tiene que decir: "A menudo, a un jugador que se inclina por soluciones combi­ natorias 10 incluimos automatica­ mente entre los cere bros logicos y calculadores", escribio David Bronstein. "Frente a esto", afia­ dfa, "se dice que quien se inclina por el juego estrategico posee una mentalidad intuitiva" . "A veces estas caracteristicas son erroneas en un 180% si pasa­ mos a hablar de Capablanca 0 Tal". Con esto Bronstein estaba su­ giriendo que un jugador con un estilo estrategico bien puede ser un calculador incesante, como Jo­ se Raul Capablanca. Y tambien tenemos el caso de jugadores tac­ ticos que connan mucho en la in­ tuicion, mas que en calcular lar­ gas variantes, como Mijafl Tal, otro campeon del mundo. En nuestra generaclOn tenemos grandes calculadores, como los "tacticos" Viswanathan Anand y Alexei Shfrov, tan diferentes en estilo de juego comparados con los "estrategos" Gata Kamsky y Borfs Guelfand. Tambien podemos citar el ca­ so de Aaron Nimzovich, a veces llamado "el padre del ajedrez

moderno". En sus anotaciones, al analizar algunas de sus manio­ bras, encontramos un gran nume­ ro de variantes largas. Y no son necesariamente variantes forza­ das, como se demuestra en una de las mas famosas "combinaciones" de Nimzo.

a

b

c

d

e

9

h

Aaron N imzovich Frank Marshall Nueva York (EE. UU.), 1 927 Juegan las blancas

Aquf las blancas realizan un movimiento esencialmente de po­ sicion, pero que requiere un cal­ culo considerable. No amenaza nada, pero 10 asegura todo.

1 �b3! El principal beneficio que conlleva este movimiento preven­ tivo es que inicia 10 que Nimzo­ vich solfa llamar una "combina­ cion profilactica". Esto es, mejora

QUE ES Y QUE NO ES CALCULAR

sus posibilidades incrementando ligeramente la presion sobre el ri­ val, a la vez que Ie impide liberar­ se de su mala posicion. Las negras no tienen otro plan litil excepto tomar el peon de d. Si intentan desarrollar su flanco de dama con I . . "Wic7 2 lIaei i.d7, las blancas juegan 3 i.d2! y i.c3, con grandes mejoras respecto a la si­ tuacion del diagrama (v.g., 3 ... lIe8 4 lIxe8+ i.xe8 5 i.c3 tiJe4 6 lIel). .

1

•••

lIxd5

Esto permite a las negras cre­ ar un desequilibrio material de manera que podnin devolver el peon de b con 2 . . . ii.xf5 0 2 . . . i.e6. S i I ... tiJxd5, las blancas continuan 2 lIael, 10 cual presio­ na a las negras un poco mas (2 . . . i.e63 ii.xc5 ! y 4 lIxe6).

11

La partida termino con una pura y espectacular combinacion "combinatoria": 3 lId4 4 tiJb6+ c4 5 'iVc3 axb6 6 'iVxd4 r:J;;g7 7 lIae1 bxa5 S lIeSt! 'iVxeS 9 'iVxf6+ r:J;;gS 10 iLh6 , y las negras abando­ naron en vista del mate inevitable (10 �f7 11 "WidS+). •••

•..

En realidad, un uso Msico del ca1culo consiste en justificar tacti­ camente un movimiento que nos gustarfa efectuar por motivos es­ trategicos.

8 7 6 5 4 3 2

2 f5! gxf5 a

0 2 ... i.xf5 3 ii.g5 y 4 'iVxb7, y las defensas del negro estan dis­ persas por el tablero. 3 i.g5 Y aquf el principal argumento de Nimzovich consiste en que 3 . . .

SLe6 pierde por 4 "Wixb7 lIc8 5 .the l ! , y las negras, con el alfil de­ hil 'e6' y el caballo 'f6', perderan material (5 . . . "Wid7 6 'iVxd7 i.xd7 7 i.xf6; 5 . . . iLf7 6 i.xf6 �xf6 7 'iixc8).

b

c

d

e

f

g

h

Yakoy Murey - Karsten Volke Podolsk (URSS), 1 991 Juegan las blancas

Las blancas no tienen plan que les permita forzar la posicion, pero planteese la siguiente pre­ gunta: "Si existe una pieza que me gustarfa situar en un escaque ideal, l,que pieza serfa y en que casilla la situarfa ?" .

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LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

La mayorfa de los jugadores dirfa: "Me gustarfa mover mi alfil a ' d6', pero no es posible jugar 1 i.d6 aquf. l,Puedo justificar tacti­ camente 1 i.b4 y 2 i.d6?". Mediante ca1culos precis os, el bando blanco puede contestar: "Sf". Despues de 1 i.b4 ! el peon de e es taba (1 ... i.xeS 2 libel 'iVb8 3 i.xe7 0 1 ... 'iVxeS 2 lid7 i.dS 3 lixe7!). Asf pues, las negras tienen que conformarse con 1 '" lieeS. Pero tras 2 i.d6! 'iVd7 3 libc1 las blan­ cas han transformado la ligera ventaj a estrategica del diagrama en otra sustancial (3 ... 'iVg4 4 ltJd4 i.dS S 'iYb4! 0 3 ... lic8 4 lixc8 lixc8 S 'iYxf7). "CALCULAR QU IERE DECIR ENCO NTRAR MATES V

SACRIFICIOS"

La mayor parte del ca1culo tie­ ne que ver con aspectos menores de la partida: l,Puedo ganar un peon aquf? l,Cuales son los ries­ gos de cambiar de sitio un caba­ llo? l,Puedo permitirme cambiar torres? l,Cuan favorable es el fi­ nal que se avecina? Cuando decimos que es esen­ cial ca1cular bien al tratarse de decisiones importantes, no nos re­ ferimos necesariamente a combi­ naciones. Una decision impor­ tante puede ser esencialmente estrategica.

8 7 6 5 4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

Vasser Seirawan - M ijail Tal Montpel l ier (Francia), 1986 Juegan las negras

Las activas piezas negras, en es­ pecial el alftl de 'c7' y la torre, com­ pens an a este bando por su estruc­ tura de peones ligeramente debil y por su alfil malo de 'fS'. Con 1 ... 'iVd7 0 1 ... 'iYd6, seguido de 2 lixdS 'iYxdS contarfan con buenas posi­ bilidades. En su lugar, deciden ju­ gar para conseguir tablas: 1

••.

i.xg3?

Esta es una decision imp or­ tante, porque el alfil es una pieza muy fuerte. Tai llego a la conclu­ sion de que, despues de 2 hxg3 lixd1+ 3 'iVxd1 'iVd7 ! , diffcilmente se podrfa rehusar su invitacion de entrar, casi con total certeza, en un final de alfiles de distinto co­ lor; v.g. , 4 'iVe1 i.g4 y S ... 'iYd1 , 0 4 'iYb3+ 'iYdS S 'iVxb7 'iVd1 + 6 �h2 'iYhS+, con jaque continuo.

QUE ES Y QUE NO ES CALCULAR

Pero todo esto esta bas ado en una falsa suposicion.

2 fxg3! �xdl+ 3 "YWxdl "YWd7 4 "YWel!

13

b4 8 i.. e5 �d8 9 �b5 "YWc8 10 �h2 i.. d5 11 .itd6 a6 12 �a5 �f7 13 i..xc5 "YWc6 14 �xb4 i.. e6 15 i.. d4 h5 16 "YWb8 d4+ 3 '.t>f4 IIb 1 4 IIa4+ ! '.t>d3 5 IIa3+ '.t>c4 6 �e3. Lo que ocurrio es que las hlaneas siguieron otros principios hasieos: pasar par alto una res­ puesta simple pero decisiva. 1 IIeS+?? '.t>xb5 2 '.t>xf5

Las blancas han tenido exito

al eliminar uno de los peones ne­ gros y, en contraste con la varian1l:

de tablas citada, han llevado al

rey negro lej os del peon que les

qucda.

2

.••

IIe3!

a

b

c

d

e

f

g

17

h

Pero no vieron este golpe. No resulto muy oportuno equivocar­ se al evaluar esta posicion. Como gran maestro que es, Polugaievski debio haber visto inmediatamen­ te que, teniendo el rey blanco cartado el paso a la columna e, las negras pueden farzar la posicion de Lucena, conocida des de haee 400 afios, con una victoria bastan­ te simple. El resto de la partida, aunque requeria muchas jugadas, duro menos de veinte minutos: 3 '.t>f4 IIe1 4 IIdS '.t>e5 5 IIeS+ '.t>d4 6 '.t>f3 d5 7 '.t>f2 IIe5 S IIaS '.t>c3 9 IIa3+ '.t>b4 10 IIal d4 11 IIc1 d3 12 IIeS d2 13 IIbS+ '.t>e3 14 IIeS+ '.t>d3 15 IIdS+ '.t>e2 16 IIeS+ '.t>dl y las blaneas se rinden (en vista de la conocida tecnica de "construc­ cion del puente"). Lo importante en este caso es que las negras no necesitaron cal­ cular mucho para ganar, y las blancas no tenian que pensar de­ masiado para conseguir tablas. Sucedio, simplemente, que no su-

18

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL A.lEDREZ

pieron anticipar dos movimientos bastante obvios. APRENDIENDO A VISUALIZAR

En el ultimo ejemplo las blan­ cas emplearon un minuto en cal­ cular cada uno de los movimien­ tos 1 llc8+ Y 2 �xf5, Y perdieron porque no llegaron a preyer 2 . . lle3 L a capacidad d e considerar posiciones que aun estan por apa­ recer en el tablero -y reconocer las posibilidades que hay en ellas- es esencial para calcular. Muchos principiantes creen que esa capacidad de calcular es casi magica, tan diffcil que consti­ tuye una destreza con la que hay que nacer. En realidad, es una ha­ bilidad como cualquier otra en ajedrez. En las paginas que siguen pa­ saremos revista a los distintos ingredientes que componen un calculo correcto: seleccion de mo­ vimientos posibles, el papel de la fuerza, la identificacion y evalua­ cion de las posiciones finales, y asf sucesivamente. Pero antes practi­ quemos un poco con nuestro ta­ lento innato para visualizar. Este es un ejercicio que muestra cuan buena es nuestra capacidad de vi­ sualizacion y hasta donde pode­ mos desarrollarla. Visualicemos el transcurso de una partida completa. No vamos a .

utilizar tablero, sino que reprodu­ ciremos solo en nuestra mente una partida jugada por grandes maestros. Esto puede parecer imposible, pero, con practica, entra dentro de las posibilidades de la mayorfa de los que se toman el ajedrez en serio, suponiendo que inviertan el tiempo necesario. Este sera el ejercicio mas largo de este libro y nos deberfa tomar al menos me­ dia hora. Jeroen Piket Viswanathan Anand Amsterdam (Paises Bajos), 1 993

1 d4 dS 2 c4 c6 3 liJc3 liJf6 4 liJf3 Efectue estos movimientos, de una conocida apertura moderna, en su cabeza. No intente ver el ta­ blero completo. Nadie hace eso. Anadiendo un movimiento cada vez a 10 que ya tiene en su mente, deberfa ser capaz de reproducir esta partida de 30 jugadas. Si la posicion no es clara des­ pues de 4 liJf3, cierre los ojos y hagase unas sencillas preguntas, comenzando con: "Que aparien­ cia tiene la estructura de peones centrales? (Las estructuras de pe­ ones son normalmente los aspec­ tos mas duraderos de la posicion, las senales de identidad del me­ dio juego.)

QUE ES Y QUE NO ES CALCULAR

Solo tres piezas, todas elIas ca­ ballos, han salido hasta ahora de la primera fila, y usted deberfa ser capaz de ver esto sin problemas. Repita este proceso despues de cada movimiento. No intente rea­ lizar muchos de una vez sin parar­ se a pensar sobre estos aspectos.

4 dxc4 5 a4 .i.f5 6 e3 e6 7 ..ixc4 .i.b4 8 0-0 tiJbd7 •••

Ahora tenemos un cambio en la estructura de peones. l,Donde estan los peones negros? Usted deberfa saber que estan todos en sus casillas de origen, excepto tres: el peon 'd' ha abandonado el tablero, y los peones 'c' y 'e' han avanzado una casilla. El peon 'c' de las blancas ha desaparecido y solo se han avanzado e3, a4 y d4. Pasemos a las piezas. l,Donde estan las torres? Intente verlas: no han movido, excepto la torre de rey blanca, que esta ahora en 'fl'. i,Que piezas menores se han desa­ rrollado? Deberfa ser capaz de ver las tres blancas y las cuatro negras.

Realicemos mientos mas.

algunos

19

movi­

9 tiJh4 .i.g6 10 h3 ..ih5 11 'fVb3 a5 12 f4 0-O Si es necesario, acudamos al ultimo diagrama, pero debe usted entrenarse para llegar a reprodu­ cir la partida completa sin su ayu­ da. Si la posicion se vuelve borro­ sa, Ie sera util tratar de examinar una esquina del tablero. l, Que as­ pecto tiene la posicion del enro­ que blanco? Usted seguramente puede ver los peones avanzados de 'f4' y 'h3', de la misma forma que el rey en 'gl ' y la torre a su la­ do. La unica pieza que podrfa es­ capar de su campo de vision es el caballo de 'M'. Despues repita el proceso pa­ ra otras partes del tablero. 0 sim­ plemente pase revista a todas las piezas. l,Donde estan las torres blancas? l, Y los alfiles? l, Tiene todavfa los dos caballos? Y asf su­ cesivamente.

13 tiJf3 tiJb6 14 .i.e2 c5 15 tiJa2 l:!.c8 16 tiJxb4 cxb4 17 .i.d2 l, Que piezas tienen aun que salir de sus casillas de origen? Us­ ted deberfa saber que son la torre de 'a8' y la dama negra. l, Y que If­ nea esta abierta ahora? Sf, es la columna c. Inc1uso despues de una ma­ niobra tan poco usual como a

b

c

d

e

f

g

h

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

20

. . . �f5-g6-h5, deberia usted poder abarcar toda la posici6n proce­ diendo de pieza en pieza. 17

CDe4 18 g4 �g6 19 :fc1 'iUd5 20 �d1 CDc4 21 �e1 CDed6 •••

La posici6n se esta volviendo mas complej a, con piezas que cru­ zan la cuarta fila y se adentran en territorio enemigo, y esto dificul­ tara la visualizaci6n. La estructu­ ra de peones no ha cambiado des­ de la jugada l8a, y usted deberia ser capaz de describirla perfecta­ mente.

da movimiento de aqui en ade­ lante.

25 CDxa5 :xc1 26 :xc1 :xc1 27 'iUxb4 Intente imaginar 10 que. hay min en el tablero. Tenga en cuenta que queda s6lo una torre (la que comenz6 en 'al ' sali6 por fin). Examine la posici6n del rey blan­ co. Todos sus peones han avanza­ do. Y el negro tiene piezas pes a­ das (l,cuales?) apuntando a las casillas 'g2' y'hl '. 27 g5 28 fxg5 'iUxg5 29 f1 'iUxe3 30 'iUxd6 :c2 .••

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22 �e2 :c7 23 CDe5 :fc8 24 CDxc4 �e4! Ahara la posici6n se vuelve min mas complicada, debido al desequilibrio material. l, Cual es la situaci6n material? l,Puede us­ ted ver que el caballo de 'c4' esta c1avado de dos formas distintas? T6mese un tiempo extra para ca-

De acuerdo, hag am oslo otra vez. Queda todavia una tone y usted deberia saber d6nde esta. La estructura de peones ha cam­ biado bastante. l, Que peones blancos quedan min? l,Cuales negros? l,C6mo es la situaci6n material? l,Quien es­ ta mejor? Si usted ha adivinado el emplazamiento de todas las pie­ zas supervivientes, deberia poder ver las amenazas de las negras. De hecho, las blancas abandona­ ron en esta posici6n. Este ejercicio deberia darle una buena idea de la fuerza ac­ tual de su capacidad de visualiza­ ci6n. Si fue demasiado dificil, no se desanime. Practique con parti­ das mas cortas, inc1uso con mi­ niaturas de diez jugadas, hasta

QUE ES Y QUE NO ES CALCULAR

que pueda manej arse con las mas largas. Por supuesto, en la mayorfa de las situaciones usted no tendra

21

que preyer mas de tres jugadas. Por tanto, concentremos nuestra atenci6n en 10 que subyace en el ca1culo: las ideas importantes.

2 IDEAS

"La combinaci6n nace en el cerebra del ajedrecista. Muchos pensamientos ven alii la luz: verdaderas y falsos, fuertes y debiles, importantes e insignificantes. Nacen, lu­ chan entre elios, y uno, transformado en movimiento sobre el tablera, obtiene la victoria sobre sus rivales." Emmanuel Lasker

ntes de que un jugador pueda comenzar sus cal­ cuIos, necesita que haya algo que ca1cular. Ese algo surgi­ fCl probablemente de un esquema tactico 0 estrategico, quiza de una configuraci6n especialmente fa­ vorable de sus piezas, 0 de un punto debil en la posici6n del ri­ val; en resumen, de una idea. EI ca1culo se inspira en las ide­ as. Sin ellas tendriamos que pen­ sar como los ordenadores, bus car entre docenas de movimientos y l'val uar cientos de posiciones irrcIevantes. La ausencia de ideas l'S la causa mas comun de los des­ cu idos. Cuando pasamos por alto una combinaci6n de dos jugadas, normalmente es porque no esta­ hamos atentos a la idea tactica

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principal de la posici6n. Y esto suele deberse a que no se nos ocurri6 que pudiera haber una. 8 7 6 5 4 3 2

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Alexander Alekhine Max Euwe, Encuentro por el campeonato del Mundo, 1 937 Juegan las negras

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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Aquf, en una partida del cam­ peonato del mundo, somos testi­ gos de un increfble doble descuido por parte de los dos mejores juga­ dores de esa epoca. Las negras mueven su dama amenazada con: 1

•••

'iYe5??

Si esta posici6n apareciera en una revista con el encabezado "Las blancas juegan y ganan", la mayorfa de los jugadores de tor­ neo aficionados hallarfa la solu­ ci6n: 2 'iYh8 ! Ciertamente, 99 de cada 100 maestros encontrarfan esta elemental horquilla. Sin embargo, un aficionado po­ dna tener dudas sobre la cuesti6n de si las blancas estan mejor tras 2 'iYh8+ �xh8 3lbxf7+ �h7 4 lbxe5. Como veremos en el capftulo 5, es la habilidad para evaluar adecua­ damente una posici6n al final de una secuencia cakulada, mas que el hecho de poder preyer veinte jugadas, 10 que diferencia a los maestros de los que quieren serlo. Aquf el aficionado seguramen­ te decidina que la posici6n tras 4 lbxe5 es mejor para las blancas que la del diagrama inicial. (De he­ cho estan muy cerca de la victoria.) Desgraciadamente, no existen tales encabezamientos, propios de las revistas, cuando jugamos una partida. Asf que, sin estar avi­ sados de que habfa algo impor­ tante que encontrar, Alexander Alekhine y Max Euwe omitieron

una idea tactica basica. Las ideas son las c1aves para resolver una posici6n y, en este caso, ninguno de los jugadores tenfa ninguna. 2

.tb2?? .tc6?? 3 a3??

Y la partida vag6 sin rumbo hasta terminar en tablas en la ju­ gada 65s. Por supuesto, Alekhine y Eu­ we tenfan otras cosas en que pen­ sar. Estaban reflexionando sobre principios generales de este tipo: aumentar la movilidad de las pie­ zas menores, centrar la dama, es­ tablecer las prioridades para el fi­ nal, y asf sucesivamente. No estaban pendientes de una idea tan simple como una comb ina­ ci6n de dos jugadas.

Mas desastroso fue el siguiente ejemplo, otra serie de descuidos por ambas partes sin que nadie viera 10 cerca que estaban las blancas de dar mate. Todo termin6 cuando las negras practicamente obligan a su rival a percatarse de la idea que conduce al mate.

(D) Con tiempo de sobra en el re­ loj , la partida continu6: 1 'iYg5+? �h8

2 'iYf6+ �g8 3 l:tfbl?

IDEAS

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Vlastim i l Hort - Lajos Portisch. Madrid (Espana). 1 973 Juegan las blancas

Hort ha dejado pasar dos ve­ ces un mate forzado (1 J:.g4+ ! 0, despues, 3 J:.g4+ ! ) . 3

•.•

a5??

Portisch, que tampoco ve el mate, dirige la atencion de su ri­ val hacia la torre de 'b4', una pie­ I.a a la que las blancas no han he­ cho caso durante las ultimas j llg a das. Veamos, se dice Hort, la Imrc esta atacada. i,Donde puedo m()vcria?

25

posibilidad de que existan ideas tacticas en la posicion en ese mo­ mento. Combinaciones como est a son las secuencias mas simples que hay que calcular, porque son for­ zadas (dos de los tres movimientos clave fueron jaques) y las posicio­ nes finales son las mas definidas a la hora de evaluar (son mate). Pe­ ro 10 importante es no olvidar que las combinaciones no se inventan; simplemente se descubren. Por supuesto, no toda posicion contiene una combinacion oculta. En la mayoria de los cas os pode­ mos calcular solo de la manera mas general, normalmente antici­ pando una jugada 0 dos. No obs­ tante, debido a la gran importan­ cia de las ideas tacticas, debemos ser capaces de reconocerlas rapi­ damente: clavadas, jaques, ata­ ques dobIes, enfiladas, piezas in­ defensas, primera fila debil, etc. Las ideas tacticas pueden sur­ gir de repente: 8 7 6 5 4

4 l:l.g4+! fxg4 5 'iUg5+! �h8 6 'iYh6, las negras se rinden Puede evitarse el mate en 'f8' o en 'h7', pero no ambos. Pm tanto, la primera tarea de qllien calcula es estar atento a la

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Bent Larsen - Jacek Bednarski La Habana (Cuba). 1 967 Juegan las negras

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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Las piezas negras se encuen­ tras incomodas por culpa de las torres enemigas dobladas en la columna e. A las negras les gust a­ ria cambiar piezas mayores con un movimiento como 1 .. iLf8. Pero un poco de calculo les indica que, tras la ultima captura (3 ... 'iVxe8), su peon de f quedarfa sin proteccion. Por tanto, afiaden a la secuencia un movimiento que -creen ellas- les permitira ganar tiempo (atacando la torre de 'e4') y colocar el peon de f6 en una ca­ silla mas segura, a la vez que pre­ paran el deseado 2 . . . iLf8. .

1

...

£5?

La mayorfa de las ideas son di­ ficiles de explicar verbalmente, pero faciles de describir visual­ mente. Cuando Larsen vio 1 . . . fS pudo pensar, siguiendo un razo­ namiento logico: "Mi torre esta atacada; debo moverla. (,Donde puedo llevarla para que ataque algo?". Pero sus ojos Ie decfan al­ go mas: "Hmmm, (,no hay dema­ siadas casillas debiles alrededor del rey negro, especialmente en las diagonales?". Una vez se ha logrado recono­ cer la idea tactica (" j aprovechar las diagonales ! "), el proceso de calculo se vuelve mas fluido. Las blancas bus can un procedimiento inmediato para situar su dama en una de las diagonales clave. Po­ drfa comenzar considerando 2

Il4e2 con la amenaza 3 'iVc4 y 4 iLc3+, pero no conduce a nada, puesto que las negras pueden de­ fenderse con 2 ... iLf6 y 3 ... Wg7 ! Este ejercicio lleva a Larsen a buscar una forma de evitar la de­ fensa 2 . . . iLf6, asf que concentran su atencion en 2 Ile6. Pero otro vistazo a la posicion Ie permite ver que 2 Ile6 iLf8 3 'iVc4 no Ie ofrece un resultado favorable, de­ bido a 3 . . . Ilxe6 4 Ilxe6 'iVf7 ! Por tanto, no se puede sacar beneficio inmediato de las diago­ nales. Sin embargo, no Ie pasa desapercibida la agujereada posi­ cion del rey negro. Como jugador experto que es, Larsen sabe que este tipo de posiciones permite a menudo movimientos explosivos, y que estas oportunidades apare­ cen y desaparecen rapidamente. Esto Ie anima a buscar una se­ cuencia mas complicada (mas forzada, mas arriesgada). Y la en­ cuentra:

2 iLc3!! Es logico que admiremos su capacidad para calcular una com­ binacion ganadora de quince ju­ gadas. Es todavfa mas admirable porque no conduce al mate, sino a un final, una posicion que debe evaluarse correctamente. Sin em­ bargo, para el jugador de torneo experto, el calculo de variantes, incluso las de quince jugadas, no es tan importante para conseguir

IDEAS

ef exito como descubrir las ideas

t;icticas con las que comenzar.

2

•••

fxe4

Las negras pueden mantener

fa dama blanca alej ada de la dia­

gonal de casillas negras con 2 . ii.f8, pero esto permite 3 1:txe8 lIxe8 4 '*lVc4+! ( j aprovechar las diagonales ! ) y 5 1:txe8. ..

3 '*lV eS ii.f8 El alfil tiene que mover para que la dama negra pueda prote­ ger 'g7'. No resulta de ayuda 3 . . . ..Iif6 4 '*lVxf6, parque no puede im­ pcdirse 5 '*lVh8+.

4 '*lVh8+ �f7 S 1:tf1+ '*lVfS

27

cas no tuvieron que hacer mala­ barismos con demasiadas posicio­ nes en su cabeza. Si vieron hasta 5 ... '*lVf5, sabian que iban a recupe­ rar el material sacrificado, con in­ tereses. Esto puede ser una com­ binacion de quince jugadas, pero las blancas solo tuvieron que pre­ ver las cuatro primeras para sen­ tirse seguras al jugar 2 ii.c3! ! La partida continuo 6 1:txfS+ gxfS 7 '*lVf6+ �g8 8 '*lVgS+ �f7 9 '*lVxfS+ (wor que no pararse a re­ coger otro antes de obligar al rey a salir de nuevo?) 9 �g8 10 '*lVgS+ �f7 11 '*lVf6+ �g8 12 '*lVh8+ �f7 13 '*lVxh7+ �e6 14 . '*lVxe4+ �d6 IS '*lVxb7, y las blancas gana­ ron nipidamente. •.•

Pocas combinaciones se arigi­ nan de la manera que hemos vis­ to en los dos ultimos ejemplos. Es mas frecuente que surj a la opor­ tunidad de realizarlas porque un jugador tiene una idea sutil, como cuando se fija en una pieza sobre­ cargada 0 indefensa en las filas del enemigo:

(D)

La alternativa es 5 ... �e6 6

�c5 mate. Observese que las ne­ gras no han tenido pnicticamente

opci6n hasta ahara (no importaba lkllldc movieran su alfil en la ju­ gada numero 3) . Por eso las blan-

Las blancas acaban de mover la torre de 'dl' a 'd4', cuando era me­ jor colocar el caballo en esa casilla. Las negras tienen un poco mas de espacio en esta posicion, pero no parece que puedan conseguir nada inmediato. Sin embargo, si nos plante amos algunas pregun-

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

28

ct:Jxf3+ S �f1 ct:Jh2+ 6 �g1 ct:Jf3+ 7 �f1), pero en este momento la si­ tuaci6n estaba mas clara y gana­ ron poco despues de 7 ct:Jxd4 A veces tenemos que visuali­ zar las situaciones mas simples del tablero, eliminando men­ talmente todas las piezas, excepto las dos 0 tres mas importantes, para asi conseguir nuestro prop6sito.

8 7 6

•••

5

3 2 1 ..

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Jan Timman - N igel Short Encuentro de Candidatos, 1 993 Juegan las negras

.

Jacek Bielczyk Grzegorz Siabek Katowice (Polonia), 1 992

tas simples, a veces podemos divi­ dir una posici6n complej a en los elementos que la componen. Una pregunta de principiante seria aqui: "Que piezas enemigas no estan protegidas? Una vez que las negras se dan cuenta de que la torre de 'c2' esta indefensa, pueden comenzar a imaginar formas de atacarla, co­ mo:

1 e4 dS 2 exdS ct:J£6 3 d4 ct:JxdS 4 c4 ct:Jb6 S ct:Jc3 eS 6 dS c6 7 ct:Jf3 �b4 8 j"e3 cxdS9 cS! d4 10 ct:JxeS dxc3 11 'ifxd8+ �xd8 12 0-0-0+ �e7 13 cxb6 axb6 14 .tc4! cxb2+ 1S �xb2 �a3+ 16 �a1 £6

7 6 5 4

1 ktxf3! 2 gxf3 'ifg6 + •••

3 2

La dama esta ahora enfilando la torre (3 �hl ct:Jg3+ 4 fxg3 'ifxc2, con ventaja, 0 3 �h2 ct:Jg5 ! 4 'ifdl ct:Jxf3+ 5 'ifxf3 'ifxc2). Las negras tienen ahora tab las, si eso es 10 que desean. Tras 3 �g2ct:JgS! 4 ktc1 repitieron posiciones (4 •••

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Parece una posici6n complica­ da, pero no 10 es. Eliminemos dos piezas y la partida practicamente habra acabado. "Que piezas? , nos pre guntamos.

IDEAS

17 liJg6+! hxg6 18 .tc5+! Con estas dos piezas fuera del tablero, la torre blanca de 'hi' da­ ra mate en 'e1 ' . Despues de 18 iLxc5 19 .l';Ihel+ las blancas dan mate en 'd8' tras 19 ... �e6. De hccho, la partida termino con 19 .te6 20 .l';Ixe6 + abandonan, en vista de 20 ... �f7 21 .l';Ie2+. ...

...

Estos ultimos diagramas ofre­ cen ejemplos gnificos de ideas tacticas mas bien simples: diago­ nales abiertas, una torre indefen­ sa, u n rey sin proteccion en el cen­ tro del tablero. En cambio, la idea suele ser algo amorfo y dificil de cuantificar, y puede tener que ver con sentimientos mas bien indefi­ nihles sobre la posicion. Conside­ remos esta partida de cuando Ga­ ri Kasparov era joven:

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Las negras han conseguido lle­ var su rey a un lugar relativamen­ te seguro y conectar la mayoria de sus piezas mediante lfneas de apoyo mutuo. Las blancas deberi­ an poder recuperar los dos peo­ nes que sacrificaron antes, pero el tiempo que eso conlleva permiti­ ria a las negras rehacer su posi­ cion completamente. Sin embargo, Kasparov realiza ahora un comentario revelador. Mientras rastreaba la posicion en busca de pistas, "de repente note que habia algo raro en el desarro­ llo de las torres negras". Es dificil imaginar que un or­ denador utilice un concepto tan vago como "algo raro", pero per­ mitio a Kasparov encontrar el movimiento correcto, l .tf4!, que amenaza la enfilada 2 .td6 y aprovecha la ausencia de casillas seguras a 10 largo de la septima fi­ la para la torre negra de 'e7'. Es cierto que 1 .tf4 no gana obligadamente como 10 hacfa 2 .tc3 en el ejemplo de la partida Larsen - Bednarski de unas pagi­ nas atras, pero despues de: 1 liJxc6 2 bxc6 liJe8 3 .l';Id7 ! .l';Ixd7 4 cxd7 liJf6 5 liJd6+ la posicion ne­ gra se derrumba c1aramente. Aunque consiguieron sobrevivir veinte jugadas mas, ya no habra solucion tras 5 �e7 6 liJxc4 'iYa6 7 .td6+ �xd7 8 .txf8 .txf8 9 'iYd3+ �e7 10 .l';Idl liJd5 11 'iYe4 �t7 U liJe5+ �g8 13 liJd7, y asi sucesivamente. .••

••.

Gari Kasparov - Anatoli Lutikov, M i nsk (Bielorrusia), 1 978 Juegan las blancas

30

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

Ofrecemos la siguiente parti­ da a modo de ejercicio. Robert James Fischer Vidor Ciocaltea, Olimpiada de Varna (Bulgaria), 1 962

1 e4 e5 2 lLif3lLic6 3 �b5 a6 4 �a4 d6 5 c3 �d7 6 d4 lLige7 7 �b3 h6 8 �e2lLig6 9 �c4 �f6 10 d5 b5 11 �e2lLia5 12 �d1 �e7 13 g3 0-0 14 h4 IUc8? Las blancas vieron algo diver­ tido en esta posici6n. l, Que era? La soluci6n puede leerse al final del capitUlo. A veces, la posici6n de nuestro rival nos sugiere una idea, inc1uso aunque al principio parezca que no tenemos las piezas necesarias para aprovecharla. Un ejemplo, del predecesor de Kasparov co­ mo campe6n del mundo, ilustra este punto.

Las piezas negras son muy ac­ tivas y su rival tiene debiles las casillas blancas en compensaci6n por el pe6n de menos. Sin embar­ go, Karpov se da cuenta de algo: el caballo negro no tiene movi­ mientos. l, C6mo puedo aprove­ char esto?, se pregunta.

1 �g3! Para ir a capturar piezas de es­ ta manera, hay que tener los ner­ vios tempi ados y buena capaci­ dad de calculo pero aqui resulta el medio mas rapido para elimi­ nar el contrajuego negro. La parte dificil consistia en preyer la continuaci6n de la parti­ da:

1 fxg4 2 �xh4 gxh3 (impide al rey volver por el mismo cami­ no) 3 f4 'iYe6 4 �h5 'iYe7+ 5 �xh3 �t7 y ahora 6 I1h2!! elimina la amenaza 6 . . I1g3+ y da por ter­ minada la partida: 6 'iYd7+ 7 f5, abandonan. La parte mas facil fue llegar a la idea de �g3xh4 •••

.

•••

Anatoli Karpov ­ Artur Yusupov, Moscu (Rusia), 1 983 Juegan las blancas

A veces las ideas se nos ocu­ rren, no por las debilidades evi­ dentes del rival, sino debido a la superioridad de nuestras propias fuerzas. Si nos proponemos en­ contrar el punto mas debil del ejercito negro en el diagrama si­ guiente, es poco probable que pensemos en 'f6' 0 'gT, porque parecen bastante seguros.

IDEAS

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do antes la idea de que las blan­ cas tienen much as piezas atacan­ tes. 5

2 gxh6 3 iYg4+ Abandonan ...

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Alexander Jal ifman - Vasser Seirawan Wijk aan Zee (Paises Bajos). 1 991 Juegan las blancas

Podemos preguntarnos si de­ herfamos tomar como objetivo de nuestro ataque un punto mas de­ hil, como 'fl', con 1 tbe7+ .i.xe7 2 l:I.xe7. Sin embargo, el elemento mas im portante de esta posici6n es simplemente que las blancas tie­ nen cinco piezas excelentes para atacar. Inc1uso contra un flanco de rey en apariencia tan s6lido romo el de las negras hay posibi­ lidades de golpe tactico. I 2

l1xe8! �xe8 tbh6+!

No era especialmente diffcil de encontrar (2 . . . �h8 3 'iVxfl gxh64 .i.xf6+ 0 3 . . . .i.e7 4 'iVg8+ ! l:I.xgR 5 tbfl mate) , pero la mayo­ ria no habrfa buscado esta com­

hi naci6n si no hubiera encontra-

Si bien en estas paginas nos estamos concentrando en movi­ mientos forzados que nos propor­ cionan ventaja, debemos estar atentos a 10 que puede hacer el otro bando: anticiparnos a las ide­ as del rival y a sus variantes. A es­ to 10 llamamos ca1culo defensivo. Se trata de una habilidad mas diffcil de 10 que podrfamos imagi­ nar, por la simple raz6n de que el hecho de ser buenos jugadores de ataque no significa que no vaya­ mos a pasar por alto los golpes tacticos mas simples cuando la partida se vuelve en nuestra con­ tra. 8 7 6 5 4 3 2

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M ijail Ta l - Tigran Petrosian Curazao (Pequeiias Antil las). 1 962 Juegan las blancas

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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Aquf, Mijafl Tal, en aquel mo­ mento el mejor calculador del mundo, estaba intentando de­ fender su debil flanco de dama y reducir el poder de los teiribles alfiles enemigos. Pens6 que la mejor manera de proteger los pe­ ones de este flanco -ademas de poder afrontar 1 . ..ii.xf3 2 'iYxf3 d3, que ataca la torre de 'al '- era mediante:

1 �a2?? Es seguro que si Tal hubiera estado sentado al otro lado del ta­ blero, habrfa advertido inmedia­ tamente que habfa de malo en es­ te movimiento. Pero el no estaba al otro lado.

1

...

�xc4!

Y las blancas abandonaron en vista de 2 'iYxc4 i.d5, con una enfilada a la dama y la torre. Ser capaz de preyer los golpes tacti­ cos del rival, como en este ejem­ plo, constituye el sella propio de un excelente jugador estrategi­ co. 2

MAESTRO CONTRA PRINCIPIANTE

A 10 largo de este libro inves­ tigaremos por que los maestros ca1culan mejor que los principian­ tes. La mayorfa de quienes no juegan al ajedrez -y muchos de los que sf 10 hacen- creen que la mayor diferencia consiste en cuantas jugadas pueden anticipar. "El maestro puede preyer diez jugadas; el aficionado quiza s610 dos", es una opini6n comiln. Pero un celebre estudio de Adriaan de Groot, psic610go y maestro de ajedrez holandes, pu­ so de manifiesto que un elemen­ to clave es la habilidad del maes­ tro para reconocer esquemas de piezas. Un maestro puede reco­ nocer rapidamente la situaci6n de las piezas en una posici6n par­ ticular, dividiendo el tablero en cuatro 0 cinco partes2• Cada una tendra ciertas caracterfsticas que el recuerda de otras partidas y posiciones. (Nos referimos a po­ siciones "normales". Los maes­ tros no muestran ningiln tipo de superioridad para memorizar po-

El termino utilizado por el autor, en el original ingles, es "chunk", que significa, literalrnente, "parte", "pedazo", "trozo", "porci6n". No consideramos apropiada una traducci6n literal, ya que este vocablo tiene en Ingles un enorme trasfondo te6rico en los campos de la psicologfa aplicada al ajedrez, de la psicologfa cognitiva y de la inteligencia artificial (que pnicticamente no existen en el entorno hispano y que no aparecen en nuestra literatura de ajedrez); y su uso, tanto en Soltis como en otros muchos autores, se realiza teniendo en cuenta esta base concep­ tual. La traducci6n literal s6lo serfa adecuada si el lector hispanohablante, al leer "parte del ta­ blero", estuviera pensando al mismo tiempo en la configuraci6n de piezas presente en ella. Por eso, es mas apropiada su traducci6n por "configuraci6n (significativa) (de piezas)". Una "configuraci6n (significativa)" designa una porci6n del tablero y sus piezas, una parte de la po-

IDEAS

siciones extraiias, como las de las composiciones. Tales posiciones no guardan un orden racional ni t ienen "significado" para eUos.) Muchas configuraciones de p iezas bien conocidas, cad a una de eUas con un mimero de casi­ l l as que va de cinco a dieciseis, pueden ser consideradas "tacti­ camente neutrales" . En elIas no ocurren demasiadas cosas. Un ej emplo tipico es una posicion normal de enroque con fian­ chetto: rey en 'gl ' , alfil en 'g2', c a b a llo en 'f3 ' y peones en 'h2', 'g 3 ' y 'f2' . Pero otras muchas configura­ c iones contienen ideas tacticas, que los maestros reconocen con m ucha mayor rapidez que los afi­ cionados. Esto es especialmente c i e rto en el caso de debilidades en cl campo contrario.

sicion da d a

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Thomas Paehtz - Fernandez Albena (Bulgaria), 1 989 Juegan las blancas AI principio, un aficionado po­

drfa fijarse en el equilibrio mate­ rial sobre el tablero 0 en si algun bando esta en j aque. En cambio, un maestro se centrarfa en otras cuestiones, especialmente en las diagonales abiertas que apuntan al rey negro. Poniendose en el la-

en un momenta concreto, que contiene una serie de caracteristicas esenciales para

In e v a l ua cion del estado de la partida y es comparada por el ajedrecista con las otras "configu­

que tiene almacenadas en su memoria a largo plazo -a partir de su experiencia y de que constituyen su conocimiento de este juego. Precisamente el hecho de cono­ 0 menos "configuraciones" es 10 que determina la fuerza del jugador (maestro 0 afi­

ruciones"

s u s I ccturas- y n' r mas

cionado).

de "configuracion" como traduccion de "chunk:" se justifica tambien por la impor­ de este termino en la Escuela de la Gestalt, corriente psicologica que se dedico al estu­ d i o de la percepcion y de sus leyes, plenamente aplicables a la explicacion de los procesos que l i c n e n lugar en el cerebro del ajedrecista cuando contempla una posicion e intenta encontrar h1 'iYxf4 23 :xf4 f5 24 'iVg5 an­ tes de abandonar. Como dijo Tal en cierta oca­ si6n, para ganar una partida no es necesario inventar la rueda. Los grandes jugadores tienen una gran imaginaci6n, y eso les ayuda a rea­ lizar grandes combinaciones, pero no se requiere inventar nada para calcular bien. Lo que tenemos que hacer es reconocer. Por ejemplo, usted deberia ser capaz de reconocer una versi6n mas oculta y compleja de una sencilla idea en las tres partidas que ofrecemos a continuaci6n, se­ paradas en el tiempo por mas de 75 alios.

(D) Las negras tienen un pe6n de ventaja, y parece que toda la ac­ ci6n esta en el flanco de rey, bas-

8 7 6 5 4 3 2

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Henry Edward Bird Paul Morphy Londres (Inglaterra). 1 858 Juegan las negras

tante abierto, pero las blancas tie­ nen en realidad mas debilidades en el otro lado del tablero, donde cuentan con men os defensores.

7 6 5 4 3 2

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Yefim Bogolyubov Jacques M ieses. Baden Baden (Alemania), 1 92 5 Juegan las blancas

IDEAS

La estructura de peones pare­ impedir la posibilidad de una hrillante combinacion. l, Como podrfa la dama blanca, situada en 'a6' y lejos de la accion, conectar con el resto de las piezas blancas? el:

las negras pueden capturar en 'b2' 0 'a2', con un ataque que les da la victoria. En el segundo ejemplo, las blancas forzaron una liquidacion favorable con 1 �xd5 exd5 2 :xg7+! Wxg7 3 'iVf6+ 'ittg8 4 :gl+. Despues de 4 'iig4 5 :xg4+ fxg4 6 f5! Y 7 e6 las blancas llegaron a un final ganado. Y en el ejemplo final, el primer paso, 1 �xh4! allano el camino pa­ ra el segundo 1 .i.xh4 2 lbxe5!, con la amenaza de 3 tbg6+. En es­ te punto, el desp1azamiento de la dama se limita a una nota al mar­ gen ( si 2 . . . dxe5 3 'iVh6+ y mate a la siguiente), pero es esencial para ••.

8 7 6 5

•••

4 3 2

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conocer

Andor Li l ienthal - l lya Abramovich Kan Moscu (Rusia), 1 935 Juegan las blancas

Para

irrumpir en

el fIanco de

rey, las blancas necesitan una pie ­ za mas. l, Cual?

Las tres posiciones parecen no tener nada en comun, pero un cuidadoso estudio revelara en e lias una idea similar: ofrecer una o dos piezas y desplazar la d am a II 10 largo de la sexta fila hacia los al rcdedores del rey enemigo. En el primer ejemplo, Paul Morphy consiguio esto con 1 .. lhf2! 2 �xf2 'iVa3!. La dama umcnaza mate y, puesto que to­ marla conlleva recibir mate en un movimiento (3 bxa3 i.xa3 mate), .

la secuencia completa.

Una vez que hemos reconoci­ do estas ide as, nuestro trabajo consiste en averiguar si realmente pueden llevarse a cabo en ese momento. Calcular no es solo cuestion de hacer movimientos que se han jugado antes en posi­ ciones similares.

(D) Esta posicion, de una partida que recibio el premio de belleza, resulta familiar a cualquier maes­ tro. Las blancas quieren aprove­ char la debilidad de la prim era fi­ la del rival, pero solo 1 .i.t7+ 'itth8 2 � e8! ! 10 consigue. Existe el peligro real de verse arrastrado por una ide a . Cinco afios despues de esta lamosa par-

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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Saemisch puede ganar como­ damente y sin esfuerzo con 1 'lJ.xe7, y si 1 ... 'lJ.dl , entonces 2 .tfl . Pero creyo ver una oportu­ nidad para pasar a la inmortali­ dad y juga:

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Richard Reti Yefim Bogolyubov N ueva York (EE.UU.). 1 924 Juegan las blancas

tida, uno de los rivales del maes­ tro checo vio la oportunidad de ganar otro premio de belleza con un final al estilo de Reti.

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Fritz Saemisch M i lan Vidmar. Carlsbad (Checoslovaquia). 1 929 J uegan las blancas

1 Wilxe7?? Wilxc2 2 .te6+ �h8 3 .td5 Interesante. Cortando la co­ municacion entre las torres, con ese movimiento al estilo de Reti, las blancas amenazan mate en la ultima fila (4 WileS), asi como 4 WilxdS+.

3 ... h5?? 4 Wilxd8+ Y las blancas ganan, pero no deberfan haberlo conseguido. Si las negras hubieran visto 3 ... 'lJ.gS ! , se habrian vuelto las tornas. Con 4 .txgS 'lJ.d2 ! amenazan mate en tres comenzando con 5 ... 'lJ.g2+, obligan a 5 Wilh4 Wilc5+ 6 �hl �xgS ! , y el negro tiene un peon de ventaja. Hay aun otra nota ironica en esta desdichada joya. Despues de 4 Wilxd8+ �h7 las blancas podian ganar con cualquiera de los dos jaques en 'gS', pero en su lugar hi­ deron la atractiva 5 .te4+?? y tu­ vieron que aceptar tablas despues de 5 ... Wilxe4! Un ejemplo c1asico de mal ca1culo por parte de am­ bos jugadores.

IDEAS

BUSCANDO LA DEBILIDAD

Una celebre autoridad en la composicion de finales, CM. Bent, explico en cierta ocasion que los estudios son creados me­ d i ante dos metodos distintos, uno "caliente y espontaneo", y el otro "frio y eficiente". EI primero es un asunto de exploracion aleato­ ria: el compositor mezc1a las pie­ zas al azar, poniendolas y quitan­ dolas del tablero, hasta que se Ie ocurre algo. En el otro metodo, que llamamos cientifico, el com­ positor comienza con una idea, que a veces nace fuera del tablero. Los jugadores de tomeo no pueden permitirse el lujo de ex­ plorar al azar, y las ideas no se les ocurren como en el procedimien­ to "cientifico" de Bent, pero, igual que un cientffico, el jugador pue­ de hacerse las preguntas correc­ tas para que la inspiracion acuda mas facilmente.

(D) Para evitar tDd5, las negras mOVleron: . 1

...

tDe7

Los jugadores que estan en proceso de perfeccionarniento sa­ hen 10 suficiente como para plan­ tearse cuestiones del tipo: "l,que amenaza ahora?" y "l,que prote­ gio con su ultimo movimiento?".

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N igel Short - Anatoli Karpov Encuentro de Candidatos. 1 992 Juegan las negras

Pero no siempre se preguntan: "l,que ha dejado desprotegido?". Nos sorprenderiamos al saber con que frecuencia esta cuestion puede sugerimos ideas. Aqui no aparece ninguna idea al instante, pero la posicion de las negras es algo confusa y carece de coordinacion entre sus piezas. l, Que Ie sucede?

2 tDxc8? Ibc8 3 .txa6 1ad8 Y todo siguio como si no hu­ biera pasado nada, pero si las blancas se hubiesen dado cuenta del problema de las piezas mayo­ res negras, seguramente habrian encontrado la simple 2 .txa6 ! , que habria ganado inmedia­ tamente (2 ... .txa6 3 tDd7).

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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A veces una debilidad esta oculta. Por ejemplo, ;,podria us­ ted detectar la debilidad de 'fS' en el siguiente diagrama? La posicion de las blancas pa­ rece tan fragil como la de las ne­ gras, porque su intento 1 .l:he7 es contestado con 1 ... ':'xc3, y si 2 "Wixc3??, recibe mate en 'fl ' . Pero un buen calculador aprende a no rendirse demasiado pronto res­ pecto a un movimiento que desea realizar. Como dijo el gran maes­ tro hungaro Zoltan Ribli, normal­ mente el primer movimiento que uno piensa es el mejor.

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Peter Lee - Yuri Sajarov Campeonato del Mundo Juveni l. 1 963 Juegan las blancas

1 ':'xe7 ':'xc3 2 "Wixf7+! Y las blancas recibieron mate en su primera fila, en concreto en 'fS' (2 . . . ':'xf7 3 ':'eS+).

PATRONES

Cuando reproducimos parti­ das de maestros advertimos la existencia de patrones, tanto tac­ ticos como estrategicos. Un pa­ tron estrategico podria ser una estructura de peones favorable 0 una maniobra de caballo temati­ ca. Un patron tactico usual podria ser un esquema de mate. Por ejemplo: un alfil blanco en 'c4' y una tone en 'hI ', frente a un rey negro en 'hS' y un peon en 'gT. Los elementos basicos aqui son el control del alfil en la casilla 'gS', que corta la via de escape al rey, y el jaque de la torre en la co­ lumna h. Hay algunas variantes sobre este tema. Por ejemplo, la pieza que da jaque puede ser una dama, no una torre, y las negras pueden tener el acceso cortado a 'gS' debido a un peon (en 'f7') 0 a un caballo (en 'eT 0 'f6'), en lugar de un alfil en la diagonal. Una vez que conocemos este esquema de mate, nos resulta mas facil reconocerlo cuando esta oculto en una posicion.

(D) Podemos encontrar la combi­ nacion ganadora mediante va­ rios procedimientos. Podriamos recordar anteriores combinacio­ nes similares, 0 bien razonar de esta manera: (,Donde es mas de­ bil la posicion negra? A 10 largo

IDEAS

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Una vez que reconocemos los elementos basicos de estas posi­ ciones modelo, la presencia de factores irrelevantes y que nos distraigan no deberia impedirnos identificar la idea ganadora. Par ejemplo, usted deberia ser capaz de ver el mismo patr6n en el dia­ grama siguiente. La soluci6n esta al final del capitulo.

Juegan las blancas

de la columna d, especialmente en 'dS', donde hay debilidades potenciales en su primera fila (1 41 mueve 'Wic7 2 .l:.xdS ! .l:.xdS 3 'fixc7, 0 1 . . 'Wie6 2 .l:.xdS ! 'Wixc4 3 .

t!.xfS+). Pero existe tambien el destello fugaz de una debilidad en la casi­ lIa 'h7', que s610 esta defendida pm el rey, y en cambio puede ser a lacada por las torres, la dama y e l alfil. Finalmente, esta el esquema de mate que mencionamos antes. Si cstamos familiarizados con es­ l a s posiciones modelo, deberia1ll0S ser cap aces de llegar a ellas de alguna manera. Y entonces en­

contramos: 1

tiJf4! Abandonan

Parque, sin importar d6nde vaya la dama, permitira 2 tiJg6+ ! h xgh 3 .l:.h4 mate.

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Konstanty Kaiszauri Alexander 5znapik Polon ia. 1 970 Juegan las blancas

Hay varios esquemas basicos de mate que debemos aprender, inc1uyendo mecanismos tan ele­ mentales como el Legado de Phi­ lidar -la famosa combinaci6n que conduce a un mate ahogado- y mates en la ultima fila con torres y damas. Reproducir partidas de maestros es la manera mas faci! de encontrarlos y reconocerlos.

42

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

I NDICIOS

Aparte de esquemas de mate, una posici6n puede contener otros indicios. Esto incluye: 1) piezas debiles (sin protecci6n 0 que se pueden aprovechar de otra forma); 2) piezas "sobrecar­ gadas", y 3) casillas de invasi6n. 1 ) Piezas debiles

La mayoria de las secuencias ca1culadas implican, al menos en parte, el aprovechamiento de pie­ zas que estan sin protecci6n. Cuan­ tas mas piezas indefensas tenga el enemigo, mas oportunidades ten­ dremos de ca1cular algo favorable. Incluso en las primeras etapas de la partida, cuando pocas piezas traspasan la cuarta fila, las que 10 hacen estan corriendo riesgos.

Lajos Portiseh Anatoli Karpov MoseL! (Rusia), 1 977

1 ttJf3 ttJf6 2 g3 b6 3 .tg2 .tb7 4 0-0 e6 5 d3 d5 6 ttJbd2 ttJbd7 7 !tel .tc5 8 c4 0-0 9 cxd5 exd5 10 ttJb3 .tb4 11 .td2 a5 12 ttJbd4 !te8 13 !tel c5 14 ttJf5 ttJf8 15 d4 ttJe4 (D) 16 dxc5? Las blancas suponen que las negras tomaran en 'cS ' para man-

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tener la igualdad material. Tam­ bien asumen que las negras no cambiaran su bien situado caba­ llo de 'e4'. Investigaremos el papel de las falsas suposiciones en el capitulo siete. Aqui el principal motivo por el que las negras fuerzan la victoria consiste en que las blan­ cas tienen una pieza en el aire en 'fS ' y otra que pronto tambien es­ tara indefensa.

16 ttJxd2! 17 ttJxd2 'iVg5! •••

Incluso si las blancas pudieran mover su caballo a 'e3', quedarian mal estrategicamente. Pero es pe­ or min desde un punto de vista tactico, porque 18 ttJe3 permite 18 ... !txe3 ! 19 fxe3 'iVxe3+ y 20 ... .txd2, con una sustancial ventaja material. La partida continu6 con 18 ttJd6 .txd2 19 ttJxb7 .txel y las blancas abandonaron pronto.

IDEAS

No es necesario que las piezas completamente indefensas para que podamos sacar prove­ cho de elIas; tan solo debiles 0 si­ I u a d a s en casillas de alto riesgo. esten

Viktor Korchn6i Yuri Balashov Moscu (Rusia), 1 971 1 d4 CDf6 2 c4 g6 3 CDc3 � g7 4 e4 d6 5 f3 e5 6 CDge2 c6 7 ii.g5 'ilr'a5 8 'VWd2 CDbd7 9 d5 cxd5 10 cxd5 h6 11 ii.e3 a6 U CD g3 h5 13 .td3 CDh7 14 0-0 0-0 15 a4 CDc5?

Lo primero que el jugador que

lie va blancas percibe tras el ulti­

mo movimiento de las negras de­ pende de 10 optimista 0 agresivo que sea. Un j ugador cauteloso ve­ ni 1a amenaza del caballo 16 ... �h3, que da doble a las piezas mayores. Despues se dani cuenta de que si protege 'b3' con 16 �c2 o 1 6 :a3, las negras dominanin cn el flanco de dama con 16 ... 'ilr'h4 Oespues de examinar estas posiciones . durante un rato, a Korchnoi se Ie ocurre una idea: la dama negra podrfa quedar atra­ pada despues de 16 ii.c2 'iVb4, y l u ego 17 a5. Y una vez que ha captado esta idea intenta encon­ I ra r algo mas fuerte que 16 ii.c2 Por otra parte, un jugador mas agresivo no se concentrara en la horquilla del caballo ... CDb3, sino

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en el otro doble de la posicion, 16 b4! Esto Ie da una idea, y todo 10 que tiene que hacer es encontrar una respuesta a 16 ... 1i'xb4. Es posible que los dos jugado­ res encuentren la secuencia gana­ dora, pero llegaran a ella por un procedimiento distinto. "El Sr. Cauteloso" trabaja para prote­ gerse de las amenazas de la d2, con la entrada en juego de la otra torre. Finalmente, el movimiento menos energico, 1 cxd3 Esto completa un total de seis movimientos candidatos, un nlime­ ro elevado. Sin embargo, podemos reducirlo rapidamente. Siguiendo una regIa empirica bastante practi­ ca, empezamos con el movimiento mas agresivo. Siempre podremos jugar 1 cxd3 si vemos que los otros cinco son malos; pero si descubri­ mos que 1 �xf7+ gana inmedia­ tamente, no hay necesidad de ana­ lizar los otros. De hecho, las blancas pueden ganar con 1 'i!t>d2, 0 con 1 .txg7 �xg7 2 'i!t>d2 (seguido por 3 �h6, 3 exf6 0 3 �g7+), 0 incluso con 1 �xf7 + 'i!t>xf7 2 �xg7 + 'i!t>e6 3 'i!t>d2 (v.g., 3 ... .td7 4 exf6 'i!t>xf6 5 �agl). Despues de pensar un poco, las blancas optaron por 1 'i!t>d2 y gana­ ron rapidamente: 1 ... .te6 2 .txg7 �g7 3 �xg7+ 'i!t>xg7 4 �gl+ aban­ donan (4 ... 'i!t>h8 5 tiJh4 y 6 tiJg6+, 0 4 ... 'i!t>f8 5 �xh7 'i!t>e8 6 �g7). Poder reconocer los movi­ mientos candid at os es una habili­ dad esencial que permite ahorrar tiempo. La principal diferencia entre los jugadores humanos y muchas computadoras consiste en que las maquinas no pueden identificar los movimientos can­ didatos, y por ese motivo, no pue-

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LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

den administrar su tiempo ade­ cuadamente. Podrian llegar a considerar los 35 movimientos le­ gales de una posici6n mejor que los dos 6nicos que tienen sentido. Los humanos pueden administrar adecuadamente su tiempo si de­ sarrollan una buena intuici6n y un buen olfato, cualidades que parecen innatas, pero que pueden adquirirse. Algunos j6venes jugadores consideran demasiados movi­ mientos en una posici6n, y otros, muy pocos. Alexander Kotov, un jugador de la era sovietica que ensefi6 a toda una generaci6n c6mo ca1cular, recordaba c6mo in­ tentaba mejorar cuando era un joven maestro. Kotov descubri6 que no examinaba suficientes movimientos candidatos y que pensaba s6lo en uno 0 dos movi­ mientos "naturales", cuando en realidad habia tres 0 cuatro. Kotov proporcion6, involunta­ riamente, documentaci6n sobre esto en una serie de lecciones so­ bre el tema "C6mo convertirse en gran maestro" (despues presenta­ do como libro con el titulo Piense como un gran maestro). El primer ejemplo de Kotov era:

(D) Seg6n Kotov, en esta partida de aficionados, el jugador que con­ ducia las piezas blancas decidi6 que tenia que sacrificar, por 10 que

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Juegan las blancas

empez6 a analizar tres movimien­ tos candidatos: 1 i.xh6, 1 tDxg6 y 1 lDg4 (con idea de 2 lDxh6+). Pero su "forma de pensar defectuosa y sin sistema" 10 ech6 todo a perder, decia Kotov, porque consider6 1 lDxg6; 10 dej6 de lado despues de analizar unos pocos movimientos y volvi6 a 1 i.xh6, que tambien fue rechazado. Despues analiz6 1 lDg4, encontr6 problemas, y volvi6 a 1 i.xh6 y l lDxg6 de nuevo. AI final, las blancas, totalmente confusas, terminaron jugando algo completamente distinto (1 i.c3?), que les hizo perder rapidamente. Es una bonita e instructiva historia, pero aun queda una cuesti6n sin resolver: si las blan­ cas querian sacrificar una pieza lpor que no consideraron uno de los movimientos mas naturales en esta posici6n? Despues de 1 lDxf7 es felcil ver que si las negras toman el caballo, entonces 2 i.xe6 gana. El ca1culo completo implica 1 . iLxg3, y des..

ARBOLES DE VARIANTES Y COMO CONSTRUIRLOS

pueS 2 hxg3 0 2 tLJxh6+ �f8 (no 2 ... gxh6 3 ii.xe6+ �f8 4 ii.xh+) 3 hxg3. Esta variante parece, como minimo, igual de prometedora que la sugerida por Kotov (l tLJg4 'ii'h4 2 tLJxh6+ 'it>f8 3 'ii'xh4). l,Por que Kotov no la mencio­ no en absoluto? Probablemente porque los movimientos candida­ tos son mucho mas personales de 10 que nadie quiere admitir, y el mismo Kotov pudo haber omitido 1 tLJxf7. Lo que Gari Kasparov considera "natural" puede ser algo que nunca se Ie ocurrirfa a Viswa­ nathan Anand 0 a Gata Kamsky. Para cada uno de los restantes dia­ gramas que hay en este libro, us­ ted deberfa elegir el movimiento que Ie parezca mas natural y des­ pues encontrar al menos otr.o mo­ vimiento candidato. Cuando calculamos las ramifi­ caciones de un movimiento con­ creto, intentamos adivinar los movimientos candidatos de nues­ tro rival, 10 cual es otra forma de calculo defensivo.

(D) Las blancas saben que las ne­ gras amenazan 1 ... tLJd4 ! , que ga­ na una pieza. Cuentan con defen­ sas pasivas como 1 �g2 0 1 1:.e2, pero tambien se dan cuenta de que con 1 1:.al ganan material. l, Que hacer? Bisguier eligio:

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Arthur Bernard Bisguier Andrija Fuderer Gotemburgo (Suecia), 1 955 Juegan las blancas

1 1:.a1?? Cometio el error de dejar de buscar movimientos candidatos del negro tras calcular 1 ... 'ii'x al ? (2 tLJxal 1:.xal 3 'it>g2).

1 ... 'ii'xb3! Las blancas abandonan Asf tambien se entrega la da­ rna, pero con una gran diferencia: 2 'ii'xb3 1:.xal, con dos amenazas demoledoras (3 ... i.h3 Y 4 ... 1:.xfl mate, y 3 ... tLJd4, que atrapa la da­ rna). En posiciones mas diffciles es posible que tengamos que adivi­ nar los movimientos candidatos del rival varias jugadas antes. El mismo Kotov cito el siguiente ejemplo en un articulo publicado en una revista.

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LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

Efectivamente, las blancas ju­ garon 4 d5!, el segundo movi­ miento mas agresivo en la posi­ cion, el cual no debio haber sido desdenado por las negras. E stas abandonaron no mucho despues de 4 �xd5 5 �xd5 exd5 6 e6!, y luego 6 ... ttJf6 7 exf7+ �xf7 8 libel Y 9 lic7+. •••

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Vereslav Eingorn Vladimir Malaniuk Baku (Azerbaiyan), 1 979 Juegan las negras

l,Puede la torre negra amena­ zada tomar en 'a2'? Malaniuk de­ cidio que si, porque habia calcula­ do 1 lba2 2 e5, el movimiento candidato mas peligroso que las blancas tenian disponible (2 ... Wic7 3 lidcl, y la dama no halla una buena casilla a donde ir). Pe­ ro vio que 2 Wid5 3 �b3 Wia51 4 � xa2 Wixa2 ofrece a las negras excelente compensacion a cam­ bio de la calidad y el peon. Sin embargo, como senalo Ko­ tOY, las negras cometieron un error al bus car movimientos can­ didatos a 10 largo de la secuencia. En la cuarta j ugada las blancas no tienen por que tomar la torre. "Si [las negras] hubieran examinado tambien el movimiento candidato 4 d5 ! , habrian comprendido sin dificultad que su posicion se vuel­ ve desesperada." •••

•••

En el capitulo seis examinare­ mos la cuestion de como elegir entre movimientos candid at os que parecen iguales; pero antes de que podamos elegir con fun­ dam en to, debemos saber que te­ nemos posibilidad de elegir.

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Jonathan Speelman Jonathan Levitt Londres (lnglaterra), 1 992 Juegan las blancas

En este ej emplo, Speelman busca, guiado por su instinto, una forma de contestar a la ultima ju­ gada de las negras ( . . .f6) con un

ARBOLES DE VARIANTES Y COMO CONSTRUIRLOS

movimiento de caballo. La ma­ yoria de j ugadores que examinen la posici6n no tardanin mucho en ver 1 liJd7, basado en la idea de la amenaza 2 :xe8+ y en que 1 ... :xe3? ? permite el mate en 2 'iYf8. Sin embargo, antes de se­ guir analizando ese movimiento, las blancas deberian darse cuen­ ta de que hay otro movimiento candidato basado en la misma idea: 1 liJg6! Una vez que saben que es posible elegir, las blancas pue­ den sopesar los dos opciones y ver que 1 liJd7 'iYc8 ! no es claro, pero que 1 liJg6 ! 'iYa8 2 :xe8+ 'iYxe8 3 'iYdS + ! 'iYf7 4 'iYd8+ si 10 es. De hecho, hay una segunda defensa contra 1 liJd7, que falla ante 1 liJg6 ! : 1 . . . g8 9 'it'gS+ c3;f7 10 'irf6+ 'ito>g8

Y as! sucesivamente hasta 15 'ti'xb7. Lo que ayuda cuando analiza­ mos variantes tan largas es la se­ guridad de nuestras conclusiones. No tenemos que calcular mucho en las variantes secundarias (1 ... ii.f8; 1 ... ii.d6; Y 1 . . . 'iVd6) , porque encontramos una ganancia forza­ da de material decisivo despues de tres 0 cuatro jugadas. En estas variantes, las posicio­ nes finales (as! las llamaremos) son claras. De igual forma, la ra­ rna de 4 . . . We6 lleva al mate rapi-

damente. La posIcIOn final no ofrece ningun tipo de duda. Como mencionamos antes, la longitud (altura) de un arbol de calculo no es tan importante co­ mo su amplitud (anchura) en va­ riantes. Pero existe otro factor: el movimiento mas dificil de encon­ trar en el ultimo ejemplo estaba en la parte mas alta del arbol, y las blancas no necesitaban buscar movimientos complicados des­ pues de la segunda jugada. Los arboles tienen, en reali­ dad, tres dimensiones. Hemos con-

ARBOLES DE VARIANfES Y C6MO CONSTRUIRLOS

siderado longitud y amplitud, pe­ ro hay una tercera que no es facil de representar visualmente: difi­ cultad. A veces los movimientos mas diffciles de encontrar aparecen en las ramas mas cortas.

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Pero las blancas no necesitan llegar tan lejos en su analisis, y de hecho pueden dejar de examinar los arboles tras el tercer movi­ miento. El aspecto mas diffcil del ca1culo consiste en encontrar la respuesta a 2 . . . .txg2, que es la espectacular 3 'iYxe6+ ! , la cual conduce al mate en todas las va­ riantes (3 . . . dxe6 4 .l:Ixd8 mate; 3 ... �h8 4 lbf7+) . (A propos ito, us­ ted deberfa ser capaz de adivinar que hay de malo en este orden de movimientos similar en aparien­ cia: 1 lbg5 y luego 1 . . .txg2 2 .l:Ixe6. Esto traspone a las secuen­ cias anteriormente citadas des­ pues de 2 .� . fxe6. i,Por que no 10 jugaron las blancas? La respuesta esta al final del capftulo.) .

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Helgi Olafsson . Jonathan Levitt Reikiavik (Islandia), 1 990 Juegan las blancas

Un ejemplo similar extrafdo de uno de los exitos mas tempra­ nos de Bobby Fischer:

La serie de ideas que hay que considerar aquf incluye: a) la to­ rre negra sin proteccion; b) la potencialmente primera fila debil de las negras; y c) la formacion de piezas en la diagonal 'g2'-'a8'. Las blancas idearon este pro­ cedimiento para aprovechar los aspectos citados: 1 .l:Ixe6!, y des­ pues 1 fxe6 2 lbgS! En este ar­ bol las ramas mas largas son 2 lbc6 3 'iYxe4 g6 4 'iYh4 hS 5 lbe4 "con ataque fuerte", y 2 ... h6 ! 3 lbxe4 lbc6 4 lbxc5 'iYc7 5 lbxd7! .l:Iac8 ! 6 'iYxe6+ �h8 7 .te4, etc. ...

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Robert James Fischer - James T. Sherwin, Campeonato de EE.UU. de 1 957·1 958 Juegan las blancas

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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Este arbol, con solo tres movi­ mientos, es bastante corto; pero hay mas ramas y, quiza mas impor­ tante, el movimiento mas dificil de ver surge en el segundo nivel. La primera idea que se les ocurrio a las blancas en la posi­ cion del diagrama seguramente fue 1 .ltxt7+, y si 1 ... l:!xt7? enton­ ces 2 l:!aS+ y mate. Pero despues de 1 ... 'iithS las blancas tienen que afrontar clavadas y otros proble­ mas tacticos.

1 l:!xt7! Ahora hay tres ramas. La mas simple y corta es 1 ... l:!xt7 2 l:!a8+ y mate. La mas larga y compleja co­ mienza con 1 ... h5! Y entra en un abanico de subvariantes tras 2 l:.xfS+ 'it>xf8 3 'iWfl +, donde 3 ... iDf6 permite al blanco llegar a un final ganado (4 l:!c4) , y 3 ... 'ii'f6 da a las blancas un ataque ganador (4 l:!aS+ 'it>e7 5 Ila7+ �dS 6 'iWbl !). Sin embargo, resulta evidente que 1 ... h5, si bien puede ser el mejor movimiento, no es el mas peligroso. La variante clave co­ mienza con:

1

•••

Un movimiento diffcil de en­ contrar, si bien 2 ... l:!xfl + 3 l:!xfl + nos da un arbol bast ante pequeno. Habria una rama para 3 ... �h8 4 l:!xf8 mate; otra para 3 ... l:!xt7 4 l:!a8+ 'ii'd 8 5 l:!xd8 ma­ te, y una tercera que comienza con 3 . . . 'ii'x d5 ! ? y ofrece dos sub­ variantes: 4 exd5? ? l:!xfl mate y victoria para las negras, y 4 l:!xfS+ ! mate. En la partida, las negras juga­ ron la desesperada 2 h5 Y vie­ ron que despues de 3 'iVxcl ! 'iVxc1 + 4 l:!fl + Y 5 l:!xcl estarian perdidas, por 10 que cambiaron de rama con 2 h5 3 'iVxc1! 'ii'h4 y abandonaron poco despues de 4 l:!xfS �h7 5h3. •••

•••

COMO PIENSAN REALMENTE LOS AJEDRECISTAS

"Cuando se han agotado to­ dos las posibilidades de resolver el problema por metodos tradi­ cionales, el pensamiento da vuel­ tas a su alrededor en cfrculos ... como las rat as en una j aula." Arthur Koestler

Ilc1+

Fischer gano esta partida por­ que se percato de que aquf habfa dos ramas: la evidente 2 l:!fl +, que mete a las blancas en serios problemas tras 2 ... �hS, Y . . .

2 'iYfln

Kotov, en Piense como un gran maestro, afirmaba que un jugador

debe abordar el arbol de varian­ tes con cuidado. Debe examinar cad a rama una sola y unica vez. Saltar de una a otra es "un derro­ che imperdonable de tiempo", al-

ARBOLES DE VARIANTES Y C6MO CONSTRUIRLOS

go que ning\1n gran maestro aprobarfa, aseguraba. En realidad, los grandes maes­ tros no piensan de forma mas sis­ tematica que los aficionados. Ellos a veces saltan de rama en rama y vuelven atras de nuevo. 0 bien calculan s610 unas pocas ju­ gadas de 10 que deberfa ser un ar­ bol bastante grande. Como Mijafl Tal afirm6 en cierta ocasi6n, "a veces, ca1cular el denominado ar­ bol de variantes por completo no es dificil, sino imposible". En su lugar, Tal hablaba de una "zona de certeza" que permi­ te a un ca1culador entrenado de­ tener su analisis tras un examen relativamente breve de las dis tin­ tas ramas. Hay muchos maestros que siguen el ejemplo de Tal: cal­ culan las posiciones finales que pueden ver y evahlan despues otras ramas siguiendo su instinto. A finales de los aiios 1970, el maestro ingles Simon Webb diri­ gi6 una serie de experimentos cu­ yos resultados aparecieron en la revista Chess. Webb mostraba a ajedrecistas de diferentes niveles de juego una posici6n, para que la 4

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estudiaran y describieran c6mo procederfan para elegir un movi­ miento. Ninguna posici6n condu­ cia directamente a la victoria. Sus resultados fueron sorpren­ dentes para los seguidores de Ko­ tOY. Por ejemplo, un gran maestro saltaba de una idea a otra y des­ pues volvia atras de nuevo. En otra ocasi6n, los dos jugadores mas fuertes, tras emplear diez mi­ nutos, fracasaron incluso en la ta­ rea de descubrir cual era el mejor movimiento candidato, y despues escogian movimientos que habi­ an analizado durante menos de un minuto. Webb descubri6 que 10 que re­ almente distinguia a los mejores jugadores era que podian llegar a conc1usiones precisas mas rapida­ mente y que pensaban en termi­ nos de variantes concretas, y por tanto calculaban de forma mas eficaz. No hay un metodo perfecto de caIculo para todos los jugadores, a pesar de 10 que dijera Kotov. Todos pensamos de forma dife­ rente. En realidad hay un fuerte elemento de serendipict' en el aje-

El termino, en el ingles original, es serendipity, sin equivalente en castellano, si bien ha sido propuesto (y no aceptado por la Real Academia de la Lengua) el neologismo "serendipia", que utilizamos aqui. Serendipity viene de "Serendip", el anterior nombre de Sri Lanka. El no­ velista londinense Horace Walpole 10 acuii6 en 1754 en el cuento The Three Princess ofSeren­ dip . Se utiliza para referirse, normalmente en ciencias y en filosoffa, a descubrimientos 0 in­ venciones que llegan sin ser buscados, involuntariamente, de manera accidental e inesperada. La historia esta llena de ejemplos: la manzana que permiti6 a Newton postular la ley de la gra­ vitaci6n universal, la casual llegada de Col6n a America, el descubrirniento de la penicilina por Fleming, etc. Quizas el primer ejemplo conocido sea el " i he hallado! " de Arquimedes ("Eureka"), interjeccion que si esta en nuestro diccionario. Nota del traductor.

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LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

" j Ojahi estuviera en un lugar mas seguro! ", pens6. As! pues:

1 ... �f7!!

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Amador Rodriguez Cespedes Anthony J. Miles, Palma de Mallorca (Espana), 1 989 Juegan las negras

drez. Cuando examinamos una idea, est a a veces nos sugiere otra. Miles estudi6 la posici6n con cierto detalle, explorando un ar­ bol que comenzaba con 1 ... tDce3+ 2 �gl (no 2 fxe3 'iYxg3+). Examin6 la rama de 2 ... 'iYg4 co­ mo si fuera la clave, pero la aban­ don6 al encontrar 3 l:!.hS+ ! �f7 4 l:!.cS ! , con la amenaza de un j aque demoledor. Pas6 a la rama que comenzaba por 2 ... tDh4, con la idea de 3 'iYxg6 tDf3 mate, pero tuvo que abandonarla al ver 3 l:!.hS+ ! y luego 3 ... �f7 4 'iYxg6+ 0 3 ... �xhS 4 l:!.xh4+. Tambien examin6 otras varian­ tes, y el principal beneficio de todo este amilisis fue llegar a la conclu­ si6n que el principal problema de las negras era la posici6n del rey.

Esta idea ganadora no se Ie habrfa ocurrido si s610 hubiera trabajado en un arbol. Ahora, por ejemplo, 2 l:!.hS �e7 ! 3 l:!.cS per­ mite una de las ideas ingeniosas del primer arbol: 3 ... tDce3+ 4 �gl tDh4 ! 5 'iYxg6 tDf3 mate. Finalmente, las blancas inten­ taron:

2 l:!.7h5 tDce3+ 3 �g1 'iYg4! 4 l:!.1h2? ! tDxg3 5 fxg3 'iYxg3+ Y las blancas abandonaron tras algunos movimientos. En las partidas reales, los juga­ dores cogen de una rama ideas que de repente yen que pertene­ cen a otra. Will iam Watson - Lev Gutman Bruselas (Belgica), 1 987

1 tDc3 c5 2 e4 d6 3 f4 a6 4 tDf3 e6 5 d4 cxd4 6 tDxd4 tDf6 7 1i.e2 'iYc7 8 1i.e3 b5 9 ..tf3 1i.b7 10 e5 dxe5 11 ..txb7 'iYxb7 12 fxe5 tDfd7 13 0-0 En este mom en to, mientras esperaba la respuesta de su rival, Watson analiz6 13 . b4 Y se Ie ocurri6 el ingenioso mecanismo . .

ARBOLES DE VARIANTES Y C6MO CONSTRUIRLOS

de ataque 14 �h5 g6 15 �h3 ! , con la idea de contestar a 15 ... bxc3 con 16 �xf7 ! Las negras no jugaron 13 ... b4, sino que eligieron en su lugar 13 lDxe5. La compensaci6n de las blancas a cambio del pe6n no es­ tuvo clara hasta que encontraron 14 �h5 lDg6 15 �h3! ! Despues admitieron que se les habria esca­ pado si no hubieran visto la ma­ niobra de llevar la dama hacia 'h3' en la variante anterior. En 'h3' la dama apoya sacrificios en 'e6' (v.g., 15 . . . lDc6 16 lDxe6 fxe6 17 �xe6+) y 'f7'. La partida continu6 15 ... 1ie7 16 �xt7! y las blancas tuvieron un ataque ganador, porque 16 ... cJ;;;xf7 17 �xe6+ cJ;;;e 8 18 lDf5 �d7 19 lDxg7+ cJ;;; d 8 20 �d1 conduce a la victoria.

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•••

Para terminar, el vencedor de la siguiente partida, en los co­ mentarios a su brillante victoria, nos leg6 una reveladora ojeada a la mente de un gran maestro. Rashit Nezhmetdinov Chernikov Rostov del Don (URSS), 1 962

1 e4 c5 2 lDt3 lDc6 3 d4 cxd4 4 lDxd4 g6 5 lDc3 1ig7 6 1ie3 lDf6 7 1ic4 0-0 8 1ib3 lDg4 9 �xg4 lDxd4 10 0-0 �a5 11 �h4 1if6 Nezhmetdinov vio que su da­ rna no podia ir a 'g3' ni a 'f4', por-

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que con 12 ... �xc3 ! y 13 ... lDe2+ las negras recuperan la dama con un final favorable. Pero disponia de otros tres movimientos candi­ datos. Primero vio que 12 �h6 per­ mite a las negras repetir movi­ mientos con 12 ... 1ig7 13 �h4 1if6. Tambien se percat6 de que 12 �g4 0 12 �h3 permite 12 . . . d5. Examin6 estas variantes antes de evaluar 12 �g4 d5 13 YWd1 ! co­ mo ligeramente favorable a las blancas. Despues encontr6 el bonito sacrificio 12 YWxf6 ! ? exf6 13 1ixd4, que Ie dej a con s610 dos piezas a cambio de la dama, pero muy potentes una vez que las blancas jueguen lDc5. Se pregunt6 que p asaria si las negras hacen la intermedia 12 . . . lDxb3, y vio que era p osible 1 3 axb3 ! : 13 ... YWxa1 14 YWxe7 ! y las blancas tienen 15 1ih6 y 16 lDd5. Entonces encontr6 otro movi­ miento con el que las negras pue­ den mejorar en la jugada 12": 12 ...

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LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

liJe2+ ! 13 liJxe2 exf6, tras 10 cual las blancas tardanin un tiempo mas en llevar el caballo a 'd5'. Asi las cosas, volvio a 12 'iig4 y llego a la conclusion de que te­ nia buenas posibilidades, pero "i,se puede ganar de verdad?". Fi­ nalmente, despues de pasar revis­ ta a 12 'ii'xf6! ! liJe2+ 13 liJxe2 exf6 14 liJc3 llego a la conclusion de que las negras apenas podian ha­ cer nada para impedir i.d4, liJd5, l:.ad1 -d3-f3, con posicion ganado­ ra. Por fin, despues de un largo examen de conciencia y de anali­ zar adelante y atras, se reafirmo en el sacrificio y gano una partida extraordinariamente bella:

12 "iYxf6!! liJe2+ 13 liJxe2 exf6 14 liJc3 iie8 15 liJd5 1:Ie6 16 i.d4 cJ;; g7 17 l:.ad1 d6 18 l:.d3 i.d7 19 ii13 i.b5 20 i.c3 �d8 21 liJxf6 i.e2 22 liJxh7+! �g8 23 l:.h3 l:.e5 24 f4 i.xfl 25 �xf1 l:.c8 26 i.d4! b5 27 liJg5 ':c7 28 i.xf7+! l:.xf7 29 lah8+! y las blancas ganaron. Moraleja: encuentra el meto­ do para calcular variantes con el que te sientas mas comodo. (Respuesta a la posicion Olafsson - Lewitt: 1 liJg5 i.xg2 2 l:.xe6, permite a las negras en­ frentarse a la amenaza 3 l:.e8+ con 2 ... liJa6 0 2 ... liJc6. Las blan­ cas debieron jugar la idea mas fuerte liJg5 despues de la menos fuerte, como veremos en el proxi­ mo capitulo.)

4 FUERZA

"La fuerza y el fraude son las dos virtudes cardinales de la guerra. " Thomas Hobbes

i las ideas son la chispa que enciende la mecha de una secuencia, los movimientos fuertes son el combustible que la mantiene en funcionamiento. Los movimientos que capturan piezas enemigas, dan jaque 0 que, en menor medida, amenazan esas capturas y esos jaques proporcio­ nan el elemento dimimico a una secuencia.

S

Attila Gro5zpeter Ivan Radulov Biel (Suiza), 1 989

1 d4 d6 2 e4 ttJf6 3 ttJc3 c6 4 ttJf3 'ifa5 5 e5 ttJe4 6 exd6 ttJxc3 7 bxc3 exd6 8 i.d3 i.e7 9 0-0 0-0 10 1:!.el i.e6 l1 1:bl b6 12 c4 'iVh5 13 d5! cxd5 14 cxd5 'iVxd5 15 :b5 'i'b7 16 ttJg5 i.xg5 17 .l::[xg5 ttJc6

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Aquf las blancas dan comien­ zo a una combinaci6n que dura ocho jugadas en su rama mas lar­ gao No s610 tiene una gran longi­ tud, sino que requiere ciertos riesgos, sacrificar una torre y un alfil. Un error en el ca1culo serfa irreparable. Pero no deje que esto Ie asus­ teo En realidad se trata de una combinaci6n bastante rutinaria y

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LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

de un tipo que, con un buen en­ trenamiento, deberfa poder visua­ lizar correctamente hasta el final. Procedamos paso a paso:

18 .txh7+! r,tJxh7 Las negras no tienen opcion. Con 18 ... c;;t>h8 19 'iVh5 el jaque en descubierta del alfil en la siguien­ te jugada debe conducir al mate.

19 'iWhS+ r,tJg8 EI unico movimiento legal.

20 :Ixg7+! c;;t>xg7 De nuevo claramente forzado.

21 .th6+ c;;t>h7 Por fin las negras pueden ele­ gir, aunque ciertamente poco: si 21 ... r,tJg8, las blancas dan mate en dos con 22 'ilg5+ y 23 'ilg7 mate.

22 .tg5+ Abandonan Si hubieran continuado, las ne­ gras habrfan tenido que elegir en­ tre 22 ... c;;t>g8, que permite 23 .i.f6 y 24 'ilh8 mate, y 22 ... r,tJg7, que prolonga la partida en una jugada: 23 'ilh6+ ! c;;t>g8 24 .tf6 y mate en 'h8' en la jugada siguiente. Son ocho jugadas en total, pe­ ro debemos tener en cuenta que el amHisis siguio un camino estre­ cho y directo. En solo tres mo-

mentos tuvieron las negras posi­ bilidad de elegir, y ninguna de esas variantes secundarias consta­ ba de mas de dos jugadas. Se tra­ taba de un arbol de anaIisis con un tronco largo, pero con muy po­ cas ramas y bastante cortas. No hace falta ir muy lejos para encontrar arboles de esta clase. Gari Kasparov citaba uno asf en sus anotaciones a la partida que jugo con Tigran Petrosian en Moscu, en 1982. EI futuro campe­ on del mundo sefialo en cierto momento un movimiento mejor para el, que en una variante clave requerfa un sacrificio temporal de dama y torre. En otra se necesita­ ba un sacrificio de torre, y su va­ riante principal implicaba el ofre­ cimiento de dos peones. Esta ultima, la variante principal, era de 17 jugadas, pero Kasparov in­ dicaba al lector que no deberfa sorprenderse por esa longitud. EI hecho de que los movimientos fueran fuertes, casi todos ellos capturas, jaques 0 amenazas de mate, hacfan la variante facil de digerir. Por otro lado, gran parte de 10 que pens amos durante una parti­ da implicara arboles de variantes muy cortos. En estos cas os no po­ dremos calcular mas de dos 0 tres jugadas por anticipado, porque hay pocos movimientos que fuer­ cen la posicion. Este tipo de cal­ culo -el no combinatorio- pone mas enfasis en la evaluacion.

FUERZA

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Vasi l i Ivanchuk ­ Eugueni Bareiev Linares (Espana), 1 993 Juegan las blancas

En esta relativamente tranqui­ la posicion, las blancas no vieron nada que pudiera forzarla, pero encontraron en su lugar un pode­ roso movimiento preventivo.

1 g3! Es pnicticamente imposible llegar muy lejos al analizar esta posicion, pero Ivanchuk estaba interesado principalmente en la unica secuencia que podia exami­ nar con detenimiento. Razono del siguiente modo: si contaba alguna ventaj a, esta tenia que basarse en la imposibilidad de las negras pa­ ra completar su desarrollo. Tras 1 g3 las negras no pueden llevar su caballo a 'd7', debido a 2 i.f4, despues de 10 cual el sacrificio 2

73

... �f6 3 i.xd7 i.xf4 4 gxf4 �xf4 S lLleS no sirve. Esto era todo 10 que las blan­ cas necesitaban ver. Las negras tienen otros movimientos tras 1 g3, pero ninguno que complique la posicion. Despues de 1 ... lLlc6, por ejemplo, las blancas continu­ an mejorando con movimientos como 2 �g2 Y 3 I:rh1 . Ivanchuk vio perfectamente que tendria una clara ventaja si echaba a per­ der el unico buen plan de desa­ rrollo de las negras.

1 ... I:ra7 2 I:rel lLld7? Despues de este error, la parti­ da estaba pnicticamente decidi­ da.

3 gS! I:rd8 4 a4 lLlb8 o 4 ... lLlf8 S �b3 y las blancas llevan el alfil a 'f4' 0 'a3', 10 cual decide la partida. S lLlh2! Y el caballo siguio su camino hacia 'f6' con efectos devastado­ res: S �f8 6 lLl g4 i.d6 7 �g2 �h8 8 I:rhl �g7 9 lLlf6 hS 10 �dl!, y la amenaza de I:rxhS+ obligo a las negras a abandonar. Para ofrecer un ejemplo mas elemental, supongamos que em­ pezamos la partida con 1 d4 y que '0.

74

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

el rival contesta 1 . . dS. Se nos ocurre una idea: las negras han debilitado su defensa sobre 'cT porque un alfil blanco en 'f4' 0 'g3' no puede ser bloqueado con ... d7-d6 Por tanto, podriamos querer desarrollar esta idea por medio de .i.f4 y tbc3-bS. Sin embargo, hablando seriamente, lPodemos ca1cular algo concreto despues de 1 d4 dS 2 tbc3, con la idea de 3 .i.f4 y 4 tbbS? No, estamos como mfnimo a tres j ugadas de amenazar la cap­ tura en 'cT y diremos que la posi­ cion no esta suficientemente ma­ dura como para calcular variantes concretas. Todo 10 que podemos hacer es imaginamos el curso ge­ neral de los acontecimientos, por ejemplo 2 ... tbf6 3 i.f4 c6 4 e3, y evaluar esto 10 mejor que poda­ mos, como igualado 0 algo mejor para las blancas. Los jugadores deben ser capa­ ces de realizar los dos tipos de calculo, el concreto y energico, y el de evaluacion general, porque, de hecho, ambos aparecen en el transcurso de la partida. Pero de­ bemos estar muy atentos a los elementos mas energicos de la posicion, porque las consecuen­ cias de omitir un movimiento agresivo nuestro 0 una respuesta igualmente fuerte de nuestro ri­ val son demasiado graves. .

DEJA QUE LA FUERZA . . .

La diferencia entre los movi­ mientos que fuerzan la posicion y los que no la fuerzan ha sido ilus­ trada por algunos notables ejem­ plos del juego de los grandes ma­ estros:

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Robert Huebner Tigran Petrosian Biel. 1 976 Juegan las blancas

El jugador que ganara esta partida llegaria, casi con total se­ guridad, a los encuentros elimina­ torios por el Campeonato del Mundo, y el perdedor no. A Huebner Ie quedaban cinco mi­ nutos para realizar cuatro movi­ mientos y pasar el control de tiempo. Tambien contaba con dos bonitos peones de ventaj a; pero, 10 que es mas importante, tenia ataque de mate.

FUERZA

La busqueda, par parte de las blancas, de los movimientos can­ didatos, es relativamente sencilla, puesto que tienen solo algunos movimientos para forzar la posi­ cion (los dos j aques en 'e8' y la captura en 'd3', que fuerza en me­ nor grado). No es especialmente dificil ver que 1 'iVe8+! es el me­ jor, porque la unica tarea dificil, al elegir ese movimiento, es darse cuenta de que tras 1 ... c;!;g7 2 l:.e7+ c;!;h6 las blancas pueden ju­ gar 3 'iVf8+, porque la torre de 'eT protege 'f8' del campo de ac­ cion de la dama negra. Despues de 3 'tWf8 c;!;hS 4 l:.xh7 es mate. Aparte del pequeno problema de visualizacion respecto a 'f8', est a es la clase de combinacion que la mayoria de aficionados yen f.icilmente. Los unicos movi­ mientos altemativos para las ne­ gras son 1 ... 'iWf8?? (que permite el mate en una) y 2 . . . 'iixe7, que cede la dama. En la posicion del diagrama las blancas pueden dar mate en cuatro. Pero Huebner no 10 vio. Rea­ cio a apartar la dama de la defen­ sa del alfil y viendo la amenaza 1 ... it..g 1 + 2 c;!;g3 'iVxf4 mate, jugo:

1 93? Y las negras, impacientes, con­ testaron:

1

•••

lLlxf4!

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Esto renueva la amenaza 2 ... it..g 1 +, con la diferencia de que ahora seria j aque mate. Y la eli­ minacion del peon de 'f4' significa que el rey negro tiene una casilla de escape en 'gS'. Habiendo dej ado pasar la vic­ toria cuando la tenia a su disposi­ cion, Huebner omite una segunda oportunidad con 2 gxf4! 'iixf4+ 3 lLlg3. Lo que es peor, realiza mo­ vimientos energicos que Ie llevan al desastre:

2 'iYeS+?? c;!;g7 3 lle7+ c;!;h6 4 lLlt2 Un debil intento, pero las blancas estan perdidas.

4 ... i.xt2 5 l':!xh7+ c;!;g5! Huebner abandono y su rival se clasifico para los encuentros de candidatos. El mismo principio de fuerza se aplica al ca1culo defensivo, esto es, a preyer los golpes tacticos de nuestro rival. Las blancas acaban de jugar 1 lLlgS ! Vislumbrando un mate en 'hT y con la posibilidad de con­ testar a 1 ... fxgS con 2 'fig7 mate, las negras parecen no tener nada mejor que 1 ... 'iVd7. Ahora 2 :e6! seria bastante fuerte (2 ... fxgS? 3 ':xg6+ hxg6 4 'iixg6+ y mate).

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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3 'it> gl ttJxb2

8 7 6 5 4 3

...

2

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Leonid Shamkovich Lutz Espig Dubna (Rusia), 1 973 Juegan las negras

Pero las negras encontraron una posibilidad mejor:

1

...

.1i.xt2+!

2 'it>xt2??

Las blancas aun ganaban con 2 'it>hl ! 'iVd7 3 .l:.e6, el mismo plan ganador mencionado antes. La unica diferencia importante es que aqui las negras podrian com­ plicar las cos as con 3 . . . .1i.e3 ! (4 .l:.xe3 fxg5 !), y las blancas tendri­ an que mover la excelente 4 M! para anotarse el punto. 2

Y habiendo perdido dos de sus piezas atacantes tan rapida­ mente, las blancas jugaron 4 �xg5 y abandonaron despues de que las negras movieran 4 ttJd3. En el transcurso de una partida real, cuando sea su tumo, debe us­ ted comenzar la busqueda de mo­ vimientos candidatos examinando los movimientos mas energicos disponibles. Y cuando este anali­ zando una variante, asegurese de que el adversario no dispone de movimientos utiles en la posicion final. Si los tiene, no sera el final.

...

fxgS+

Simplemente, las blancas no vieron que esta pieza podia ser capturada con el mas energico de todos los movimientos, un jaque.

FUERZA FRENTE A VELOCIDAD, FUERZA FRENTE A FUERZA

Como hemos sefialado, las personas ca1culan de manera dis­ tint a a las computadoras. Una de las diferencias mas importantes es que los humanos tendemos a confiar en la fuerza de nuestros movimientos, mientras que las maquinas se concentran en llegar a una conclusion en el men or nu­ mero posible de jugadas. En general, la variante de jue­ go mas fuerte es normalmente la forma mas rapida de llegar a una conclusion favorable, pero no ne­ cesariamente:

FUERZA

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de cada diez jugadores humanos nos diran que 1 iYd6+ es mas facil de ca1cular.

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Eugueni Sveshnikov igor V. Ivanov M i nsk (Bielorrusia), 1 976 Juegan las blancas

Por otra parte, hay ocasiones en que las variantes energicas y largas son mas diffciles de ca1cu­ lar que las mas sencillas y cortas. A principios del siglo XX, Ema­ nuel Lasker sefialo este caso: 8 7 6 5 4

Las blancas encontraron la idea mas evidente en esta posi­ cion, la serie de jaques que co­ mienzan con 1 iYd6+. Despues de ver que 1 �g8 2 t'[je7+ �fS les daba la posibilidad de contar con jaques a la descubierta y jaques dobIes, no fue dificil encontrar una segunda idea en la posicion, el mate ahogado: 3 t'[jxg6+ �g8 4 iYfS+! .l:.xfS 5 t'[je7 mate. E ste es el metoda mas facil de ca1cular para la mayoria de los humanos; pero si ofrecemos la posicion del diagram a a una bue­ na computadara de ajedrez, en­ contrara 1 iYf6 ! , despues de 10 cual el mate en 'g7', 'e7' 0 'hS' puede ser pospuesto solo par una jugada gracias a un jaque deses­ perado. Asf, el "tranquilo" 1 iYf6 gana dos jugadas antes que el ja­ que en 'd6'. Sin embargo, nueve

3 2

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Thomas Francis Lawrence Albert Whiting Fox Encuentro Anglo americano por Cable, 1 91 1 Juegan las negras

Aquf las negras comenzaron a examinar las ideas ... .l:.xh2+ y ... .l:.xg3. Despues de mucho pen­ sar idearon una combinacion que comenzaba con la desviacion 1 ii.a6,. para llevar la dama blanca lejos del flanco de rey. Tras 2 iYxa6 .l:.xh2+! 3 �xh2 iYh6+, las negras dieron 23 j aques seguidos, hast a llegar al ultimo, que daba el mate. •••

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

78

Lo que divertia a Lasker era que, si bien la combinacion es bri­ llante (gano una medalla de oro), las negras podian haber ganado mucho mas rapidamente con me­ nos esfuerzo: 1 ... 'iWd6 ! , y despues 2 . . . .l:i.xh2+ 3 'iio>xh2 .l:i.hS mate es la principal amenaza, y las blancas no tienen defensa adecuada (v.g., 2 .l:i.f4 .lte3). No obstante, en la jungla de la tactica de torneo es casi siempre el fuerte quien sobrevive. No sa­ ber reconocer la fuerza de nues­ tros propios movimientos puede ser fatal. En cierto modo, es suici­ da. 8 7

el jaque en descubierta 1 . . . .It mueve. A las blancas les gustaria jugar la energica defensa 1 .l:i.xh2, para atacar la dam a negra, pero la fuerza de las negras es en ese mo­ mento mayor que la de las blan­ cas, porque contestan 1 . . . .l:i.el + 2 'iio>g2 'ifgS y mate. Y el otro movi­ miento claramente energico, 1 'ifxd4+, se contesta con 1 ... .lteS+! Por tanto .. 1 Las blancas abandonan?? Un tremendo error. Las blan­ cas podrian haber ganado si hu­ biesen buscado otra idea contun­ dente: 1 .l:i.xh7+ ! Tras 1 . . 'iio>xh7 2 'iff7 + las blancas eliminan la torre o el alfil con jaque en el siguiente movimiento y ganan. EI movimiento que hay que tener en cuenta es 1 . 'ifxh7, pero en ese caso 2 .l:i.xh2 es decisivo, v.g., 2 . . . .l:i.el + 3 'iio>g2, y las negras se quedan sin municiones. Lo mejor para las negras es 2 ... .lth3 ! , y entonces 3 'ifxd4+ da comienzo a una fina maniobra defensiva para llevar la dama a la tercera fila con jaques: 3 . . . 'iio>g8 4 'ifc4+ 'iio>h 8 S 'ifc3+ 'iio>g8 6 f4! 'ifb7+ (de 10 contrario viene 7 .l:i.xh3) 7 'iio>g l .l:i.c8 ! 8 'ife3 ! .ltfS 9 tiJd6, y las blancas ganan, no pier­ den. Por consiguiente, en su forma mas simple, calcular es cuestion de comparar la fuerza de un mo­ vimiento con la de otro. Por ejem­ plo, un j aque es mas fuerte que la amenaza de capturar algo. Un .

.

..

6 5 4 3 2

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M i leika - Rosenfeld Encuentro por correspondencia. 1 966 Juegan las blancas

Las blancas se percataron del peligro en el que se encontraban. Las negras amenazaban mate en dos por medio de 1 . .l:i.el +, 0 con .

.

FUERZA

ataque a la dama es mas fuerte que la amenaza a un caballo. Y asi sucesivamente. A menudo, cuando un jugador valora mal una situaci6n en la que se intentan forzar las cosas, es porque no se Ie ocurre que el ri­ val puede contestar a su ultimo movimiento con una respuesta igual de fuerte, como minimo. 8 7 6 5 4 3 2

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David Bronstein Eugueni Bareiev Roma (ltal ia). 1 990 Juegan las blancas

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1 9S?? Este movimiento es un terrible descuido, que pasa por alto la po­ derosa respuesta de las negras. Las blancas supusieron, incorrecta­ mente, que con tan escaso material sobre el tablero no habria nada tan fuerte como la amenaza 2 gxf6

1 d4! 2 lbbS d3 ...

S610 ahora las blancas se dan cuenta de que con 3 gxf6 d2 4 lbc3 (forzada) b5 ! , las negras ga­ nan gracias a 5 ... b4 6 lbd1 a4 y el avance del pe6n de a. La partida sigui6 3 'it> g3 d2, y las blancas abandonaron en vista de 4 lbc3 lbd5 ! 5 lbd1 'it>g7, y el rey negro invade la posici6n blanca. De igual forma, una amenaza a la dama enemiga es muy podero­ sa, a no ser que el rival amenace con capturar la nuestra con jaque.

(D) Comienza la fase final de la partida, puesto que las blancas acaban de forzar un cambio de damas en 'f6'. Es probable que to­ do termine en tablas. Las negras tienen un pe6n de ventaja, pero no tienen posibilidad de ganar contra el rey blanco, mas rapido (1 'iZ.tg3 'iZ.tg7 2 'iZ.tf4 Y 3 We5, 0 1 ... d4 2 lbb5 d3 3 Wf2 y 4 'iZ.te3).

Con una pieza por tres peo­ nes, las negras tienen excelente compensaci6n. Pero, dejandose llevar por sus ca1culos, acaban de jugar .. :iNg5+, pretendiendo con­ testar a 1 iLg2?? con 1 ... .td4. Despues de que las blancas ju­ garan la correcta ...

1 'it>hl

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

80

mi dama, pero yo amenazo mate en dos". EI elemento de fuerza es­ ta presente, pero es a largo plazo.

8 7 6 5 4 3 2

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Konstantin Aseiev Joerg H ickl Munich (Alemania), 1 99 1 1 992 Juegan las blancas

Las negras dej aron pasar un excelente movimiento profihicti­ co ( 1 . . . �g8, aparta al rey de una diagonal donde podrfa recibir j aque y ademas protege la to­ rre).

1

...

�d4??

l,C6mo puede ser malo esto? Despues de todo, es muy energico. 2

ttJh3! Abandonan

Pero esto es mas fuerte, ya que amenaza 3 l:.xf7+, y 2 ... �xf2 3 ttJxg5+ hxg5 4 l:.xf7+ deja el ta­ blero limpio. un Ahara examinaremos ejemplo algo mas complicado. No es un simple caso de "EI amenaza

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h

E lena Fatalibekova Maaja Ranniku Campeonato Sovietico Femenino, 1 974 J uegan las blancas

Los caballos centrales de las negras parecen tan fuertes como los alfiles blancos; incluso mas si nos fijamos en que las negras amenazan 1 ... �a3 (2 bxa3? �xa3+ y mate). Pero las blancas tambien tienen un poderoso plan que implica la apertura de la co­ lumna h. S610 mediante un dete­ nido examen de la posici6n po­ dran las blancas saber quien cuenta con la amenaza mas fuerte.

l l:.hl! �a3? 1 ... ttJxd2 ofrece mejores posi­ bilidades de defensa, ya que mas

FUERZA

tarde puede jugarse ... ctJf4. Pero las negras creyeron que tras 1 . . . �a3 n o s e les podia impedir la poderosa captura en 'b2'.

2 h5! liJxb2 Esto parece realmente fuerte. Sin embargo, la fuerza puede ser enganosa.

81

�e3 ctJg6 8 liJbd2 c5?! 9 ctJc4 'iVe6 10 ctJg5 'iVf6 11 'iVh5 i.d6 Las blancas comienzan ahara una poderosa y energica secuen­ cia que implica el sacrificio de dos peones.

U f4! exf4 13 e5! ctJxe5 14 �xf4! liJxc4

3 hxg6! Tambien ganan con 3 h6 ! Co­ mo sue Ie ocurrir, las negras han sobrestimado el poder de un ja­ que en descubierta.

3 ctJxdl+ 4 �xdl fxg6 5 'iVxe6+ J::!. 17 6 'iVxg6 •••

Parece que esto permite ganar una pieza, pero las blancas reci­ ben una sarpresa al final. Ahora 15 J::!. a e1 + no es 10 bastante fuerte, porque las negras pueden evitar el inmediato desastre con 15 �d7 !

15 �xd6 'iVd4+ 16 �hl ctJxd6

Y las negras abandonaron des­ pues de 6 J::!.d8 7 ctJf6+ J::!.xf6 (7 ... �f8 8 J::!.h8+ �e7 9 'iVe4+ �d6 10 J::!.xd8+) 8 gxf6. Las amenazas ne­ gras no eran ilusiones, sino fuertes, pero las del blanco 10 eran mas. ...

Nuestro ejemplo final ayud6 a decidir un Campeonato de

EE.UU.

Joel Benjamin - Gata Kamsky Campeonato de EE.UU., 1 991 1 e4 e5 2 liJf3 liJc6 3 i.b5 a6 4 i.xc6 dxc6 5 0-0 'iVd6 6 d3 ctJe7 7

a

b

c

d

e

f

g

h

Las blancas sienten la tenta­ ci6n de capturar en 'f7' (17 liJxf7 liJxf7 18 'iVxf7+ �d8 19 J::!. ae1 , y contra 20 'iVe7 mate las negras es-

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

82

tan perdidas; v.g., 19 ... 'iVd6 20 'iVxg7 :e8 21 :xe8+ �xe8 22 :f7, 0 19 ... iVd7 20 iVf8+ !). Pero las blancas vieron que 17 liJxf7 tiene un curioso inconve­ niente: j 17 . . . � es un movimien­ to legal! No s610 es legal, sino que elimina todos los peligros tacti­ cos. Por tanto, las blancas juga­ ron ...

17 :xf7?? Que amenaza todo tipo de ja­ ques mortales a la descubierta. Pero su brillantez se echa a per­ der por...

17

...

'iVg4!

Los j aques a la descubierta de las blancas ahora no sirven, y no les queda nada a cambio del ma­ terial sacrificado. Abandonaron en la jugada numero 30. Sin embargo, en el diagrama hay una victoria para las blancas, suponiendo que reconozcan el poder de la fuerza. Despues de 17 :ae1 + las negras pierden rapida-

mente con 17 ... �d8 18 liJxf7 + (que traspone a la variante 17 liJxf7 liJxf7) , 0 mas lentamente con 17 ... �d7 18 liJf3 ! y 19 liJe5+. ABRIENDO LA CAJA DE PANDORA5

La mayorfa de las partidas son mas tranquil as durante el medio juego que las que acabamos de ver. Se cargan de energfa s610 cuando un jugador plantea una amenaza 0 dos. Su rival responde con una amenaza mayor y los dos bandos se lanzan ideas el uno al otro hasta que se agotan. Des­ pues la energfa tactica de cae y se llega a un nuevo periodo de cal­ ma. Por tanto, provocar uno de es­ tos enfrentamientos de fuerza es una empresa de alto riesgo. Sa­ vielly Tartakower aludi6 a ello cuando hablaba de desatar "el ge­ nio combinatorio". La posibilidad de que surja una sorpresa con la que no hemos contado se incre­ menta enormemente.

; Segun la mitologfa griega, Zeus, celoso de Prometeo, titan creador de la raza humana, orden6 crear y dotar a una mujer, Pandora, con excepcionales dotes (beIIeza, sabidurfa), ademas de una hermosa caja, para ofrecersela como regalo. Prometeo la rechaz6, pero su hermano Epi­ meteo se enamor6 de ella y abri6 la caja movido por la curiosidad. De esta forma los males que contenfa salieron y se esparcieron por la Tierra: hambre, muerte, enfermedades, guerras. S610 la esperanza qued6 dentro al cerrar la caja Epimeteo, asustado por 10 que habfa hecho. Es evidente la semejanza de este mito con el bfblico de la cafda en desgracia de Adan y Eva, en el Genesis, tras morder la manzana: en ambos esta presente el castigo divino contra eI de­ seo humano de saber, ademas de una justificaci6n de la existencia del mal en el mundo. Nota del traductor.

FUERZA

83

y se vislumbra ttJdS. Las negras

tienen una buena respuesta.

3

•••

licS!

Puesto que 4 �d2 1i'xeS favo­ rece a las negras, el movimiento de las blancas es tambien forzado. a

b

c

d

e

f

g

h

Leonid Shamkovich George Steven Botterill Hastings (lnglaterra). 1 9771 978 Juegan las negras

Las blancas tienen una buena actividad de piezas, pero tambien algunas debilidades. Las negras pueden preparar una invasi6n en el flanco de dama debil 0 en el centro con 1 ... :xdl + 0 1 ... :acS En su lugar:

1 ... :d4? Botterill eligi6 esto precisa­ mente porque era mas fuerte. Previ6 10 que Ham6 la "fuerza te­ rrible" de la serie de movimientos siguientes.

2 :'xd4 exd4 3 eS! AHa vamos. El caballo de 'f6' esta atacado, se amenaza 'fixaS+,

4 exf6 ':xc1+ S ttJn 'fie1 Todos los movimientos desde 2 !:txd4 fueron obligados. Pero ahora las negras pagan su precio por haber convertido la posici6n en dinamica. Ni la evidente ame­ naza de las blancas (fxg7) ni la de las negras ( ... 'ifxfl +) es especial­ mente demoledora. Pero:

6 klxa7! BotteriH dij o despues de la partida que habia subestimado este movimiento cuando comen­ z6 la lucha de movimientos ener­ gicos con 1 ... lild4, pero es posible que simplemente 10 pasara por alto. Tal descuido es comprensi­ ble en una posici6n complicada. Con 6 :xa7 las blancas amenazan 1i'dSxf7+ 0 fxg7Mxf7 mate. Las negras pueden retrasar el desenlace con algunos jaques (6 ... 'iVxfl+ 7 �h2 'iVgl+ S �g3), pero se acaban pronto, y entonces las blancas disponen de todas las amenazas (inc1uida 9 klaS+ J.f8 10 .lhfB+ �xf8 1 1 'ifaS+ y mate).

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

84

En la partida, las negras se de­ fendieron con 6 �f8 y perdie­ ron nipidamente: 7 �d5 �e6 8 �xd4! �e2 9 .l:.a8! (amenaza �d6 o �4) 9 .l:.xfl+ 10 �h2 .l:.xt2 11 .u.xf8+! (mas fuerte, por supuesto, que un movimiento de la dama) 11 �xf8 U �c5+, abandonan, debido a 12 ... �eS 0 12 ... �gS 13 �cS+. •••

•••

•.•

Por supuesto, cuando una po­ sicion ya es dinamica, parece que no tiene sentido realizar movi­ mientos tranquil os .. Pero seria un error buscar solamente movi­ mientos candidatos que fuercen la posicion.

it'd7. Sin embargo, las blanc as tie­ nen una ventaja considerable, y la manera de aumentarla es simple­ mente 1 .l:.g1 ! , que amenaza con capturar el caballo . EI caballo no puede protegerse y solo puede mover a 'fS'. Enton­ ces 2 .l:.cfl �xd4 3 .l:.xf7 proporcio­ na exce1entes oportunidades de ataque (3 ... .l:.bS 4 .l:.gf1 .l:.e6? 5 .l:.xfS+ ! .l:.xfS 6 .l:.xfS+ �xfS 7 �cS+ �e7 S CiJf5+ �f7 9 �xe6+ y ga­ nan). l .l:.fln Esto es fuerte, pero abre la Caja de Pandora. La primera fila de los dos bandos es ahora poten­ cialmente debil.

1

a

b

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f

g

h

Judith Polgar ... J u l io Granda Zuniga Madrid (Espana), 1 992 Juegan las blancas

El caballo de las negras puede ir a 'fS' para defender las amena­ zas en la primera fila, y su propia amenaza de ...it'xg2+ evita 1

...

�xg2+??

El rival devuelve el error y se dirige hacia una rapida derrota: 2 �xg2 .l:.xg2 3 .l:.c8+ CiJf8 4 .l:.xt7! .l:.xh2+ 5 �gl .l:.hg2+ 6 �fl y la derrota negra esta asegurada. Lo mas frustrante de todo es que las negras tenian entonces ventaj a. La manera de aprovechar el movimiento demasiado fuerte de las blancas es 1 ... .l:.bc2 ! ! , porque 2 .l:.xc2 �xf1 es mate, y 2 .l:.xf2 .l:.xc6 ! deja las torres blancas col­ gando. Lo mejor para las blancas, en realidad, es 2 Vi'aS+ CiJfS 3 h3, aunque son las negras quienes es­ tan mejor tras 3 ... :xc1 4 .l:.xc1 Vi'xd4.

FUERZA

En el ejemplo siguiente, las blancas rechazan un movimiento defensivo en apariencia poco fuer­ te, el cual creen que les ofrece co­ mo mucho unas tablas, en favor de una agresiva defensa que pa­ rece refutar un ataque con sacrifi­ cios. Sin embargo, cuando llega­ mos a una de esas situaciones en que se fuerzan las cosas, donde es posible ca1cular con mayor exac­ titud, es preferible encontrar el grado medio de precision.

Lev Alburt Kamran Shirazi Campeonato de EE.UU., 1 983 -

1 d4 cS 2 d5 lbf6 3 lbc3 g6 4 e4 d6 5 lbf3 iLg7 6 iLe2 0-0 7 0-0 lba6 8 lbd2 lbc7 9 a4 e6 10 lbc4 exd5 11 exd5 b6 12 iLf4 i..a6 13 b3 l:Ie8 14 iLf3 lbh5! 15 iLd2 iLxc4 16 bxc4 'iYh4 17 iLe2?! iLe5

85

su deseo de sacrificar piezas para dar mate.

18 g3 lbxg3 19 bxg3 i..xg3 Ahora las blancas pueden ele­ gir entre varias defensas. Primero, pueden capturar en 'g3'. Esto concede a las negras la posibili­ dad de un inmediato j aque conti­ nuo, as! como dar mate si pueden llevar otra pieza al flanco de rey. El gran inconveniente de 20 fxg3 ! es que resulta pasiva y deja a las negras con la oportunidad de en­ contrar una continua cion gana­ dora, 0 asegurarse las tablas si no dan con ella. Por otra parte, las blancas pue­ den probar con 20 �g2, que ame­ naza 21 fxg3 y 21 l:Ih1 . Esto con­ lleva la ventaj a de estar forzando la situacion.

20 �g2?? Como ahora veremos, este mo­ vimiento es un tremendo error, porque las blancas, en su deseo de forzar las cosas, no han visto...

20 'iYh2+ 21 �f3 iLxt2! ...

a

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g

h

Con sus dos ultimos movi­ mientos las negras advierten de

Este movimiento permite ga­ nar nipidamente. El alfil no pue­ de capturarse (22 l:Ixf2 'iYh3+ 23 �f4 g5+ 24 �xg5 l:Ie5+, etc.). Y la energica defensa 22 iLf4 fracasa

86

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

por 22 ... �e3+! 23 i.xe3 'ii'g3+ y mate a la siguiente.

22 �gl �e5! Y las blancas abandonaron despues de 23 i.d3 i.xgl 24 'be4 �f5+. Con 20 'it>g2 Alburt asumio el riesgo de permitir que su rey fuera extraido de su refugio, y penso que forzando las cosas no daria tiempo a las negras para aumentar el nu­ mero de fuerzas atacantes. (De he­ cho, en la posicion del diagrama prefirio 18 g3 en lugar de 18 h3 porque contaba con 20 'it>g2.) Si hubiera revisado con deta­ He todo 10 que habia pensado, ha­ bria visto que 20 fxg3 ! 'ii'xg3+ 21 'it>hl Ie permitia conseguir tablas porque las otras piezas negras es­ taban demasiado lejos para ser utilizadas nipidamente. LOS LfMITES DE LA FUERZA

Finalmente, debemos indicar que los movimientos "tranquilos" tambien pueden ser fuertes, y a veces uno que parece pasivo es mejor que el mas dinamico.

(D) Lukacs tiene un peon menos, pero excelente compensacion de-

8 7 6 5 4 3 2

a

b

c

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Lukacs - Luecke Budapest (Hungria), 1 99 1 Juegan las blancas

bido a su pieza menor mas activa, a la torre avanzada y al peon pa­ sado. El instinto Ie dice que debe­ ria buscar una idea energica, por­ que es probable que el juego tranquilo neutralice su compen­ sacion y termine en victoria para las negras gracias a sus peones pasados del flanco de dama. Pero cuando busca variantes para forzar la situacion encuentra que 1 �al (con idea de 1 ... b6 2 �xa7) no Heva a ninguna parte tras 1 ... �xc7 2 dxc7 b6, porque 3 �xa5? bxa5 4 i.b7 y 5 c8'ii' pierde por culpa del peon pas ado aleja­ do (4 ... a4 !). La version mejorada, 1 �d5, Y luego 1 ... b6 2 laxa7 0 1 ... 'axc7 2 dxc7 b6 3 l:'td8, tambien tiene un serio inconveniente: 1 ... 'bc4, y despues 2 'B.xb7 'be3+ 0 2 'it>f2 'bxd6!

FUERZA

Asi pues, las blancas jugaron ...

1 �g1!? Que, de hecho, es fuerte por­ que ahora 2 �d5 liJc4 3 lixb7 es ganadora (no hay jaque con 3 ... liJe3).

1

•••

lixc7?

Las negras seguramente vie­ ron que su energica 1 ... f5? fraca­ sa debido a 2 l:.xh7, que amenaza 3 d7. Si escogen la mejor defensa, 1 ... lied8, las blancas quedan con solo una pequefia ventaja.

2 dxc7 �e7 3 ..txb7! Abandonan Por 3 ... liJxb7 4 lie1 + �d7 5 lixe8 �xe8 6 c8"iV+. A veces tenemos que conducir nuestro pensamiento por un ca­ mino intermedio entre el mas y el menos fuerte. El ejemplo siguien­ te ayuda a mostrar esto:

Pal Benko - Robert Byrne Abierto de EE.UU., 1 964

1 e4 e6 2 d3 d5 3 liJdl liJf6 4 liJgf3 b6 5 e5 liJfd7 6 g3 c5 7 ..tg2 "iVc7 8 0-0 liJxe5? 9 tDxe5 "iVxe5 10 c4 "iVd6? 11 cxd5 exd5 U tDc4! 'iYd8 13 'iYh5 ..tb7

87

Benko acaba de realizar cua­ tro movimientos seguidos muy distintos en 10 que a fuerza se re­ fiere, y esta a punto de pasar a la accion. Ahora tiene que tomar una decision. Con 14 liJe3 amen a­ za ganar un peon, y debe ganario, porque 14 ... d4? ? pierde por 15 ..txb7 La alternativa es un movi­ miento energico como 14 lie1 + 0 14 ..tg5. Las blancas pueden mez­ clar las dos ideas con 14 ..tg5 ..te7 15 life1, pero tienen que encon­ trar una buena continuacion para responder a 15 ... tDc6. Despues de la partida, Benko explico que abandono esta ultima variante y juga la inferior 14 tDe3 en su lugar porque solo examino la continuacion 14 ..tg5 ..te7 15 life1 tDc6, "al estilo de Morphy", como el mismo dijo; 16 lixe7+ tDxe7 17 lifel. Pero entonces vio que 17 ... 0-0 18 ..txe7 podia contestarse con 18 ... lie8 ! , tras 10 cual 19 ..txd8 lixe1 + 20 ..ttl dxc4 condu­ ce a una posicion poco clara. Las blancas hicieron bien en rechazar la variante violenta "al estilo de Morphy" en favor de 14 tDe3? ! , la cual le llevo a disfrutar de una solida ventaj a y a ganar en diez jugadas. Pero omitio la mejor rama -la del camino intermedio-, la cual Ie habrfa permitido ganar una pieza inmediatamente: 14 ..tg5 ..te7 15 life 1 tDc6 16 tDe5 !

88

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

LA FUERZA EN ACCION

Finalmente, examinemos una partida completa que ilustra los peligros de juzgar el asunto de la fuerza de forma incorrecta. La partida muestra como un maestro desconocido dejo pasar la opor­ tunidad de dar mate a un antiguo campeon del mundo en menos de treinta jugadas y como perdio despues por culpa de varios erro­ res de calculo.

Tan Lian Ann Vasili Smyslov Petropolis (Brasi l), 1 973

1 e4 d6 2 d4 liJf6 3 liJc3 g6 4 ..tc4 ..tg7 5 'iHe2 c6 6 e5 liJd5 7 ..td2 0-0 8 ..tb3 as 9 a4 dxe5 10 dxe5 liJa6 11 liJf3 liJc5 U iLxd5 cxd5 13 iLe3 liJe4 14 iLd4 liJxc3 15 ..txc3 b6 16 'iHd2 iLa6 17 h4! 'iHd7 18 h5 'iHg4 19 O-O-O! 'iHxa4 20 �bl .lUc8 21 .:!.h4 'iHe8 22 hxg6 hxg6 23 .:!.dhl .:!.c4 Las blancas han sacrificado un peon a cambio de un ataque pro­ metedor en el flanco de rey. El ul­ timo movimiento de las negras, que amenaza con disminuir el ejercito enemigo con un cambio de torres, obliga a las blancas a so­ pesar las diversas continuaciones entre las que puede elegir. Puede bloquear la cuarta fila con 24 iLd4, 24 liJd4, 0 24 g4. 0 puede re-

tirar su torre a 'h2' 0 h3 Pero to­ dos estos movimientos son infe­ riores porque carecen de fuerza. '

'.

24 .:!.h7?!

Sf, este movimiento es mejor que los que acabamos de mencio­ nar. Ejerce aun mas presion gra­ cias a la amenaza 25 .:!.xg7+ �xg7 26 'iHh6+ y mate a la siguiente. Pe­ ro, al mismo tiempo, las blancas fracasan en la tarea de adivinar la variante mas fuerte, que consiste en ad elantar la torre una casilla y dar jaque. Una vez que vemos 24 .:!.hS+ ! ..txhS tenemos que examinar 25 'iHh6. Con esto se amenaza mate en 'hS', pero se queda en nada tras 25 . . . iLg7. Por tanto, deberfa­ mos buscar un segundo movi­ miento que tambien sea fuerte, y 10 encontramos en 25 .:!.xhS+ ! �xhS 26 'iHh6+ �gS.

7 6 5 4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

Posicion del analisis despues de 26 ... �gS

FUERZA

Las blancas estan muy cerca de dar mate, y la fase final de to­ do el calculo implica decidir si liJg5 y 'iVh7+ conducen a ese re­ sultado. A primera vista, el sacri­ ficio de las dos torres parece inco­ rrecto por 27 liJg5 e6! 2S 'iVh7+ 'it>fS 29 'iVhS+ 'it>e7 30 'iVf6+ 'it>d7 y el rey negro escapa, 0 27 liJg5 e6 2S liJh7 laf4! Pero si refinamos un poco la secuencia con 27 e6 ! en primer lugar, podemos dar la partida por terminada. Despues de que las negras intenten escapar de la amenaza de mate en 'hS' con 27 . . . lhc3 0 2 7 . . . f6, las blancas tienen la bella y efectiva 2S liJg5 ! ! . El mate es ahora imparable. Mientras tanto, volviendo a la partida, las negras contestan a la amenaza de 25 laxg7 + con ...

89

ataque (25 'iVg5 d4 26 'iVh4! f6 27 e6). En su lugar, las blancas optan por la idea mas energica, amena­ zar 26 lahS+ �xhS 27 laxhS mate 0 26 laxg7+.

25

...

laxc3

Podemos afirmar que este mo­ vimiento fuerza la situacion a me­ dias, ya que las blancas deben capturar en 'c3' e2 �xd2 Aqui Planinc llego a la conclu­ sion de que si movia 5 . 'iVel +, amenazando mate, las blancas de­ bian jugar 5 'iitx d2, despues de 10 cual 5 . . . 'iVxg2+ daba un peon de ventaja a las negras en un final de damas y peones. Todo correcto, pero las negras no estan mejor; de hecho, estan peor en la posicion final. Planinc no recordo que en ese tipo de fi­ nales el numero de peones no es tan importante como 10 avanza­ dos que se encuentren. En otras palabras, no evaluo apropiada­ mente la posicion final tras 5 ... 'iVxg2+. Y el resultado fue 5 xd2 'iVxg2+ 6 'iit c3 'iVg3+ 7 'it>b4 e4 8 'iVd4!, y el poderoso peon de da­ rna decidio la partida rapidamen­ te: 8 'iVel+ 9 a4 b5+ 10 'iitxb5 'iVf1+ 11 'it>b6 'iVf4 12 'iitc6 'iVg5 13 d7 'iVd8 14 'iVb6 'iYf6+ 15 'it>b7 'iYe7 16 'it>c8! , abandonan. .

•••

.

95

Fue una importante leccion que las negras tuvieron que aprender, en especial porque po­ drian haber ganado, partiendo de la posicion del diagrama, si hubie­ ran buscado con mas detalle y hu­ biesen encontrado 1 ... �xf2+ ! Ver este movimiento requiere al­ gun tiempo mas de calculo que 1 . . CDf3+, porque el arbol de anaIi­ sis es mas amplio y largo: tras la captura del alfil, las blancas dis­ ponen de dos maneras de tomar en 'f2', y en los dos casos el resul­ tado final sera incierto durante mas tiempo que con la variante de cinco jugadas analizada por Planinc, cuyo comienzo era 1 . . CDf3+. Pero hacerlo Ie habria com­ pensado con creces: 1 . . �xf2+ ! 2 xf2 'iVxf3+ 3 gl h3 ! 4 ':'f2 'iVxg4+ 5 'iith l 'iVe4+ 6 'iith2 CDf3+ y ganan, 0 2 ':'xf2 CDxf3+ 3 ':'xf3 'iVxf3, y la situacion del rey blanco convierte este final de damas y peones en una victoria para las negras: 4 d7 'iYdl +, 0 4 'iVc8+ 'it>g7 5 d7 h3 ! 6 'iVc2 'iVxg4+. .

.

.

PRIMER PASO: CONTAR LAS PIEZAS

En la mayoria de las evalua­ ciones nos guiaremos por la situa­ cion material. Al final de la va­ riante principal tendremos que saber quien tiene ventaja y cuan­ tao La manera mas simple de ha-

96

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

cer esto consiste en contar 10 que queda sobre el tablero al final de la variante. l.Suena facil? Quiza sea asi, pero veamos este ejemplo. Las negras no solo evaluan mal una variante en 10 que concieme al material, sino que ni siquiera cuentan correctamente las piezas que quedan sobre el tablero cuando abandonan.

a

b

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Verber - Mikenda Haifa (Israel). 1 970 Juegan las blancas

Esta posicion surgio en la ulti­ ma Olimpiada mundial estudian­ til ganada por los Estados Uni­ dos. Los americanos ganaron por un solo punto, quizas el de la par­ tida que aqui vemos.

l ctJe4 �xal 2 ctJxc5!?

Las blancas pensaron que es­ taban mal estrategicamente por culpa del peon de d retrasado y por la posibilidad de que las ne­ gras ocupasen 'd4'. Por eso, en lu­ gar de la captura normal (2 ':'xal ctJf5 y ctJcd4) , transforman una lenta lucha estrategica en otra tactica y dinamica.

2 �a8 3 ctJxd7 ctJd4! •••

Despues de 3 ... �d4, las ne­ gras cuentan con todas las posibi­ lidades de victoria, porque el ca­ ballo blanco est a atrapado en 'd7'. El result ado de 4 ctJxb6 axb6 es el de una situacion material equilibrada (dos peones y una to­ rre a cambio de dos piezas meno­ res), pero las piezas sedan mucho mas fuertes que la torre. Lo que las negras jugaron en la partida, 3 ... ctJd4 ! , es mejor.

4 �e4!? ctJxc2 5 �xa8 ':'xa8 6 c5 Asi se consigue liberar el ca­ ballo de 'd7', y tambien logra con­ fundir a las negras. De alguna manera, el austriaco, con sus cal­ culos, creia que habfa perdido material en las cinco ultimas juga­ das. Ve que tiene una torre menos y recuerda que debe tomar una pieza enemiga, pero, en lugar de darse cuenta de que ha ganado

ECHANDO CUENTAS

dos piezas por la torre, esta con­ vencido de que ha perdido la cali­ dad. Ahora siguio:

6 ctJe3 7 l:!.e1 �d4 8 cxb6 axb6 9 ctJxb6 las negras abando­ nan?? •••

Por supuesto, nosotros sabe­ mos contar el material que hay so­ bre el tablero, pero en una posi­ cion tan solo imaginada -que no esta en ese momenta sobre el ta­ blero- no es facil. Hay dos meto­ dos basicos para representamos la situacion material al final de una variante ca1culada mentalmente. El primer metodo, un poco tos­ co, consiste en revisar la variante en nuestra cabeza, enumerando las piezas capturadas por uno y otro banda durante la secuencia. El metodo altemativo es repa­ sar la variante hasta llegar a la posicion final, y entonces "ver" que piezas quedan. Veamos como se lleva esto a la practica. Incluso en una lucha entre campeones del mundo, al­ guno puede tener un descuido.

(D) 1 ... f4? "Un error de ca1culo un tanto peculiar", escribio Alexander Alekhine, quien creia que con es-

97

8 7 6 5 4 3 2

a

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Jose Raul Capablanca Alexander Alekhine Nottingham (lnglaterra), 1 936 Juegan las negras

to ganaba dos calida des. En reali­ dad, cede tres piezas a cambio de las torres.

2 gxf4 �f5 3 "iVd2 �xd3 4 exd3 Era el momenta en que las negras podian evitar perdidas abandonando la combinacion que habian comenzado antes. Debian haber jugado 4 . . . ctJa4 (tras 10 cual 5 d4 concede a las blancas una posicion excelente, pero no ganadora todavia). Sin embargo, Alekhine perdio la partida por­ que no supo contar bien. Si Alekhine hubiera empleado el metodo para contar piezas, en

98

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

este momenta 0 antes, cuando so­ pesaba las ventajas de 1 ... f4, po­ drfa haber pens ado de este modo: "Bien, ganare una de sus to­ rres a cambio de un alfil cuando yo juegue 2 ... i..fS. Despues el da­ ni su torre por el caballo de 'c3', yo capturare con el alfil de 'f6' y el hani la ultima captura. Hmmm. Se que a menudo las cosas se po­ nen mal cuando el rival realiza la ultima captura. l,Como estaremos de material? Yo habre capturado sus dos torres y el habra tornado mi peon de 'f' mas una, dos... jno ! , tres piezas menores. S e por expe­ riencia que tres piezas son casi siempre mejores que dos torres. Por tanto, tengo que jugar otra cos a distinta". Si Alekhine hubiese utilizado el metodo alternativo, visualizan­ do la posicion final, podrfa haber pensado algo asf: "Veamos, despues de 1 ... f4 2 gxf4 i.. fS 3 'iIV mueve .txd3 4 exd3, supongamos que Ie permito continuar S 1:txc3 .txc3 6 'ilVxc3. l,Que queda en el tablero? Los dos tenemos las damas, y nada ha sucedido a mis dos torres mien­ tras que las suyas ya no estan. jUn momento! No me quedan piezas menores. l, Cuantas tiene el? No ha movido ninguna. Un al­ fil esta aun en 'e3', el otro alfil en 'g2', y el caballo en 'f3'. Y tambien he perdido un peon. El recuento final parece igualado, pero debe de ser malo para mf".

Al parecer, Alekhine no utili­ zo ninguno de los dos metodos. Movio 4 c5?, Y despues de 5 l'lxc3 i..xc3 6 'ii'xc3 'iYf6 7 'iKxf6 gxf6 8 liJd2! la situacion material fue evidente para todos. Las pie­ zas menores desplegaron su PO­ der con 8 f5 9 b5 as 10 liJn f7 ll liJg3 Y las negras abandonaron pronto. A veces, cuando se cambia mucho material, 0 cuando nues­ tro rival pierde algo importante como su dama, quedamos cega­ dos temporalmente. 000

000

Onoprienko - Vladimir Liberzon Campeonato de las Fuerzas Armadas Sovh!ticas, 1 966

1 e4 c5 2 liJf3 e6 3 d4 cxd4 4 liJxd4 a6 5 liJc3 'ilVc7 6 i.. d3 liJc6 7 i.. e3 liJf6 8 0-0 b5 9 liJxc6 'iYxc6 10 'fif3 i.. b7 11 a3 i..c5 U .l:.fel d6 13 i.. g5 liJd7 14 �3 liJe5 15 .l':tadl 0-0

a

b

c

d

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f

g

h

ECHANDO CUENTAS

Aquf las blancas yen 10 que pa­ rece ser un movimiento ganador:

16 tbd5 Amenaza un doble de caballo en 'e7', que gana la dama, y un j a­ que en 'f6', que permite obtener un ataque muy fuerte. "Y, por su­ puesto, a 16 . . . exd5 ! las blancas contestan 17 exd5, atacando la dama y amenazando mate en 'h7"', se dice Onoprienko. Pero no es tan simple.

16 exd5! 17 exd5 tbxd3 •••

El ultimo movimiento de las negras elimina el alfil que amena­ zaba mate y obliga a las blancas a continuar:

18 dxc6 tbxt2 Las blancas han ca1culado has­ ta aquf; han ganado la dama a cambio de dos piezas menores y ahora amenazan capturar un alfil. Pero su dama esta en el aire y probablemente perderan una to­ rre debido a un jaque a la descu­ bierta. No se puede dar nada "por supuesto" en la posicion.

19 'iVO .txc6! 20 'iVxc6 tbxdl+ 21 �n tbxb2 Aquf es donde termina el cal­ culo real y comienza el recuento.

99

El marcador esta asf: las blancas han ganado una dama a cambio de un caballo, una torre y un peon. La situacion material- esta equilibrada Pero, como solfa decir Botvfn­ nik, la "accion de evaluar" no consiste simplemente en sumar dos mas dos. A veces tenemos que tratar con "manzanas mate­ riales" y "naranjas estrategicas" que no se pueden sumar. La ra­ zon es que la evaluacion tiene un componente material, pero tam­ bien otro estrategico. Las blancas tienen aquf serios problemas. Su peon de 'a' es de­ bi!, su rey no esta seguro, y no tie­ ne defensa natural contra un asal­ to en la columna c. La partida continuo asf: 22 1:.e4 tbc4 23 'ltd5 ..txa3 24 'iVd3 ..tc5 25 1:.h4 f5 26 'lth3 h6 27 'Ito 1:.ae8 28 ..tel 1:.e4!, y las blancas se rompieron en pedazos en pocas jugadas: 29 g3 .l:!xh4 30 gxh4 f4! 31 �g2 ..te3 32 ..ta3 tbd2! 33 'iVd5+ 1:.17. Las blancas abandonan. Un ejemplo mas reciente muestra como este tipo de error puede come terse en una fase del juego tan temprana como la no­ vena jugada. Mark Tai miinov Guenadi Ziiichik San petersburgo (Rusia), 1 989

1 tbO f5 2 d3 tbc6 3 e4 e5 4 tbc3 tbf6 5 exf5 d5 6 d4 exd4 7

100

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

tLlxd4 tLlxd4 8 'ifxd4 i.xfS 9 i.gS i.xc2?

De hecho, la partida dur6 s610 diez jugadas mas:

Esto es un error. Las negras hicieron este movimiento sa­ biendo que las blancas podian comenzar una peligrosa secuen­ cia con 10 Z;:!, c1 y luego 1 1 i.xf6 'ifxf6 1 2 'ife3+ y tLlxd5. Pero Zai­ chik estaba convencido de que las blancas no podrian realizarlo debido a una sorpresa que tenia reservada para la decimotercera j ugada.

18 g6 19 gxfS h2 :axd8 20 fif3 (20 l2J mueve invita a un fuerte ... lilel), tras 10 cual hay varios metodos para forzar la situacion, pero la simple 20 ... g6 deja a las blancas bajo una fuerte presion ante la

112

L A ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

amenaza 21 ... ':'d2 ; v.g. , 21 g4 ':'xe2 ! 22 'ifxe2 .Jtd6+, y un doble del caballo gana la dama.

19 �n .l:taxd8 l,Deberfan haber analizado hasta aqui las negras? l,Deberfan haber parado cuando vieron que tenian torre, alfil y peon a cambio de la dama, y oportunidades de atacar con ... :d2 0 .l:.xe2? •..

20 'iff3 liJf6 21 liJg3 .l:td2! l, 0 quizas hasta aqui? Es de­

cir, hast a que estuvieran seguras de que las blancas podian hacer poco ante la amenaza de doblar torres en la segunda fila 0 en la columna d; v.g. , 22 I;lb1 l:Ied8, y la amenaza de . . . .td6xg3, seguido de . . . liJe4 0 l:Id1 + debe ganar. ..•

22 'if c3 l:ted8 23 b4 :d1+ 24 l:txd1 lhd1+ 25 'it>e2 liJe4! Abandonan l, 0 quiza llego a preyer todo hasta el final? 26 liJxe4 f1"if mate, o 26 'ile5 i;le1+ 27 �d3 liJxg3 y coronan con jaque. Cualquier respuesta podrfa ser la correcta, dependiendo de la con­ fianza y de la habilidad para eva­ luar del calculador. Muchos gran­ des maestros jugarfan 17 ... dxe3

por instinto y dejarfan de buscar al ver 19 ... .l:.axd8, sabiendo que la posicion ofrece excelente compen­ sacion a cambio de la dama, y que serfa mejor que cualquier variante en que las negras solo pierden el peon de dama clavado. Otros jugadores no confian en estas evaluaciones a corto plazo y preferirfan llegar, como minimo, hasta 21 ... .l:.d2. (Y hay incluso otros que no confian en las va­ riantes largas porque sienten que pueden cometer errores.) Podemos comparar este ejem­ plo con otros en los que debemos llegar hasta el final. El caracter de estas posiciones requiere que cal­ culemos una larga serie de ofens i­ vas, defensas y contraofensivas hasta el fin, y estar absolutamente seguros de que realmente termi­ nan ahi.

Olaf Barda - Paul Keres Moscu (R usia ). 1 956

1 d4 liJf6 2 c4 e6 3 liJc3 i.b4 4 e3 b6 5 i.d3 i.b7 6 f3 c5 7 liJge2 cxd4 8 exd4 liJc6 9 i.e3 d5 10 0-0 dxc4 11 i.xc4 0-0 12 "iVd3 Wlie7 13 a3 i.xc3 14 liJxc3 .l:[fd8 15 %lad1 ztac8 16 lafe1? (D) Barda, viendo que el ultimo movimiento de su rival implica la

ECHANDO CUENTAS

a

b

c

d

e

f

g

h

amenaza 16 ... ctJeS, ca1cula una serie de replicas fuertes que pare­ cen refutar ese movimiento del caballo. Pero su adversario ha llegado mas lejos en sus ca1culos...

113

supuso que las negras moverfan ahora su torre atacada (v.g., 20 ... �h1) para mantener su ventaja material. Pero en ese caso 21 ..tbS ! permitiria coronar el peon de e. Recordemos que hay dos cri­ terios para determinar cuando podemos dar por finalizada una secuencia. A menudo un jugador tendra en cuenta un criterio (ha terminado cuando hemos llegado a una conclusion clara, tal como "las blancas ganan despues de 20 ... �h1 21 ..tbS ! "), y menosprecia el otro (ha terminado cuando se han acabado totalmente los mo­ vimientos que pueden forzar la situacion).

20 ... �xe3! 16 ... ctJe5 17 dxe5 �xd3 18 exf6 Las blancas contaban con esto cuando decidieron no tomar pre­ cauciones contra 16 ... ctJeS. Si las negras ahora pierden tiempo de­ fendiendo su dama, 19 ..txd3 dara a las blancas dos piezas y una to­ rre a cambio de la dama.

18 ... �xd1 19 fxe7 �xe1 + 20 �f2 Barda llego sin duda hasta aqui -cinco jugadas por delante- cuan­ do considero su decimosexto mo­ vimiento. Casi con toda seguridad

Esto es 10 que no vio Barda. Dejo de buscar movimientos fuertes y permitio asi este giro fi­ nal inesperado. Despues de 21 �xe3 �e8 ya era consciente de su desventaja material, y compren­ diendo que este era el verdadero final de la secuencia que comen­ zaba con 16 ... ctJeS, abandono. En los dos ejemplos el arbol era largo y muy delgado. Sin em­ bargo, las combinaciones energi­ cas que llegan a decidir partidas no son la norma. Las ramas de la mayorfa de arboles de variantes no tienen que ser analizadas con tanto detalle. El siguiente ejem­ plo explica por que:

L A ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

114

Viswanathan Anand Ye Jiangchuan Kuala Lumpur (Malasia). 1 989 -

1 e4 c5 2 ttJt3 e6 3 d4 cxd4 4 ttJxd4 ttJf6 5 ttJc3 d6 6 g4 h6 7 :tgl ttJc6 8 h4 h5 9 gxh5 ttJxh5 10 .Jig5 ttJf6 11 .Jie2 a6 12 h5 �d7 13 'ii'dl �e7 14 0-0-0 Wic7 15 h6 gxh6

7 6 5 4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

Aqui Anand empieza una combinaci6n: 16 �xf6 .Jixf6 17 ttJf5!

El arbol desplegado por este movimiento da lugar, como mini­ mo, a cinco ramas. Examinemos sus respectivos tamafios: a) 17 ... "pasa", un movimiento tranquilo, como por ejemplo 17 ... liid 8. Este tipo de movimien­ tos se contestan con 18 ttJxd6+, que restablece la igualdad ma­ terial, pero con el rey negro atrapado en el centro. Despues de 18 ... 'it> mueve, las negras no

amenazan nada, por 10 que las blancas pueden conduir con se­ guridad que 19 f4, seguido de 20 e5, sera bueno. En otras palabras, Anand no necesita pensar mas alla de la jugada 1 9", induso aunque las posiciones finales sean s610 re­ lativamente favorables. b) 17 . . . 0-0-0 al menos alej a al rey del centro, pero una vez que Anand yea 18 ttJxd6+ y 1 9 ttJxf7, puede estar segura de que su ventaj a sera mayor que en el apartado a) . De he­ cho, s610 tiene que anticipar una jugada mas para ver que 19 ttJxf7 �xc3 20 'ifxc3? ? 'iff4+! da l a victoria a las ne­ gras, pero que 20 bxc3 implica una victoria facil para las blancas. Aqui el gran maestro indio tu­ vo que llegar hasta la jugada veinte en la sub variante mas larga, pero termina con venta­ ja material decisiva. c) 17 ... �g5 es un movimiento normal de contraataque, por­ que 18 ttJxd6+?? pierde ante 18 ... 'i¥xd6 ! , y las blancas estan davadas. Sin embargo, las blan­ cas contestan al movimiento del alfil con 18 f4. Despues de 18 ... exf5 19 fxg5, 0 19 ttJd5 seguido de 20 fxg5, l,cuantas jugadas tiene que cal­ cular? Es cuesti6n de gusto, pe­ ro muchos maestros yerian que las blancas tendran, en el peor

ECHANDO CUENTAS

de los casos, un peon menos tras 20 fxg5, Y saben que un ca­ ballo en 'd5' vale mas que ese peon. Ellos pararian de ealcu­ lar en cuanto vieran 18 f4. d) 17 ... .te5 tambien pareee razo­ nable, pero, como hemos dicho en el punto c), las blaneas pue­ den dejar de buscar en cuanto yean 18 f4. e) 17 iLe7 fue el movimiento que se juga en la partida, pero es facil darse euenta de que 18 Ci'Jxe7 concede excelentes pers­ pectivas a las blancas sin im­ portar como capturen las ne­ gras. Si las blancas 10 desean, pueden examinar ideas como 18 ... r:i;xe7 19 l:.g3 ! , seguido de 'iWf4/l:.f3 0 l:.d3xd6, 0 18 ... Ci'Jxe7 1 9 :tg7 0 19 'iWxd6. f) Finalmente, es posible 17 ... exf5, tras 10 cual 18 Ci'Jd5 es la conti­ nuacion natural. A no ser que las negras quieran devolver la pieza inmediatamente, 18 ... 'ilVd8 es la Unica respuesta. Esta es la va­ riante mas importante que tene­ mos que analizar, porque es la unica que deja a las blaneas con una importante eantidad de ma­ terial de desventaja. •••

115

Sf, parece que tambien es una de las ramas mas cortas. Una vez que las blancas encuentran 19 'iWxh6! ! , solo necesitan ver que 19 ... laxh6 20 lag8 es mate, y que eualquier otro movimiento per­ mite 20 Ci'Jxf6+, 0 20 'fixh8+ ! iLxh8 21 J:ig8 mate. La partida continuo 17 iLe7 18 Ci'Jxe7 'i;xe7 19 lag3 b5 20 'iWf4 :ad8 21 'fih4+ r:i;e8, y las blancas ganaron poco despues de 22 .txb5! Ci'Je5 23 .te2 'iWc5 24 .th5 l:.f8 25 f4 Ci'Jc6 26 e5 d5 27 .txf7+! laxf7 28 lag8+ (Q.E.D.)B. •••

El lado opuesto de pasar por alto un movimiento del rival tras el aparente final de una secuencia consiste en omitir nuestro movi­ miento mas fuerte, 10 eual resulta igual de embarazoso. Algunos jugadores rechazan combinaciones ganadoras cuando descubren que el rival tiene dispo­ nible una sorprendente respuesta tactica. Pero, con frecuencia, cuan­ do nuestro adversario tiene un movimiento tan estupendo a su disposicion, la posicion es tan ex­ plosiva que nosotros contamos con una respuesta igual de fuerte.

' ''Q.E.D.'' son las iniciales de la expresion latina "quod erat demonstrandum" ("que era 10 que se tenia que demostrar"), utilizada cuando se da por finalizada una demostracion, argumenta­ cion 0 prueba, y se confirma la hipotesis que se sostenia desde el principio.

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

116

lLxe2 gana una pieza; 2 .. , l:.xfS 3 ttJxd7 ataca las piezas de 'e2' y 'fS' Y tambien permite ganar mate­ rial.

8 7 6 5 4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

N igel Short - Anthony M i les Brighton (lnglaterra), 1 984 Juegan las blancas

Short vio que con 1 ttJb6 da­ ba un doble a las piezas mayo­ res y ganaba como minimo la calidad. Pero cuando revis6 las variantes encontr6 una respues­ ta sorpresa, 1 . . . ttJe2 ! , que a) amenaza 2 . . . l:.c1 + Y mate, b) amenaza 2 . . . �xd1 + mate, y c) permite conte star a 2 lLxe2 con una mezcla de las primeras dos ideas (2 . . . �xd1 +! 3 lLxdl l:.c1 mate). Muy bonito, y Short segura­ mente se sinti6 feliz por haber visto 1 ... ttJe2 a tiempo. Por eso en la partida jug6:

1 a3? Tras la partida debi6 de sentir­ se muy distinto al ver que 1 ttJb6 ttJe2 2 �fS+ ! ! 'i£txfS 3 ttJxd7+ y 4

Como resultado de estos erro­ res, muchas secuencias calculadas nunca llegan a ejecutarse en el ta­ blero. Un jugador tiene una idea muy buena y luego la abandon a completamente cuando ve "la re­ futaci6n" .

a

b

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g

h

Vlatko Kovacevic Praveen Mahadeo Thipsay Sal6nica (Grecia), 1 988 Juegan las blancas

Aqui, por ejemplo, Kovacevic tiene dos ideas tentadoras. Una es llevar de alguna manera su alfil a la diagonal 'b3'-'gS', para ganar la dama clavada. La otra es abrir la columna h mediante l:.xh6. Primero considera metodos tranquilos para aprovechar la pri­ mera idea (1 �c3) y los rechaza

ECHANDO CUENTAS

por insuficientes (1 ... bS). Des­ pues une las dos ideas y ve 1 laxh6, con idea de 1 ... .i.xh6 2 �g6+, seguido de ..ic4 (2 ... ..ig7 3 .i.c4; 2 ... 'i£?h8 3 �xh6+ 'i£?g8 4 .i.c4) . Pero analiza mas y ve la res­ puesta 1 ... .i.fS, "que ocurre aho­ ra? Siente una fuerte tentacion de abandonar el asunto por comple­ to y buscar otro movimiento en la posicion del diagrama. La secuen­ cia 1 laxh6 ..ifS parece un caso perfecto de movimiento parcial­ mente fuerte (1 laxh6) que es re­ futado por una respuesta mas energica. Despues de 1 ... ..ifS las blancas pierden la oportunidad de jugar 'Yi'g6+. Con 2 gxfS i.xh6, 0 2 e4 ..ixh6 3 exdS? ..ixd3, 0 2 �c3 bS (3 laxc6 laac8!), el plan original de las blancas queda inservible. Sin embargo:

1 laxh6! .i.f5! 2 e4 i.xh6 3 gxf5! Kovacevic actuo correcta­ mente al seguir buscando des­ pues de ver 1 ... .i.fS. No buscaba una brill ante refutacion, sino que mantuvo la calma y val oro la po­ sicion que surge tras 3 gxfS como muy a su favor. De hecho, la par­ tida volvio rapidamente a su cur­ so natural. Ahora, a 3 ... �xa2 4 eS Ie sigue S lahl 0 S f6, y decide la partida.

117

3 �d7 4 lZJc4 .i. g7 5 lZJe5! .i.xe5 6 'iVb3+ Abandonan •••

Debido a 6 ... 'i£?g7 (6 ... �n 7 .i.c4; 6 ... lan 7 dxeS y 8 .i.c4) 7 dxeS �c7 8 �e6, seguido de lad7+ 0 �g6+. Debemos insistir en que impli­ ca mucha habilidad intuir cuando una variante ha finalizado y cuan­ do tiene todavia algo de vida. La ausencia de movimientos energi­ cos es una buena clave para loca­ lizar una posicion final. Pero a menudo hay movimientos "tran­ quilos" que resultan devastadores y alteran la situacion drastica­ mente.

Fi lger - Dubinin Campeonato Sovietico por Correspondencia, 1 975-1 977

1 d4 lZJf6 2 c4 e6 3 lZJt3 .i.b4+ 4 lZJbd2 b6 5 a3 .i.xd2+ 6 .i.xd2 .i.b7 7 g3 lZJc6 8 .i.e3 dS 9 .i.g2 dxc4 10 lZJe5 lZJdS 11 lZJxc4 �d7 12 .i.c1 �! 13 e3 h5 14 b4 e5 15 dxe5 b5 16 lZJa5 lZJxa5 17 bxa5 �f5 18 'Yi'b3 (D) Las negras pretendfan, casi con toda seguridad, 18 ... lZJc3, que ataca la dama, el alfil inde­ fenso de 'g2' y apunta a la casilla

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

118

19 �xb7+ �xb7 20 a6+ �c8 21 'iYxc3

8 7 6 5

21 0-0 no es seguro debido a 21 ... lbe2+ 22 �g2 h4, con la amenaza de 23 ... h3+ Y mate.

4 3 2

21 ... 'iWf3! a

b

c

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e

f

g

h

de mate 'dl', todo a la vez. El mo­ vimiento del caballo tambien per­ mitiria recuperar el pe6n que las negras han perdido (19 e4 'iWxe5). Sin embargo, despues de 18 '1i'b3, las blancas pueden contes­ tar a 18 ... 'iWxe5 con 19 �b2. Aho­ ra 18 ... lbc3 no parece funcionar, porque tras 19 �xb7+ y 20 'iWxc3 las blancas pueden contestar al temible 20 ... '1i'f3 simplemente con el enroque. i,Correcto?

18 .. lbc3! .

No era correcto. Puesto que se trataba de una partida por corres­ pondencia, las negras se permitie­ ron el lujo de colocar la posici6n que surge tras 21 '1i'xc3 en su ta­ blero y buscar una respuesta para las negras, sin importar 10 "tran­ quila" que fuera. Un calculador con experiencia deberia poder hacer 10 mismo, puesto que los primeros movimientos son tan forzados que la "falsa posici6n fi­ nal" que surge tras 20 'iYxc3 es re­ lativamente facil de ver.

Aqui las blancas jugaron la mansa 22 i.b2 y abandonaron algunas jugadas despues de 22 ... 'iYxh1+ 23 �e2 'iYd5. Pero, wor que no enrocaron las blancas en la jugada 22�, cubriendo 'dl ' Y 'hi ' a la vez? Porque las negras, en una for­ ma digna de elogio, se dieron cuenta de que el hecho de que no haya capturas, jaques 0 amenazas de mate en una tras 21 'iWxc3 no significa que sea el fin de la acci6n. Despues de 22 ... h4! no hay defensa contra 23 ... h3 Y 24 ... 'iYg2 mate (23 ':el hxg3 24 fxg3 ':xh2! ) . Incluso aunque las blan­ cas tengan pieza de ventaja, la po­ sici6n del rey negro sea debil y cuenten con dos movimientos disponibles, no pueden hacer na­ da en el flanco de dama ni en el de rey. EL ORDEN DE MOVIM I ENTOS

El otro elemento clave del procesamiento de variantes es el

ECHANDO CUENTAS

orden de movimientos. Suponga­ mos que las ideas tacticas con las que estamos trabajando inc1uyen una c1avada a la dama y una hor­ quilla de caballo. Podemos utili­ zar una idea 0 las dos. Pero si uti­ lizamos las dos, l,cual debe ir antes? Despues de todo, si trabaja­ mos con movimientos fuertes, a menudo podremos determinar no solo las cuestiones que se estan tratando sobre el tablero, sino tambien el orden en que apare­ cen. Comencemos con una idea tactica simple que surge en una antigua celada de apertura:

1 d4 d5 2 c4 c6 3 tLlf3 tLlf6 4 tLlc3 e6 5 e3 lbbd7 6 .id3 .td6 7 e4 dxe4 8 lbxe4 lbxe4 9 .txe4 0--0 10 0--0 e5? 11 dxe5 lbxe5 U lbxe5 .ixe5

7 6 5 4 3 2

a

b

c

d

A primera vista parece que la posicion constituye todo un reto si 10 que deseamos es encontrar

119

ideas. Todas las piezas blancas, ex­ cepto el peon de c, estan en las mismas casillas que las piezas ne­ gras, pero al otro lado del tablero. Y todas las piezas negras, excepto el alfil de 'e5', estan protegidas. l, Como puede surgir algo de esta posicion tranquila y simetrica? La respuesta se basa en que las blancas tienen la unica ventaja importante aqui: les toca mover. Quiza puedan atacar el alfil 0 al­ guna cos a mas. Gracias a preguntas como esta se nos ocurre 1 'iWh5. Amenaza el alfil, y tambien 2 'iVxh7 mate. l,Es esto decisivo? No, porque hay una defensa que evita las dos amenazas, 1 ... f5 ! Las blancas tienen que seguir buscando. Y no en la secuencia 1 'iVh5 f5, ni tampoco en otras ide­ as. Deben encontrar una forma distinta de utilizar la idea 'iVh5. Hay solo unas cuantas ideas en cada posicion, por 10 que no de­ bemos rechazarlas precipitada­ mente. Las blancas pueden reavivar el ataque doble contra 'hT y 'e5' utilizando un orden diferente: 1 .txh7+! 'iitxh7 2 'iVh5+ �g8 3 'iVxe5. Este orden permite ganar un peon, no una pieza, tal como esperaban con 1 'iVh5, pero tiene la ventaja de ser mas fuerte que el movimiento de la dama. Y eso es 10 que hace que funcione. Ahora examinemos una ver­ sion algo distinta. Eliminemos el

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

120

pe6n de f de las negras y situe­ moslo en 'd4'. Vemos que 1 .i.xh7+ funciona ahora tambien, pero, una vez mas, s6lo ganamos un pe6n. El mejor orden de movi­ mientos ahora es 1 'iYhS ! , que lle­ va a la victoria (1 ... 'iYf6 pierde inmediatamente por 2 .i.xh7+! 'it>hS 3 .i.g6+ 'it>gS 4 'iYh7 mate, y 1 . . . lIeS hace po sible 2 .i.xh7+ 'it>fS 3 .tg6, con amenazas decisivas). La diferencia entre el orden correcto y el incorrecto puede ser brutal a la vez que frustrante: 8 7 6

y el avance del pe6n blanco de 'fS' (atacando al caballo y cortan­ do la casilla de escape del rey ne­ gro). Con 1 'iYhS+ liJgS 2 f6 gxf6 3 gxf6 las negras pierden como mi­ nimo una pieza. Pero en apuros de tiempo:

1 f6?? liJg6! Y las blancas no pudieron ha­ cer nada mejor que unas tablas (2 'iYh7 gxf6 3 gxf6 'iYc1 , etc.). El orden de movimientos pue­ de resultar un campo minado, pe­ ro tambien convertirse en un alia­ do para desvelar los secretos tacticos de una posici6n.

5 4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

Margeir Petursson Viktor Korchn6i Wijk aan Zee (Pa ises Bajos), 1 990 J uegan las blancas

Esta posici6n se dio dos juga­ das antes del control de tiempo, y si las blanc as hubieran encontra­ do el orden correcto, la partida probablemente no habria durado mucho. Las dos ideas presentes en la posici6n son el j aque en 'hS'

a

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c

d

e

f

g

h

Paul Keres - Boris Spasski Gotemburgo (Suecia), 1 95 5 J uegan las blancas

Las blancas tienen una buena partida, con dos bonitos alfiles que cortan el aire y apuntan al

ECHANDO CUENTAS

flanco de rey. La idea natural que aparece por si misma es un asalto a 'gT, utilizando la fuerza de un ataque de mate. Las piezas meno­ res de las negras no participan en la defensa de esa casilla. Cual­ quier movimiento del caballo blanco abriria la diagonal 'b2'­ 'gT Y amenazaria mate. Pero cualquiera de estos mo­ vimientos del caballo tambien permitiria 1 ... 'Wxg3, que acaba con todas las amenazas. Las blan­ cas podrian conseguir ventaj a pa­ ra el final con la intermedia 1 ttJxd7 'Wxg3 2 ttJf6+, pero tras 2 ... gxf6 3 hxg3 iLxc4 las cosas no es­ tan claras. Sin embargo, Keres sabia que su posicion merecia mas que lle­ gar a un final con ventaja. Y no tuvo que encontrar una idea nue­ va:

121

fracasa; 0 que el orden mas venta­ joso conduzca a un resultado de­ cisivo en lugar de a una ventaj a importante solamente. A veces nos engafiamos a no­ sotros mismos adoptando un or­ den equivocado:

Andrei Sok61ov Zurab Sturua Campeonato Sovietico de J6venes Maestros, 1 984

1 e4 e5 2 ttJf3 ttJc6 3 �b5 a6 4 �a4 ttJf6 5 0-0 �e7 6 !tel b5 7 �b3 d6 8 c3 0-0 9 h3 ttJb8 10 d4 ttJbd7 11 ttJbd2 �b7 12 St.c2 Iie8 13 ttJn d5 14 ttJxe5 ttJxe4?

1 'iHxg7+!! Abandonan La variante principal -de he­ cho la unica- es muy bonita: 1 ... �xg7 2 ttJxd7 + �g8 3 ttJf6+ y 4 ttJd5+, recupera la dama con una pieza de ventaj a. Podriamos elogiar la magnifi­ ca vision tactica de Paul Keres, pero, tecnicamente, 10 ilnico que tuvo que hacer es cambiar el or­ den de sus movimientos: 'Wxg7+ antes de ttJxd7, no despues. Las variaciones en el orden de movimientos pueden determinar si una combinacion funciona 0

a

b

c

d

e

f

g

h

Aqui las blancas jugaron 15 ttJxf7 xf7 16 .l:.xe4. Estos dos movimientos recibieron signos de exclamacion debido a 16 ... dxe4 17 �b3+ �f6 18 'Wh5 g6 19 'i!Vh6 y ganan, o 17 ... �g6 18 'Wg4+ �g5 19 ttJg3.

1 22

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

El problema de est a brillante nota es que, despues de 16 .s:xe4, las negras jugaron 16 tbf6 y 10graron oponer una dura resisten­ cia antes de hacer concesiones. l,Hay otro camino mejor para las blancas, un movimiento que per­ mita conseguir algo mas que un medio juego con un peon de ven­ taja? La combinacion de las blancas perdio parte de su potencia por jugar antes su movimiento mas fuerte, y de este modo las negras pudieron obviar el decimosexto, menos energlco. Supongamos que cambiamos un poco las cosas: primero IS .s:xe4 dxe4 (con IS ... tbxeS 16 ':'xeS, las blancas tienen caballo de ventaja), y luego 16 tbxt7. Ahora las consecuencias de 16 ... r:j;;xt7 son las mismas que en la variante IS tbxt7 �xt7 16 .s:xe4 dxe4, porque la trasposicion es exacta. La diferencia es que la se­ gunda secuencia termina con 16 tbxt7, un movimiento que ataca la dama negra. Despues de un movi­ miento de la dama, jugar 17 i.b3 y un j aque a la descubierta parece decisivo; v.g., 16 ... �c8 17 i.b3 r:j;;f8 (de 10 contrario viene 18 tbd6+) 18 'iVhS tbf6 1 9 tbgS ! ! Cuando cambiamos el orden, normalmente se alteran las opor­ tunidades para los dos bandos. Las negras cuentan con ciertas oportunidades en el segundo or­ den que no tienen en el primero. 000

Si miramos con mayor exactitud, las encontraremos: despues de 16 ... 'iVb8! 17 i.b3 cS, las blancas pueden recuperar su material, pe­ ro nada mas. Por ejemplo, 18 i.e6 tbf8; 0 18 tbeS+ c4 19 tbxd7 �c7; o 18 dxcS tbxcS 19 tbd6+ r:j;;h8 ! l,Condusion? El orden elegi­ do por las blancas era el mejor. Ahora examinemos un ejem­ plo mas depurado, el cual muestra alID mejor que el orden de una se­ cuencia es un arma de doble filo. Aqui contribuye a echar a perder una oportunidad de oro, para un jugador poco conocido, de derro­ tar a un campeon del mundo. Karen Ash6tovich Grigorian Anatoli Karpov Campeonato Sovietico, 1 976

1 d4 d5 2 c4 e6 3 tbc3 i.e7 4 tbf3 tbf6 5 e3 0-0 6 b3 b6 7 i.b2 i.b7 8 i.d3 c5 9 0-0 cxd4 10 exd4 tbc6 11 �e2 tbb4 U i.bl dxc4 13 bxc4 i.xf3 14 gxf3! 'YWxd4 15 tbe4 'YWd8 16 .s:dl 'YWc7 17 tbxf6+ i.xf6

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ECHANDO CUENTAS

Esta posici6n, a la que se llega partiendo de una popular apertu­ ra en aquella epoca, habfa sido estudiada por los te6ricos, pero no puesta en pnictica sobre el ta­ blero. Las blancas han sacrificado un pe6n y la buena salud de sus otros peones, a cambio de un ata­ que en el flanco de rey. Las ideas en esta posici6n incluyen il..xh7+, �e4 y il..xf6, e incluso algu.n apo­ yo adicional procedente de �hl , seguido de lIgl +. De acuerdo, ya hemos men­ cionado demasiadas ideas. Es ho­ ra de empezar a procesar varian­ tes. Podrfamos examinar primero las que incluyen �e4. Suponga­ mos que rompemos el flanco de rey con 18 il..xf6 gxf6 19 �e4. � C6mo protegen 'hT las negras? La respuesta obvia es: con 19 ... fS, Y tras 20 �h4 pueden detener el ataque mortal con 20 ... f6. Pero, �hay una forma mejor de utilizar la idea �e4, es decir, un orden de movimientos mas ventajoso? Sf, y se basa en la in­ mediata 18 �e4, puesto que la defensa .. .f7-fS es ahora imposi­ bIe, y 18 ... g6 permite 19 il..xf6, que gana el alfil. �Significa esto que 18 'iYe4 ga­ na directamente? No, porque un examen mas de tall ado nos mues­ tra que las negras pueden, simple­ mente, mover su torre de rey, de­ jando libre 'f8' para su rey. La posici6n tras 18 ... lIfd8 19 �xh7+ �f8 es diffcil de evaluar: el mate-

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rial esta igualado, pero los peones blancos estan aun desordenados y no se ve claramente que rey es­ ta mas expuesto. En lugar de esto, las blancas acuden a una conocida idea. �Re­ cuerda usted las partidas Lasker -Bauer y Kuzmin- Sveshnikov del capitulo 2? Pues bien, un pariente de aquel sacrificio de dos alfiles esta escondido al acecho bajo la superficie de esta posici6n. Las blancas jugaron:

18 il..xf6 gxf6 19 il..xh7+ Muy bonito. Ahora 19 ... �xh7 20 �e4+ �g7 21 �g4+ y 22 �hl da a las blancas un tremendo ata­ que (v.g., 21 ... �h8 22 �hl �cS 23 iYh4+ y 24 lIgl +). Y si 19 ... �h8 las blancas mueven 20 ..te4 lIad8 21 �hl , con buen juego pa­ ra ellas.

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�g7!

Esto es 10 que no vio Gri­ gorian. Cuando examin6 la posi­ ci6n del diagrama no se dio cuenta de que la casilla 'gT quedaria li­ bre. Continu6 sin ningu.n plan con 20 lId4 lIh8 21 lIg4+ �f8 22 'iVb2 lIxh7 23 iYxb4+ iYc5 24 �d2 lIc8, y perdi6 no s6lo la partida, sino tambien la oportunidad de derro­ tar a un campe6n del mundo. Podrfamos decir que fue un error de visualizaci6n, como los

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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que estudiaremos en el capitulo ocho, pero este fue, ante todo, un fallo en el orden de movimientos, porque las blancas podrfan haber evitado la defensa ... Wg7 si hubie­ ran jugado la secuencia correcta: 18 ..txh7+ ! , y si 18 ... Wxh7, enton­ ces 19 'iHe4+ y 20 ..txf6 (con 'iVxg4+ y Wh1, como habian pla­ neado). Las negras se habrfan vis­ to forzadas a evitar esto con la desagradable 18 ... 'it>h8 0 alguna otra defensa mediocre, y quedari­ an con escasas posibilidades de sobrevivir. SERENDIPIA Y SECUENCIA

Jugar con los diferentes orde­ nes de movimientos es un buen ejemplo de serendipia en pleno funcionamiento, que ya vimos en el capitulo 3. 8 7 6 5 4 3 2

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Alexei Vizhmanavi n Igor Novikov Campeonato Sovietico. 1 990 Juegan las blancas

Vizhmanavin maneja en su mente algunas ideas para resol­ ver esta posicion (1 tiJxf6+ ..txf6 2 'iVxh6 y 1 'iJ.c7 'JJ.xc7), y parece que ninguna lleva a nada bueno. Pero se pregunta que sucede con 1 li'xf7+. Tras ella, si 1 ... 'iHxf7 2 ..txf7+ �xf7, las blancas tienen 3 lIc7 + lIxc7 4 dxc7 : mueve 5 tiJd6+ ! y ganan. Desgraciadamente, hay varios agujeros en este amUisis. Uno es que las negras no tienen por que capturar en la tercera jugada, sino que pueden mover 3 ... l:td7 ! Ade­ mas, pueden refutar la combina­ cion facilmente, con 2 ... .l:.xf7 ! Pero Vizhmanavin no olvida la idea y examina un orden distin­ to. Ahora prueba 1 li'xf7+ y 2 l::t c7. En este caso 2 ... l:txc7 se contesta con 3 dxc7 .: mueve 4 .txf7+ rrt;xf7 5 tiJd6+, 0 3 ... 'iWxb3 4 cxd8'iW. Pero aun hay otro problema: 2 ... 'iVxb3 ! , que permite ganar la dama a cambio de una torre. Un nuevo intento, y a la terce­ ra va la vencida: 1 .:tc7! !, y ahora 1 ... 'JJ.xc7 2 W'xf7+ ! 'ilxf7 3 dxc7 traspone a la variante mas favo­ rable de las anteriormente anali­ zadas. De hecho, las negras abando­ naron tras 1 :'c7. Otro gran maes­ tro sovietico dijo mas tarde al vencedor: "Observe la posicion durante diez minutos y no pude entender que sucedia despues de 1 ... l:txc7".

ECHANDO CUENTAS

Por supuesto, a veces no im­ porta si hacer el movimiento A antes que el B 0 el B antes que el A. Pero seguramente en tres de cada cuatro ocasiones encontra­ remos que existe una diferencia importante. Aquf tenemos otro ejemplo de como jugar con las ideas y las secuencias permite re­ alizar una brillante partida.

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tiempo. El unico problema es que 2 axb3 ! es una refutacion bastan­ te simple (porque 2 ... 'iVa1 + se contesta con 3 ttJxa1 I ) . Asf pues, las negras intentan encontrar una manera de utilizar las ideas ... ttJa3+ y ... 'iVxb2. Y ahf la tenemos: 1 l:lxc4! 2 'i¥xc4 "iixb2+!! y ganan (3 l:.xb2 ttJa3+ 4 W mueve .i.xb2+ 5 Wxb2 ttJxc4+ Y 6 ... :xe4). 000

ORDENES Y OpelONES

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Karoly Honfi - Laszlo Barczay Kecskemet (Hungria), 1 977 Juegan las blancas

Las blancas pueden defender­ se contra 1 · ... "iYxb2 mate avan­ zando su peon de c una casilla, pero prefirieron avanzarlo dos casillas: 1 c4 es mas energico. Por la misma razon, la mayo­ ria de los maestros a los que les ensefiaramos la posicion pensari­ an antes que nada en 1 ... ttJa3+, porque contesta a la amenaza de tomar el caballo ganando un

En las ultimas paginas hemos comprobado que cambiar la se­ cuencia de los acontecimientos puede llevar a resultados muy di­ ferentes. Pero l.que sucede cuan­ do parece que podemos alcanzar exactamente la misma posicion final mediante caminos distin­ tos? l.Que camino hay que to­ mar? Este asunto es crucial, porque, como dijimos antes, cada orden de movimientos genera distintas opciones para el rival. Si de todas formas parece que nuestro adversario va a contar con esas opciones, entonces in­ tentaremos que aparezcan en el momenta menos peligroso posi­ ble, que normalmente es antes de que estemos totalmente com­ prometidos con la variante. En otras palabras, es mej or darle las oportunidades al principio, no al final.

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LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

Reflexione sobre el orden co­ rrecto de movimientos durante un minuto 0 dos antes de seguir leyendo. La manera correcta de proce­ der es:

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Josef Boey - Miroslav Fi lip Campeonato Europeo por Equipos. 1 972 J uegan las blancas

1 j,xg6! bxg6 2 .:te7+ .:txe7 3 dxe7+ Wxe7 4 .:td8!! Abandonan EI sacrificio de la torre es ne­ cesario para coronar el pe6n, puesto que 4 h7 fracasa debido a 4 ... .i.b7. En cambio, tras 4 .l:!d8 las blancas coronanin (4 . . 'it>xd8 5 h7, 0 4 ... ..tb7 5 1:txa8 .i.xa8 6 h7) Y despues limpianin el table­ ro de peones negros. Pero la clave de esta combina­ ci6n no fue el bonito movimiento 4 �d8; fue el orden de los movi­ mientos anteriores. l,Por que co­ menz6 Boey con el movimiento del alfil? La raz6n es que, incluso aunque se trata de un sacrificio, es el movimiento menos fuerte de la serie. Despues de todo, las ne­ gras podian haber despreciado 1 j,xg6! (1 ... .:tf6 2 j,xh7 !!xh6; 2 j,f5+ �d8). Al menos esta posi­ ci6n no llevada a la derrota nece­ sariamente. Ahora consideremos la conse­ cuencias de cambiar el orden; es­ to es, utilizar primero la idea del cambio de torres. Despues de 1 �e7+ 'f1xe7 2 dxe7+ 'it>xe7, las blancas jugarian 3 ..txg6, y tras 3 .

Las blancas tienen, por el mo­ mento, mejor posici6n, pero de­ ben actuar nipidamente antes de que las negras coordinen sus fuerzas con 1 ... .i.b7 y un movi­ miento de su torre de 'a8'. No pa­ rece surgir nada importante con 1 �xc5 �xd6! 2 .:td5+ �c7 0 con otras jugadas parcialmente tran­ quilas. Mientras ca1cula, Boey ve que los recurs os no utilizados en la posici6n son su rey y el pe6n de h avanzado. Llevada bast ante tiem­ po trasladar el rey a la acci6n. Pe­ ro, l,que pas a si movemos el pe6n de h? Esto puede conseguirse con 1 .:te7+, cambiando torres, seguido de j,xg6. Si las negras toman el alfil, las blancas coronan el pe6n (l,ve usted c6mo?).

ECHANDO CUENTAS

... hxg6? 4 z:td8 ! llegamos a la par­ tida, a la misma posici6n final. Sin embargo, con este orden las negras disponen de muchos otros terceros movimientos, como 3 ... ..te6, seguido de ... ..txd5, 0 ... hxg6, 0 .. J�g8. Las negras cuen­ tan con mas opciones con este or­ den. S6lo 1 ..txg6! produce resul­ tados 6ptimos. El asunto de la fuerza y la se­ cuencia resulta mas importante aun en el calculo defensivo.

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Yefi m Gueler Milan Matulovic \Skopie (Macedonia), 1 968 Juegan las blancas

Parece que las blancas estan mejor gracias a su caballo mas avanzado y a sus mejores peo­ nes. Pero 1 d4! , que elimina el pe6n debil de d, deberia llevar a una partida de tablas muertas. En realidad, puesto que toma la •••

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iniciativa -realizando un movi­ mien to fuerte- tambien coloca minas para que las blancas cai­ gan en elIas. Una de estas minas es bastan­ te evidente: 2 liJxd8? va a ser con­ test ada claramente con 2 ... dxe3. Despues 3 liJxc6 es la unica solu­ ci6n para no perder una pieza. Las negras tendrian entonces la posibilidad de elegir entre la mas fuerte 3 ... exf2+, 0 la igualmente prometedora captura en 'c6', y ambas dejan a las negras con pie­ zas mejor situadas. La verdadera elecci6n de las blancas es entre 2 cxd4 y 2 liJxd4. Los dos conducen a la misma po­ sici6n tras 2 cxd4 liJxd4 3 liJxd4 'ilYxd4 0 2 liJxd4 liJxd4 3 cxd4 'iVxd4, con igualdad. El buen cal­ culador busca la opci6n que deja a su rival menos alternativas. Gueler, un fuerte gran maestro, eligi6 lo que crey6 "mas fuerte", 2 cxd4, quiza porque mantiene la amenaza de 3 liJxd8 y previene variantes secundarias como 2 liJxd4 .l:!xe3 ! ? Pero 2 cxd4?? permiti6 otra posibilidad: 2 1:!.xe6! 3 .l:!xe6 liJxd4!, tras 10 cual las negras ga­ nan una pieza en todas las va­ riantes (4 'iVc4 liJxe6; 4 .l:!xb6 liJxc2). •••

Un ejemplo final nos muestra 10 diffcil que puede resultar el cal­ culo defensivo cuando nuestro ri­ val juega con varias ideas.

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Vinsnes - Krasenkov Copa Rilton Estocolmo (Suecia), 1 990 Juegan las negras

Krasenkov se dio cuenta de que su rival estaba presionando en los dos flancos gracias a va­ rias ideas tacticas que utilizaba contra el. Estas ideas incluian: a) el sacrificio de caballo liJf6+, b) el ataque a 'h7' 0 un sacrificio de caballo en esa casilla, y c) la eliminacion de una pieza defen­ siva clave, el caballo negro, me­ diante el sacrificio de la calidad ':xc6. Con todo esto en mente, exa­ mino unas cuantas variantes cla­ ve y, creyendo que eran inofensi­ vas, jugo:

1

...

WIIe7?

Asi ataca el peon de 'eS', que solo puede ser defendido median-

te el humilde retroceso 2 liJf3. Krasenkov sabia que permitfa 2 'iffS, pero vio que 3 ... i.xe4 ! 3 liJxe4 'ii'xeS ! y que 3 'iVxe4 'iVxgS 4 ':xc6 'ii'hS no era para asustarse. £1 habia reflexionado sobre varios ordenes de movimientos distintos que pudieran utilizar las ideas antes mencionadas. El pri­ mero es 2 liJf6+ gxf6, y ahora 3 exf6 se contesta facilmente con 3 ... 'ii'e S ! (4 'iVh4 'ii'fS). Las blancas pueden impedir que tome el centro la dama me­ diante un orden de sacrificios dis­ tinto: 2 %:txc6 .1t.xc6 3 liJf6+ gxf6 -todavia forzada- 4 exf6. Pero entonces 4 ... 'iNe2! salva la situa­ cion. (Observese que fue el pri­ mer movimiento de las blancas el que genero una nueva posibilidad para las negras: la torre blanca es­ ta en el aire en la quinta jugada.) Krasenkov examino otra se­ cuencia mas: 2 liJf6+ gxf6, y ahora 3 liJxh7, con la amenaza 4 liJxf6+ y la idea de contestar a 3 ... 'it>xh7 con 4 �d3 y 4 %:lh3+. Pero todo es­ to puede ser refutado con 3 ... liJxeS ! , y despues 4 liJxf6+ cJ;;g7 S liJhS+ cJ;;g6 ! Por mucho que daba vueltas a los movimientos, Krasenkov no sentfa peligro inminente. Desgra­ ciadamente, paso por alto el uni­ co orden de movimientos que su­ ponia un castigo para el:

2 ':xc6! .1t.xc6 3 liJf6+ gxf6

ECHANDO CUENTAS

Si 3 ... �h8, las blancas pueden elegir 4 iLlfxh7 0 4 'ii'f5 g6 5 'ii'h3 h5 6 iLlxh5 !

4 iLlxh7!!

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Esta es la secuencia de ideas que omitieron las negras. Ahora 4 ... fxe5 permite 5 iLlf6+ 'ii'xf6 6 'ii'xf6, con final ganador.

4 ... �xh7 5 'ii'h4+ �g7 6 'ii'g4+ �h8 7 l:.d3 �e4 La ultima 'ii'xe4?? l:.g8! ) .

esperanza

to a las vias de escape que apare­ cen en el arbol de analisis. Estas permiten a un jugador escapar de una larga variante antes de llegar a la posicion final. Por ejemplo:

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8 l:.h3+ �h7 9 'ii'f5 Abandonan ViAS DE ESCAPE

Uno de los trucos propios de

la tecnica de c,llculo es estar aten-

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Heinz Wirthensohn Robert H uebner Campeonato Suizo, 1 991 Juegan las blancas

El ultimo movimiento de las negras, ... l:.fe8, pone alert a a las blancas. Es, por supuesto, un mo­ vimiento fuerte que ataca la da­ rna, pero invita a plantear la pre­ gunta: "(, Que casilla se queda sin proteccion como result ado de es­ te movimiento?". La respuesta correcta es 'f7'. Como buen calculador que es, Wirthensohn examino 1 �xf7+! �xf7 y las continuaciones natura­ les 2 l:.xb7+, 2 'ii'c4+ y 2 'ii'd S+. Fi­ nalmente encontro que 2 'ii'c4+! era 10 mejor, porque 2 ... �f8 3

1 30

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

i.cS+ es malo para las negras, y 2 ... lite6 permite 3 lhb7+ tbe7 4 i.c5 'iVc3 5 litxe7+ ! , 0 3 ... i.e7 4 i.c5. Por tanto, Wirthensohn podia estar segura de que, tras comen­ zar la combinaci6n con 1 i.xf7+, tendrfa que afrontar 2 �g6!. l,Hay algo claro despues de este movimiento? No estaba seguro, y de todas forma sacrific6 el alfil porque habia previsto una via de escape: despues de 2 ... �g6 podia repetir posiciones con 3 'ifg4+ �f7 (forzado, evidentemente) 4 'ii c4+ ! �g6. Y si no encontraba ning6n mo­ vimiento en el cual confiar des­ pues de esto, sabia que podfa repe­ tir posiciones de nuevo y reclamar tablas. (En realidad, hay una conti­ nuaci6n muy buena: 3 .l:.b3 ! 'iie7 4 'iVg4+, con excelentes oportunida­ des de victoria; v.g., 4 ... �f7 5 l:.d7, 0 4 ... i.g5 5 h4 h5 6 'ilVg3 !) •••

Por supuesto, incluso aunque contemos con una via de escape a nuestra disposici6n, debemos cal­ cular con precisi6n las consecuen­ cias de la variante principal si decidimos entrar en ella. Aqui te­ nemos un ejemplo similar. Liubomir Liuboievic Vasi ly Smyslov Petropolis (Brasi l). 1 973

1 e4 c6 2 d4 d5 3 exdS cxdS 4 c4 tbf6 5 tbc3 e6 6 tbf3 i.e7 7 i.f4

dxc4 8 i.xc4 0-0 9 0-0 tbc6 10 %tel a6 11 a3 b5 12 .ial i.b7 13 d5!? exd5 14 tbxdS tbxd5 15 i.xd5 l:rc8 16 lIel i.f6! 17 .id6! lite8 Esta claro que 17 ... 'ii'xd6?? 18 i.xf7+ era imposible. Liuboie­ vic estudi6 en este momenta la posici6n con cierto detalle y jug6 18 i.xt7+?! �xt7 19 'ii'd S+ �g6. Tenia tablas, si asi 10 deseaba, con 20 'iVd3+, porque 20 ... �h6? 21 Iixe8 'ifxe8 22 'ilVf5 ! es dema­ siado dificil de manejar (22 ... tbe5 23 'iVf4+ �g6 24 tbxeS+ .ixe5 25 ':xc8) . Pero rechaz6 la via de escape y entr6 de lleno en 20 ':xe8? 'ifxe8 21 'ifd3+ �f7 22 Iie1, espe­ rando poner en juego la torre, 10 cual decidirfa la partida. Sin embargo, pronto estU"\TO perdido tras 22 tbe7! (23 'iWb3+ .id5 24 !:txe7+ 'iVxe7 25 'iWxd5+ 'ife6, 0 23 .ixe7 .ixe7 24 tbe5+ Wg8 25 'i!¥b3+ �8 26 'ife6 lIc7, 0 23 h4 'ifd8). •••

Por supuesto, las vias de esca­ pe no siempre conducen a tablas forzadas. A veces, cuando esta­ mos a mitad de camino de un ar­ bol que nos va a reportar ventaja, nos damos cuenta de que hay un agujero en nuestro analisis. En ese momenta tenemos que utili­ zar la via de escape y conformar­ nos con una posici6n igualada. Asi sea.

ECHANDO CUENTAS

Normalmente, las vias de esca­ pe aparecen en variantes que in­ tentan forzar la situacion. 8 7 6 5 4 3 2

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Aivars G i pslis Loek Van Wely Gausdal (Noruega). 1 992 Juegan las blancas

Las blancas, que tienen la ini­ ciativa, acaban de dar un jaque con la torre en 'fl', y las negras han encontrado la unica respues­ ta, ... 'a.xc7. l,Que sucede ahora? Gipslis, un gran maestro con . mucha experiencia, realiza un movimiento tremendamente in­ genuo, 1 �xg2??, que carece de fuerza y permite a las negras dar montones de j aques. Las negras encontraron 1 ... 'iVc2+, y de re­ pente las blancas vieron que 2 �g3 'iVd3+ 3 'a.f3 permite 3 ... 'a.g7+, y las negras ganan. La par­ tida continuo asi: 2 �h3 'iVd3+ 3 �h4 �xe4+ 4 �h3 �e3+ 5 �g2

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�d2+! 6 �g3 �g5+ 7 h3 �h5+ 8 g3 �g6+! , Y 9 ... 'a.xt7 dio la victoria a las negras. l, Que debieron hacer las blan­ cas? Debian haber examinado 1 'a.xc7+ xc7 2 �fl+ ! Entonces quiza yerian que 2 ... b6 permite 3 xg2; ahora 3 ... �b2+ puede contestarse con 4 'iVf2+, y las blancas ganan. Pero la razon principal para que las blanc as jugaran la varian­ te de 2 �fl+ es que si el rival mueve entonces 2 ... c6, la unica alternativa razonable, las blancas pueden asegurarse como minimo un jaque continuo con 3 �e8+. Con esta via de escape disponi­ ble, Gipslis podia asegurarse el mismo resultado (unas tablas) que en la mej or variante despues de 1 xg2?? En realidad, tras 2 ... c6, las blancas no tienen por que utilizar la via de escape, sino que pueden continuar la partida con 3 xg2, despues de 10 cual tienen posibili­ dades de ganar si 3 ... �b2+ 4 h3 �c3+ 5 h4 �xal 6 �xf8. CALCULANDO POR FASES

Una de las j oyas del ca1culo mas conocidas de la his toria del ajedrez es una combinacion reali­ zada por un entonces futuro cam­ peon del mundo, Mijail Botvin­ nik, frente a un antiguo campeon, Jose Raul Capablanca.

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ra etapa -hasta 6 �f2- sin arries­ garse a perder. Una vez que se Uego a esa posicion sobre el ta­ blero, pudo encontrar el metoda para que el rey blanco escapara de los jaques. Calcular por fases es un meto­ do uti! para dividir 10 que en prin­ cipio parece inabarcable en pe­ queftos trozos de analisis. Un ejemplo mas reciente es el si­ guiente:

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Mijail Botvinn i k Jose Raul Capablanca AVRO (Paises Bajos), 1 938 Juegan las blancas

Botvinnik comienza una com­ binacion de doce jugadas: 1 .ta3! 'iYxa3 2 liJh5+! gxh5 3 'iYg5+ �f8 4 'iYxf6+ �g8 5 e7! A punto de re­ cibir un mate imparable, las ne­ gras se quedan sin jaques tras 5 'iYc1+ 6 �f2 'iYc2+ 7 �g3 'iYd3+ 8 �h4 'iYe4+ 9 �xh5 'iYe2+ 10 �h4 'iYe4+ 11 g4! 'iYe1+ 12 �h5, aban­ donan. Pero no fue hasta cuarenta aftos mas tarde cuando Botvinnik revelo que no habia pre vis to doce jugadas. "Debo admitir que no podia calcularlo todo hasta el final, asi que 10 hice en dos fases", escribio. Primero vio hasta 5 e7 y descu­ brio que las negras nunca conse­ guirian nada mas que un j aque continuo. Eso significaba que po­ dia jugar sin problemas la prime-

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John Nunn - John Fedorowicz Wijk aan Zee (Paises Bajos), 1 991 Juegan las blancas

Aqui Nunn tuvo la idea de aprovechar la gran diagonal con .te2 y .l:.xd5, ya que ... exd5 es en­ tonces ilegal, y ...'iYxd5 permite .tf3 ! , con una enfilada sobre la dama y la torre. Pero el camino directo, 1 .te2, amenazando 2 .l:.xd5, fracas a debido a 1 ... .l:.c8, que obliga a las blancas a de­ fender 'c2'.

ECHANDO CUENTAS

Por tanto, Nunn consider6, y finalmente jug6, un orden dife­ rente, que dejaba disponibles un par de vias de escape. La primera fase fue asi:

1 l:1xd5! 'iYxd5 2 �e2 Ahara la mayoria de movi­ mientos pierde nipidamente de­ bido a 3 �f3 0 3 l:1d1 . Por ejem­ plo, 2 . . . 'iYxd6 3 l:1od l 'iYe7 4 'iYc3 ! , que amenaza 5 'iYc6+, 0 3 ... 'iYb4 4 'iYf3 l:1c8 5 'iYb7, 0 3 . . . 'iYb8 4 �f3 iLe7 5 iLc6+ �f8 6 l:1d7 , etc. 2

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'iYxa2

En este mom ento, el fin de la primera fase, las blancas pueden comenzar a ca1cular de nuevo, ha­ biendo previsto que 3 'iYc5 no es del todo buena para llegar a un fi­ nal favorable (3 ... 'iYd5 4 l:1dl ! �xd6 5 'iYxd6).

3 'iYf3! Con esto comienza la segunda fase. Las variantes clave son 3 . . .

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l:1c8 4 d7+ �xd7 5 'iYb7+ y 3 ... 'iYd5 4 d7+ �e7 5 l:1dl 'iYxf3 6 d8"iY+. 3 �xd6! 4 "iYxa8+ �e7 •••

Las blancas no necesitaban ca1cular hasta aqui; pero si 10 hi­ cieron, ahora podian detenerse de nuevo antes de comenzar la tercera fase. Una continuaci6n natural, pero mala, es 5 'iixh8?? �xf4+ y mate. En su lugar, Nunn encontr6 5 "iYb7+ �f8 6 � c5 , Y si 6 ... iLxc5, entonces 7 'iYc8+ gana el alfil con j aque. La partida termin6 de esta forma: 6 "iYal+ 7 �d2 'iYxhl 8 •••

�8+.

Como hemos visto en este ca­ pitulo, hay muchos pasos interme­ dios que el ca1culador precavido lleva a cabo antes de realizar su movimiento. Algunos simplemen­ te confirman que su arbol de ami­ !isis es correcto ("el punto de par­ tida", "i,ha terminado?"), mientras que otros ("orden de movimien­ tos", "vias de escape" , " ca1cular por fases") pueden hacer mas faci! el proceso de ca1culo.

6 LA ELECCION

"La mitad de las f'ariantes calculadas en un torneo re­ sultan ser completamente superfluas. Lamentablemen­ te, nadie sabe que mitad antes del torneo. " Jan Timman

esulta obvio decir que to­ dos los movimientos de ajedrez surgen de una elecci6n. No obstante, suele ha­ ber momentos criticos, a 10 largo de la partida, en que debemos elegir entre dos 0 mas movimien­ tos que, tras un primer examen, parecen igualmente buenos. Esto suele ocurrir en posiciones relati­ vamente simples en las que se fuerza la situaci6n.

R

(D) Una idea destaca aqui: las blancas deberian, de alguna ma­ nera, llevar su dama a la casilla 'b7', donde dara mate, y sera pro­ bablemente por medio de un ja­ que en la columna 'b'. Las blancas continuaron con:

a

b

c

d

e

f

h

Liubomir Liuboievic Laszlo Szabo Hilversum (Paises Bajos). 1 973 Juegan las blancas

Ahora Liuboievic ve que las negras evitan el movimiento que el deseaba realizar, 2 'ti'b4+, y que la idea altemativa 2 'ii'a5 y 3 "ii'a6 permite la defensa 2 . "ii'f6+ y 3 . 'ii'xc6. ..

1 "ii'c3 d5!

g

..

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

136

Protege el peon 'c' y renueva la amenaza 'iYa5-b5+.

2

d4! 3 'iYa5 .l:Id5 ...

Y las negras se han hecho con la iniciativa. Despues de la parti­ da, Liuboievic se esforzo en pro­ bar que habia dejado pasar una victoria, y finalmente logro de­ mostrarlo. Pero, incluso aunque sepamos que hay una victoria fa­ cil en la posicion del diagram a, no es facil encontrarla. Szabo dijo que, tras la partida, pregunto a cincuenta espectadores su opi­ nion, y todos coincidieron en que 1 'iYc3 era el mejor movimiento. "Por eso comprendo por que Liu­ boievic encontro tan natural su movimiento", concluyo. Natural, pero bastante peor que 1 'iYd3 ! , el cuai lleva al mate inmediatamente. Lo que ocurrio fue que las blancas no se dieron cuenta de que podian elegir. Este es uno de los muchos problemas que surgen en una partida cuando nos encon­ tramos con dos 0 mas ideas igual­ mente atractivas. Cuando realizamos una mala eleccion, suele ocurrir que la po­ sicion tiene la palabra "ELEC­ CION" escrita con letras mayus­ culas. En esas ocasiones casi siempre hay un movimiento co-

rrecto y un movimiento incorrec­ to, 0 en ocasiones un movimiento bueno y un movimiento mejor. (Y, desgraciadamente, en algunas posiciones hay solo un movimien­ to malo y un movimiento peor.) El peor error posible, cuando tenemos posibilidad de elegir, es . creer que no hay diferencia entre escoger uno u otro camino. 8 7 6 5 4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

Arnaud Hauchard Alexei Shirov Santiago de Chi le (Chile), 1 990 Juegan las blancas

Solia ser casi un axioma para los comentaristas criticar el mas comun error de eleccion con las palabras " jTorre equivocada ! ". Aquf tenemos un ejemplo tfpico. Las blancas deben mover una torre a d l para devolver su pieza de ventaja y asf eliminar los po­ tentes peones pasados de las ne­ gras cuando estas jueguen ... d3. Pero, l,que torre? '

'

LA ELECCION

No creyendo que hubiese nin­ guna diferencia, Hauchard esco­ gio dejandose llevar por el senti­ do comun; activo su torre de 'al ', que aun no habia utilizado, y dejo la otra en la columna semiabier­ tao Sin embargo, esto es un error grave.

l l:Iadl? li'xc5 2 'ii'hl Obligada, por la amenaza 2 ... d3, con jaque a la descubierta. 2 d3 3 �xd3 exd3 •••

Si Hauchard hubiese jugado 1 l:Ifdl ! , ahora podria continuar 4 l:Ixd3, con ciertas posibilida­ des de sobrevivir. Pero ahora 4 l:Ixd3 pierde inmediatamente ante 4 . . . li'f5 ! ! Habia una gran diferencia entre mover una u otra torre en la posicion del dia­ grama. (Las blancas al final ju­ garon 4 li'c3 y perdieron tras 4 ... l:I e3!) Otro caso para analizar es el siguiente:

(D) Las blancas acaban de retirar el caballo de 'e2'. Ambos jugado­ res tienen peones pas ados pe1i­ grosos, pero las negras deben per­ der un tiempo en mover 1a torre

137

8 7 6 5 4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

Liubomi r Liuboievic Bent Larsen Las Pa l m a s de Gran Canaria (Espana), 1 974 Juegan las negras

atacada antes de poder avanzar el peon de dama. Creyendo que habia poca di­ ferencia entre los distintos movi­ mientos posib1es de 1a torre, las negras continuaron: 1 . l:Ic3? 2 tbxd3! litxd3 3 'ii' g5 ..

Las blancas se 10 toman con calma, pero saben que ganan con 4 l:Ia7+ 0 4 b6. Mover 3 b6 inme­ diatamente permitiria 3 ... lib3 y 4 ... � mueve. 3 ... �a3 4 b6! l1b3 5 b7 l:Ixb7 6 l:Ixa3 Y las blancas ganaron el final de torres sin mayores problemas.

138

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

No obstante, si volvemos a la po­ sici6n del diagrama, podemos ver que es el momenta de tomar una decisi6n import ante. Y una vez que nos damos cuenta de esto, es mas facil ver que 1 ... �a3 ! trans­ forma la derrota en victoria (2 ':'xa3 d2!). (Las blancas 10 pueden poner algo mas diffcil con 2 b6! d2 3 b7 dl"iV 4 b8"iV -no 4 lIxa3 'iith6!- 4 .. , "iYhl + 5 'iitg5, pero tras 5 ... "iVg2+ deben perder.) El perdedor de esta partida, Bent Larsen, afirm6 en cierta ocasi6n que, cuando examinamos mentalmente una secuencia -esto es, sin mirar al tablero-, en reali­ dad no "vemos" una posici6n has­ ta que tenemos que elegir algo. La visualizaci6n de una se­ cuencia, afiadia, no es cuesti6n de ver una "pelicula que se mueve" y avanza de escena en escena. En la mayoria de los calculos ejecuta­ mos movimientos en nuestra mente con rapidez, sin intentar imaginarnos el tablero completo. "Entonces, quiza nos detengamos tras algunas jugadas en una va­ riante critica, ya que en ese mo­ mento hay que elegir. Y entonces quiza sea cuando 'vemos' la posici6n." En otras palabras, tener que elegir se convierte en una seiiai de parada.

(D)

a

b

c

d

e

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g

h

Frank James Marshal l Akiba Rubinstein Bad Kissingen (Alemania). 1 928 J uegan las blancas

Las blancas se enfrentan a una posibilidad de elecci6n bastante amplia, pero agradable. Pueden ofrecer llegar a un final, 0 forzar uno (con 1 Zld7 0 1 'i¥xf8+). 0 pueden amenazar ganar con un movimiento de dama que prepa­ re 2 Zld8, como 1 "iYa5, 1 "iYf6 0 1 'ifh4. La idea .l::t d8 parece la mas na­ tural, pero l,cual es el movimiento apropiado de la dama? Cad a uno parece tener sus mas y sus menos. Por ejemplo, 1 \\Va5 tiene la ven­ taja afiadida de amenazar el pe6n de a. Y con 1 iYh4 tambh!n ame­ nazan el pe6n de h, asi como tiJd7-f6+ (v.g., 1 . f6 2 tiJd7, 0 1 .. .id5 2 tiJd7). Inexplicablemente, Marshall eligi6 1 'iVf6? Quiza pueda pare­ cer el movimiento que conlleva ..

.

LA ELECCION

mas amenazas, pero despues de 1 'ilVc5! su iniciativa se ha esfuma­ do (2 .l:id8+ 'it>h7 3 t'iJxf7? 'iix e3+ 0, cambiando el orden, 2 t'iJxf7 'i¥xe3+ 3 'it>h1 .tdS). En la partida, las blancas con­ tinuaron 2 "ifdS+, pero las negras evitaron repetir posiciones mo­ viendo 2 'it>h7! 3 'iVd3+ f5, y pronto tuvieron ventaja decisiva: 4 t'iJd7 'iie 7 5 e4 fxe4 6 fxe4 .tc6! 7 e5+ '>ithS S t'iJf6 'i¥c5+ 9 "ifd4 .l:ixg2+, etc. •••

•••

l,Que es 10 que nos lleva a to­ mar una decisi6n? Si pudieramos confiar en la precisi6n de nues­ tros ca1culos en un 100%, natural­ mente elegiriamos la variante que nos concede mas ventaja. Pero en el mundo real no po­ demos tener este tipo de seguri­ dad. Mas a menudo tenemos que enfrentarnos a situaciones como la siguiente:

a

b

c

d

e

f

g

h

Ian Rogers - Alexei Sh irov Groninga (Paises 8ajos), 1 991 Juegan las negras

139

Shirov descubri6 dos metodos en apariencia equivalentes para asegurar las tablas. El mas elabo­ rado es 1 ... '>itg3 ! , un elegante mo­ vimiento de espera que obliga a las blancas a mover una de sus bien situadas piezas. Tras 2 %:th8, por ejemplo, las negras tienen 2 ... fS+! 3 '>itxfS '>itxf3 4 l:xh2 '>itg3 y S ... f3, con tablas seguras. Pero esto implica mucho cal­ culo y dej a a las blancas con bas­ tantes opciones. Tras la partida, Shfrov explic6 que el queria algo "mas sencillo", algo con un arbol mas pequeno y una posici6n final mas clara. Por eso, con tiempo de sobra en su reloj eligi6:

1 '>itg2?? 2 '>itxf4 hl'iV 3 !bhl '>itxhl 4 '>itg3! ...

Ahora es mas facil ca1cular va­ riantes, pero, desgraciadamente para las negras, s610 habia una. La partida continua asi: 4 ... '>itg1 S f4! Wfl 6 '>itf3 '>ite1 7 fS '>itd2 8 '>ite4, y las negras, con su rey blo­ queado, no pueden evitar perder el pe6n y la partida (8 ... '>itc3 9 '>itdS ! '>itb4 10 f6 y 1 1 '>itd6-e7). En el ejemplo anterior, buscar la opci6n "mas facil" y rapida lle­ v6 a las negras a la perdici6n. En cambio, en otras situaciones es la tentaci6n de jugar algo mas fuer­ te 10 que se convierte en fatal.

140

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

Valeri Chejov Zurab Azmaiparashvi l i Campeonato de la URSS por Equipos, 1 984 -

1 d4 dS 2 c4 e6 3 etJc3 .i.e7 4 etJf3 etJf6 S iLf4 0-0 6 e3 c5 7 dxcS iLxc5 8 'iWc2 etJc6 9 lidl 'fiaS l0 a3 etJe4? 11 cxdS exdS 12 lixdS etJxc3 13 bxc3 'ii'xa3 14 etJgS! g6 IS iLc4 iLfS 16 lixfS! Este sacrificio se puede efec­ tuar nipidamente calculando en terminos generales, si confiamos en nuestra habilidad para eva­ luar. CMjov puede decirse a sf mismo: "Pm el precio de una cali­ dad puedo destruir la posicion de su rey, ganar el peon de 'fS ' y te­ ner un peligroso ataque contra 'hT". (En realidad, si calcula de manera mas precisa, se desanima­ ra al ver que 16 .. gxfS 17 iUxf5 fracasa debido a 17 .. . iUxc3+.) .

Sefial de parada. Las blancas deb en elegir entre conservar el alfil (19 ..td4, y si 19 ... ..tc5, en­ tonces 20 ..tf6) 0 ir directamente a matar con 19 iUe2 y 20 'fih5. Cambiar en 'd6' y despues mover 20 iUe2 y 21 iUh5 no es una op­ cion seria, porque la dama negra puede defender el flanco de rey facilmente. En vista de 10 que sucede, se­ na sencillo explicar que CMjov no considero 19 ..td4 10 suficien­ teo En realidad vio que llevaba a la victoria, con variantes como 19 .i.d4 'iWa5 20 'iWe2 f4 (obligado, para defender 'hT) 2 1 iUhS iUf5, y ahora 22 etJxf7 ! 'iWxh5 23 etJh6 ma­ te.

19 iUe2? Pero juga esto porque resulta­ ba "mas convincente".

19

•••

..t xeS �g7!

20 'iVhS

16 gxfS 17 0-0 etJe7 18 ..teS! .i.d6 •••

Y este era el sencillo mOVl­ miento que no vio. El error de las blancas fue en parte visual: no ver que el rey puede ir a una casilla que en el diagrama estaba ame­ nazada pm un alfil.

Tras 20 �g7 el rey se mantu­ vo en lugar seguro, y despues de 21 iUxh7+ �f6 sobrevivio para conseguir tablas en el final. •••

a

b

c

d

e

f

g

h

LA ELECCION

Un tercer criterio, ademas de la fuerza y la longitud de una va­ riante, es la c1aridad de su posi­ cion final.

141

cual las blancas tienen ventaja material decisiva (3 l:i.xg5 hxg5 4 �xh7 .txb5). Pero, como el gana­ dor explico mas tarde, "yo no querfa jugar con una dama contra tres piezas enemigas". Tras 1 �g6, la unica forma de defenderse contra 2 �xh7 y 2 l:i.f3 es:

1 l:i.g7 2 �xh6 .txb5? 3 l:i.g3 Abandonan •••

a

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h

Las negras debian haber juga­ do 2 . . �g8 3 l:i.h3 �f7, pero las blancas tambien ganan cambian­ do todos los alfiles y abrumando al rey con sus piezas pesadas (4 .txd7 �xd7 5 .txe7 �xe7 6 �h8 ! �g5 7 l:i.f3+ �e7 8 �f8+ �d7 9 �d6+). Inc1uso aunque esta variante es mucho mas larga que la alter­ nativa 1 l:i.g3, es preferible porque es mas facil ganar la posicion final result ante. .

Viktor Korchn6i M ijo Udovcic San Petersburgo (Rusia), 1 967 J uegan las blancas

Habiendo sacrificado una pie­ za a cambio de un brutal ataque, Korchnoi tiene buenas razones para bus car el golpe final. Sin em­ bargo, no obtiene nada de 1 l:i.f3+ �g8. Por tanto, comienza a sopesar las alternativas, que son 1 l:i.g3, con �g6 Y .td2xh6+ en mente, y la inmediata 1 � g6, con l:i.f3+ 0 l:i.g3. Ambas implican ventajas y, en realidad, las dos llevan a la vic­ toria. Pero una es mejor:

1 �g6! Esto es mejor que 1 l:i.g3 .txb4 ! 2 �g6 �g5 ! , despues de 10

TAcTICO FRENTE A TECN ICO FRENTE A ESTRATEGO

A veces, el hecho de elegir es una cuestion de estilo. Dos cami­ nos pueden llevar a posiciones fi­ nales del mismo valor, pero un camino sera elegido por los tacti­ cos y el otro por los jugadores es­ trategicos, 0 por quienes buscan llegar a un final.

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

142

Aaron Nimzowich es recorda­ do hoy principalmente por su original -y, para los criterios ac­ tuales, bizarro- enfoque de la es­ trategia. Pero fue tambien un tac­ tico y ca1culador formidable, y contaba con una excelente com­ prension del juego practico. Tras su gran exito en Carlsbad, en el ano 1 929, explico el enfoque que seguia en los moment os en que debia escoger una opcion.

a

b

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f

g

h

Aaron N imzovich ­ Saviely Tartakower Carlsbad (Checoslovaquia), 1 929 Juegan las negras

Las blancas amenazan ganar una pieza con h5-h6, asi como abrir la peligrosa columna h. Las negras contestan:

1

...

gxhS

Y Nimzovich comenzo a cal­ cular. Vio rapidamente que con 2

�xf6 �xf6 3 iYh6 sus amenazas de 4 iYxf6+, y de 4 iYxh5 y 5 iYxh7 mate, obligarian a 3 ... �g7 4 Yi'xh5 h6. Entonces la forma natural de continuar seria 5 g5, y llego a la conclusion de que seria 10 bas­ tante fuerte para obligar a las negras a jugar 5 ... f5 ! Y esto fue una senal de parada para Nimzo­ vich. Se dio cuenta de que entonces habria un plan estrategico perfec­ to: 6 gxf6, seguido de �h3xd7 y del aprovechamiento de las casi­ llas blancas. 0 bien podria ganar material y continuar el ataque de mate con 6 gxh6. "Todo esto resulta extrema­ damente complicado", escribio Nimzovich, "y por eso mov!, tras pensar no mas de cinco minutos, 2 �xf6 �xf6 3 .u.xhS �g7 4 tbh1! ". Esto requirio muy poco ca1culo y Ie aseguro una enorme ventaja estrategica una vez que el caballo llego a 'h5'. EI enfoque practico de Nim­ zovich Ie compen so con creces, ya que gano poco despues de 4 f6 5 iYh2 h6 6 tbg3 �h7 7 .te2 .u.g8 8 �f2, seguido de .u.g1 y tbh5. ...

En el siguiente ejemplo, mu­ cho mas elaborado, el jugador que conduce las blancas tambien cree estar cerca de una victoria y comienza a ca1cular con exacti­ tud.

LA ELECCr6N

a

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h

Serguei Dolmatov Konstantin Lerner Tashkent (Uzbekistan). 1 983 Juegan las blancas

1 tiJfS+! gxfS 2 'iVg3+! No fue dificil elegir entre esto y 2 i.xfS .l:.h8 ! 3 'iVg3+ 'i£if8 0 2 'iVxfS .l:.h8. El siguiente movi­ miento de las negras es obligado, puesto que aquf 2 ... 'i£ih8 permite 3 .l:.xfS ! y un mate nipido.

2 000 'i£ih6 Evidentemente, las blancas deben tomar en 'fS' ahora 0 den­ tro de poco, pero l,de que mane­ ra? Hay dos opciones ganadoras aquf y, como Dolmatov dejo claro despues, una es para los tacticos y la otra para los pragmaticos. Los pragmaticos elegirfan 3 i.xfS, con las amenazas 4 .l:.xdS y

143

4 'iVh3+. Entonces el intento 3 . . . i.xa2+ 4 'i£ixa2 'iVc4+ S 'i£ibl 'iVh4 defiende varias casillas clave del flanco de rey. Pero si visualizamos bien la posicion, no es diffcil dar­ nos cuenta de que las blancas ga­ nan entonces con 6 .l:.d6+ ! (6 . . . i.xd6 7 'iVxh4) . Por consiguiente, las negras tienen que variar el orden de mo­ vimientos con 3 . . . 'iVc4, tras 10 cua1 4 'iVh3+ 'iVh4 S 'iVxh4+ ..txh4 6 .l:.xdS deja a las blancas con un final con peon de ventaja. La vic­ toria es entonces casi una cues­ tion de tecnica y practicamente segura (6 ... f6 7 .l:.d7, 0 6 ... ..tf6 7 .l:.d6 'i£ig7 8 ..te4, etc.). Punto de partida: con mejor juego, 3 ..txfS lleva a una victoria casi segura que requerira varias jugadas mas. Los tacticos, por otro lado, preferiran un camino mas corto hacia la victoria, que constara de una serie de movimientos energi­ cos que comienzan con 3 .l:.xfS, que amenaza 'iVh3+-g4+ y .l:.hS mate. Las negras necesitan una casilla de escape y la mejor mane­ ra de conseguirla es 3 ... .l:.g8. Y ahora 4 .l:.hS+! es la unica forma de mantener la iniciativa, pero con un poco de calculo duro podemos encontrar la victoria: 4 ... 'i£ixhS S 'iVh3+ 'i£igS (no S . . . ..th4 6 'iVfS+ ..tgS 7 g4+ 'i£ih4 8 'iVh7+ 'i£ixg4 9 .l:.gl +, etc.), y ahora 6 'iVfS+ 'i£ih6 7 'iVh7+ 'i£igS.

144

LA ESENCIA DEL JBEGO DEL AJEDREZ

4 .t.xa2+! S �xa2 "iYc4+ 6 �b1 "iYh4 7 "iYe3 �ad8 ••.

a

b

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f

Posicion tras 1 (variante)

...

g

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�g5

Despues de llevar el rey negro a su cuarta fila, las blancas pue­ den bloquear su huida con 8 �f1 ! ; v.g., 8 . . .t.e6 9 h4+ �g4 10 "iYe4+ �h5 1 1 g4+ ! �xh4 12 "iYh1+ y mate en pocas jugadas. "Desgraciadamente", recor­ daba Dolmatov, "no habfa sufi­ ciente tiempo para permitirme calcular todo esto". Por tanto, ju­ go una tercera opcion que pare­ cia ser una mejora de la primera. .

3 "iYh3+?! �g7 4 .t.xfS Ahora 4 ... "iYc4 no sirve para bloquear las amenazas en el flan­ co de rey. Sin embargo, con un cambio en el orden de movimien­ tos, las negras consiguen una ver­ sion mejorada de la variante para pragmaticos antes citada.

Lerner evito el golpe �f3-g3 y consiguio prolongar un poco la partida. Dolmatov logro encontrar el unico plan que en ese momenta conducia a la victoria (8 "iYxeS+ .t.f6 9 "iYc7 �xd1+ 10 �xd1 "iYt2 11 .t.e6!) y finalmente gano el final. Pero habfa escogido el ultimo y pe­ or de los tres carninos ganadores. LA ELECCI6N DEFENSIVA

En el calculo tenemos que re­ conocer las senales de parada, tanto en nuestras propias varian­ tes fuertes como en las del rival. No reconocer esas sen ales puede ocurrir incluso en variantes de apertura analizadas y preparadas, como en este caso curioso.

Robert Huebne r Viktor Korchnoi Interpolis (Paises 8ajos), 1 989

1 e4 eS 2 ctJf3 ctJc6 3 .t.bS a6 4 .t.a4 ctJf6 S 0--0 ctJxe4 6 d4 bS 7 .t.b3 dS 8 dxeS .t.e6 9 ctJbd2 ctJc5 10 c3 .t.e7 11 .t.c2 .t.g4 12 � e1 "iYd7 13 ctJf1 �d8 14 ctJe3 .t.hS 1S ctJfS 0-0 16 ctJxe7+ ctJxe7 17 b4 ctJa4

LA ELECCION

Korchn6i habia estudiado esta apertura con cierta profundidad antes de la partida, y como uno de los mejores tactic os del mundo que es, habia analizado el tenta­ dor movimiento candidato del sa­ crificio de alfil en 'h7'. 8 7 6 5 4 3 2

a

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18 �xh7+! �xh7 1g e6 En este momento, cuando vio aparecer la posici6n sobre el table­ ro, Korchn6i revis6 sus amilisis an­ teriores. Evidentemente, 19 ... fxe6 es malo debido a 20 ttJg5+ �g8 21 'ilfxh5, 0 20 ... �g6 21 g4, con posi­ ci6n ganadora para las blancas en los dos casos. La intenci6n de Korchn6i, cuando analiz6 la posicion en ca­ sa, era realizar la intermedia 19 ... �xf3. Entonces 20 'ilfxf3 le permi­ tiria continuar 20 ... fxe6 sin pro­ blemas y con buen juego. La variante critica aparece, por supuesto, si las blanc as con-

145

testan a 19 ... �xf3 con algo mas fuerte, y por eso Korchnoi habia previsto 20 'ilfc2+ �e4 21 I:rxe4, y ahora 21 . . . fxe6 ! A pesar de te­ ner disponibles varios jaques a la descubierta, la posicion de las negras es segura y bastante bue­ na. Pero, mientras estudiaba la posicion sobre el tablero duran­ te 50 minutos, Korchnoi se dio cuenta de repente de que las blancas pueden elegir en la ju­ gada vigesima. Pueden jugar 20 'ilfd3+! en lugar de 20 'ilfc2+, con la importante diferencia de que 20 . . . �e4 permite 21 'ilfh3+, se­ guido de la captura de la dama. Por tanto. . .

19

•••

Abandonan

Es tentador entrar en varian­ tes en las que nuestro rival tiene menos posibilidades de eleccion. Sin embargo, como ya deberia­ mos saber, esto es un arma de do­ ble filo.

Viktor Kupreichik Eugueni Sveshnikov Kuibishev (Rusia), 1 986

1 e4 c5 2 ttJf3 ttJc6 3 ttJc3 e5 4 �c4 �e7 5 d3 ttJf6 6 ttJg5 0-0 7 f4 exf4 8 �xf4 d6 9 0-0 h6 10 ttJf3 �e6 11 'ilfd2 d5 U exd5 ttJxd5 13 �xd5 �xd5 14 �xh6!? gxh6 15 'ilfxh6

1 46

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

ctJxd5 'iYxd5, porque entonces las blancas no tienen tiempo de ha­ cer .l:!f3-g3+.

17 'iWh5 cxd4 18 ctJxd5 'iWxd5

a

b

c

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e

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Las blancas tienen dos peones a cambio del alfil sacrificado, pe­ ro no disponen de amenazas in­ mediatas. Una torre en 'g3' 0 'h3' constituirfa una peligrosa amena­ za, pero aun faltan, como minimo, tres jugadas para conseguirlo. Por consiguiente, Sveshnikov tiene varias alternativas para elegir, centrad as principalmente en una defensa energica que elimine las posibles piezas atacantes (15 ... ctJd4) , 0 en afiadir lentamente mas piezas defensoras (15 ... .i.e6 y 16 ... .i.f5). De hecho, en el analisis tras la partida, las negras ganaban en la mayorfa de las variantes que con­ tinuaban con 15 ... .i.e6; v.g., 16 ctJe4 .i.f5 17 ctJfg5 .i.xe4 18 ctJxe4 'iWd4+ 19 �hl 'iWg7, y asf sucesiva­ mente.

15 ctJd4? 16 ctJxd4 .i.g5 •••

Sveshnikov intent6 esta inter­ media en lugar de 16 ... cxd4 17

No se Ie ocurri6 que aquf tu­ viera que realizar una importante elecci6n. Despues de todo, parece que es el quien dispone de todas las amenazas (con 19 ... 1i.e3+, que gana la dama). La tranquila 19 �hl permitirfa una defensa fa­ cil con 19 ... 'iYg7 Y 20 . . .l:!h8. .

19 .1:!f4!! Ahora las negras estan practi­ camente perdidas. Si 19 ... f6, si­ gue 20 'iWg6+ y .l:!f3-h3 mate. Con­ tra 19 .l:!ae8 20 h4 .l:!e5 21 hxg5 .l:!xg5 22 .l:!g4! (la continuaci6n que se vio en la partida), las ne­ gras se vieron colapsadas rapida­ mente: 22 f6 23 .l:!n �g7 24 .l:!xf6! �xf6 25 'iWh6+ �e7 26 .l:!xg5 abandonan. •••

•••

Resumiendo, deberfamos re­ cordar algunas reglas basicas uti­ les en los momentos en que tene­ mos que elegir. 1) En todas las posiciones podemos elegir entre varias op­ ciones, y si no buscamos alternati­ vas nos estaremos engafiando a nosotros mismos. 2) Cada opci6n tiene su la­ do bueno y su lado malo, y es ta-

LA ELECCION

rea de quien ca1cula reconocerlas y sopesarlas. 3) No existe un criterio sim­ ple para elegir. Los criterios pue­ den ser tacticos, practicos, tecni­ cos 0 de otro tipo. 4) Nuestros rivales tambien tienen posibilidad de elegir, y de­ beriamos intentar limitar esas po­ sibilidades. Finalmente, un poco de seren­ dipia: al estudiar las opciones de nuestro rival, a veces consegui­ mos desarrollar nuevas ideas pa­ ra aprovecharlas nosotros mis­ mos. Pero al hacer esto tambien creamos nuevas opciones para nuestro adversario.

a

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h

Henrique Mecking Orestes Rodriguez Vargas Las Pa l mas de Gran Canaria (Espana), 1 915 Juegan las negras

Las negras han sacrificado un alfil a cambio de un ataque en el

147

flanco de rey que llega ahora a su punto cumbre. Si hay un momen­ to para ca1cular duramente, ese es ahora. Desgraciadamente para ellas, las ideas de mate directo, como 1 ... lIxg3+ y 1 ... lI8f5 no funcionan. (En este ultimo caso, las blancas simplemente respon­ den a 1 ... lI8f5 con 2 "iYe8+.) Par consiguiente, Rodriguez examin6 el otro intento energico posible en la posici6n, 1 ... lIxf2. Vio que 2 lIxf2 "iYxg3+ 3 �f1 iLh3+ era buena para 161 (4 �e2 lIe8+ 5 �d2 lIxe1 6 �xel "iYgl+ 7 �e2 iLg4+). Despues tuvo que evaluar co­ rrectamente las consecuencias del sacrificio defensivo de dama 2 "iYxf2 ! lIxf2 3 �xf2 "iYh2+ 4 �e3. Se dio cuenta de que 4 ... "iYh6+ daba lugar a unas tablas seguras, y de que 4 ... "iYxg3+ 5 iLf3 iLxf3 ! 6 lIxf3 "iYel + 7 �f4 h6, seguido del avance de los peones del flan­ co de rey, era un buen intento pa­ ra ganar. Pero, mientras estudiaba la posici6n, lleg6 a la conclusi6n de que las blancas no podian fortale­ cer su posici6n. Por ejemplo, iLxf3 permite ... ,i,xf3 y mate en 'g2'. Por tanto, pens6 que podia elegir entre 1 ... lIxf2 y algun otro movimiento que mejorase la po­ sici6n para hacer ...lIxf2 en la si­ guiente jugada.

1

...

h5??

148

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

2 ..tgS! Con esto Mecking no solo evi­ ta 2 . . . h4, sino que tambien se prepara para bloquear el fIanco de rey con 3 .th4. Las negras no tienen ahora otra opcion que cap­ turar en '£2', pero saben que el ul­ timo movimiento de las blancas ha marcado una gran diferencia.

2 .l:txtl 3 iixtl ::lxtl 4 ::lxtl! •••

de las blancas es seguro tras 7 ... h 4 8 ii.f4 g 5 9 ii.e5 g4 10 �axd1

g3+ 11 h3, porque el rey blanco esta resguardado y sus piezas es­ tan listas para abrumar a la dama negra. Lo que resulta chocante en es­ te ejemplo es que Rodriguez no viera las diferencias mas impor­ tantes entre a) la inmediata 1 .. lixf2 y b) la preparatoria 1 ... h5. Si 10 hubiese hecho habria encon­ trado c) 1 .. h6! , que Ie habria per­ mitido ganar nipidamente. Dando aire a su rey, a la vez que impi­ diendo 2 .tg5, las negras crean la poderosa amenaza 2 ... :8f5 y 3 ... !:!.h5, asf como una version mejo­ rada de la idea ... .laxf2. Es evidente que hay muchas maneras de calcular mal, y en los dos capftulos siguientes las exa­ minaremos detenidamente. .

.

Y las blancas consolidaron tranquilamente su posicion, pues­ to que las negras, sin control en 'h4', ni siquiera tienen jaque con­ tinuo. La partida termino con 4 iixg3+ 5 I:i.g2 'ike1+ 6 h2 .txdl 7 �d2! abandonan. •••

El abandono fue un tanto pre­ maturo, pero el resultado a favor

7 LLAVES I NG LESAS

"Nada resulta mas molesto que tener que abandonar una idea preconcebida. " Joseph Conrad

odemos imaginarnos que las variantes que calcula­ mos. son dispositivos meca­ nicos, con complicados sistemas de partes conectadas entre sf (subvariantes), que necesitan ga­ solina y energfa (material y fuer­ za ) , que tienen botones para de­ tenerse y ponerse en marcha, y . . otras cosas similares. Ahora bien, cualquier mecanismo puede ser desmontado utilizando una Have inglesa, y precisamente sobre Ha­ ves inglesas trata este capftulo.

P

Las mas comunes son: a ) Suposiciones

b) El movimiento tranquilo

c ) Destrucci6n de la defensa

d) Zwischenzug (movimiento in­ termedio) e) Ataque-defensa f) Entradas a saco SUPOSICIONES

Es imposible calcular bien sin hacerse algunas suposiciones. Un maestro piensa para sf mismo: "Muevo esto y el debe responder esto y esto otro. Despues doy ja­ que con la torre y el debe ir a la columna de e. Entonces juego es­ to y esto otro, y gano una pieza". Esos "debe" son sus suposiciones. Cuando comenzamos a revisar variantes, es importante confir­ mar estas suposiciones, asegurar-

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

150

nos de que los "debe" son real­ mente "debe", y no solamente "es 10 mas probable". Aquf tenemos un fatal "es 10 mas probable": Witold Balcerowski Kjell Krantz Estocolmo (Suecia). 1 966

1 d4 tbf6 2 c4 g6 3 tbc3 iLg7 4 e4 d6 S f3 0-0 6 iLe3 eS 7 dS c6 S 'iVd2 cxdS 9 cxdS a6 10 0-0-0 :eS 11 'it>bl tbbd7 12 tbge2 bS 13 tbc1 tbb6 14 iLd3 iLd7 IS g4 :bS 16 ..tgS tbc4 17 i..xc4 bxc4 1S h4 :b7 19 hS 'WIc7 20 hxg6 hxg6 21 i..h6

las negras en esta variante son to­ dos jaques, hasta que tengan tiem­ po de capturar en 'gT (22 iLxg7 z:.xb2+ 23 'iVxb2 :xb2+ 24 'it>xb2 'it>xg7), por 10 que tienen raz6n al confiar en sus suposiciones.

22 iLxg7! :xb2+ 23 'it>a1!! Pero las negras se yen traicio­ nadas por sus excesivas suposicio­ nes. Ahora 23 ... z:.xd2 24 i..xf6 prepara un mate en 'h8' que pue­ de ser retrasado pero no evitado. Y, puesto que 23 ... 'it>xg7 24 'iWh6+ tambien conduce a 10 mismo, las negras jugaron, ya sin salvaci6n posible, 23 tbhS 24 iVh6 f6 2S gxhS, Y de todas formas recibie­ ron mate: 2S ..teS 26 'WIhS+ rJitr7 27 'iVfS mate. •••

•••

a

21

•••

b

c

d

e

f

g

h

Hemos visto un ejemplo bas­ tante llamativo, pero complejo, con muchas piezas sobre el table­ roo Sin embargo, incluso ajedre­ cistas muy buenos pueden come­ ter graves errores por culpa de sus suposiciones, en momentos en que s6lo tienen que considerar unas pocas posibilidades.

:ebS?

Krantz rechaza la cautelosa 21 ... iLf8 en favor de una combina­ ci6n. Si ahora las blancas capturan en 'gT, las negras daran sus torres a cambio de la dama blanca y el pe6n de b. Los movimientos de

(D) Rudolf Spielmann, quien 10gr6 mantenerse entre los mejores ajedrecistas del mundo durante tres decadas, ofreci6 esta posici6n como un ejemplo de "accidente

LLAVES INGLESAS

a

b

c

d

e

f

g

h

Oldrich Duras Rudolf Spielmann Carlsbad (Checoslovaquia), 1 907 Juegan las blancas

ajedrecfstico". El final serfa ta­ bIas con jugadores de pnictica­ mente cualquier nive!. Pero, en este enfrentamiento de grandes maestros, Duras contesto nlpi�a­ mente al j aque de las negras ...

1 �f4?? Porque queria terminar la par­ tida nlpidamente. Habia vis to, por supuesto, que con 1 ... �xf4+ 2 �xf4 llegaba a un chlsico ejem­ plo de oposicion, y a unas tablas de libro. Pero la partida termino demasiado nipidamente.

1 ... �g5! Las blancas abandonan Tras 1 �f4, l,cUf6 Y 6 g4 ! 3) 1 ... rJi>f8 2 .l:f4+ ! .l:xf4 (2 ... exf4 3 'ii'h 8 mate) 3 exf4 y 4 'iixeS debe conducir a la victoria. .

Como dijimos en el capitulo 4, las capturas, especiaimente las de piezas importantes, estan entre los movimientos mas fuertes. Pe­ ro hay varias limitaciones a su ca­ pacidad de obligar.

Todo muy claro. Eliskases se­ guramente se estaba felicitando cuando:

1

...

'iff7! !

Sorprendido, Eliskases contes­ to nipidamente...

2 �xf7+?? �f8! Pero ahora pudo ver que la Unica forma de evitar el mate era abandonar. En el amilisis tras la partida se dio cuenta de que 2 i..xf7+?? fue un grave error. Si hubiera estudiado la posicion con mas detalle, habrfa visto 2 :xg6+ ! , que libera una casilla pa­ ra su peon de g (2 ... hxg6?? 3 i..x f7+ y 4 g4 gana) y obliga a 2 ... �f8 3 g4 Vi'xg6 4 'iYxeS ! , despues de 10 cual las amenazas de las blancas son tan superiores a las de las negras que seguramente la partida acabarfa en tablas. Las suposiciones erroneas tam­ bien suelen darse en las capturas.

a

b

c

d

e

f

g

h

Artur Yusupov - N igel Short Barcelona (Espana). 1 989 Juegan las blancas

La idea estrategica de las blancas -el ataque a 'dS '- se ha transformado en una idea tactica debido a la clavada a la torre ne­ gra de 'd7'. Con esto en mente, Yusupov continuo:

1 %bd5?? Yusupov esta convencido de que escapara con el peon (0 algo mas) despues de 1 ... i.xdS 2 'iYxd7 0 1 ... !hdS 2 'iYxe8 'iYxb3 3 'iYxe7. Supone erroneamente que las negras deben tomar en 'dS' de forma inmediata.

LLAVES INGLESAS

1

•••

.l:.ed8!

Y ahora no hay nada que ha­ cer excepto abandonar, ya que se pierde una pieza (2 .l:.xd7 ..txd7 3 \i'c4 ..te6 ! ) . Y mientras que solemos ser cuidados os con las suposiciones erroneas cuando forzamos la si­ tuacion, cuando calculamos para defendernos actuamos de un mo­ do bien distinto.

155

.l:.c2. "Por supuesto, si las negras colocan una torre en 'd8', yo pue­ do j ugar 2 \i'xd8 y Ie doy mate en la ultima fila", seguramente se decia Dreiev. Sin embargo:

1

2

.l:.cd8! \i'xd8 tLlxdS! •••

Y las blancas abandonaron en pocas jugadas. SUPOSICIONES ANTICIPADAS

8 7

Alexei Dreiev Viswanathan Anand Encuentro de Candidatos. 1 991 Juegan las blancas

Es posible que la suposicion erronea mas comun, como hemos vis to, implique la situacion que consiste en "yo Ie doy jaque y el debe mover alli". Naturalmente, existen muchas versiones de esto. A menudo asumimos que el otro jugador nos dara jaque, 0 que no nos dejara coronar un peon, 0 co­ sas similares. Llegamos a esas conc1usiones equivocadas porque resultan coherentes con sus movi­ mientos anteriores, 0 simplemen­ te porque parecen norm ales.

Anand acaba de jugar ... \i'e2, amenazando 1 . . . .l:Ic2. Las blancas continuaron:

Zsuzsa Polgar Alexander Bel iavski Munich (Alemania). 1 991

6 5 4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

1 \i'd6?? Para que la dama pueda retro­ ceder a 'g3' y defender tras 1 ...

1 d4 f5 2 ..tg5 g6 3 tLlc3 d5 4 e3 fig7 5 h4 c6 6 fid3 \i'b6 7 .l:.b1 tLld7 S tLlf3 tLlgf6 9 h5 tLle4 10 hxg6 hxg6 11 .l:.xhS+ fixhS 12

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

1 56

.txe4 fxe4 13 tbh4 �f7 14 'i¥g4 tbf8 1S 'i¥g3 .te6

'i¥h2, las negras estan perdidas: 19 cS! 20 tbe2 'i¥aS+ 21 00 'i¥xa2 22 Itel 'i¥xb2, etc. •••

Otro ejemplo de un j aque que, por error, se daba por seguro.

7 6 5

Serguei Dolmatov Serguei Makarichev Palma de M a l l orca (Espana), 1 989 -

4 3 2

a

b

c

d

e

f

g

h

Las blancas han movido sus piezas, durante las ultimas cuatro jugadas, con la intencion de pene­ trar con la dama en el flanco de rey. Ahora pueden conseguirlo con 16 'i¥f4+ .tf6 17 .txf6 y 18 'i¥h6, pero en lugar de eso de­ ciden ir por el peon de 'g6'. Con 16 .th6 las blancas ame­ nazan 17 .txf8 y 18 'i¥xg6+ 0 18 tbxg6. Por supuesto, las negras no estan obligadas a capturar en 'f8' en la jugada 17g• Pero, si no 10 ha­ cen, tendran una pieza men os, ;, correcto? 16 .th6? .tf6 17 .txf8 gS!! Sorpresa: aceptando quedarse de momenta con una pieza me­ nos, las negras atrapan dos piezas enemigas en el flanco de rey. In­ cluso despues de 18 .th6 gxh4 19

1 e4 eS 2 tbf3 tbf6 3 d4 tbxe4 4 .td3 dS S tbxeS tbd7 6 tbxd7 .txd7 7 0-0 'i¥h4 8 c4 0-0-0 9 c5

gS 10 f3 tbf6 11 .te3 Itg8!? 12 tbc3 g4 Makarichev empleo alrede­ dor de una hora para sus dos ulti­ mos movimientos, y esto causo el tipico efecto psicologico en su ri­ val. Dolmatov examino la defen­ sa mas natural (13 'i¥e1 g3 14 hxg3 Itxg3 15 tbe2). Detuvo sus ca1culos cuando localizo la va­ riante mas peligrosa (15 . . . Itxg2+ 16 �xg2 'i¥h3+ 17 �g1 .td6 ! ) , y entonces encontro una bonita re­ futacion (18 cxd6 Itg8+ 1 9 .tg5 ! ! ) , con la que el rey blanco escapa por el camino de las casi­ llas 'f2'-'e3'-'d2', creado en las ul­ tim as jugadas. Si hubiera estudiado la posi­ cion un poco mejor, habrfa elegi­ do 13 g3 ! , Y si 13 .. 'i¥h3, entonces 14 f4 tbh5 15 'i¥e1 ! , con una solida defensa. .

LLAVES INGLESAS

13 'iVel? g3 Dolmatov esperaba 13 ... 'iVh5. Ahora revis6 las variantes que habia analizado antes y descubri6 su error; asimismo, tambien se dio cuenta de que no habia vias de escape disponibles.

14 bxg3 1:.xg3 15 'iVd2 Lo que vio demasiado tarde fue que 15 ltJeZ no se contesta con el sacrificio de torre que habia dado por seguro (15 ... 1:.xgZ+?), sino con la mejora 15 ... �d6 ! , despues de 10 cual 16 ltJxg3 �xg3 amenaza la dama asi como mate en 'hZ'. Tras 16 cxd6, las negras ganan gra­ cias a 16 ... 1:.xgZ+ 17 �xgZ 1:.g8+ 18 �g5 1:.xg5+ 19 ltJg3 �h3+, 0 18 ltJg3 'iVh3+.

15 i.xc5! 16 dxc5 1:. dg8 .••

Ahora no hay defensa contra 1:.xgZ+, porque 17 1:.f2 permite 17 ; . . 1:.h3 y 18 ... 1:.h1 . Las blancas ju­ garon 17 1:.fdl d4 18 c6 dxe3 19 cxd7+ �d8 y abandonaron en vis­ ta de ZO 'iVeZ 1:.xgZ+ ZI 'iVxgZ 'iVfZ+! Muchas veces las suposicio­ nes incorrect as van acompafiadas de errores en el orden de movi­ mientos.

157

8 7 6 5 4 3 2

a

b

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h

Vita l i Tseshkovski Eduard Gufeld Vilna (Lituania), 1 975 Juegan las blancas -

Las blancas tienen, por el mo­ mento, una pieza menos, pero pueden recuperarla con l 1:.xe4, y el final tras 1 . . . �xd4+ Z 1:.xd4 'iVxb7 3 'iVxb7 1:.xb7 4 1:.dZ es ex­ celente para ellas. Pero Tseshkovski pensaba que merecia mas que un simple final con pe6n de ventaja. La geome­ tria de la defensa de las negras Ie llev6 a pensar una mezcla de las ideas �xe5+ y 1:.f8+. Pero, l,en que orden? Tseshkovski puede ganar con 1 1:.f8+! 1:.xf8 Z �xe5+, 10 cual fuerza Z ... 1:.f6, y ahora viene la sencilla 3 �xb8. Quiza s6lo vio 3 'iVf7, que parece mas fuerte, pero rechaz6 la combinaci6n al adivi­ nar la respuesta 3 . . . 'iVb6+ 4 �hl

158

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

.i.xg2+! S �xg2 'iNf2+, y son las negras quienes ganan. Par tanto, cambio el orden:

1 �xe5+? 1:.xe5 2 1:.fS+? Era momento de tomar la via de escape 2 'iNc3 ! , tras 10 cual las blancas mantienen cierta ventaja, si bien no decisiva, con: 2 ... 'iNb6+ 3 1:.f2 'iNcS 4 'iNxcs y S 1:.xe4.

2 1:.xfS 3 b8'iN •••

Y aqui Tseshkovski miro a los ojos de Gufeld como esperando que abandonara (3 ... 1:.xbS 4 'iNxbS+ y S 'iNxeS+). En lugar de rendirse, GUfeld hizo un movi­ miento que lograba defenderlo todo y creaba amenazas decisivas.

3 'iNf6! 4 'iNxa7 �d3! •••

Ni siquiera con dos damas las blancas pueden defender el trio de casillas 'el', 'fl ' y 'f2'.

EL MOVI MIENTO TRANQUILO

Una de las cosas que normal­ mente suponemos cuando estamos calculando es que a movimientos energicos tienen que sucederles otros movimientos energicos, hasta que la secuencia se termine. Pero muchas veces es un movimiento carente de fuerza, un movimiento "tranquilo", el que hace que una combinacion funcione. 0 puede ser un movimiento tranquilo el que refute una secuencia. Esto resulta especialmente pe­ ligroso cuando es nuestro rival quien hace el movimiento fuerte (0 el carente de fuerza), y somos nosotros los que tenemos que adivinar cwindo dejar de calcular una secuencia.

8 7 6 5 4 3

5 'iNdl 1:.xel+ Y las blancas abandonaron porque 6 ... 'iNfl + fuerza el mate. Situaciones como esta deberian ser un aviso para todos cuando estamos calculando.

2

a

b

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d

e

f

g

h

Petr Spacek - Paul Motwani Luxemburgo, 1 990 Juegan las blancas

LLAVES INGLESAS

Para rechazar el ataque contra las casillas negras, las blancas ju­ garon 1 f4, muy atentas a la posi­ bilidad de un sacrificio.

I f4 �xf4 2 exf4 iLxf4 3 �f2 Hasta aqui todo segun 10 previsto. Ahora, si 3 ... �xh2+ 4 �f1 iLg3 5 �xa7, 0 4 . . . iLxc1 5 .l:!xcl (0 3 ... iLxh2+ Y 4 ... iLg3), las negras tienen compensacion a cam­ bio de la pieza sacrificada, pero las blancas tambien cuentan con excelentes posibilidades de de­ fensa. 3

•••

�h6!

Un movimiento facil de pasar por alto porque es: a) un retroce­ so y b) no da j aque en una posi­ cion en la que hay disponibles muchos otros movimientos mas fuertes. Ahora una rapida ojeada nos muestra que las amenazas 4 ... iLe3 y 4 . . . iLxcl son tan peli­ grosas que las blancas solo tienen un movimiento posible.

4 �el �xh2+ 5 �f1 iLxc1 6 .l:!xc1 e3 El avance de los peones de e y

f decidio la partida rapidamente: 7 �e2 f4 8 �gl iLg4 9 .l:!c2 e2+! 10 .l:!xe2 .l:!xe2 11 �xe2 f3, etc.

159

Fijemonos ahora en 10 pronto que puede come terse un error en una partida.

Yuri Kruppa Eugueni Ban!iev Campeonato Sovietico por Equipos. 1 988

1 e4 e6 2 d4 d5 3 �c3 �f6 4 e5 �fd7 5 f4 c5 6 �f3 cxd4 7 �xd4 �6 8 iLe3 Con su ultimo movimiento, Kruppa no solo se prepara para realizar un ataque a la descubierta sobre la dama negra (v.g., 9 �d2 �c6? 10 �xe6), sino que tambien desafia a su rival a que capture el peon 'b2', 10 cual debio ser la in­ tencion de Bareiev al jugar 7 �6. Tras 8 . . . �xb2, el caballo blan­ co est a en el aire en 'c3', y mover10 no parece ofrecer ninguna compensacion que haga peligrar a las negras (9 �a4 �b4+ 10 c3 �a5; 0 9 �cb5 �a6 10 .l:!bl �xa2 1 1 .l:!al �b2 12 .l:!xa6 bxa6 13 �c7+ �d8 14 �xa8 iLb7). Por consiguiente, la variante que debe considerar con mas cui­ dado es 8 ... �xb2 9 �db5, que amenaza 10 .l:!bl , que atrapa la dama, y jaque en 'c7'. Sin embargo, Bareiev encon­ tro una defensa adecuada en 9 ... �b4+, que saca a la dama de cualquier trampa, se prepara para defender 'c7' con 10 ... �a5, y

1 60

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

mantiene el ataque contra 'c3', de forma que 10 ttJc7+ 'i.t>d8 1 1 ttJxa8? permite u n fuerte contra a­ taque can 11 ... 'iYxc3+ 12 �d2 (12 'i.t>f2 �c5) 'iYc5. Bareiev, que en pocos alios se habia convertido en uno de los mejores ajedrecistas del mundo, sigui6 bus cando otras alternativas que resultaran peligrosas en las j ugadas 1 1' y 12', en esta ultima variante clave, y movi6, confiado:

8 'iYxb2? 9 ttJdb5! 'iYb4 10 ttJc7+ 'i.t>d8 11 �d2! •••

Un devastador movimiento "tranquilo" que permite ganar una cantidad decisiva de mate­ rial. Las negras pierden la torre atrapada 0, tal como eligi6 Ba­ n!iev, dan la dama con 1 1 ... 'i.t>xc7 12 ttJb5+ 'iYxb5 13 �xb5. Las ne­ gras no vieron 1 1 �d2 porque pa­ recia carente de fuerza, un movi­ miento meramente defensivo que se limitaba a proteger 'c3'. Finalmente, cuando se llllCla una combinaci6n que deja a nues­ tro rival con muchos jaques dispo­ nibles, es muy peligroso pasar por alto un movimiento tranquilo.

(D) El ultimo movimiento de las blancas, 1 'iYf4, prepara una inva-

a

b

c

d

e

f

g

h

Rafael Vaganian Yefim Gueler Nueva York (EE.UU.), 1 990 Juegan las negras

si6n del caballo en 'cT. Despues de examinar la posici6n con al­ gUn detalle, el veterano gran ma­ estro Yefim Gueler calcul6 est a secuencia que permite forzar la situaci6n: 1 ... a6 2 ttJc7 g5 ! , ya que 3 'iYxf6 lIe1 + 4 lIxe1 'iYxf6 5 ttJxa8 'iYxd4+ ! y 6 ... 'iYxd3 da a las ne­ gras igualdad como minimo.

1

2

a6? ttJc7!

...

Cualquier otro movimiento implica renunciar a sacar ventaja. Ahora 2 ... ttJh5 permite a las blancas mantener su ventaja con 3 'iYh4.

2 g5 3 'iYxf6 lIel+ 4 lIxel 'iYxf6 5 'i.t>hl!! •••

LLAVES INGLESAS

Este es el movimiento tran­ quilo que Gueler subestimo 0 no vio en absoluto. Su torre no pue­ de escapar (5 ... :a7 6 l:e8+ �g7 7 lIxc8 ! , amenazando ttJe8+). Las negras jugaron:

161

8 7 6 5 4 3

5 "ilixd4 6 :tbd1! � g7 7 ttJxa8 •••

2

a

Y las negras abandonaron despues de algunas jugadas: 7 'Wia7 8 �c1 "ilixa8 9 .:te8. La victo­ ria de Vaganian pudo ser una sim­ ple cuestion de suerte, ya que ni el ni su rival habian visto 5 �hl ! ! en la posicion del diagrama. Pero Gueler cometio el error decisivo de forzar la situacion y entrar en un terreno en el que nada era se­ guro.

Otra llave inglesa bastante frecuente que puede arruinar el ca1culo mas preciso consiste en la eliminacion de una pieza impor­ tante en la posicion. En estos ca­ sos normalmente la pieza es cap­ turada, queda sobrecargada 0 es atraida a otro sector del tablero. Al ca1cular deberiamos tener esto muy en cuenta, especialmen­ te cuando nuestras piezas esten disp-ersas, es decir, conectadas por medio de lazos tacticos fragiles.

c

d

e

f

9

h

Michael Adams Alexei Sh irov Biel (Suiza), 1 991 Juegan las blancas

•••

DESTRUCClaN DE LA DEFENSA

b

Adams tienen un peon mas, pero tambien problemas eviden­ tes en el flanco de rey, y su adver­ sarlo amenaza 1 ... l:txg5 y 1 .. . f3. Decide resolver los dos proble­ mas con un movimiento:

1 J.xf4? Esto parece tener sentido, porque cada una de las piezas blancas esta protegida por otra. Pero precisamente en este tipo de posicion existe el peligro de que una pieza sea desviada.

1

•••

.i.c4!

Un movimiento muy simple, con una amenaza elemental con­ sistente en ganar una pieza con 2 . . . .i.xe2. Adams busca y busca un

1 62

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

antfdoto, pero no hay ninguno (2 g3 �xe2 3 'iVxe2 ':xf4 ! ) , y tras 2 �e3 ':xf2 3 �xf2 �xe2 abando­ no. Naturalmente, cuando se le­ vanta la veda y se inicia una se­ cuencia que implica dejar mucho material en el aire 0 sacrificario, aumenta el precio que hay que pagar por calcular mal. Y 10 mis­ mo sucede con la cantidad de ma­ terial que nuestro rival desea sa­ crificar para eliminar la pieza que permite que nuestra secuencia funcione.

que podia forzar tablas con 1

'iff3, porque las negras no pueden

permitir que la dama penetre en 'bT, Y tendrian que jugar 1 .. 'iWd5. Entonces 2 'iWf4! (0 inc1uso 2 iVxd5, con un final tablas) 2 ... 'iVe5 ! llevaria a repeticion de po­ siciones. Pero tambien se Ie ocu­ rrio a Tal que aqui habia posibili­ dad de elegir, y opto por una combinacion que, en vista de su fuerza, seguramente considero mejor que 1 iYf3 . .

I h6+? ':xh6 2 iVxh6+? �xh6 3 g7 Y el peon no puede bloquear­ se, por 10 que las negras deben dar j aque continuo, penso Tal. Sin embargo...

3 000 'iVxg3+!

a

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g

h

Mijail Tal - Viktor Korchn6i Campeonato Sovietico, 1 958 Juegan las blancas

En esta partida entre dos aje­ drecistas que despues serian es­ trellas de nuestro juego, las blan­ cas tienen la iniciativa y las negras un peon de ventaj a. Tal vio

Y con una ventaj a de tres pe­ ones (4 ... �xg7) Korchnoi gano facilmente. Tal ideo su comb ina­ cion a partir de la existencia de dos elementos, la torre y el peon de 'gT . Lo que no vio fue que si algun elemento era eliminado, inc1uso costandole a las negras la dama, su posicion se colapsa­ ria. Un elemento clave, esencial para una secuencia, puede ser in­ cluso la existencia de una casilla de huida.

LLAVES INGLESAS

163

ZWISCHENZUG

8 7 6 5 4 3 2

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f

g

h

Mijail Vasil ievich Shishov Eugueni Zagorianski Riga (Letonia). 1 953 Juegan las blancas

Aqui tenemos una version oculta de un mate en la ultima fi­ la. La dama blanca esta atacada, pero Shishov tambien ve que 1 'iVxh6 Ihh6 2 Iig8+ y 3 :d8 es mate. "Que puede haber de malo en una variante tan fuerte?

1 'iVxh6?? lixe2+! Y las negras ganan porque el rey puede ir sin problemas a 'e6' tras 2 'it>xe2 ':xh6 3 ftg8+ 'it>d7 4 %Id8+. Las blancas malinterpreta­ ron la posicion del diagrama al no reconocer que un elemento vital de la combinacion -que el rey no pudiera acceder a 'e6'- era solo provisional.

Zwischenzug es una palabra alemana que significxg2 tiJf4+ 20 Wg1 tiJh3 mate.

a

b

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g

h

Alexander Jal ifman Jonathan Speelman Munich (Alemania), 1 992 Juegan las negras

1 68

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

El ultimo movimiento de las blancas, 1 'iVd4, ofrece a las ne­ gras entrar en un final malo para ellas, que por supuesto rechazan. Sin embargo, deberfan haber hin­ cado los codos antes de jugar...

8 7 6 5 4 3

1 ... 'iVc6?? Si esto es tan bueno como pa­ rece (amenaza mate en 'g2', asf como capturar la torre de 'a4'), las negras ganan nipidamente. Pero es solo una quimera. 2 'iVxg7! Abandonan

Speelman no vio que la dama defiende 'g2' desde esta casilla, a la vez que amenaza 3 'iVxhS+, y asf gana tiempo para hacer 3 Ihb4. Ese ejemplo se debio a un pro­ blema de visualizacion: las negras no previeron que una pieza podfa atacar 'hS' y defender 'g2' al mis­ mo tiempo. En el siguiente caso asistimos a una c1ase distinta de descuido, un movimiento de ata­ que-defensa que se contesta con un movimiento de ataque-defensa.

(D) Estamos ante una posicion tranquila en la cual las piezas ne­ gras son mas activas, pero pare­ cen inevitables las tablas debido a la presencia de alfiles de distinto

2

a

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c

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e

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g

h

Borislav Ivkov - Bent Larsen Encuentro de Candidatos, 1 965 Juegan las blancas

color. Tras 1 .ie5 y un subsecuen­ te 1:i.dl, las blancas diffcilmente podrfan perder.

1 a3?? Ivkov decide eliminar un par de peones antes de jugar .ie5.

1 1:i.c4! Las bIancas abandonan ..•

l,Que paso por alto Ivkov? Vio 1 . . . 1:i.c4, por supuesto, pero supuso que podrfa jugar 2 .ie5, defendiendose de la amenaza mientras el mismo amenazaba dar mate. La sorpresa fue 2 ... 1:i.g4 ! , que contesta a su movimiento de ata­ que-defensa con otro de la misma c1ase. No solo defiende contra el

LLAVES INGLESAS

mate en 'gT , sino que gana gra­ cias a su ataque contra 'g2'. EI problema del ataque-de­ fensa se convierte en mas comun cuando nuestras ideas tacticas son mas refinadas y la secuencia incluye mas sutilezas. Entonces las posibilidades de vernos sor­ prendidos se multiplican. Peter Lapiken Samuel Reshevsky Abierto de EE.UU. de 1 955. Long Beach

1 e4 c5 2 ttJf3 d6 3 d4 cxd4 4 ttJxd4 ttJf6 5 ttJc3 g6 6 �e3 �g7 7 f3 0-0 S lifd2 a6? 9 0-0-0 b5 10 a3 �b7 11 g4 ttJc6 12 h4 h5!? 13 gxh5 ttJxh5 14 .l:Ig1 �h7 15 �b1 lifcS 16 ttJd5! ttJxd4 17 �xd4

169

1S �xg7 �a2+ La razon para realizar esta energica fineza es llevar la dama a un mejor enclave, la casilla 'e6'. Implica tambien un beneficio es­ trategico al impedir a las blancas la posibilidad de capturar en 'd5' con un peon, 10 cual les permitiria presionar en 'eT a 10 largo de la columna e. Las blancas no tienen tiempo para ejecutar su amenaza -19 lifh6+ y mate a la siguiente- por­ que el ultimo movimiento de las negras es un jaque, como 10 sera 19 . . . lWe6 despues de que las blancas tomen el alfil en 'a2'.

19 �xa2 lWe6+

Las negras tienen. buenas perspectivas para el final -si pue­ den llegar a el- debido a las debi­ lidades de los peones blancos del flanco de rey. Pero nos interesa mas 10 que ocurre a medida que los jugadores liquidan las piezas menores.

17

•••

.txd5

Reshevsky visualiza una posi­ cion alin lejana en la que las unicas piezas menores que quedan son su caballo bueno y el alfi! blanco de casillas blancas, no tan bueno.

20 �b1 �xg7 21 �e2 .l:IhS 22 .l:Ig5 liff6 23 .l:Idg1 e5! Y con 24 ... ttJf4 las negras es­ tan camino de la victoria, pero tu-

170

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

vieron mucha suerte, porque esta­ ban perdidas tras 19 ... 'ii'e 6+. Si las blancas hubieran visto 20 �c4 ! , las negras podrian haber abandonado tranquilamente. La unica manera de proteger su da­ rna y evitar tambien 21 'ii'h 6+, es 20 ... 'ii'xc4+. Pero entonces 21 b3 ! ciena la diagonal en beneficio de las blancas y amenaza la dama una vez mas. Otro ejemplo nos muestra que a veces un ataque doble puede contestarse con una defensa do­ ble.

Un ataque doble con el que se gana una pieza. Las blancas ame­ nazan 3 exf6, as! como 3 .i.xb7.

2

•••

�xg2

Las negras obtienen 10 mejor de un mal negocio. J6lmov, un ve­ terano gran maestro, puede cul­ minar su ganancia de material con 3 exf6, ya que si las negras continuan con 3 ... �xf1, entran­ do a saco, entonces pierden mas material despues de 4 fxe7 !

3 tDxe7+? 'ilxe7 4 exf6 Esto parece ser igual que 3 exf6, pero con mayor fuerza aun, puesto que se amenaza la dama, no un simple alfil en 'eT.

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Ratmir J61mov - Yuri Anikaiev Rostov del Don (Rusia), 1 976 Juegan las blancas

Las negras acaban de situar un caballo en 'f4', y eso es un error.

1 .i.xf4 exf4 2 e5!

•••

'ilb7!

Esto es 10 que no vio J6lmov. Las negras protegen las dos pie­ zas con un solo movimiento. La partida termin6 despues en ta­ bIas. ENTRADAS A SACO

Una nueva complicaci6n, en una secuencia calculada, surge cuando una captura es contestada con otra y se origina una reacci6n en cadena. Normalmente esto im­ plica capturas mutuas y una reac-

LLAVES INGLESAS

ci6n en cadena muy pequefia: yo tomo su dama con la mfa y el res­ tablece la igualdad material to­ mando mi dama con su torre. No hay mas capturas y la cadena ter­ mina. Pero a veces, inc1uso con va­ rias piezas protegidas sobre el ta­ blero, tenemos que ca1cular cade­ nas mas largas en las que las piezas que estan a punto de ser capturadas inflingen tanto dafio como les es po sible. Por ejemplo, en 1949 se intro­ dujo una nueva idea en la Aper­ tura Escocesa, en la partida Yefim Bogolylibov - Lothar Schmid, del Campeonato de Alemania Occi­ dental: 1 e4 e5 2 lbf3 lbc6 3 d4 exd4 4 lbxd4 lbf6 5 lbc3, y ahora 5 lbxe4?! •••

171

6 lbxc6 Las negras no pueden captu­ rar en 'c6', porque entonces 7 lbxe4 ganaria una pieza. Por tan­ to, tuvieron que jugar:

6

•••

lbxc3

Ahora si las blancas toman en 'c3', las negras toman en 'c6' y quedan con pe6n de ventaja (re­ cordemos que tomaron el pe6n de e en la jugada sa).

7 lbxd8 (forzada) ... lbxd1 (idem) 8 lbxf7 lbxf2 En realidad, las negras pueden igualar mas facilmente con 8 �xf7, con igualdad material.

9 lbxh8 lbxh1

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AnaIisis posteriores demostra­ ron que las blancas pueden obte­ ner ventaja con 6 lbxe4 'Wie7 7 f3 dS 8 �bS �d7 9 0-0. Sin embar­ go, en la partida las blancas con­ testaron:

No queda mas para capturar y la secuencia desesperada ha terminado. En la partida, las blancas continuaron 10 .td3? (10 -te3 ! ) 10 ... .tc5! ll -txh7 lbf2 12 �f4 d6, y se llevaron la peor par­ te. En este ejemplo, los caballos merodeadores desempefiaron el papel de asaltantes, piezas que parecfan destinadas a ser captura­ das (si bien ningun caballo fue atrapado). Y, aceptando su desti­ no, decidieron destruir todo cuan­ to pudieran.

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

172

Las situaciones con piezas que entran a saco no tienen por que durar mucho, y una secuencia no siempre implica capturas del mis­ mo material (peones a cambio de peones, pieza a cambio de pieza). Cuando las capturas son desigua­ les, el "ganador" de la secuencia suele ser quien realiza la captura mas dafiina.

Este movimiento esta basado en la debilidad de la primera fila de las negras: 1 ... .l:.xc2?? permite 2 .l:.xf8 mate.

1

2

.l:.xfl+?? .l:.xfl 'ifd8

...

Por supuesto, el cambio en 'fl ' alterarfa poco las cosas: 2 .. . .l:.xc2 3 .l:.f8 mate. La partida termin6 asi:

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3 .th4! 'ifd7 4 'ifcS! Abandonan

7 6 5 4 3 2

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Serguei Tiviakov Berge Ostenstad Gausdal (Noruega), 1 992 J uegan las blancas -

Aqui tenemos un raro ejem­ plo, aunque no unico en su espe­ cie, de un grave error doble por parte de maestros, debido a la tactica de la entrada a saco. Las blancas encuentran una forma as­ tuta de ganar un pe6n y evitar las consecuencias de 1 . . . 'ife3+.

1 CZ'lxdS??

Pero habrfa sido u n a h istoria diferente si las negras h ubieran visto 1 ... Vi'xcl ! , colapsando la idea de las blancas en todas las variantes. Las negras en ese caso ganan como minimo una pieza. Si se comen el mismo tipo de piezas, suele result a vencedor el jugador que realiza la ultima cap­ tura. Este principio constituye la explicaci6n de 10 que sucedi6 en una de las partidas mas cortas dis­ putadas en una Olimpiada por equipos (en la que perdi6 el artis­ ta Marcel Duchamp). La partida Hans Mueller - Marcel Du­ champ, La Haya (Paises bajos), 1928, fue asi:

1 c4 eS 2 CZ'lf3 CZ'lc6 3 CZ'lc3 CZ'lf6 4 d4 exd4 5 CZ'lxd4 .tb4 6 .tgS h6 7 .th4, y ahora las negras comenza­ ron una secuencia de entrada a saco incorrecta con 7 CZ'le4? 8 •••

LLAVES INGLESAS

173

�xd8 ctJxc3. Duchamp confiaba en recuperar la dama tras 9 bxc3 �xc3+, 0 9 iYd2 ctJe4, 0 en ganar algo de material (9 'iVb3? ctJxd4) . Pero no vio 9 ctJxc6!, y tras 9 ctJxd1 + 10 ctJxb4 las negras abandonaron. Su rival habia rea­ liz ado la primera y la ultima cap­ tura.

demasiado. Por ejemplo, si llegan a la posici6n que tiene lugar tras 2 ... �xg2 3 iYxf6 �h3 y deciden que 4 l:!.e4 0 4 ctJe4 no son satis­ factorias, pueden tomar una via de escape dando jaques en las co­ lumnas 'g' y 'h'.

Cuando nuestro adversario nos invita a una competici6n de entradas a saco , necesitamos mantener una idea clara sobre cuando dej ar de capturar y bus­ car una salida tactica.

Quiza s6lo en este momenta las blancas se dieron cuenta de que 2 iYg5 iYg4 3 �xg2 ! , que per­ mite ganar un pe6n, no es la me­ jor defensa de las negras, y que en su lugar pueden jugar 2 ... ctJe8 3 �xg2 iYe6! , y ganan el alfiI. (En el diagrama es dificil ver c6mo el al­ fil de 'h6' puede quedar atrapa­ do.)

•.•

1 �xh6? �xg2!

2 �xg7

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)

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Boris Spasski - Jan Timman Montpel l ier (Francia). 1 986 Juegan las blancas

Las blanc as hicieron el atracti­ vo movimiento 1 �xh6, basando­ se en la idea de que tras 1 ... gxh6 2 iYxh6 estan atacando el caballo de 'f6' y el alfil de 'h3', y en que quiza puedan forzar un jaque continuo si las cosas se complican

Cuando estes en una competi­ ci6n de entradas a saco, actua co­ mo un verdadero saqueador. Si 2 . . . �xg7 3 iYg5+ �h7 4 Wlxf6 en­ tramos en una variante favorable para las blancas.

2 ctJh7 3 �xf8 •.•

Parece que todo ha ido bien para las blancas. Tienen dos peo­ nes y una torre a cambio de un al­ fiI. La secuencia de entradas a sa­ co puede terminar ahora con 3 .,. �xf8 4 �xg2, 0 3 . . . .i.f3 4 'ife3, tras 10 cual las blancas ganan.

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

174

3

•••

'iVh3!

Pero las negras salen antes de la variante, y 10 hacen con una im­ portante amenaza (4 ... ii..f3 y 5 ... 'iVg2 mate). El movimiento de da­ rna no solo crea la amenaza, sino que tambien protege el alfil de 'g2'. A no ser que las blancas tengan un movimiento similar (defender el alfil de 'fS' y contestar a la amena­ za de mate), deben perder mate­ rial; v.g., 4 'iVe3 ii..xf8 5 Itxb7 .i.h6! y 6 ... tbg5; 0 5 f3 b6! y ... .tc5.

4 "ifh6 .i.xf8 5 'iVxh3 .i.xh3 6 ':'xb7 tbg5 Y aunque el material es apro­ ximadamente el mismo, las piezas negras estan mucho mejor com­ penetradas que las blancas y ga­ naron despues de un largo final. Al ca1cular estas secuencias es esencial tener en mente dos as­ pectos clave: a) (,Cmil es la situacion material ( equilibrio 0 desequilibrio) tras cada movimiento? b) (,Donde termina? Esto es, (,co­ mo sera la posicion cuando se realice la ultima captura? Un error cometido al contes­ tar a la segunda cuestion costo a la humanidad una partida en 10 que fue una de las primeras victo-

rias de una computadora sobre un gran maestro. Anthony Mi les Deep Thought Long Beach (EE.UU.), 1 989

1 d4 d5 2 c4 dxc4 3 e4 tbf6 4 ll:\c3 e5 5 ll:\f3 exd4 6 'iixd4 .td6 7 .txc4 0-0 8 .tg5 ll:\c6 9 'iVd2 h6 10 .th4 .tg4 11 O-O-O? Los dos Ultimos movimientos de las negras contenfan un tema tactico y hacen posible una entra­ da a saco que las blancas no yen:

11 ... .i.xf3 12 gxf3 ll:\xe4!

A consecuencia de esto, el alfil de 'h4' queda en el aire y las blan­ cas no recuperaran el peon tras 13 ll:\xe4 1Wxh4 14 tbxd6, debido a 14 . . . :tadS (15 ll:\f5 'ilVxc4+) . Miles puede tener algunas po­ sibilidades en esta variante (v.g., con 15 11Vc3 y un posterior %:thg1), pero decide entrar tambien a sa­ co, porque cree que al final habra igualdad material.

(D) 13 .i.xd8? ll:\xd2 14 .i.xc7! El movimiento en el que con­ fiaban las blancas. Su posicion no

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sera muy buena tras 14 ... lLIxc4 15 i.xd6 lL1xd6 16 .l:ixd6, 0 14 ... i.xc7 15 'it>xd2, pero al menos los dos bandos tendran el mismo mlmero de peones.

14

•••

i.xh2!!

Se volvio a equivocar. "Debo admitir que pase por alto com­ pletamente esta nueva entrada a saco" , dij o Miles tras la parti­ da. Utilizando este orden de movimientos, las negras ganan un peon. Es evidente que con 14 ... i.xc7 1 5 'it>xd2 i.xh2?? pier: den una pieza. Pero ahora 14 . . . i.xh2 15 i.xh2 lLIxc4 0 15 !:txd2 i.xc7 permite escapar con un peon. Miles se tuvo que conformar con 15 i.xh2 lLIxc4 16 .l:.d7, pero tras 16 b6 obtuvo poca com­ pensacion y perdio en 38 jugadas. •••

ce

Calcular entradas a saco pare­ un juego totalmente distinto,

175

semejante al ajedrez gana-pierde, que se diferencia del ajedrez nor­ mal en que los jugadores intentan perder todo el material ofrecien­ dolo a su adversario. Requiere la mas rigurosa tecnica de calculo, y no solo hay que estar atento a una situacion material que cam­ bia rapidamente, sino que hay que tener mucho cuidado con los movimientos sorpresa que pue­ den detener la reacci6n en cade­ na a favor del rival. Un ejemplo chl:'1ico Je esto ul­ timo es el siguiente ejemplo: Wolfram Bialas Egon Joppen Campeonato de Alemania Occidental, 1 961

1 e4 c5 2 lLIf3 lLIc6 3 d4 cxd4 4 lLIxd4 e5 5 lLIb5 a6 6 lLId6+ i.xd6 7 'ii'xd6 'ii'f6 8 'ii'c7 lLIge7 9 lLIc3 'iVe6 10 i.d3 b5 11 0-01 llb8! Este movimiento no da co­ mienzo a una partida de ajedrez gana-pierde, sino al juego de "atrapar a la dama". No habiendo sabido asegurarse una via de es­ cape (11 'iVb6), las blancas tienen que afrontar un inquietante 12 ... %:tb7.

12 f4! lib7 13 lL1d5! Una astuta defensa. Las ne­ gras no pueden jugar 13 ... lixc7

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

1 76

porque 14 'Dxc7+ da doble al rey y a la dama. Y no pueden captu­ rar en 'd5' porque la dama blanca tomarfa el alfil de 'cS' con j aque. Ademas, las blancas tienen una amenaza a su disposici6n: atrapar la dama negra con 14 f5. Mover 13 f5 inmediatamente lle­ vaba a un mal final tras 13 . . . 'f1xc7 14 fxe6 dxe6, y las negras realiza­ ron la primera y la ultima captura.

13

...

0-0!

Las negras podfan ahora en­ trar a saco con su dama con 13 . . . 'iYxd5, esperando 14 exd5 'f1xc7 1 5 dxc6 'Dxc6 ( 0 incluso 14 'iYxb7??, y ahora 14 ... 'iYc5+! permite esca­ par de la reacci6n en cadena y ga­ na tiempo para 15 . . . .txb7) . Pero las blancas tienen una forma mejor de renunciar a la da­ rna atrapada tras 13 . . . 'ii'x d5, y es 14 'iYxcS+ 'DxcS 15 exd5, de forma que si 15 . . . 'Db4 16 fxe5 'Dxd5 pueden tomar las riendas con 17 .te4 y 1S 'f1dl.

14 f5 (D) Los dos bandos se han estado esforzando por llegar a esta posi­ ci6n. Las blancas, porque es la mejor que podfan conseguir; las negras, porque la victoria esta cerca, aunque aun puede resultar enganosa.

8 7 6 5 4 3 2

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Se llega a ella con 14 . . . 'Dxf5 ! , tras 10 cual las blancas no tienen nada mejor que 15 exf5, y aban­ donar despues de 15 . . . 'iYxd5, puesto que su dama queda atra­ pada. Una versi6n parecida, pero in­ ferior, es 14 . . . 'Dxd5, que traspo­ ne a la victoria facil tras 15 exd5? 'iVxd5. El defecto de esto es que deja la dama negra en el aire mientras las blancas toman la ini­ ciativa tactica.

14 'Dxd5? 15 'Wixb7?? ...

Demasiado codicioso. Las blancas pueden recuperarse con 15 'iVxcS ! , porque 15 . . . 'f1xcS 16 fxe6 restablece la igualdad mate­ rial y deja a las negras con piezas en el aire en 'd5' y 'n'. Despues de 15 'iYxcS, 10 mej or para las negras es 15 ... 'ii'd 6! 16 'Wixb7 'f1bS, atrapando la dama de nuevo. Pero para entonces habra gastado demasiado tiempo y ma-

LLAVES INGLESAS

terial para hacerlo, y 17 'iYxb8+ y 18 exd5 concede a las blancas ventaja decisiva.

IS

•••

'iYd6!!

Este movimiento conduce a la victoria. Las negras saben que es momenta de parar la reacci6n en cadena de capturas. Cuando ter­ mine la musica, la dama blanca aun estani atrapada (16 'iYa8 tiJc7). En la partida, las blancas .i ugaron 16 'iYxc8 l:.xc8 17 exdS 'iYxdS 18 l:.dl, pero no Ie vieron sentido a continuar la lucha tras 18 e4! 19 �e2 'iYcS+ 20 �hl 'iYf2! 21 .tn e3. •••

Antes de que abandonemos es­ te maravillo so ejemplo, considere­ mos que habria sucedido con 14 ... �xd5 en lugar del movimiento de-

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fectuoso 14 ... tiJxd5 0 del superior 14 ... lllxf5 ! En ese caso, teniendo la posibilidad de 15 ... 'iYc5+, que pone fin a la reacci6n en cadena de una vez por todas, las blancas no podrfan permitirse mas capturas adicionales del tipo 15 'iYxc8 0 15 'iYxb7. Pero podrfan sobrevivir hasta llegar a un final con 15 exd5 y 16 dxc6. Los principales peligros de ju­ gar a entrar a saco son: a) Pasar por alto una captura que permita a nuestro rival que dar con ventaja de material cuan­ do termine la reacci6n en ca­ dena. b) Permitir al rival detener la ma­ tanza en un momenta que no­ sotros no deseamos (v.g., 15 ... 'iYd6! ! , como sucedi6 en la par­ tida) .

8 DESCUIDOS

"Ningun plan sobrevive al contacto con el enemigo. " Mariscal de Campo Helmuth von Moltke

n el transcurso del proce­ so de calculo, todos esta­ mos expuestos a cometer descuidos. Podemos pasar por al­ to movimientos de nuestro adver­ sario que no parecian posibles antes, cuando estabamos trazan­ do el curso de las jugadas siguien­ tes. Todos los ajedrecistas come­ ten este tipo de errores alguna vez. Pero si aprendemos a calcular correctamente, podremos reducir la frecuencia y la graved ad de los descuidos, as! como prevenir las crisis antes de que ocurran en el tablero. Por supuesto, nadie es capaz de adivinar el proximo movi­ miento de su adversario el lOO % de las ocasiones. D e hecho, el 50% es un buen porcentaje al que aspirar. El gran maestro que

E

anticipa todos los mOVlmlentos que juega su rival es solamente un mito. Solo en ciertos momentos -en algunas aperturas conocidas, po­ siciones de finales de libro, y en el transcurso de combinaciones for­ zadas- puede un ajedrecista estar mas 0 menos seguro de 10 que ocurrira despues. Como sean esas sorpresas tan habituales puede marcar la dife­ rencia entre ganar 0 perder una partida. A todos nos puede suce­ der que no seamos cap aces de ver una buena maniobra de ca­ ballo, 0 una retirada defensiva a tiempo. Estos descuidos normal­ mente no nos costaran mucho. Pero a nadie Ie gust a pasar por alto, por ejemplo, que su caballo pueda capturar la dama y dar j a­ que doble.

180

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

a) Expulsar la dama enemiga con 2 ... ..tf6 (v.g., 3 iVh6 ..tg7 4 iVh4 ..tf6) , y b) Correr riesgos con 2 .. f5 3 �h3 Wg7 ! ? .

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Bent Larsen Tigran Petrosian Santa Monica (EE.UU.), 1 966 Juegan las negras

Desde un punto d e vista prac­ tieo, es mas comodo elegir a) . Las variantes son mas faciles de calcular y hay menos posibilida­ des de recibir mate. Pero, y esto es 10 mas impartante, incluso si elige a) , tiene que estar seguro de no pasar par alto algo imp or­ tante. 2 ..tf6? 3 'iYh6 ..tg7 ...

En esta partida ocurre un ejemplo chisieo de descuido gra­ ve. Petrosian, par aquel entonces campeon del mundo, siente la presion de su adversario, pero es­ ta todavia a unas jugadas del mo­ mento critieo. Ve que puede dete­ ner el ataque con 1 ... e6, y tambien considera que el final que sigue a 1 ... e6 2 iVxd8 l:Uxd8 3 �xe5 dxe5 4 ..txc5 no es del to­ do claro, parque los peones ne­ gros estan bien centrados y son moviles. No obstante, mueve:

1 ctJe6? 2 �f3 ...

Ahora la amenaza de 3 �h3 y 4 i¥h6 es tan peligrosa que Petro­ shin debe calcular con mucho cui­ dado. Puede elegir entre:

Y con "impartante" nos referi­ mos a una captura, a un j aque 0, como en este caso, a un movi­ miento peligroso que permite a la dama estar cerca de dar mate.

4 iVxg6! Larsen vio este movimiento cuando juga 2 �f3, porque en ca­ so contrario habria tenido que re­ conocer que su plan era incorrec­ to y retirar la dama a 'h3' 0 'h4'. Pero Petrosian, claramente, no te­ nia ni idea de que esto era posible cuando estaba escogiendo entre 2 ... f5 y 2 ... ..tf6. El movimiento 4 'iYxg6 es uno de los mas famosos de la his tori a del ajedrez, pero, como ambos ju­ gadores reconocieron enseguida,

DESCUIDOS

su variante principal es bastante faci1 de ca1cu1ar. E1 resto de 1a partida fue asf: 4 lDf4 5 1:.xf4 fxg6 6 .i.. e6+ . Ahora 6 ... ebh7 7 1:.h4+ .i..h6 S .i..xh6 lleva a1 mate, por 10 que las negras jugaron 6 1:.17 7 1:.xf7 ebhS S 1:.g5 b5 9 1:.g3 y abandonaron antes del jaque de­ cisivo de la torre. •••

•••

Una vez que hayamos entre­ nado nuestra vision tactica -cuan­ do rapidamente reconocemos clavadas, enfiladas, mates en la ul­ tima fila, y cos as similares-, el nu­ mero de descuidos cometidos dis­ minuira sensiblemente. Pero nunca desapareceran por com­ pleto. El motivo es simple: hay demasiadas causas, especialmente psicologicas, que siempre nos afectaran. Para reducir nuestros descuidos aun mas tenemos que identificar estas causas. Aquf tenemos un ejemplo ins� tructivo, a la vez que tfpico, de gran maestro que pasa por alto un movimiento suyo que Ie con­ ducfa a la victoria. No 10 vio por­ Ique, por una vez, su instinto Ie aconsejo que no 10 examinara.

(D) Las blancas, que tienen menos material, disponen de jaques en 'hT y 'fS', pero no parece que He­ yen a ninguna parte. Su alfil de 'gl ' csta clavado y es inutil. Ademas, tienen que afrontar ... lDf2 mate.

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Larry Mark Christiansen Alexei Shirov Biel (Suiza). 1 991 Juegan las blancas

Sin embargo, disponen de un sencillo movimiento ganador que amenaza mate en dos, el cual las blancas solo pueden retrasar sa­ crificando sus piezas al azar.

1 h3? 11f6! Las negras consiguieron tablas en pocas jugadas cuando las blan­ cas se vieron forzadas a dar j aque continuo. El movimiento vence­ dor, encontrado dfas despues por Shfrov, es 1 g3 ! ! , que amenaza 2 'iYfS+ ebgS 3 h4 mate. Pero, como el mismo sefia10, es muy diffcil de ver. (,Por que? Porque 1 g3 parece invitar al peligro. Abre una diago­ nal muy peligrosa que apunta al rey blanco. Sin el alfil blanco de 'fS', las negras darfan mate con 1 ... �e4+. Desde el punto de vista psicologico, 1 g3 es la clase de

182

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

movimiento que considerariamos solo despues de desechar pnkti­ camente todas las alternativas. DESCUIDOS VISUALES SIMPLES

Los descuidos mas elemen­ tales y molestos son los que apa­ recen en variantes de una sola ju­ gada; ni en suefios dejarfamos pasar esos energicos movimien­ tos tan c1aramente buenos. Pero, de una u otra forma, ocurre: deja­ mos que una pieza enemiga se adentre en nuestra posicion, no vemos una retirada que resulta buena, 0 simplemente tenemos algun punto debil.

Viktor Kupreich i k Lev Polugaievski Campeonato Sovietico. 1 974

1 e4 cS 2 tiJf3 d6 3 d4 cxd4 4 tiJxd4 tiJf6 5 tiJc3 a6 6 .te2 e5 7 tiJb3 i1.e7 8 f4 0-0 9 a4 tiJbd7 10 g4 d5 11 tiJxd5 tiJxe4 12 0-0 tiJdc5 13 c4 tiJxb3 14 'iixb3 i1.cS+ Por diversas razones, Kuprei­ chik se muestra reacio a mover su rey. Pero su antena tactica debe­ ria estar moviendose por toda su posicion despues de un j aque co­ mo este. Sin embargo...

15 i1.e3?? tiJd2!

Hemos visto un ejemplo en el que las blancas crefan estar relati­ vamente seguras en su lado del tablero. Menos explicable es el si­ guiente caso, con piezas muy pro­ ximas unas a otras.

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Petar Popovic Liubomir Liuboievic Manila (Fil ipinas). 1 990 Juegan las blancas

Las negras no tienen un medio adecuado para evitar los j aques a la descubierta, si 10 que quieren es ganar la partida. Por tanto, in­ tentan ...

1 ... 'iVc4 Popovic ve inmediatamente que 2 tiJe3+ es malo debido a 2 ... 'iVe6. Entonces examina otros ja­ ques a la descubierta, y los recha­ za todos cuando ve que no Ie ofrecen nada tras la misma res­ puesta de las negras, 2 ... 'iVe6, 0,

DESCUIDOS

en caso de que mueva 2 li::l d 4+, un movimiento de rey. Asi pues, se centra en la unica descubierta que consigue algo:

2 li::lxd6+? ?

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8 7 6 5 4 3

Por 10 menos gana un peon. Sin embargo... 2 �xd6! Las blancas abandonan

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•.•

Donald Byrne, un fuerte afi­ cionado norteamericano y entre­ nador en los afios cincuenta y sesenta, recomendaba a los juga­ dores que siempre repasaran sus posiciones mentalmente cuando estuvieran lejos del tablero. De esta forma, a menudo "vemos" un movimiento que nuestra mente habia bloqueado cuando estaba­ mos examinando la posicion con los ojos. No obstante, cuando estamos sentados ante el tablero, com­ pensa revisar cada cambio im­ portante de la posicion -cada eaptura 0 sacrificio- examinan­ do tantas respuestas del rival co­ mo nos convenga. Hay algunos maestros que, al considerar un movimiento que probablemente obligaria a abandonar, analizan todas las respuestas legales posi­ bles. De esta forma seguramente ocurririan pocos accidentes como cl siguiente.

A lex Yermol insky Mijail Braude Nueva York (EE. UU.), 1 992 Juegan las blancas

Las blancas, con una ventaja que va en aumento, han atacado el flanco de rey durante las ulti­ mas veinte jugadas, y en las ulti­ mas quince la dama negra ha es­ tado situ ada pasivamente en 'g8'. Pero quiza no tan pasivamente como podriamos creer, porque ahora las blancas olvidan su exis­ tencia y juegan:

1 :xe6?? Podian ganar con un movi­ miento como 1 b6, pero confia­ ban en el sacrificio de la calidad, seguido de 2 'ilVxf5+ como la op­ cion ganadora mas clara.

1

...

'iVxe6!

Simplemente sucedio que las blancas no se acordaron de que la dama estaba aun sobre el tablero.

1 84

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

Hicieron unos pocos movimien­ tos mas y abandonaron.

7 6

RETIRADAS

5 4

Los psicologos dicen que la clase de movimientos que omiti­ mos con mayor frecuencia son los retrocesos de alguna pieza. El mismo impetu que el ca1cu10 imprime nos lleva a creer que "yo avanzo alli y el debe avanzar alli, 0 de 10 contrario habre mejo­ rado mi posicion". Sin embargo, en los momentos en que nuestro rival puede mover una pieza bien desarrollada hacia atras, solemos borrar esa posibilidad de nuestra conciencia, y ni siquiera intenta­ mos evaluarla. Hemos entrenado nuestras mentes ca1culadoras pa­ ra analizar movimientos energi­ cos y encontrar, principalmente, contrataques y contraamenazas. Un notable ejemplo es la par­ tida siguiente:

(D) Fischer ha estado fraguando un ataque contra las casillas ne­ gras debiles de su rival, pero aqui rechaza 1 i.h6 en favor de. . .

1 b3? b4! Ahora 2 cxb4 d4! dada las me­ jores oportunidades a las negras. Fischer penso brevemente sobre la nueva situacion y contesto:

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Robert James Fischer Bent Larsen Santa Mon ica (EE.UU.), 1 966 Juegan las blancas

2 'YWh3? bxc3 3 'YWh6 lbe6 Las blancas abandonan

" Que paso por alto Fischer? Ciertamente, no fue 3 . . . lbe6. No, segun su rival, Fischer confiaba en que la partida terminara con 3 i.f6 lbe6 4 'YWxh7+ 'iitxh7 5 .l:Ih3+ "y 6 .l:Ih8 mate". Pero este plan fracas a misera­ blemente ante 5 ... 'ii'h6! , una reti­ rada que acaba con todas las amenazas. Una vez que Fischer se dio cuenta de esto, intento sacar algo de 3 'ii'h 6, pero abandono al darse cuenta de 10 inutil que era su ataque y 10 destruido que esta­ ba su flanco de dama. Un retroceso de pieza incluso mas simple supuso a Anand una deprimente derrota en la partida siguiente.

DESCUIDOS

1 85

Gari Kasparov - Viswanathan Anand Dortmund (Alemania). 1 992

1 tZJf3 dS 2 c4 c6 3 d4 tZJf6 4 tZJc3 dxc4 S a4 �fS 6 e3 e6 7 �xc4 �b4 8 0--0 0--0 9 �e2 tZJbd7 10 tZJeS %:le8 11 %:ld1 �c7 12 lZJxd7 �xd7 13 f3 tZJdS 14 tZJa2 �f8 1S e4 �g6 16 �e1 fS?? 17 exdS abandonan l.Qu6 ocurri6? Anand no vio las consecuencias del ultimo mo­ vimiento de su rival, y supuso que ahora podria jugar 17 ... exd5, que ataca simultaneamente la dama y el alfil de 'c4'. Cuando se percat6 de que 18 �e2 ! era legal, abando­ n6. Muchas veces pasamos por al­ to incluso un retroceso de corto al­ cance, especialmente si es de una pieza situada en el centro hacia el borde del tablero. El siguiente cjemplo, en pleno encuentro por cl campeonato del mundo, fue Ha­ mado "el error del siglo".

(D) Exageraciones aparte, estamos ante una situacion perfectamente normal. Karpov, que tiene una li­ gera ventaja, ha utilizado sus dos movirnientos anteriores para tras­ l adar su torre desde 'c2' hasta 'f6'.

1 �b6 2 %:lc6?? tZJaS! ...

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Anato l i Karpov Gari Kasparov Campeonato del Mundo. 1 987 Juegan las negras

Las negras ganan la calidad y luego la partida. Karpov fue vfctima de varios factores psico16gicos. Primero, vio que consegufa progresos con sus ultimos movimientos y no Ie gus­ tab a la perspectiva de tener que jugar 2 �xb6 axb6 ! 3 %:lf2. Segundo, 'a5 ' estaba ocupada en la jugada anterior, por 10 que no se Ie ocurri6 que su rival pudie­ ra mover una pieza a esa casilla. Y, 10 que puede ser crucial, el movi­ miento clave de las negras consis­ ti6 en retirar su pieza mejor situa­ da y Hevarla al borde del tablero. Relacionado con los retroce­ sos de piezas est a el problema de los "movimientos cortos". Cuan­ do sus rivales se quejaban de que nunca podfan adivinar los movi-

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

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mientos de Anatoli Karpov, casi siempre era porque implicaban desplazamientos de piezas de s610 una 0 dos casillas.

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Viktor Korchnoi Valeri Saloy Amsterdam (Paises Bajos), 1 99 1 Juegan las blancas

BLOQUEO DE LfNEAS

Otro campo minado que tene­ mos que sortear cuando calcula­ mos consiste en aquellas posicio­ nes en las que una diagonal 0 columna clave puede ser cortada energicamente por medio de un movimiento sorpresa. A esto 10 llamamos bloqueo de line as. En el ejemplo siguiente, los caballos blancos podrian consti­ tuir todo un reto para los alfiles enemigos si estuvieran apoyados por algunas piezas 0 peones. Para no tener que retirar el caballo atacado de 'd5', las blancas inten­ tan calcular una salida aceptable. La idea que se les ocurre tiene que ver con la primera fila de las negras, que es debil.

1 4:Jxb5?? Y las blancas abandonaron ra­ pidamente cuando vieron el mo­ vimiento "corto" con el que res­ pondieron las negras.

1

...

'tieS!

Este tipo de descuidos es mas frecuente con las piezas mas va­ liosas. Debido a la gran movilidad de la dama, suponemos que nues­ tro adversario la movera por todo el tablero.

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Vita l i Tseshkoyski ­ Anthony Mi les Palma de Mallorca (Espana), 1 989 Juegan las blancas

DESCUIDOS

Hay una buena idea aqui, pero las blancas no la encuentran. Consiste en 1 Z;Ixd4 exd4, y des­ pues 2 'iVf5, con la amenaza de mate, 10 cual permite ganar tiem­ po para jugar 3 tDc7. En lugar de esto, las blancas yen la atractiva ...

8 7

1 .l:.c1 ..txd5 2 Vie8 Esto parece mejor. De hecho, "no ganan las blancas? "Que pueden hacer las negras contra la amenaza de 3 Vixa8, seguido de 4 l:Ic8? 2

•••

':'e4!!

Esto es 10 que pueden hacer. Cortando la comunicaci6n en la columna c, Miles se asegura que mantendni la pieza de ventaja (3 "ii'xa8 l:Ixc1 + y 4 ... �xa8; 3 tDxc4 "ii'xc8; 3 l:Ixc4 dxc4). El ganador de este ultimo ejemplo tuvo una experiencia si­ milar con las piezas blancas. En esta oc�si6n, en una posici6n in­ c1uso mas peligrosa, encontr6 una forma de cortar la comunicaci6n en una diagonal.

(D) A pesar del dominio de las blancas en la columna d y la pre­ si6n en 'fT, el ataque de las ne­ gras Uega antes. Pueden ganar di-

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Anthony M i les Craig Wi l l iam Pritchett Londres (lnglaterra), 1 982 Juegan las negras

rectamente con la simple 1 ... 'iWc2 2 .l:.bl l:Iel ; v.g. , 3 'iWxf7+ 'it>h8 4 %:tddl i.xc3 ! Pero las negras vieron la idea de la captura del alfil en otro or­ den distinto...

1

•••

..txc3

Que parece ganar inc1uso mas rapidamente, ya que el blanco no puede evitar ... �xb2+. Sin em­ bargo: 2 'i'xt7+ 'it>h8 3 i.e5!! Abandonan

Un increible movimiento final y muy facil no verlo. En realidad, es bastante l6gico puesto que es la unica manera de defender 'b2'. Funciona porque corta la comu­ nicaci6n a 10 largo de la columna

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

1 88

e y de la gran diagonal, y hace po­ sible 3 ... ':Zxe5 4 'ilxg7 mate, y 3 ... iLxe5 4 'ilxe8+ y mate en pocas jugadas La ceguera ajedrecfstica que surge sobre casillas fuertemente defendidas es 10 que hizo que el tercer movimiento de las blancas fuera tan diffcil de ver. Nuestra mente nos dice que un movimien­ to como 3 iLe5 no merece un segundo examen en ninguna sub variante, porque la casilla esta de­ fendida por tres piezas negras. Para seguir insistiendo en 10 comun que resulta esta clase de error, aquf tenemos un ejemplo que ocurri6 en una partida de un futuro campe6n del mundo, y tam bien en el analisis casero de un antiguo campe6n. El anaIisis de este ultimo fue publica do va8 7 6 5 4 3

rias veces antes de que alguien se­ fialara el error.

l .t gS Mijafl Botvfnnik dio un signo de exclamaci6n a este movimien­ to y muchos elogios a su antiguo alumno. Los comentarios de Bot­ vinnik dicen que 1 ... ':xg5 no es posible debido a Z tiJxf6, " y la po­ sici6n negra se rompe en peda­ zos". Pero recordemos 10 que hemos estado diciendo sobre las piezas que van a "casillas imposibles".

1 ':xgS! 2 tiJxf6 .tf3! ! ...

La columna f esta ahora blo­ queada (3 'ilxf3 'ilxf3 4 ':xf3 .txf6, 0 3 g3? .txf6, 0 incluso 3 ':xe7+ �xf6 ! 4 'ilxf3+ 'ilxf3 5 ':xf3+ �xe7, y las negras ga­ nan). De hecho, las blancas deben contestar a Z ... iLf3 con 3 tiJxd5 ':xgZ+ 4 'ilxgZ, y ahora las negras tienen j aque continuo con 4 ... ':xgZ+ 5 �hl ':f2+.

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Gari Kasparov Abram Roizman M i nsk (Bielorrusia), 1 978 J uegan las blancas

ATAQUES A LA DESCUBIERTA

Un corolario al repentino cie­ rre de lineas es la apertura ins­ tantanea de otras. El ojo y la mente humanos pueden acos-

DESCUIDOS

tumbrarse a que ciertas diagona­ les y column as se cierren, tanto como a que se abran. Y este he­ cho conlleva sorpresas en situa­ ciones como la siguiente:

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1 tiJdb5? axb5 2 tiJxb5 tiJb3+! Las blancas abandonan La apertura de las column as del flanco de dama (3 axb3 Z;:tal mate) no parecia po sible en la posicion del diagrama, pero ocu­ rrio. Vasser Seirawan Serguei Kudrin Campeonato de EE.UU., 1 981

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Franciscus Antonius Kuijpers - Alexander Jongsma Amsterdam (Paises Bajos), 1 968 Juegan las blancas

Las blancas perdieron en dos j ugadas. (,Como es posible? La posicion parece un tfpico medio juego de una Defensa Sici­ l i ana, en el que las blancas toman la iniciativa gracias a un conocido sacrificio: colocan uno de sus ca­ ballos en 'b5' , y despues de ser capturado taman can el otro ca­ ballo, a 10 cual sigue, tras la retira­ da de la dama negra, tiJxd6 0 �xd6. Materialmente solo obtie­ nen dos peones a cambia de la pieza, pero la experiencia ha de­ mostrado que es muy diffcil que las negras logren liberarse. (, Que problema conlleva esto?

1 c4 tiJf6 2 tiJc3 e6 3 e4 c5 4 e5 tiJg8 5 d4 cxd4 6 'iVxd4 tiJc6 7 'iVe4 d6 8 tiJf3 dxe5 9 tiJxe5 .i.d7 10 tiJxd7 'ii'xd7 11 .i.g5 tiJf6 12 'iVe3 h6 13 Z;:tdl 'iVc7 14 .i.f4 'iVa5 15 .i.e2 e5? 16 .i.f3 Z;:tc8 17 0-0 .i.b4 18 tiJd5 .i.c5 19 'iVe2 'it>f8 20 .i.d2 'ii'xa2?? Las negras ya tenian mala par­ tida, pero esto acaba con las posi­ bles dudas. No han visto la repen­ tina apertura de . . .

21 tiJxf6 gxf6 22 b4! La segunda fila. Ahora la prin­ cipal amenaza es 23 .i.xh6+ y 24 'iVxa2, y las negras tienen que es­ coger entre permitir eso y 23 bxc5, v.g., 22 ... tiJxb4 23 .i.xb4. Un ejemplo mas elaborado acontecio a las blancas en esta prometedora posicion.

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

1 90

C) I ... .Jixal 2 .Jixg7 ! , amenaza mate en 'hT y 'hS'.

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Pero las negras tienen una sor­ prendente replica. 1 ... .Jif2!

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Gary Lane - Petar Velikov Toulouse (Francia), 1 990 Juegan las blancas

Las blancas tienen un peligro­ so ataque que apunta contra 'hT. Tras I .JigS, la amenaza de 2 .Jixf6 y 3 'ii'xh7 mate pnicticamente fuerza I ... l:.feS. Entonces 2 I:tael deja a las blancas con toda la ini­ ciativa. Pero las blancas pensaron que disponfan de un truco mas nipido, basado en la misma idea que la captura en 'f6'. 1 J:xf6 Esto parece decisivo. Todas las respuestas razonables de las ne­ gras parecen perder: a) I ... 'ii'xf6 2 .JigS, apunta a la dama y amenaza 3 'ii'h7 mate; b) I . .. gxf6 2 .Jif4, idem; •

Vease

La psic%

gia en ajedrez,

1 972). Nota del traductor.

AI destapar la amenaza 2 ... 'ii'x al + y atacar la dama, las ne­ gras ponen fin a la batalla. Las blancas no se molestaron en se­ guir jugando 2 'fIxf2 'fIxal + 3 'fIfl 'ii'xf6 0 3 . .. 'fIxfl + 4 J:xfl gxh6. LA I MAGEN RESIDUAL

Nikolai Kroguius9, gran maes­ tro y psic610go ruso, analiz6 con cierto detalle otro tipo de trampa mental al que nos enfrentamos cuando calculamos. Kroguius la llam6 "imagen residual": el re­ cuerdo de cierta informaci6n in­ correcta y no actualizada, sobre una posici6n, durante el transcur­ so de una secuencia calculada. En algunos casos nuestras mentes simplemente no nos per­ mitiran "ver" 10 que es evidente.

(D) Las negras tienen algunas po­ sibilidades de alcanzar tablas si consiguen eliminar algunos peo-

de Nikolai Kroguius ( Ediciones Martinez Roca, Barcelona,

DESCUIDOS

191

existiendo la imagen de una pieza que adn ocupaba esa casilla. En la siguiente partida las blancas podrfan haber abandona­ do tras la decimocuarta jugada, porque no vieron la sdbita apari­ cion de una torre enemiga en 'e2'. a

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Joseph Gal lagher Christian Maier Campeonato Suizo. 1 991 Juegan las negras

nes blancos mas. Con esto en mente intentan:

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l:gl??

Y se vieron obligadas a aban­ donar tras:

2 1:txc8 Podemos entender la confu­ sion mental de Maier. En la posi­ cion del diagrama la casilla 'c1 ' csta controlada por una torre ne­ gra y ocupada por otra. Es una casilla con la que las blancas solo rodian sonar. Asi pues, 1 ... !;!gl amenaza no solo ganar un peon, sino tambien la torre de 'b2' con 2 . . . ':xg2+. A Maier no se Ie Uego a ocu­ rrir que 2 l:xc8 ':'xg2+ 3 �c1 ! fue­ ra posible. En su mente seguia

Larry Mark Christiansen Vladimir Epishin Nueva York (EE.UU.>. 1 990

1 c4 e5 2 lbc3 lbf6 3 g3 .i.b4 4 i.g2 0-0 5 e4 .i.xc3 6 bxc3 !;!e8 7 lbe2 c6 8 'it'b3 b6 9 0-0 ..tb7 10 f4 exf4 11 d3 d5 12 .i.xf4 lbbd7 13 exd5?? :xe2 14 ..tO 'it'e7 15 'it'dl :e3 16 dxc6 l:IxO 17 'it'xO 'it'cS+ Las blancas abandonaron poco despues. "Que pasaron por alto en la decimotercera jugada? Confia­ ban en recuperar con creces su pieza sacrificada con 14 dxc6, y no vieron 14 ... lhg2+ ! hasta que ya era demasiado tarde. En su mente, la torre adn estaba en 'e8'. Vayamos a un ejemplo en el que estan implicados dos anti­ guos campeones mundiales.

(D) Spasski tiene buenas razones para creer que esta muy cerca de la victoria, y en consecuencia co­ mienza a buscar la combinacion

1 92

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

gador pueda corregir un analisis defectuoso revisando sus varian­ tes a 10 largo del camino. En la si­ guiente partida, el error que co­ metio Andersson al estar bajo los efectos de una imagen residual Ie valio caro.

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Boris Spasski Anatoli Karpov Belfort (Francia), 1 988 Juegan las blancas

ganadora. Se Ie ocurre la idea de que el punto mas debil de la posi­ cion negra es 'g6', y llega a la con­ clusion de que puede dar mate sacrificando en esa casilla.

1 .l:eg4 liel+ 2 �h2 ':xc1 Y Spasski abandono. Habia pensado hasta aqui, por supuesto, pero confiaba en poder jugar 3 :xg6+ fxg6 4 'iVxg6+ 'it>fS 5 .txh6+ l'Z.xh6 6 'iVgS mate. Solo cuando vio sobre el ta­ blero la posicion que surgia tras 2 . . . ztxc1 se dio cuenta de que 5 i..xh6+ implicaba el movimiento de una pieza que ya no existia. En el ejemplo anterior, una vez que las blancas habian jugado 1 l:[eg4?, no existia vuelta atras. Pero es mas frecuente que un ju-

Jaan Ehlvest - U lf Andersson Bruselas (Belgica), 1 988

1 e4 c5 2 ttJO e6 3 d4 cxd4 4 ttJxd4 ttJc6 5 ttJc3 a6 6 ..te3 'ifc7 7 f4 ttJxd4 8 'ifxd4 b5 9 .te2 .tb7 10 0-0-0 licS 11 lid2 ttJf6 U .to i.e7 13 :hd1 0-0 14 e5 Aqui Andersson penso duran­ te largo rato intentando elegir en­ tre dos ordenes de movimientos distintos. No deseaba retirar el caballo en ninguno de los casos. Como jugador experto de la De­ fensa Siciliana, sabia que debia contestar a e4-e5 con ... b5-b4.

14 000 i.xf3? El primer error. Si las negras hac en el movimiento correcto 14 . . . b4, la variante de entrada a sa­ co 15 exf6 bxc3 16 fxe7 cxd2+ 17 lixd2 :feS no ofrece nada a las blancas (1S ..txb7 'iix b7 19 f5 f6 ! , 0 19 'iVxd7 .l::tx e 7 20 'iVdS+ .l:eS) . En realidad, la mejor respues­ ta de las blancas contra 14 ... b4 es 15 ttJa4, tras 10 cua1 15 . . . .txf3 y

DESCUIDOS

16 ... ctJd5 resulta excelente para las negras.

15 gxf3 b4? Asf se culmina el error. Este era el momenta en que Andersson debfa revisar sus analisis anterio­ res y partir de la nueva posicion que surge tras 15 gxf3. Entonces seguramente habrfa visto que la columna g esta ahora parcialmen­ te abierta. Y habrfa detenido sus perdidas por medio de 15 ... ctJe8! l 6 �xd7 �b4.

16 exf6 bxc3 17 .l::!. g2! Despues de los retrocesos de alfil (y dama) , el movimiento mas facil de pasar por alto es el des­ plazamiento lateral de una torre () una dama. Las negras podfan haber abandonado aquf (17 . . . .i.xf6 18 �xf6), pero continuaron hasta ...

17 �7 18 .l::!.xg7+ Wh8 19 .l::!. g8+! Abandonan ...

Las blancas pueden capturar ahora en 'e7' con jaque a la des­ cubierta (19 . . . Wxg8 20 .l::!.g 1 + d1 �b1 + 23 �c1 .l::!.cg8 24 .l::!.xg7 y ganan).

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I LUSIONES OPTICAS

E stos son los descuidos mas humillantes. Son parecidos a las imagenes residuales y conllevan sorpresas de este tipo.

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Alonso Zapata Mijail Gurevich Manila (Fi lipinas). 1 990 Juegan las blancas

En el apuro de tiempo, Zapata vio la idea de un doble en 'f6', unido a una captura en 'd5'. Asf, en el ultimo movimiento antes del control de tiempo podfa ha­ ber jugado 1 ctJf6+, tras 10 cual Gurevich seguramente habrfa abandon ado en vista de 2 ctJxd5. Pero fue el gran maestro co­ lombiano quien tuvo que rendir­ se. Jugo en primer lugar 1 �xd5??, Y solo entonces se dio cuenta de que el caballo quedaba c1avado tras 1 . . . �xd5. Con mas tiempo en su reloj , Zapata habrfa

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

1 94

revisado su variante mas deteni­ damente. Con demasiada frecuencia co­ metemos descuidos porque pensa­ mos de forma demasiado l6gica. La l6gica puede ser un poderoso aliado para generar ideas, la fase del proceso de ca1culo que se basa en la imaginaci6n, pero en la fase de analisis, y especialmente en el proceso de revisi6n, no podemos confiar en ella. 8

Pero decidi6 que podia acor­ tar bastante la partida con:

1 ... tLJe2 Tiene mucho sentido. Ahora, despues de que la torre atacada mueva, las negras pueden captu­ rar en 'c2', piensa Benko. i,No es mejor tener una torre en la septi­ ma fila y amenazar todo tipo de jaques a la descubierta que (co­ mo ocurre tras 1 ... l:i.xc2+) cam­ biar las torres?

2 l:i.e1 l:i.xc2??

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jNo revis6 las variantes ! Con 2 ... tLJc3 Y 3 ... tLJa4 las negras toda­ via ganaban.

6 5 4 3

3 l:i.xe2!

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James Sherwin - Pal Benko Campeonato de EE.UU., 1 966 J uegan las negras

Benko tiene mejor posici6n en el fIanco de rey, en el fIanco de dama y en el centro, y puede ga­ nar facilmente con 1 ... l:i.xc2+, por ejemplo: (2 l:i.cxc2 l:i.xc2+ 3 l:i.xc2 tLJxc2 4 �c1 �xe5 ! 5 fxe5 tLJel + y 6 ... tLJd3, con final ganado para las negras).

Por supuesto. Todo ha sido un espejismo, y las negras deben per­ der una pieza. UN TABLERO DEMASIADO GRANDE

Como dijimos en el capitulo 2, los ajedrecistas tienden a ca1cular centrando su atenci6n en peque­ iias redes, esto es, trozos del table­ ro formados por un numero de casillas que oscila entre dieciseis y veinte, mas que en el tablero completo. Normalmente esto es suficiente para entender los ele-

DESCUI DOS

mentos clave de una posicion, pe­ ro hay costosas excepciones. Incluso los mejores jugadores pasan por alto los movimientos mas simples por no mirar al otro lado del tablero.

1 95

que llevo a las blanc as a la perdi­ cion en el ejemplo siguiente. Vladimir Malaniuk Jonny Hector Copa Pol iti ken. Espergarde (Dinamarca). 1 992

1 d4 d5 2 c4 c6 3 'tJt3 'tJf6 4 e3 Jtf5 5 cxd5 cxd5 6 �b3 �c7 7 'tJc3 e6 8 Jtd2 'tJc6 9 Eel a6 10 'tJe5 Jtd6 1l 'tJxc6 bxc6

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Gari Kasparov Tigran Petrosian MosclA (Rusia). 1 981 Juegan las blancas

1 1ba4?? �el+ El futuro campeon del mundo explico que ese movimiento ga­ nador de las negras, cruzando el tahlero de un lado a otro, "sim­ piemente escapo de mi campo de vision". Abandono poco despues de 2 �f2 �xb2+. Tendemos a dividir men­ t a lmente el tablero en dos alas, y a asumir que 10 que sucede en lI n a de ell as normalmente no pucde afectar a la otra. Esto es 10

Malaniuk ve ahora una fuerte combinacion de cuatro jugadas que parece ganar como minimo un peon.

12 Jtxa6? Exa6 13 'tJb5 �8 14 'tJxd6+ �xd6 15 �b7 Y llegamos al momenta cum­ bre. La torre atacada no puede retroceder ni ser protegida por la dama, a pesar de estar cerca. Y aqui tenemos 10 que las blancas no vieron en la jugada 12":

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.••

Jtd3!

Asi de simple. Las blancas si­ guieron jugando alegremente con 16 �c8+ �d8 17 Exc6 0-0, pero ya estaban totalmente perdidas. No existe un remedio facil pa­ ra este mal, excepto recordarnos

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

196

peri6dicamente que hay (por 10 menos) dos alas en el tablero. En el ultimo ejemplo las blaneas per­ dieron la "vista mental" del a1fil de 'fS ' porque se eoneentraron en el flaneo de dama. Un error pareeido eonsiste en olvidar que nuestras propias pie­ zas pueden ir de un flaneo a otro. 8 7 6 5 4 3 2

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N igel Short - Jeroen Piket Wijk aan Zee, 1 990 J uegan las blancas

Las negras aeaban de eapturar en 'a2', en 10 que se perfila como una tradicional batalla de ataques en los dos flaneos. "Quien irrum­ pini antes? "Las blanc as en el flaneo de rey 0 las negras en el flaneo de dama?

La respuesta deberia ser " j las blaneas en el flanco de dama! " Las blaneas jugaron l a l6gica y coherente 1 I:r.xh7??, y s6lo pudie­ ron haeer tablas tras 1 ... i.c6 2 �e2 I:r.xb3! Mas tarde, un gran maestro que asistia como espeetador pre­ gunt6 a Short por que no habia jugado 1 g6, y este contest6 que rechaz6 el movimiento porque el caballo negro defiende la easilla 'h6', y por eso 1 ... hxg6 2 I:r.h8+ a3 puede jugar 4 ... tbc6, que ataca la dama enemiga y evi­ ta que el rival capture el caballo, adem as de ganar un tiempo. En­ tonces, sin importar ad6nde mue­ va la dama, las negras jugaran 5 ... ..tfS+ ! y acabaran con, como mi­ nimo, igualdad material.

1 ..th6+?! 2 'it>b1 llxb2+? 3 'it>xb2 llb8+ 4 'it>a3 tbc6 5 iVc5! ..tf8 6 11d6 •••

de haber algo mas rapido. La idea tactica que Ie vino a la mente con­ sistia en acorralar al rey blanco en la esquina 'al', donde puede ocurrir algo parecido a un mate ahogado con ... tbc2+. l,Como conseguirlo? Bien, 1 ... ..th6+ 2 'it>bl llxb2+ es el comien­ zoo Con 3 'it>xb2 ktbS+ 4 'it>al tbc2 tenemos el mate. Las blancas pueden evitar esto con 4 'it>a3, 0 incluso con 4 tbb5, pero este mo­ vimiento de caballo es demasiado arriesgado debido a 4 . . . ..tg7 ! (mejor que 4 ... tbxb5 5 lldS+ 0 4 . . . llxb5+ 5 'it>c3 ! ) . Por consiguiente, l a variante principal parece ser 1 . . . ..th6+ 2 'it>bl :xb2+? 3 'it>xb2 llbS+ 4 'it>a3. Ahora no hay ... tbc2 mate, pero la vision tactica de las negras ha vis­ lumbrado la posibilidad de recu­ perar la dama con ... ..tfS. Mover

Marovic paso por alto total­ mente esta defensa. No la vio porque no se llego a preguntar d6nde estaban las piezas tras 4 ... tbc6. Si 10 hubiera hecho, habria visto que la torre estaba disponi­ ble para bloquear la diagonal del alfil.

6

•••

tbe5

Las negras intentan trucos pa­ ra conseguir 10 que antes, calcu­ lando, no pudieron. Las blancas evitaron 7 iVxe5?? llb6 ! y gana­ ron con 7 f4! tbd3 8 ..txd3 cxd3 9 iVd4 llc8 10 'it>b2 abandonan.

LA REVISION

Otro ejemplo mas sirve para mostrar un caso en el que los dos jugadores realizan un calculo de­ fectuoso, pero solo uno recibe su castigo. Las blancas no son capa­ ces de visualizar donde estaran la torre y el rey despues de tres ju­ gadas, y permiten 10 que deberia haber sido un doble decisivo. No obstante, al final todo les sale hien.

205

go que? Si 3 ... 'iYxc3, parece que las negras atacan y defienden a la vez, pero han dado su alfil de ca­ sillas negras, y eso sugiere que es posible algun tipo de truco como 4 .td4! ! (atacando la dama y la casilla 'gT) 'iYxf3 5 �xg7+. Asi pues, Beni continuo:

2 �xd6 .txc3 3 bxc3 'iYa3+ Esto es 10 que no vio. No se dio cuenta de que su torre estaba sin proteccion en 'd6', que el peon blanco de b estaba ahora en 'c3' y que este jaque, ahora posible, era un doble.

4 'iit>b l 'iYxd6 a

b

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e

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h

Alfred Ben i - Wi lhelm Schwarzbach Viena (Austria), 1 969 Juegan las negras

Schwarzbach juga en esta po­

sicion 1 .tf6, no tanto para ata­ car la torre como para defender ' g7 ' . El movimiento tambien deja c l p e on de d en el aire, y las blan­ ...

cas ya se han dado cuenta de que su rival les estaba tendiendo. una l rampa. l,Que ocurre con 2 �xd6?, se prcgunto Beni. Las negras pue­ d c n jugar 2 . . . .txc3 3 bxc3, l,y lue-

l,El fin de una triste historia? No, porque, aunque no fuera esa su intencion, las blancas tienen una posicion ganadora despues de to do. Las negras, que casi con toda seguridad previeron la posi­ cion que surgiria tras 4 ... 'iYxd6 cuando jugaron 1 . . . .tf6, han co­ metido otro de nuestros fallos de revision: se detuvieron demasia­ do pronto.

5 .td4! ! Ahora la casilla 'gT puede de­ fenderse con 5 . . . g6, pero enton­ ces el movimiento 6 'iYh5 ! resulta ser un verdadero asesinato (6 . . .

206

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

tLJe5 7 fxg6 tLJxg6 8 �h6, por ejemplo) . Y 5 ... tLJe5 6 �g3 0 6 �g2 es mortal. Las negras jugaron 5 ... �h6 Y permitieron que las blancas reali­ zaran la maravillosa combinaci6n· del molino 6 �3! �xh3 7 �xg7+ �h8 8 �xf7+ �g8 9 �g7+ �h8 10 �xd7+ y mate a la siguiente. (Cierto, no vieron el mate inme­ diato con 10 �g8.) ACUERDATE DE RECORDAR

Hay una historia sobre Ri­ chard Reti y el dia del ano 1925 en que estableci6 una nueva marca mundial en San Pablo (Brasil) al disputar 29 partidas simultaneas a la ciega. Cuando sana del lugar de juego, un admirador argentino se dirigi6 hacia ei para darle su ado­ rado portafolios. "Muchas gra­ cias", dijo Reti. "Siempre 10 olvi­ do. Tengo una memoria terrible". Nuestra habilidad como aje­ drecistas para visualizar variantes increiblemente complej as y lar­ gas, y olvidar despues algo relati­ vamente simple, es algo con 10 que tenemos que aprender a vi­ vir. Muchas veces oiremos esta frase en los analisis tras las parti­ das: "Vi la combinaci6n, pero des­ pues olvide que movimiento la ponia en marcha". A veces llegamos a pasar por alto inc1uso una combinaci6n de dos jugadas.

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Isidor Gunsberg M ijail Chigorin Encuentro de La Habana (Cuba), 1 890 Juegan las negras

Estos dos ajedrecistas fueron aspirantes al titulo de campe6n del mundo, pero nunca pensaria­ mos tal cosa al ver la forma en que Chigorin juega aqui. £1 sabe por que no puede jugarse 1 ... �xb7. (l,Lo ve usted?) Y la parti­ da continu6:

I ,.. �e3+! 2 �d5 �b3 3 �c6 �c3+! 4 �b6 �b3+ 5 �c6 �c3+ 6 �d5 �b3 7 �e6 Y ahora, estando exactamente ante la misma posici6n que en el diagrama, Chigorin olvida 10 que habfa pens ado pocos minutos an­ tes y juega ...

LA REVISION

7 .l:lxb7?? 8 .l:lhl! •••

Y tuvo que abandonar para no recibir mate. Un ejemplo mas moderno de­ mostr6 ser igual de costoso.

207

Muchas veces olvidamos nues­ tra intenci6n inicial cuando vemos una variante alternativa atractiva, especialmente si parece ganadora.

3 'iVxe4 dxe4 4 f2! lDg4+ 5 e2 lDxh2 6 lDg6

8

Pero no gana, y tras 6 c3 7 lDe7+ f7 8 lDxf5 lDf1 9 dl f6 10 g4 g6, se acordaron las ta­ bIas. ...

7 6 5 4 3 2

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Artur Yusupov - Jan Timman Encuentro de Candidatos. 1 992 Juegan las negras

Timman 10gr6 encontrar el plan ganador 1 ... lDf6, seguido de 2 lDg4, incluso si su rival juega 2 011'4 . La partida continu6: ...

1 lDf6! 2 lDf4 'iVe4+? ...

Hizo este movimiento tras re­ Ikxionar durante quince minutos. Ti mman vio que 2 ... lDg4! 3 lDxe6 0 \xe3+ 4 f3 lDxc2 Ie daba la vic­ t oria (5 f4 c3) , pero simplemen­ t e se 01vid6 de esta variante.

Idealmente hablando, podria­ mos evitar los olvidos utilizando el metoda de los jugadores posta­ les: apuntar nuestros analisis en un trozo de papel. Desgraciada­ mente, esto no es legal en el aje­ drez de torneo. Una buena alternativa para este y similares problemas de caI­ culo -remedio que no viola las normas de los torneos- consiste en detenernos antes de hacer el primer movimiento de la secuen­ cia que hemos calculado y expli­ carnos el hila de nuestros pensa­ mientos como si fuera a un desconocido. Timman se habrfa dicho a sf mismo, al contemplar la posici6n del diagram a: "De acuerdo, primero voy a jugar 1 ... lDf6, y despues movere 2 ... lDg4, ganando el pe6n de e, 10 cual mi adversario no puede evitar. De hecho, inc1uso puedo contestar a 2 lDf4 con 2 ... lDg4 ! ".

208

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

Con este recurso resulta mu­ cho mas dificil olvidar 10 que de­ bemos recordar.

8 7 6 5

FANTASMAS

4 3

Ese procedimiento tambien ayudaria a tratar con los "fantas­ mas", otro de los escollos que nos perj udican cuando calculamos. Consist en en volver retrospecti­ vamente a ideas, 0 a otras partes del analisis, que estuvieron pre­ sentes en nuestra mente en una fase anterior de la partida. En lugar de revisar nuestros pensamientos, cuando calculamos solemos confiar en el trabajo rea­ lizado anteriormente. Esto habria salvado a Chigorin en el final de torres que hemos visto anterior­ mente, pero solo porque la posi­ cion era exactamente la misma que seis jugadas antes. En la ma­ yoria de las partidas las posiciones no se repiten de forma exacta.

(D) :8 ste es el tipo de posicion en el que decimos que las blancas pueden calcular "sin adversario". Han estado mejorando lentamen­ te su posicion durante muchas ju­ gadas y deciden que es el mo­ mento apropiado para:

1 fS! exfS 2 1i'b7?? �f7!

a

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Bent Larsen - Vasily Smyslov Hastings (Inglaterra). 1 988 Juegan las blancas

Y las blancas ya no pueden ga­ nar (3 1i'bl �e6 4 1i'n �a8, etc.). Despues de la partida Larsen se pregunto como pudo no ver la ga­ nadora 2 e6! , preludio necesario a 3 1i'b7, que entonces si gana. :81 mismo contesto a la pre­ gunta: antes habia calculado una variante similar con la dama en 'c7'. En ese caso ... �f7 no era una defensa posible, porque el peon avanza a 'e6' con j aque. Este pequeno trozo de informacion permanecio en su conciencia de manera enganosa, y por eso cre­ yo, erroneamente, que 1i'b7 seria un movimiento ganador tan pronto como las negras jugaran ... exf5. Ahora ofrecemos un ejemplo mas elaborado.

LA REVISION

209

pletamente diferente". En un fuerte apuro de tiempo, jug6:

8 7 6

1 l:Ic1 2 'iWf3 e4 ••.

5 4 3 2

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Jeremy Si lman Douglas Root Los A ngeles (EE.UU.), 1 990 Juegan las blancas

En esta complej a posici6n en la que posiblemente existan sacri­ ficios, las blancas jugaron:

1 h4! Lo cual se basaba en 1 ... .txh4

2 'iWg4+ 'it>f8 3 'iWg7+ 'it>e8 4 l:Ixb7, y las blancas ganan.

(, Que sucede si las negras blo­ quean con 2 . . .tg5?, podemos preguntarnos. En ese caso las blancas confiaban en penetrar en 'h7 ' con 3 'iWf5 e4 4 'Dxe4! . Par cj emplo, 4 ... dxe4 5 'iWxe4 'it>f8 6 �h7 .txf6 7 l:Ixb7 ! y ganan (7 ... �e8 8 l:Ixf6 l:Ic1+ 9 .ttl). No obstante, como Silman co­ ment6 mas tarde, est a ultima va­ riante "de hecho contribuy6 a mi derrota porque pronto intente re­ construirla en una situaci6n com.

y ahora la relativamente sim­ ple continuaci6n 3 'iWg4 y 4 hxg5 debe ganar, como las blancas pre­ tendfan cuando jugaron 2 'iWf3. Sin embargo, como Silman recor­ daba en la revista Inside Chess: "Despues de que las negras ju­ garan ... e4, mire fijamente el reloj y vi que me que dab an s6lo un par de minutos. Mire al tablero y mi cerebro sinti6 morir. .. jPanico! ... Entonces recarde ... ".

3 'Dxe4?? Silman record6 s6lo la idea principal de la variante 1 h4 .txh4. Este "fantasma" Ie cost6 la partida:

3 ... dxe4 4 'iWxe4 l:Ixf1+ 5 'it>h2 .tf4+ Silman abandon6 en cuanto lleg6 al control de tiempo: 6 'it>h3 'iWd7+ 7 g4 l:Ih1+! 8 �xh1 �e6 9 l:Ixb7 �e3+. A 10 largo de este libro usted ha tenido que afrontar diagramas con posiciones complejas, y segu­ ramente Ie llev6 bastante tiempo reconocer los elementos clave en

210

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

cada nueva posicion. Sin embar­ go, si usted hubiera estado jugan­ do la partida en cuestion, habrfa llegado a ciertas conclusiones con mayor rapidez. Esto es porque en ese caso ha­ bfa visualizado la posicion del diagrama, 0 una parecida, en una fase anterior de la partida, y se abrfan ciertas suposiciones sobre ella. Por ejemplo, podrfa haber llegado a la conclusion de que cierta posicion Ie era muy favora­ ble, que debfa cambiar damas si tuviera la oportunidad, que su principal prioridad estrategica consistfa en crear un peon pasa­ do, y asf sucesivamente. Esas suposiciones permane­ cen en su mente y pueden con­ vertirse en fantasmas que perju­ dican su juego. Por tanto, cuando durante una partida tenga que to­ mar una decision importante, ten­ ga en cuenta que Ie compensani cuestionarse sus propias suposi­ ciones. Veamos como.

(D) En un enfrentamiento con el campeon del mundo, un joven maestro americano (con las pie­ zas negras) utilizo el peon de ven­ taja de manera brill ante.

8 7 6 5 4 3 2

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Alexander Alekhine ­ Isaac Kashdan Bled. 1 93 1 Juegan las negras

2 �xh5 �d4+ Ahora Alekhine ve que, tras 3 �g2, su rival puede cambiar da­ mas y ganar: 3 ... �d2+ 4 �gl �e3+ 5 �h2 �f2+ 6 �h1 �f1+ 7 �h2 �xh3+! 8 �xh3 gxh3 9 �xh3, Y ahora 9 ... �d5 10 �g4 �c4 1 1 �g5 �xb4 12 �f6 a5 1 3 �xf7 a4 14 g4 a3 15 g5 a2, y corona. La partida continuo:

3 �e2 �e4+ 4 �d1 �d3+ 5 �c1 �f1+ 6 �d2 �g2+ 7 �d1 �f1+ 8 �d2 gxh3 9 �c5+ �e6 10 �c8+ �f6 11 �e3 'iWe1+ U �f3 'iWe6 13 'iWc3+ �g6 14 g4

1 ... g4! ! Lo mas importante quedo al descubierto despues de ...

Kashdan puede apoyar su pe­ on pasado hasta su destino con cuidado, pero con juego simple:

LA REVISI6N

14 ... 'iVd5+ 15 'it>g3 'iVg2+ 16 'it>h4 h2, Y no hay j aque continuo (17 'iVd3+ 'it>g7 18 'iVc3+ f6! 19 'iVc7+ 'it>g6). Pero ahora sufre una decep­ cion. Cree que puede llegar al mismo final de reyes y peones que Ie habrfa dado la victoria en la va­ riante de 3 'it>e2 antes menciona­ da. Despues de todo, 14 ... 'iVf6+ elimina las damas del tablero y \leva su rey cerca del flanco de da­ rna, mientras que el rey blanco tendni que emplear tiempo en ga­ nar el peon de h antes de poder ir a por el peon de f. 14 15

'iVf6+? 'iVxf6+ 'it>xf6 •••

Lo que debio haber hecho en l a jugada 14a es visualizar la posi­ cion ante la que estamos ahora y preguntarse: " (,Gana mi peon de a la carrera contra su peon de

g? " .

La respuesta habrfa sido: "No, t e ngo dos tiempos menos que en 1 xtl iYd6 20 lDg5! (un movimiento que Korchn6i no vio 0 subestim6 por completo) �f8 21 iYa3. Cuan­ do cay6 su bandera, en la jugada 31, ya llevaba algun tiempo con una posici6n desesperada. Una conclusi6n evidente que podemos extraer de todo esto es que no resulta correcto emplear mucho tiempo de reflexi6n y reali­ zar despues malos movimientos. Pero tambien puede ser perjudi­ cial gastar demasiado tiempo en los mejores movimientos. Aqui te­ nemos una partida que ejemplifica esto, Lubomir Kavalek - Bela Toth, Haifa (Israel), en el ano 1976. Los jugadores siguieron los mismos movimientos de la parti­ da Karpov-Korchn6i, hasta que las blancas se desviaron con 9 c4 lDf6 10 cxd5 iYxd5!? 11 lDc3 .i.xf3 12 lDxd5 .i.xd1. •••

(D) Ahora Kavalek comenz6 una larga reflexi6n. Vio rapidamente

EL CALCULADOR PRAcTICO

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que habia s6lo dos movimientos candid at os serios para conside­ rar: 13 tDxe7 y 13 tDxc7+. El unico movimiento, ademas de estos, pa­ ra evitar perder una pieza, 13 tDxf6+, deja a las negras con un pe6n mas tras 13 ... gxf6 14 ':xd1 tDxd4 15 �c4 tDe6 0 15 �e4 O-O-O! Kavalek primero medit6 so­ bre la natural 13 tDxe7 tDxe7 14 :txd1, y lleg6 a la conclusi6n de que tras 14 . . . tDfd5 15 �c4 tenia una pequefia ventaja gracias a su pareja de alfiles. Pensando un po­ co mas, no pudo descubrir un plan claro para seguir tras 15 �c4. Asi pues, volvi6 a su segun­ do movimiento candidato. Des­ crib amos sus pensamientos: 13

tDxc7+! �d7 14 .li.f4 Para decidir su decimotercer movimiento, Kavalek necesit6 analizar 14 . . . tDh5 con detalle, porq ue si retiraba el alfil enton­ res se quedaba con menos mate-

227

rial. Anticipandose a 14 .. , tDh5, examin6 los movimientos candi­ datos 15 d5 y 15 .li.f5+. Rech�z6 el primero debido a 15 ... tDd4 16 .li.e5, y despues 16 ... .li.c2 ! , que salva el alfil. Pero via que 15 .li.f5+ \itJd8 16 �e5 era bueno (16 ... f6 17 tDxa8 fxe5 18 l:1axd1 exd4 19 .li.e4 .li.f6, y ahora 20 b4! ) . E ste fue uno de los muchos factores que influyeron en su decisi6n de j ugar 13 tDxc7 +.

14 ... � g4 15 d5 tDd4 16 tDxa8 l:1xa8 Kavalek tambien emple6 algo de tiempo, en la posici6n del dia­ grama, en considerar 10 que ocu­ rrrna si las negras movieran 16 . . . �d6 ! ? Lleg6 a l a conclusi6n de que podia sacar ventaja con 17 iLe3 ! J..f5 18 iLf1 , y despues 18 , . . tDc2 1 9 i.b5+ y �xa7+, devol­ viendo la calidad, pero conser­ vando una pequefia ventaja ma­ terial.

17 � e5 �f5 18 iLfl! Cuando encontr6 este bonito movimiento en su analisis de la jugada 1311, Kavalek confiaba en obtener ventaja (18 ... �c5 19 l:1ad1 tDc2 20 J.. b 5+ �e7 21 d6+ Wf8 22 l:1e2, por ejemplo). Las negras j ugaron 18 ... tDc2, y se elimin6 mas material del ta-

228

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

blero: 19 i.b5+ �d8 20 d6 liJxe1 21 lhel! i.e6 (21 ... i.f8?? 22 i.xf6+ y 23 :e8 mate) 22 dxe7+ Wxe7 23 i.d4.

dones finales fue desastrosa. Pronto se encontr6 con fuertes apuros de tiempo, comenz6 a rea­ lizar movimientos de segunda ca­ tegorfa y pronto perdi6 el con­ trol: 23 b6 24 a4 g6 25 as bxa5 26 �a1 a6 27 i.e2 :d8 28 i.c3 liJd5 29 i.d4 liJb4 30 i.cS+ We8 31 i.d1 l::td2! 32 i.a4+ i.d7 33 .:I.e1 + 'iitd8 34 i.b6+ �c8 35 lIc1 + 'iitb7 36 i.xd7 �xb6! •••

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E sta es una de las muchas po­ siciones finales que Kavalek exa­ min6 en la jugada 1311• Otras po­ siciones finales que visualiz6 mentalmente eran de, por 10 me­ nos, diez jugadas por delante. Las blancas tienen la parej a de alfiles, y debido a eso los peones negros del flanco de dama senin debiles durante alg11n tiempo. Pero aqui no termina la histo­ ria. Kavalek emple6 noventa mi­ nutos de su tiempo en calcular es­ tas liosas tres ramas del arbol de variantes y elegir su decimotercer movimiento. Se sinti6 cansado pero segura de que sus analisis eran absolutamente correctos cuando eligi6 13 ttJxc7+. Y tenfa raz6n en sus analisis. Sin embargo, la decisi6n de llegar en el calculo hasta las posi-

Las blancas abandonaron en la jugada 52l1. l, Que deberfa haber hecho Kavalek en la j ugada 13l1? Un calculador practico habrfa visto rapidamente que ni 13 liJxc7+ ni 13 liJxe7 lleva a una ventaj a de­ dsiva. Asf pues, tendrfa que ele­ gir entre dos movimientos que conducen, como mucho, a una li­ gera ventaja. Darse cuenta de es­ to Ie habrfa ayudado a ahorrar tiempo. Comenzarfa a analizar la va­ riante mas tranquil a y sencilla. Una vez que hubiera llegado a la conclusi6n de que 13 liJxe7 lleva a una pequefia pero segura ven­ taj a, sabrfa que, sin importar 10 que pudiera encontrar en 13 liJxc7+, tendrfa disponible una retirada bastante aceptable. En ese momento se habrfa permitido una cantidad de tiempo razona­ ble para calcular 13 liJxc7+. Pero en cuanto viera que de­ bfa analizar 14 ... liJh5 y 16 ... i.d6 hasta llegar a un resultado claro,

EL CALCULADOR PRAcTiCO

tendria que tomar una decisi6n. En este momenta rechazaria 13 4Jxc7+, porque seria imposible llegar a ninguna conclusi6n segu­ ra. (Vimos esta clase de motiva­ ci6n en la partida de Aaron Nim­ zovich contra Tartakower, en el capitulo seis.) 0, como solfa hacer Mij afl Tal, captaria 10 esencial de las distintas posibilidades y juga­ ria 13 4Jxc7 +, arriesgandose en la medida en que su intuici6n Ie permitiera descubrir recursos en las ultimas ramas del arbol de va­ riantes. " jDemasiado tiempo derro­ chado ! " , comentaba en cierta ocasi6n Nimzovich tras gastar veinticinco minutos en calcular una subvariante que nunca se efectu6. "La partida de ajedrez es una lucha, no un ejercicio mate­ matico", decfa. Y el hecho de que tengamos que controlar nuestros deseos de calcular no significa que no poda­ mos ganar una partida de forma brillante.

Laszlo Szabo - Eero Book Salysjobaden (Suecia), 1 948 1 4Jf3 d5 2 g3 4Jf6 3 i.g2 e6 4 0-0 !i.e7 5 c4 0-0 6 d4 c6 7 4Jc3 b6? 8 4J e5 .Jia6 9 cxd5 cxd5 10

.ir4 ltJfd7? Szabo tenia buenas razones para creer que su rival se habia clj uivocado por 10 menos una

229

vez, y esto Ie anim6 a considerar un sacrificio en 'dS'. Vio que 1 1 ltJxdS exdS requeria una conti­ nuaci6n mejor que 12 i.xdS 4JxeS. Asi pues, busc6 y encontr6 12 4Jxf7 ! ? ':xf7 13 i.xdS, tras 10 cual 13 ... 4Jc6 14 .txc6 parece bueno. Pero entonces via que te­ nia que revisar con cuidado 14 ... ':xf4 y 14 . . . 4Jf6 IS i.xa8 iYxa8. (l.Son correctas las evaluaciones? l.Son verdaderas posiciones fina­ les? l.Hay movimientos interme­ dios?) Szabo lleg6 a la conclusi6n de que Ie llevaria demasiado tiempo de calculo poder estar segura de todo. En su lugar, j ug6 la rutinaria 11 ':c1, pero esto no Ie impidi6 contar con la oportunidad de rea­ lizar una partida brillante. De hecho, gan6 con una com­ binaci6n mas bella: 11 4Jxe5 12 .txe5 b5 13 e4! b4 14 4Je2 'iVa5 15 exd5 exd5 16 12Jf4! ..txfl. Aqui re­ chaz6 las dos posibles capturas en 'dS ' en favor de 17 iYg4 g6 18 .txd5 y, con la amenaza de 19 4Jxg6 hxg6 20 'iYxg6 mate, gan6 en pocas jugadas. 000

El calculador practico sabe que, una vez que surge una idea en una partida, especialmente cuando el centro esta bloqueado, es probable que este disponible durante varias jugadas. No nece­ sita meterse de lleno en complica­ ciones utilizando la idea en cuan­ to la ve.

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

230

As! pues, elige la opci6n mas practica. La idea 1 tLlh7 no se lle­ va a cabo.

B 7 6 5

l lIbfS 2 "ife3 "ifd8 3 tLlh7! ...

4 3 2

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Nigel Short Liubomir Liuboievic Amsterdam (Pa ises bajos), 1 991 Juegan las blancas

Despues de varios movimien­ tos de preparaci6n en flancos opuestos, en este momenta los dos jugadores han visto la misma idea: la posibilidad de una ruptu­ ra de las blancas en la columna h con 1 tLlh7 ! ? , que amenaza tLlf6 y �h6+. Short examin6 la posibilidad de mover inmediatamente 1 tLlh7, con la continuaci6n 1 ... l:hh7 2 lIxh7+ 'it>xh7 3 lIhl+ 'it>g8 4 �g5. Esto parecfa fuerte; s6lo 4 ... f6 ofrecfa esperanzas de defensa. Ademas, vio que 5 exf6 �f8, y ahora 6 "ife3, seguido de lIh4 y "ifh3 parecfa bastante peligroso. Pero tambien se dio cuenta de que tras 6 ... lIb7 ! el sacrificio que comenz6 con 1 tLlh7 dejaba de es­ tar claro.

1 �f4!?

Ahara es el momento de apre­ tar el gatillo. Las negras amenaza­ ban consolidar su flanco de rey con 3 ... lIxhl 4 lIxhl lIh8. 3 lIxh7 4 lIxh7+ 'it>xh7 5 lIhl + 'it> g8 6 "ifh3 �h4 7 �h6! •••

Mejor que 7 g5 �g7 ! , y las ne­ gras se defienden con 8 ... lIh8. La jugada del texto amenaza 8 f4 y 9 �g5, y despues de 7 g5 8 f4 las blancas pronto tuvieron posici6n ganadara. •••

CUANDO DEBEMOS CALCULAR

Hay, par supuesto, ocasiones en que debemos calcular: cuando el precio que podemos pagar por no examinar variantes detallada­ mente es demasiado alto. El tru­ co consiste en reconocer estas ocasiones. La regIa mas simple parece evidente. Debemos calcular cuan­ do sospechemos que hay disponi-

EL CALCULADOR PRAcnco

ble un movimiento que fuerza un resultado concreto. (En contraste con la s6lida pero relativamente pequefia ventaja que las blancas obtuvieron en la partida Kavalek - Toth.) Debemos revisar todo bien cuando estas oportunidades con­ cretas surgen, porque puede que no exista una segunda oportuni­ dad. Naturalmente, hay tres tipos de resultados concretos: la victo­ ria, las tablas y la derrota. Las ocasiones en que deberiamos cal­ cular con mas placer son aquellas en que podemos conseguir la vic­ toria. 8 7 6 5 4 3 2

a

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g

h

Alexei Shirov Kiri l Gueorguiev Man i la (Fil i pinas), 1 992 Juegan las blancas

Shfrov tiene mas material, su

rey csta mas seguro, y decide aho­ ra ir a por todas. Su ultimo movi­ m i c n to fue ifb4, y no es dificil ver

231

que 1 �f8 conlleva numerosas amenazas y que tiene toda la apa­ riencia de ser un movimiento ga­ nador.

1 'iff8?? l1xe5! Si hubiera sido tan bueno co­ mo parece, la partida habria ter­ minado en pocas jugadas. Cuando se encuentre usted con un movi­ miento as! de fuerte, debe tomar las precauciones naturales y em­ plear unos minutos mas para es­ tar seguro. Evite calcular dema­ siado cuando no es totalmente necesario, porque s6lo Ie servira para sufrir problemas con el reloj. Si 1 'iff8 hubiera sido realmente un movimiento ganador, no ha­ bria habido apuros de tiempo en la partida. A consecuencia de esto, las blancas, ya con poco tiempo dis­ ponible, fallaron de nuevo (3 'iit>h l habria sido tablas) y perdieron con:

2 dxe5 'ifd4+ 3 'iit>h2?? 'ifxe5 4 g3 'iHb2+ 5 'iit>gl Las blancas abandonan La misma regIa es aplicable a las posiciones que pueden ser ta­ bIas, como cuando nuestro rival nos las ofrece, 0 cuando podemos dar j aque continuo 0 cambiar da­ mas y llegar a un final de tablas

232

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

muertas. Al ver que podemos for­ zar el empate, es el momento oportuno para tomarnos todo el tiempo que necesitemos para re­ Visar.

i,es realmente una responsabili­ dad? Yusupov ve que 6 'it>e2 pnic­ ticamente fuerza 6 ... 'ife4+, con tablas casi seguras por repeticion.

6 'it>e1??

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Artur Yusupov Liubomir Liuboievic Bugoino (Bosnia Herzegovina), 1 986 Juegan las negras

1 ... g4! 2 �xg4 'ifh1+ 3 ttJg1 'ifg2+ 4 'it>e2 'ife4+ Aquf Yusupov ve que su rey no puede escapar con 5 'it>d2, de­ bido a 5 ... �g5+ 6 f4 'ife3+ 7 'it>c2 �e4+. Por tanto ...

5 'it>f1 'ifg2+ Si Liuboievic tuviera alguna esperanza de ganar, habrfa jugado 5 ... 'ifxg4. Ahora la responsabili­ dad recae sobre las blancas. Pero,

Una decision muy poco pnicti­ ca. Las blancas solo disponfan de dos minutos para efectuar mas de diez movimientos y cumplir el control, y esta no es precisamente la c1ase de posicion que nadie de­ searfa jugar con tan poco tiempo. En este caso, si no podemos cal­ cular con precision y asf encon­ trar algo mejor que unas tablas, debemos jugar 6 'it>e2.

6 ... 'ifxg1+ 7 'it>e2 d3+! Esto es seguramente 10 que las blancas pasaron por alto (creyen­ do que las negras moverfan 7 ... 'ifg2? 8 :'xd4 ! ) . La partida termi­ no con 8 'it>xd3 'ifxf2 9 :'c7 'ifxb2 10 :'d2 'ifb6 11 :'xb7 'ifxb7 12 'ifb4 'ifc6 13 'it>e2 �c3 y las blan­ cas abandonaron. Por supuesto, hay un tercer re­ sultado posible en una partida: una derrota. Cuando veamos que nuestra mana esta a punto de ha­ cer un movimiento que sabemos que va a hacernos perder, debe­ mos bus car alternativas. Quiza pensemos que nadie ha­ ce movimientos si esta segura de

EL CALCULADOR PRAcTiCO

que conducen a la derrota. Sin embargo, los jugadores expertos aseguran que tal cos a sucede, y de hecho nos dinin que a ellos les ha ocurrido. 8 7 6 5 4 3 2

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M ijail Suba Stuart Conquest Londres (lnglaterra), 1 991 Juegan las blancas

Con apuros de tiempo para los

233

Ahora que ha pasado el con­ trol de tiempo, Conquest tiene la primera oportunidad, en varias jugadas, de ver hasta que punto su posici6n esta perdida. No obs­ tante, debi6 haber sido evidente, en el momenta que refleja el dia­ grama, que 1 . . . �xd4?? era un movimiento perdedor. En situa­ ciones como esta el calculador practico debe buscar una alterna­ tiva. Si no existe -y perdemos por tiempo-, entonces no supondra ningun esfuerzo por nuestra par­ te. Pero si existe una defensa (co­ mo 1 ... �f8 ! 2 �h8+ �e7 3 �f6+ �f8 en este caso), entonces nues­ tra busqueda habra obtenido re­ compensa. De hecho, si entonces las blancas hubieran repetido po­ siciones (4 �h8+), las negras ha­ brian tenido buenas razones para jugar a ganar (4 ... �e7 5 �f6+ �d7 ! ?).

dos jugadores, las blancas encon­

t raron:

1 �d4 Y las negras, paralizadas, con­ Il:staron: 1 2

�xd4?? l:.xd4 l:.c3+ 3 �g2 .l:.d3 4 l:.c4 e3 5 l:.lxc2 Abandonan ••.

FANTASEANDO

Los ultimos tres ejemplos pre­ sentan situaciones extremas, si bien bastante frecuentes. Ocurren en casi todas las partidas: vern os un movimiento aparentemente decisivo y no tenemos tiempo pa­ ra decidir si hacerlo 0 no. Comparemos eso con 10 que viene a continuaci6n.

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

234

2 000 :xg2+!

8

Y Benko, habiendo efectuado 10 que llamo "mi tradicional des­ cuido de t�rre", abandono.

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Pal Benko Juan Pedro Dominguez Las Palmas de Gran Canaria (Espana), 1 972 Juegan las blancas

Benko tiene un peon de ven­ taja y puede ganar la calidad con 1 �xf3. No estaba en apuros de tiempo. Sin embargo, comienza a preocuparse por 10 diffcil que se­ ni ganar el final despues de 1 .txf3 :xf3 (2 g2 lXxd3 3 a4? �a3 0 3 �al ':c3). As! pues, busca algo mejor. Y encuentra:

1 ktb7+?? 'i\?xb7 2 lXe2 Muy listo. Ahora 2 ... ':xe2 3 �xf3+ conduce a un final de alfil contra caballo ganado para las blancas, porque las negras estan obligadas a emplear una de sus piezas en detener el peon de a. En lugar de esto, las negras en­ cuentran:

Podemos comprender el error de las blancas. Existe un des eo natural y muy humane de jugar buenas partidas con movimientos brillantes 0 acciones dramaticas. Pero es mejor asegurarse el pun­ to completo calculando de mane­ ra precisa.

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Artur Yusupov Liubomir Liuboievic Linares (Espana), 1 990 Juegan las blancas

Esta posicion es el resultado de una bonita combinacion que comenzo cuatro jugadas atras, cuando las blancas ofrecieron un caballo en 'e6' a cambio de un pe­ on. Ahora las blancas continua­ ron:

EL CALCULADOR PRAcflCO

235

1 liJf3 Un sencillo movimiento que no merece comentarios y que lle­ va a otros movimientos sencillos, y a la victoria, en menos de diez jugadas: 1 ... .i.xc5 2 liJh5 .i.xf3 3 exf3 'iWc6 4 �g2 ii.xf2 5 'iVb2!. Pero Yusupov admitio des­ pues que tuvo la tentacion de ter­ minar la partida al estilo que ha­ bia mostrado antes, con 1 liJge6. Sin embargo, tras examinar 1 ... fxe6 2 'iWxe6+ 'It>h8 3 'ilfxf6+ �g8 ! no vio nada para las blancas. En lugar de buscar una continuacion combinatoria, Yusupov opto por la menos bonita -y, como el mis­ mo afirmo, "definitivamente mas sensata" - retirada del caballo. CU IDADO CON LOS MOVIMIENTOS FAcl LES DE ENTENDER

Cuando empezabamos a jugar al ajedrez aprendimos que tene­ mos que adivinar el proposito del ultimo movimiento de nuestro adversario. lAmenaza algo? lSe ha anticipado a una amenaza nuestra?

(D) Todavia realizamos esta tarea

- a l menos eso deberfamos-, si

hien ahora es tan rutinaria que

puede que no 10 hagamos cons­

dcntemente.

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Viswanathan

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Anand - Jan

Timman Linares

(Espana). 1 991

Juegan las blancas

Aqui, despues de una apertu­ ra con bastante lucha, la posi­ cion se ha ac1arado un poco y los dos bandos tienen buenas po­ sibilidades practicas. Anand ju­ go:

1 'iVc3 Con tiempo de sobra en su re­ loj y varios movimientos candida­ tos razonables (1 ... 'iWd8, 1 'iWh8) , Timman contesto:

1 ... 'iWd7?? Lo cual le costo la partida. No habfa cumplido la elemental ta­ rea de principiante de preguntar­ se cual era el proposito del ultimo movimiento del rival. Si 10 hubie­ ra hecho, habrfa visto inmedia­ tamente:

236

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

2 tbxf4 3 ktcS+!

2 .i.xf4+ Abandonan

•••

A veces un movimiento de nuestro adversario puede ser tan sutil que no parece digno de con­ sideraci6n.

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Eugueni Vasiukov Petar Popovic Vrsac (Yugoslavia), 1 989 J uegan las blancas

Esta fue la segunda cosa que Popovic no vio. Despues de 3 i.eS 4 'ii'xd7 :Xd7 5 .l:beS+ aban­ don6, puesto que queda con una pieza menos. •••

Nos engafiamos a nosotros mismos cuando cometemos un error al querer adivinar el prop6sito del ultimo movimiento de nuestro adversario. Creemos que contiene las amenazas estrategi­ cas A y B, cuando en realidad la principal amenaza, C, es un mate en una jugada. "Deberiamos tener mucho cuidado con los movimientos fa­ ciles de entender", avisaba Ri­ chard Reti.

l �g1! Parece que Popovic, err6nea­ mente, interpret6 esto como un movimiento de perdida de tiem­ po. En realidad, el deberia perder un tiempo ahora con algo como 1 . . . 1:1a7, manteniendo el control de la segunda fila.

1 tbe6? 2 'ii'xfS ...

Si el rey blanco estuviera a11n en 'g2', Popovic podria responder 2 . . . tbxf4 (con jaque) 3 'iVxf4 i.xhS.

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Euguen i Bareiev Anatoli Karpov Tilburgo (Paises Bajos), 1 991 Juegan las negras

EL CALCULADOR PRAcnco

237

Es evidente que las piezas blancas son mas activas. Karpov eligio:

1 ... lbxc3 Bareiev pudo pensar: "Este movimiento tiene sentido. Segu­ ramente teme 2 g5, Y si hace 2 ... lbxc3 yo tengo 3 gxf6 lbxdl 4 fxe7, y gano material. Captura en 'c3' para ganar tiempo, por ejem­ plo con 2 "iYxc3 lbe4. Por tanto, hare algo diferente, como 2 l:.xc3, y si 2 ... lbe4, entonces 3 l:.c2, y despues puedo doblar torres". Todo muy logico. Sin embargo:

2 ':xc3? eS! El objetivo del primer movi­ miento de Karpov no era tan ob­ vio. Ahora gana una pieza gracias al doble del peon en 'e4'. La cla­ vada 3 "iYe3 exf4 4 "iYxe7 fracasa por 4 ... l:.d7 ! , que atrapa la dama. Y 3 gS lbbS 4 �c1 e4, como conti­ nuo la partida, no sirvio de nada. Y tambien deberiamos tener

cuidado con los movimientos cla­ ramente malos.

(D) 1

...

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Julius Fridjonsson Roderick McKay Estocolmo (Suecia), 1 969 Juegan las negras

torre que puede ir a una casilla util, 'd2', y las blancas podran do­ blar torres despues. No obstante, Fridjonsson deberia saber que en un campeonato del mundo juve­ nil -10 que era este torneo- no hay principiantes.

2 .l:td.2?? .tgS! Abandonan Evidentemente, Fridjonsson confio tan poco en el nivel de su rival que supuso que podria jugar un movimiento con tan mal as­ pecto como 1 ... .tc2. El extremo contrario de este tipo de error es. .. CREER EN EL ADVERSARIO

.te2

Esta es la clase de movimien­

tos de perdida de tiempo que ha­

cen los principiantes. Ataca una

Los ajedrecistas deben creer en el ajedrez. Deben creer en sus propios ca1culos. Korchnoi dijo en cierta ocasion que otro veterano

238

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

gran maestro, Yefim Gueler, era un buen atacante "pero ca1cula variantes mal". Gueler, decfa, "gasta mucho tiempo, y a menu­ do no cree en sf mismo". Todos conocemos jugadores como Gueler. Revisan y revisan sus variantes, y luego juegan algo completamente distinto porque no creen en sus propios amHisis. En el ajedrez de competicion hay otra cuestion: l,debemos confiar en nuestro adversario? Este asunto fue ampliamente debatido tras una partida del En­ cuentro de Candidatos de 1965 entre Mijafl Tal y Bent Larsen. Con empate en el marcador, la partida comenzo 1 e4 liJf6 2 e5 liJd5 3 d4 d6 4 liJf3 dxe5 5 liJxe5, y entonces el danes juga 5 liJd7!? Esto parecfa ser un nuevo mo­ vimiento, y 10 suficientemente ex­ trafio como para intrigar a Tal. Su instinto Ie condujo inmediata­ mente a una idea t:ktica. Mas tar­ de escribio que si hubiera estado en una exhibicion de simultaneas, habrfa jugado 6 liJxf7 c3;;xf7 7 �h5+, tras 10 cual el rey negro debe salir a un peligroso centro para proteger el caballo. Pero entonces Tal comenzo a preguntarse por que un rival tan fuerte como Larsen, en una aper­ tura que evidentemente habfa preparado, permitirfa una idea tan peligrosa. En este momenta su intuicion natural (" j El sacrifi­ cio debe ser bueno ! ") estaba lu•••

chando con esta duda ("No pue­ de haber pas ado por alto esto, (, verdad?"). Tal decidio resolver el asunto ca1culando todo hasta llegar al mate, si fuera posible. Tras emple­ ar cincuenta minutos llego a la conclusion de que era imposible y juga 6 .tc4, despues de 10 cua1 6 e6 llevo a una partida equilibra­ da, con oportunidades para am­ bos bandos, y finalmente a unas tablas. La decision de Tal origino afios de conjeturas por parte de los comentaristas, quienes inten­ taron demostrar que el sacrificio Ie habrfa dado la victoria y que habfa sido vfctima de un truco psicologico: creyo en su adversa­ rio, mientras que este solo estaba tirandose un farol. Aquf tenemos la otra cara de la moneda. ...

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Anatoli Karpov Boris Spasski Encuentro de Candidatos, 1 974 J uegan las negras

EL CALCULADOR PRAcflCO

En esta dificil posicion, las ne­ gras probaron:

1

•••

lDfS!

A once jugadas del control de tiempo, Karpov examino 2 exf5 y vio que la respuesta mas proba­ ble era 2 . . e4. l,Era un buen sa­ crificio? Karpov tomo el camino pnktico: podia ser bueno 0 no serio, pero con el tiempo de re­ flexion que Ie quedaba seria di­ ticil, si no imposible, llegar a una conclusion definitiva. Tam­ poco necesitaba estar totalmen­ te seguro -probablemente razo­ no asi-, porque contaba con una alternativa perfectamente bue­ na que Ie daria una clara vent a­ j a . Puesto que con 2 exf5 e4 no puede preyer un resultado con­ creto, el pragmatico Karpov contesto:

239

En esto consiste el dilema de creer 0 no creer en nuestro ad­ versario: si queremos conte star al desatio que nos lanza, es mejor que ca1culemos todo a la perfec­ cion. Si creemos en el, es mejor que nuestra alternativa sea bue­ na.

.

2 ..txgS! Jugo este movimiento tras so­ lo cuatro minutos de reflexion. Ahora 2 . ..th6 se top a con 3 exf5 ..txg5 4 lDe4, con enorme ventaj a.

8 7 6 5 4 3 2

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Gari Kasparov - Bent Larsen Bugoino (Yugoslavia), 1 982 Juegan las blancas

Esta posicion muestra los peli­ gros que implica contestar al de­ safio del adversario:

1 1:!c6!

..

2 lDd4 3 bxc5 lDxc5 4 .l:!:b6 •••

Y las blancas ganaron sin te­ ner

que arriesgarse.

Un movimiento esplendido por razones psicologicas. Conlle­ va la amenaza de ganar un peon (2 ..txa6), y tambien la pequefia amenaza estrategica 2 Jt.g4 lDxg4 3 I:txc8+ y 4 hxg4, para pasar a un final con mejores piezas menores. Pero el efecto mas importante de 1 l:.c6 consiste en obligar a

240

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

Larsen, un jugador conocido por su obstinacion, a utilizar veinte de los veinticinco minutos que Ie quedaban en el reloj . En lugar de retirar tranquilamente el caballo a 'cT 0 'b8' juega:

1 bxc6? 2 dxc6+ �f7 3 J.. c4 •••

Larsen se esperaba todo esto. Ahora los dos jugadores llevan sus calculos al tablero:

3 d5 4 tDxd5 'it>h8 5 tDb6! �c7 6 tDxc8 �xc8 •••

Larsen habfa visto hasta aquf, y supuso que la partida continua­ rfa 7 J..xa6 �xa6.

7 b5! ct:Jc5 8 �a3 EI caballo debe mover y el pe­ on de c blanco avanzara: 8 ... �f8 9 c7 ct:Jfd7 10 .te6, 0 8 ... ct:Jce4 9 �e7 ct:Jxg3, y ahora 10 fxg3, ga­ nando en cualquier caso. La parti­ da fue un poco mas corta de 10 previs to porque pronto cayo la bandera de las negras.

A veces, cuando estamos cerca del control de tiempo, hay que to­ mar decisiones tan importantes como 1 ... bxc6 de las negras en el

ejemplo anterior. Una de las trampas psicologieas que pode­ mos hacernos a nosotros mismos es decir: "Bien, ya he gastado quince minutos en esto y no he llegado a ninguna conclusion fir­ me. Pero si rehuso el sacrificio, entonces l,como justifieo esos quince minutos?". La misma trampa suele ocu­ rrir cuando el rival nos ofrece ta­ bIas en apuros de tiempo y, tras larga reflexion, nos sentimos obli­ gados a aceptar porque hemos empleado tanto tiempo que con­ tinuar la partida serfa demasiado arriesgado. Por otro lado, pode­ mos calcular mucho y rechazar arriesgarnos, y aun asf realizar un movimiento perdedor.

Serguei Dolmatov Jonathan Speelman Hastings (lnglaterra), 1 989-90

1 e4 c6 2 d4 d5 3 exd5 cxd5 4 c4 ct:Jf6 5 ct:Jc3 e6 6 ct:Jf3 .i.b4 7 .i.d3 dxc4 8 J..xc4 0-0 9 0--0 ct:Jbd7 10 J.. g5 .i.xc3 11 bxc3 �c7 12 .td3 �xc3 13 ':el �a5 14 ct:Je5 ct:Jxe5 15 ':c5 �a3 16 dxe5! �xc5 17 J..xf6 (D) Speelman tiene suficiente ma­ terial de ventaja -y tambien bas­ tantes peligros en su flanco de rey- como para creer que su si-

EL CALCULADOR PRAcflCO

a

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guiente movimiento decidinl si la partida termina con una victoria, en tablas 0 con una derrota. Tam­ bien debe afrontar la amenaza in­ mediata 18 .txh7+ Wxh7 19 'ifhS+ Wg8 20 'ifgS g6 21 'ifh6 y mate. Tras meditar bastante, decide liberar una casilla para que su da­ rna defienda 'g7'.

241

taba el sacrificio, el continuaria 18 'ifg4+ �h8 19 'iYh4 ! fS 20 'iYf6+ 'i£tg8, y despues tablas por jaque continuo en 'gS ' y 'f6'. Speelman, en los ca1culos rea­ lizados a partir de la posici6n del diagrama, vio la posibilidad de unas tablas, pero tambien intuy6 que su situaci6n tras 20 ... Wg8 era demasiado pasiva. Pensaba que, si su rival pudiera mejorar en su favor la secuencia en la jugada 21., seguramente ganaria: por ejemplo, la idea 21 .l:.e1 , y despues 22 :e3 y 23 l:rg3+. En realidad, la posici6n de las negras es bastante segura si de­ vuelven material con 21 ... b6 22 .l:.e3 'iixe3 ! 23 fxe3 .tb7, puesto que las blancas no tienen forma de afiadir combustible a su ata­ que. 18 i.xh7+!

Speelman cometi6 dos errores aquf. El primero es pensar que el al­ fil no se puede capturar. La va­ riante normal es 17 ... gxf6 18 1Vg4+ 'i£th8 1 9 exf6? !;Ig8 20 'iih4. Mientras Speelman pensaba su decimoseptimo movimiento, Dol­ matov revis6 la secuencia que pre­ tcndia jugar (20 ... :tg6 21 i.xg6 fxg6 22 'iYh6), y de repente se dio cuenta de que, con 20 ... hS! , su ri­ val podia mejorarla sustancial­ mente, y probablemente ganar. Dolmatov, de hecho, habia de­ cidido que, si su adversario acep-

En esto consistia el otro error cometido por las negras. El ata­ que es ahora mucho mas fuerte (18 ... Wf8 19 'iig4 gxf6 20 exf6 y mate). 18 'i£txh7 19 'iVhS+ •••

Este movimiento result6 lo su­ ficientemente bueno para ganar despues de 19 �g8 20 'iVgS 'it'f8 21 .l:.d1 b6 22 :d4 i.a6 23 l:Ig4, Y las negras consiguieron seguir ju­ gando con 23 i.e2! 24 .txg7 •••

•••

242

LA ESENCIA DEL JUEGO DEL AJEDREZ

i.xg4 25 i.xf8+ 'it>xf8. Las negras abandonaron en la jugada 6Sa• No obstante, las blancas no aplicaron la Ley de Lasker. Con 19 'iVd3+! 'it'gS 20 'i¥g3 'i¥fS (no 20 . . . g6 21 'i¥h3 y mate) 21 1::t d 1 tenemos el mismo tipo de posi­ ci6n que en la partida, pero un poco mej or despues de 21 . . . b6 22 1::t d4 i.a6 23 1::t g4 y 1::t xg7 + (0 23 . . . g6 24 1::txg6+) , con mate a continuaci6n. RESUMIENDO

Como hemos visto, una parti­ da de ajedrez puede estropearse de muchas maneras, pero tam­ bien puede ir bien de otras mu­ chas formas. Existen, de hecho, muchos metodos distintos -igual­ mente buenos- para calcular. Algunos calculadores conside­ ran una amplia variedad de movi­ mientos candidatos, mientras que otros examinan intuitivamente

s6lo uno, y normalmente termi­ nan jugandolo. Algunos sacrifican s6lo despues de examinar arboles de diez jugadas con muchas ra­ mas, mientras que otros desarro­ Han una intuici6n que les permite confiar en el exito de un sacrificio despues de considerar s6lo unas pocas variantes. Algunos intentan Hegar a una valoraci6n clara de todas las variantes, mientras que otros evitan busquedas largas y perfeccionistas, as! como revisio­ nes de variantes, y afirman que los movimientos de segunda cate­ goda que captamos rapidamente son mas practicos que los movi­ mientos perfectos que requieren demasiado tiempo. El objetivo de todo calculador debeda ser este: encontrar el me­ todo mas c6modo para el, y el que Ie aporte mas exitos. El calcu10 debeda ser la Have que da ac­ ceso al interior del juego del aje­ drez, y esa Have es distinta para cada persona.
La Esencia del Juego del Ajedrez - Soltis

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