El viaje de los reyes magos

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Pilar López-Quesada

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EL VIAJE DE LOS REYES MAGOS

EDITORIAL CCS

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Segunda edición: septiembre 2011. Página web de Editorial CCS: www.editorialccs.com © Pilar López-Quesada © 2001. EDITORIAL CCS, Alcalá, 166 / 28028 MADRID Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra sólo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra. Diseño de portada: Olga R. Gambarte Composición Digital: Publicón (grupo Ulzama) ISBN (epub): 978-84-9023-623-9

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INTRODUCCIÓN Me pides que te cuente el argumento de este pequeño libro. Antes te diré que sin la ayuda de mis hijos no podría contarte nada, ya que ellos me ayudaron a escribirlo para ti. Es otra vez de teatro, teatro para niños. Son obras muy divertidas, fáciles de hacer por los niños y que a lo largo de estos años he podido comprobar que les encanta representar, debido a que todos los personajes que aparecen son muy conocidos y queridos por los pequeños (y por los no tan pequeños). Estos personajes tan populares son los Reyes Magos, la Virgen María, san José, los ángeles... Representar estas obras es hacer camino para celebrar de otra manera la Navidad. Este pequeño libro os ayudará a buscar otro camino a Belén. Para llegar a Belén hay que buscar un camino, y no lo podemos encontrar si sólo buscamos mimos. El camino está escondido, y no lo podemos encontrar, si no ayudo a mi hermano, y no le sé perdonar. Si vas por ese camino, y vas buscando la paz, y ayudo, escucho y perdono, ¡qué fácil es de encontrar! Pues ánimo, que es una gran manera de celebrar de otra forma la Navidad, y lo pasaréis todos fenomenal.

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NOTAS INTRODUCTORIAS 1. Observaciones pedagógicas Es importante que los niños aprendan a celebrar la Navidad de otra manera. El hecho de participar en un grupo que realiza «algo», y lo hacen ellos solos, les ayuda. Conocen su cuerpo a través de sus movimientos. Manifiestan sentimientos como alegría, miedo, llanto, etc. Aprenden actitudes positivas de la vida y también conductas adecuadas. Rompen su timidez y su sentido del ridículo, al poder ser espontáneos ante un grupo de personas.

• Se sienten orgullosos de sus personajes y de poderlo demostrar a la gente. • Favorece su lenguaje. • El desarrollo de la obra enseña al niño a trabajar en equipo, a tener una disciplina y a aprender que forma parte de un grupo que hace «algo», para llegar a «algo». Aprende que para realizar lo que está haciendo, no cuenta él sólo, sino todo el equipo.

• Vive mucho su personaje y se siente bien.

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2. Interpretación Estas obras están destinadas fundamentalmente a niños de 6 a 9 años, aunque también pueden servir para chicos más mayores. Se organizan de la siguiente manera:

• Elección de niños. • Puesta en escena. • Funciones del Director. Elección de niños Puesto que los actores son niños, se les debe de elegir antes de dar los papeles. Para ello se les dice que, a través de la mímica, deben expresar sentimientos como llorar, reír, tener miedo, alegrarse, etc., o situaciones como comer, andar, bailar... Se adaptarán los papeles a los niños, según los veamos más espabilados, tímidos, vergonzosos, etc. Se deberá leer el guión y adaptar los personajes. Puesta en escena (Los actores) Deben hablar despacio, alto y siempre de cara al público para que se les oiga. El papel que se les dé, no se podrá variar, ya que ellos no saben improvisar. Si decimos a un niño: «Mira esa estrella», y se lo cambiamos por «Mira cuántas estrellas», le confundiremos y no lo sabrá decir porque él se aprendió la primera frase. El Director tiene que leerles mucho la obra, para que se la aprendan y puedan seguirla. Siempre se ensaya donde luego se hará la función. Cambiar de escenario a los niños cuando se han acostumbrado a un sitio es una equivocación, ya que sacarlos de pronto a otro escenario hace que se pierdan, porque los niños no tienen sentido del espacio. Se les enseñará a cada uno la mímica y el movimiento correcto por el escenario, con objeto de que no se tapen unos a otros. El niño aprenderá que su entrada para hablar será la última palabra del compañero anterior. El Director La persona que va a dirigir la obra deberá tener muchísima paciencia, pues son niños pequeños. Nunca les chillará ni se enfadará, sino que les alabará siempre aunque se equivoquen, y 7

les dirá: «Lo has hecho fenomenal, pero puedes intentarlo un poco mejor». Siempre les dirigirá en positivo. Deberá saberse muy bien la obra y los papeles de todos los personajes, a fin de coordinarlos y unir unos papeles con otros; y no podrá equivocarse, pues los niños se despistarían y no le sabrían seguir. La expresión corporal será exagerada y rallando en lo cómico. Sus movimientos en el escenario serán lentos y precisos. Tendrá en cuenta todas las entradas y salidas del escenario, para coordinarlas. Los niños ensayarán los movimientos y gestos de la obra entera sin voz, con el fin de que ellos solos sepan luego hacerla sin el Director en el momento de la función.

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1. EL VIAJE DE LOS REYES MAGOS

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NOTAS INTRODUCTORIAS 1. Decorado Para la Primera Escena sirve el telón cerrado, con el escenario decorado con unos árboles o arbustos. Para la Segunda y la Tercera Escena se puede utilizar de fondo un papel continuo con unos cuadros y unas estanterías pintadas. En el escenario se colocan además una mesa y unas sillas de aspecto humilde.

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2. Disfraces El narrador es un duende que va vestido de verde con un gorro. La estrella va vestida de negro con una gran estrella hecha de cartulina plateada cogida al jersey. Los Reyes Magos, con túnicas, coronas y barbas. Los pajes irán vestidos del mismo color que el Rey Mago al que correspondan. La anciana llevará un traje negro, con un chal de punto, y tendrá el cabello blanco. El niño irá vestido de forma normal.

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PERSONAJES (Por orden de aparición) — Narrador — Estrella — Rey Melchor — Rey Gaspar — Rey Baltasar — Anciana — Pajes — Niño (Tomás)

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PRIMERA ESCENA (Sale al escenario un duende que es el presentador. ) NARRADOR: ¡Hola, Feliz Navidad! Os voy a contar una historia que pasó en este mismo bosque un día de Navidad como hoy. Hacía mucho frío, nevaba y estaba anocheciendo. Los tres Reyes Magos de Oriente, Melchor, Gaspar y Baltasar, iban hacia Belén tras una estrella luminosa que les alumbraba el camino. (Se va retirando el duende y sale al escenario por la otra esquina la estrella. Lleva una linterna en la mano.) ESTRELLA: ¡Qué desastre!, con lo oscura que está la noche los tres Reyes no ven la luz y seguro que se me han perdido. Tengo que encontrarlos, si no, no podrán llegar a Belén. (La estrella corre de un lugar a otro alumbrando por todos los sitios y sale del escenario. Aparecen los tres Reyes Magos con sus camellos y los pajes. Se bajan de los camellos y se sientan en el suelo ayudados por sus pajes. ) MELCHOR: ¡Qué cansado vengo, qué viaje tan largo! GASPAR: Yo no puedo dar un paso más, cómo me duele la espalda. BALTASAR: Dejad de quejaros, hemos perdido a la estrella que nos guía a Belén, está tan oscura la noche que se nos perdió. ¿Qué vamos a hacer ahora? MELCHOR: Pues lo más sensato es quedarse aquí a pasar la noche, a ver si de día la vemos. GASPAR: Creo que es una buena idea, prepararemos un buen fuego, eso nos calentará. ¿No os parece? (Los pajes preparan todo, piden permiso a los Reyes para buscar leña y salen del escenario. Oyen un ruido por una esquina y los tres Reyes miran a la vez: es una viejecita con una cesta en la mano. La anciana se asusta un poco cuando los ve.) ANCIANA: Buenas noches señores, siento mucho haberles asustado (les dice mientras se sienta un poco recostada en un árbol). Vengo muy cansada, mi casa está lejos de aquí. MELCHOR: No se preocupe buena mujer, no nos ha asustado usted. ¿Quiere acercarse al fuego? ¡Hace mucho frío! GASPAR: Buenas noches tenga usted. ¿Qué hace una anciana como usted aquí a estas horas? (pregunta mientras se acerca a ella y le ofrece un poco de agua fresca para que beba). ANCIANA: Es que mañana es Navidad, saben, y todos los años vienen a cantarme 13

a mi casa los niños un villancico, pero como no tengo dinero para darles, les hago una tarta de fresas del bosque que sólo se encuentran al anochecer. MELCHOR: ¿Viene desde tan lejos y con este frío a buscar fresas para esa tarta? (pregunta muy asombrado). GASPAR: ¿Cuándo hace la tarta, si mañana es Navidad? ANCIANA: Ahora mismo, en cuanto llegue a mi casa. Todavía tengo un buen rato aquí, necesito muchas fresas y no son fáciles de encontrar. BALTASAR: ¡Ah!, por eso no se preocupe. Mis pajes le ayudarán a buscar todas las que hagan falta. ¡Estaría bueno que no la ayudásemos para tan buena acción! (Los pajes entran en el escenario llevando la leña y hacen una gran hoguera. Los tres Reyes con la anciana se sientan y los pajes les ofrecen de comer a todos.) PAJE I: Tome, majestad, una taza de chocolate caliente. (Se la da a uno de los Reyes, pero el Rey se la ofrece a la anciana.) ANCIANA: Muchas gracias por todo, pero aún no sé quiénes son ustedes. ¿Se han perdido, verdad? GASPAR: ¡No sabe quiénes somos! ¡No nos conoce! ANCIANA: No, no sé quiénes son. Yo salgo muy poco y no conozco a casi nadie. Pero, ¿no pensarán pasar aquí la noche con este frío? Mi cabaña es muy pobre pero si enciendo la chimenea y les doy un tazón de sopa, pasarán mejor la noche y mañana seguirán su camino. GASPAR: Es usted muy amable. Nosotros venimos siguiendo a una gran estrella, pero la noche está tan oscura que no la encontramos, y tenemos que seguir buscando. BALTASAR: Sí, es buena idea. Iremos a su casa a pasar la noche, los pajes llevarán la leña y buscarán todas las fresas que le hagan falta. (Se levantan todos y se ponen en camino hacia la cabaña. Salen del escenario. Entra una estrella con dos linternas en las manos.) ESTRELLA: No puedo más, llevo toda la noche buscando a los tres Reyes Magos y no los encuentro por ningún lado. Claro, está la noche tan oscura que seguro que no me han visto. Mañana les iré yo a buscar. Me echaré un sueñecito, que estoy agotada. (Sale del escenario.) (Se cierra el telón.)

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SEGUNDA ESCENA (Se abre el telón y aparece una cabaña muy humilde; en ella hay un niño y dos marionetas que está pintando.) NIÑO: Vais a quedar preciosas. Cuando llegue mi abuela del bosque se va a poner muy contenta al ver que ya estáis terminadas del todo. (Entran en el escenario los tres Reyes la anciana y, detrás, los pajes con dos cestas llenas de fresas. El niño se queda atontado al ver a los Reyes entrar en su casa.) ANCIANA: Pasen, pasen por aquí. Están en su casa. Mira hijo, estos señores han sido muy amables ayudándome a buscar las fresas y como se han perdido, pasaran la noche aquí para poder mañana seguir su camino. (Ofrece asiento a los tres Reyes.) NIÑO: Mira abuelita, estos señores son los tres Reyes Magos de Oriente que vienen a Belén a ver al Niño Dios. Vendrían tras una estrella y se habrán perdido. (Muy nervioso ante tal visita.) ANCIANA: No digas tonterías, los Reyes Magos en esta casa; anda, no sueñes. (Dice mientras entra a la cocina a por un tazón de sopa para sus invitados.) (Se quedan solos en el escenario los Tres Reyes y el niño. ) NIÑO: Siéntense, por favor, en este banco de madera. No es muy cómodo, pero al menos está al lado del fuego. Lo he hecho yo. (Dice muy orgulloso mientras los Reyes se sientan.) MELCHOR: ¿Cómo te llamas niño? NIÑO: Tomás, señor. MELCHOR: Pues bien Tomás, nosotros sí somos los Reyes de Oriente que venimos a ofrecer nuestros presentes al Niño que ha nacido en Belén. Buscamos una estrella, pero en la oscuridad de la noche se nos perdió y tu abuelita fue tan amable de dejarnos descansar aquí. Como hace tanto frío nos ofreció su casa y nosotros aceptamos encantados. BALTASAR: Tú no se lo digas, que nosotros premiaremos su generosidad como se merece. TOMÁS: Por supuesto que no le diré nada a mi abuela, pero yo también quiero ir a ver a ese Niño, le llevaré mi pelota que aunque un poco rota, todavía bota. (Sale al escenario la anciana con una bandeja con un perolo de sopa y unos cuencos, lo pone encima de la mesa.) ANCIANA: Venga Tomás, pon la mesa y deja de dar la lata a estos señores, ¿no ves que vienen cansados del camino? Siéntense aquí; es poca cosa, pero está ca15

liente y con este frío entra bien, siento no tener más. (Se sientan todos a la mesa y empieza a cenar. ) MELCHOR: No se preocupe, está buenísima. Muchas gracias. GASPAR: Mañana Navidad, ¿qué cenarán usted y su nieto? ANCIANA: Pues verá, yo me quedo toda la noche haciendo tartas de fresas del bosque mientras Tomás duerme; cuando él se levante irá al bosque a por un pequeño pino, que adornamos con piñas y queda muy bonito. Luego viene mucha gente a verme y yo les doy de mi tarta y a nosotros siempre nos traen algo, son muy buenos. (Al terminar de cenar los Reyes dan las gracias y la anciana les prepara unas camas en su casa. Tomás da las buenas noches y se va a la cama.) ANCIANA: Pobre niño... , es muy bueno... nunca tiene ni un juguete por Navidad y está tan contento. Aquí estamos muy solos y si no fuera por unas marionetas que le hizo el año pasado el carpintero, se aburriría mucho, pero con ellas lo pasa muy bien. Yo no tengo dinero y no puedo comprarle nada, pero él es muy feliz, aquí tiene mucho cariño mío y eso le basta. MELCHOR: Por qué no se va a dormir usted también y mañana le ayudamos nosotros a preparar su tarta. ANCIANA: No, de ninguna manera, ustedes están cansados y mañana seguirán su camino. MELCHOR: Acostémonos un rato. Nosotros le llamaremos antes de irnos; nos vamos temprano y tendrá tiempo ya lo vera. ANCIANA: Bueno, pero sólo un sueñecito corto; ustedes me llaman, no se les olvide. (La anciana sale del escenario.) MELCHOR: Debemos de hacer algo por esta mujer, los pajes le harán todas las tartas de fresas. GASPAR: Tendrá el mejor árbol de Navidad, lleno de bolas de colores, espumillón y de todo. Tomás tendrá muchos juguetes y ella una gran cena en la mesa y siempre el día de Navidad le traeremos de todo. (Los tres Reyes y los pajes lo preparan todo.) BALTASAR: ¡Qué bien nos ha quedado el árbol, los juguetes, la cena y las tartas! (Los tres Reyes se van.) (Se cierra el telón.)

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TERCERA ESCENA (A la mañana siguiente, sale la anciana al escenario.) ANCIANA: ¡Qué desastre!, me he dormido y no he hecho mis tartas. Qué voy a hacer ahora. (Al ver lo que han preparado los Reyes, se queda asombrada y llama a su nieto.) ¡Tomás, Tomás!, ¡ven enseguida hijo!, mira esto. (Cuando sale Tomás en pijama, se lleva una sorpresa). TOMÁS: Ya lo sabía yo. Eran los tres Reyes Magos y nos han dejado todo esto abuela. ANCIANA: Los tres Reyes aquí, ¡qué maravilla, quién me iba a decir a mí esto! TOMÁS: Claro abuela, tú les diste lo que tenías sin importarte quiénes eran y ellos a ti te lo han agradecido así. ANCIANA: Esta será la mejor Navidad, Tomás. TOMÁS: No abuela, esto no da la felicidad, es bonito tenerlo y yo lo agradezco, pero la verdadera Navidad es que tú eres mi abuela, me quieres mucho y estamos juntos y ayudamos a la gente. Eso sí es la Navidad. (Se abrazan abuela y nieto y se cierra el telón.) FIN

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2. LA PRINCESA ESTÁ TRISTE

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NOTAS INTRODUCTORIAS 1. Decorado El decorado es sencillo; el fondo será siempre un papel continuo en el cual dibujaremos un castillo. En una esquina del escenario se sitúa una butaca con un árbol de Navidad detrás. Delante de la butaca se coloca una alfombra donde estarán los nietos. Para la Primera Escena bastará el fondo del castillo y un trono en el centro del escenario. Para la Segunda Escena, manteniendo el mismo fondo, se llena el escenario de globos blancos y se forra el trono con papel blanco con estrellas. La estrella que están construyendo las hadas se puede hacer de cartón, forrada de papel de plata y rodeada de espumillón dorado (cuanto más grande sea, mejor). Para la Tercera Escena se colocarán unas pajas en el suelo y, encima, el pesebre para san José, la Virgen y el Niño.

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2. Disfraces El abuelo irá vestido como quiera o como se indica en la obra, con gafas, bigote y bastón. Los nietos irán vestidos normalmente o con el uniforme del colegio. La princesa irá con túnica y corona. El rey, con túnica, corona y barba. El bufón irá vestido con unos leotardos de color, una camisa con cascabeles en las mangas y un gorro de bufón. La dama de honor llevará una túnica y un sombrero de cucurucho. Las flores se vestirán con unos leotardos negros y una malla negra, y pueden hacerse los pétalos con papel pinocho. Las hadas irán vestidas con túnicas y sombreros de cucurucho, con velos, todos del mismo color. Los Reyes Magos vestirán con coronas, barbas y túnicas. La Virgen María irá con túnica y manto. San José, con túnica, barba y bastón.

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PERSONAJES (Por orden de aparición) — Nieto — Nieta — Abuelo — Bufón — Rey — Dama — Princesa — Rosa — Margarita — Hada rosa — Hada azul — Hada verde — Hada amarilla — Hada blanca — San José — Virgen María — Rey Melchor 2 — Rey Gaspar 3 — Rey Baltasar 1

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PRIMERA ESCENA (Con el telón cerrado, en una esquina del escenario hay una butaca con un abuelito sentado en ella (pelo blanco, bigote, gafas, un chaleco de punto y una camisa blanca.) Tiene un libro viejo entre las manos y a sus pies hay unos niños con un perrito.) NIETO: ¡Abuelito, abuelito, cuéntanos un cuento! (dice mientras tira del chaleco del abuelo.) NIETA: ¡Eso, eso, un cuento de Navidad de esos tan bonitos que aparecen en tus libros! ABUELO: Bueno, bueno, estaros quietecitos y sentados que os voy a contar un cuento. Mirad, está escrito en este libro tan viejo, y mi abuelo me lo leía cuando yo era pequeño. (Abre el libro y comienza a leer.) «Ocurrió en un castillo precioso. Hace mucho, muchísimo tiempo, una princesita triste lloraba desconsolada, y nada la calmaba». (Se abre el telón y aparece un castillo medieval con un trono y en él una princesa llorando. Las damas de compañía están poniendo un árbol de Navidad y el bufón está enseñándola juguetes, pero la princesa sigue llorando.) BUFÓN: Las hadas poniendo el árbol y la princesa llorando. El cocinero del rey le está dando mazapán, y la princesa llorando. Todo el mundo decorando porque llega la Navidad, y la princesa llorando. ¡Qué le pasa a la princesa que no deja de llorar! (Entra el rey en el escenario.) REY: ¿Qué le pasa a la princesa que está tan triste y llorosa? DAMA: Ya no le gustan las rosas ni juega con mariposas. ¿Qué le pasa a la princesa que no levanta cabeza? PRINCESA: Que quiero irme a Belén a ver a un niño chiquito, llamado Jesusito, y que me han dicho que es Rey (dice llorando). REY: ¿Jesusito? Y quién te ha hablado de Él. PRINCESA: Las flores de mi jardín, la rosa, el clavel, el lirio y todas las margaritas. 22

REY: ¡Que vengan a mi presencia que las quiero interrogar! ¿Qué le han dicho a la princesa que tan afligida está? (Entran las flores en el escenario y hacen una reverencia al rey y a la princesa.) REY: ¡Qué le habéis dicho a mi princesa! ROSA: Escuchad majestad lo que os vamos a contar. Me han dicho el Sol, la Luna, las nubes y las montañas que en Belén ha nacido un niño que se llama Jesús, y es tan bueno, que todos van a llevarle presentes. Nosotras queremos ir a verle para darle nuestro regalo. MARGARITA: Tres Reyes Magos de Oriente también van a ir allí para darle sus presentes a ese niño de Belén. Nosotras también queremos ir para darle nuestra fragancia. PRINCESA: ¿Lo estás oyendo papá? Yo también quiero ir. (Se quedan todos quietos y sigue hablando el abuelo.) ABUELO: Pues veréis, el rey después de tanta insistencia decide ir a Belén, pero no sabía el camino. (En el escenario comienzan a moverse otra vez.) REY: Bueno, iremos todos a ver a ese niño. ¿Y cómo llegaremos al lugar? BUFÓN: El hada de las nieves nos llevará. PRINCESA: ¿Dónde la podremos encontrar? BUFÓN: En su palacio de globos blancos estará. PRINCESA: Pues habrá que ir a buscarla. (Salen del escenario cantando.) CANTAN TODOS: Venimos desde muy lejos a ver al Niño Jesús, a conocer a sus padres, y a sus amigos también. Le traemos a ese Niño turrones, mazapán, y un árbol lleno de bolas para adornar el portal. (Se cierra el telón.)

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SEGUNDA ESCENA (Se abre el telón. Estamos en el palacio del hada blanca. Todo está lleno de globos blancos. En el centro del escenario hay cuatro hadas. Están construyendo una estrella muy grande. ) HADA ROSA: Bueno, ya está terminada. HADA AZUL: ¿Seguro que está acabada? HADA VERDE: Pues esta estrella no vuela. HADA AMARILLA: Y si no vuela, ¿cómo va guiar a los Reyes Magos? HADA ROSA: Amigas, tenemos un gran problema. HADA AZUL: Seguro que la has roto tú (le dice al hada verde dándole un empujón). HADA VERDE: (Al ser empujada por el hada azul, se cae encima del hada amarilla. ) ¡Ay, qué bruta eres hada azul! ¿A que te convierto en rana? HADA AZUL: ¿A que te convierto yo a ti en cucaracha? HADA AMARILLA: ¡Me habéis tirado al suelo! Os voy a convertir en serpientes. HADA ROSA: ¡Como no dejéis de pelearos os voy a convertir a todas en ratones! (Sale al escenario el hada blanca. Al ver que las cuatro hadas están discutiendo, dice:) HADA BLANCA: ¿Pero qué pasa? Unas hadas buenas como vosotras peleándose. Y además estamos en Navidad. (Al escuchar la voz del hada blanca, las hadas dejan de pelear y se quedan avergonzadas. ) HADA ROSA: Bueno, verás, nosotras... HADA AZUL: El hada verde ha roto la estrella (dice señalando al hada verde). HADA VERDE: No, perdona, la has roto tú. HADA AZUL: ¿Quién, yo? Vaya mentira. HADA BLANCA: Bueno, bueno, basta de peleas. ¿Qué le pasa a la estrella? HADA AMARILLA: Que no conseguimos que vuele. HADA BLANCA: ¿Cómo que no vuela? Pero si es la estrella de Oriente. HADA ROSA: ¿Qué vamos a hacer? HADA BLANCA: Tranquilas, no os preocupéis, este año nosotras llevaremos a la estrella con nuestras varitas mágicas. 24

HADAS: ¡Bien, bien! (De pronto, entran en el escenario el rey, la princesa y el bufón.) REY: Buenas noches hada blanca, ¿cómo estás? HADA BLANCA: Qué honor para este palacio recibiros a vos y a vuestra hija. REY: Venimos desde muy lejos buscando un humilde portal, donde ha nacido un Niño muy especial llamado Jesús. Mi hija quiere ir a verle para llevarle muchos regalos. PRINCESA: Sí, es cierto, pero no sabemos llegar. ¿Puedes ayudarnos tú? HADA BLANCA: ¡Qué casualidad! Ahora mismo íbamos a irnos para buscar a los Reyes Magos y guiarles a ellos también. Venid con nosotras. (Salen todos del escenario. Se cierra el telón.)

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TERCERA ESCENA (Se abre el telón y aparece el portal de Belén. La Virgen está guisando y san José tiene al Niño en los brazos y lo está durmiendo, pero no deja de llorar. También hay dos pastores.) SAN JOSÉ: Este Niño no se duerme. VIRGEN MARÍA: Tiene frío el pobrecito. SAN JOSÉ: Aquí hace mucho frío y el Niño se va a enfriar. Iré a por animales para que calienten el portal, un buey y una mula. Seguro que servirá para darle calor al Niño y que deje de tiritar. Voy a ir a buscarles que va a anochecer y hace mucho frío y se puede constipar. (Sale del escenario con los pastores. Se queda sola la Virgen con el Niño, durmiéndole. Entran en el escenario el hada blanca y el hada rosa con la estrella.) HADA BLANCA: ¡Por fin hemos llegado! ¡Qué viaje tan largo! ¡Ya podéis entrar! (Entran en el escenario los Reyes Magos.) BALTASAR: Mira, allí está el Niño. MELCHOR: Y sólo está con su Madre. GASPAR: ¿Dónde está el señor José?

VIRGEN MARÍA: Ha ido a buscar animales para que con su aliento calienten al Niño. BALTASAR: Eso no es problema, yo le he traído una manta. MELCHOR: Y yo un pijama. GASPAR: Y yo una bata. VIRGEN MARÍA: ¡Qué bien! Muchas gracias, así no pasará frío. (Entra en el escenario san José con leña en los brazos.) SAN JOSÉ: Mira María no he encontrado a los animales, pero traigo leña para hacer un buen fuego. VIRGEN MARÍA: Mira José, son los Reyes Magos, Melchor, Gaspar y Baltasar; han traído estos regalos al Niño. SAN JOSÉ: Muchas gracias por sus regalos. (Se oye ruido y entran en el escenario el rey, la princesa y todos los demás. Primero se acerca la princesa.) PRINCESA: ¡Mira, mira papá, es el Niño Jesús! ¡Qué bonito es! 26

REY: Claro hija mía, ya lo veo. PRINCESA: Hada blanca, ¿por qué no le concedes al Niño Jesús tres deseos? HADA BLANCA: ¡Qué gran idea princesa! Vamos a ver, ¿qué quiere el Niño? VIRGEN MARÍA: El Niño no puede hablar, pero yo te los pido por Él: Paz al mundo, alegría para todos en Navidad y que todos seamos hermanos. HADA BLANCA: Ya está hecho (da con la varita al Niño). (Termina cantando todos un villancico.) ABUELO: ¿Os ha gustado mi cuento? (cierra el libro). FIN

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3. EL MUÑECO DE NIEVE QUE NO TENÍA PIES

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NOTAS INTRODUCTORIAS 1. Decorado El decorado es sencillo: el fondo será siempre un papel continuo sobre el que se pintará un bosque nevado con un pueblo al fondo. Para la Cuarta Escena se colocarán unas pajas en el suelo y, encima, el pesebre para el Niño Jesús.

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2. Disfraces El presentador y los niños irán vestidos de forma normal. La estrella vestirá de negro, con una gran estrella dorada en la cara y una capa de muchos colores. Los gnomos irán vestidos de blanco con gorros y barbas blancas. El hada blanca irá con una túnica blanca larga, un cucurucho blanco y un velo con estrellas plateadas. Los Reyes Magos, con coronas, barbas y túnicas. La Virgen María llevará túnica y manto, y san José, túnica, barba y bastón. El muñeco de nieve se puede hacer con una careta y una túnica blanca rellena de almohadones.

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PERSONAJES (Por orden de aparición) — Presentador — Muñeco de nieve — Paquito — Pili — Pablo — María — Estrella — Hada blanca — Gnomos — Rey Melchor — Rey Gaspar — Rey Baltasar — San José — Virgen María

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PRIMERA ESCENA (Sale al escenario un presentador.) PRESENTADOR: Hola niños, Feliz Navidad. Hoy estoy aquí para contaros una historia preciosa: lo que pasó en este mismo bosque hace muchísimos años la noche de Navidad. Nevaba mucho y hacía frío. Un pobre muñeco de nieve estaba solo... pero para que lo entendáis mejor os lo resumiré en una canción. (Cantando.) Van tres noches que no duerme porque tiene mucho frío y tirita, y tirita, y no sé qué puede hacer. Tiene dos manos muy grandes, una nariz colorada, un sombrero, una pipa, pero no tiene pies. Le han contado que de Oriente han llegado Reyes Magos, ¡pobrecito, quiere verles!, pero no tiene pies. Un día el hada de las nieves bajo, al bosque para ayudarle con su magia, con su gracia. Le dio al muñeco dos pies, y el muñeco muy contento, con los niños de la mano, fue bailando, fue cantando, caminito de Belén. (Al terminar la canción, se retira del escenario. )

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SEGUNDA ESCENA (Se abre el telón y aparece un bosque nevado. A lo lejos se ve un pequeño pueblo y en una esquina del escenario hay un muñeco de nieve sin acabar. El muñeco no tiene gorro, ni bufanda, ni pipa, ni escoba y tampoco tiene botones negros en su blanca tripa. Desde la otra esquina salen al escenario cuatro niños. Cada niño lleva uno de los objetos que le faltan al muñeco de nieve. Se ponen a jugar al corro alrededor del muñeco y después le van poniendo las cosas de uno en uno. ) PAQUITO: Nos está quedando fenomenal (dice mientras le pone un gran gorro). PILI: Sí, muy chuli. ¡Mirad qué bien le queda esta nariz! (le pone una zanahoria como nariz). PABLO: Qué guapo está quedando con los botones negros del costurero de mi abuela (coloca cuatro grandes botones negros). MARÍA: (Lepone una escoba.) Pero yo creo que todavía le falta algo. A ver, tiene nariz, botones, escoba y gorra. ¿Qué le faltará? PAQUITO: ¡La bufanda tontos! No tiene, pero yo le dejo la mía de cuadros (se quita la bufanda y se la pone al muñeco). (Los niños se sientan delante del muñeco, sacan sus bocadillos y mientras comen, comienzan a hablar.) PAQUITO: ¿Os habéis enterado de lo que ha pasado en Belén? PILI: Sí, que ya es Navidad (dice mientras muerde su bocadillo). PABLO: ¡No, no es eso! Es que ha nacido un Niño muy especial. MARÍA: Sí, el Niño Jesús. PILI: Es un sol, viene a traer paz al mundo para que todos nos queramos mucho y no nos peleemos. Yo voy a ir a verle. Creo que está en un portal y su madre se llama María. MARÍA: Anda, se llama como yo, ¡qué bien! (dice muy contenta). PILI: Su padre es carpintero y le está haciendo una cuna. Un buey y una mula le dan calor porque el pobrecito tiene frío. PABLO: Tres Reyes Magos de Oriente también le van a ver. Vienen desde muy lejos guiados por una estrella. MARÍA: Una estrella brillante, grande, la más bonita de todas. Ella con su luz nos guiará a todos a ese lejano portal. PAQUITO: Los tres Reyes Magos se llaman Melchor, Gaspar y Baltasar. Vienen en camellos y el día 6 de enero llevan regalos a los niños buenos como le llevan 33

regalos al Niño Jesús. Mi madre me está haciendo una bufanda roja para regalársela al Niño. PILI: Pues yo le voy a llevar un pastel de chocolate y almendras muy grande. MARÍA: Y yo le voy a regalar... ¡Ah, claro! Mi pelota para que juegue. (Todos salen nerviosos del escenario sin hacer ni caso al muñeco de nieve, que se queda allí solo. Se cierra el telón.)

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TERCERA ESCENA (Se abre el telón. Aparece el muñeco de nieve en medio del escenario. De pronto empieza a mover los brazos y la cabeza y se pone a llorar.) MUÑECO DE NIEVE: (Llorando,) ¡Bua, bua, bua, qué triste estoy! ¡Qué frío tengo! Siempre estoy helado y estoy muy triste porque me falta algo. Vamos a ver niños: ¿Tengo nariz? (señalando la nariz). PÚBLICO: ¡Sííí! MUÑECO DE NIEVE: ¿Tengo gorro? PÚBLICO: ¡Sííí! MUÑECO DE NIEVE: ¿Tengo manos y boca? PÚBLICO: ¡Sííí! MUÑECO DE NIEVE: Pero no tengo pies. ¡Bua, bua, bua! (llorando). Y yo también quiero ir a ese portal de Belén, a ver a ese Niño chiquitito que se llama Jesusito; quiero llevarle un regalo, pero no puedo ir si no tengo pies. (De repente sale una enorme estrella al escenario. Es grande, brillante y de muchos colores. Al ver llorar al muñeco de nieve, le pregunta:) ESTRELLA: Qué te pasa, ¿por qué lloras? Eres un muñeco de nieve precioso. Tienes un sombrero elegante, una pipa, una nariz de zanahoria, una bufanda preciosa y esos botones negros tan grandes. Estás muy guapo; entonces, ¿por qué lloras tanto? MUÑECO DE NIEVE: Es que no tengo pies, mira. ESTRELLA: ¿Pies, dices? Pero si los muñecos de nieve no tienen pies. MUÑECO DE NIEVE: Sí, sí, y cómo ando. ESTRELLA: Si los muñecos de nieve no andan, nunca se mueven. MUÑECO DE NIEVE: Claro, así tengo tanto frío. Quédate aquí quieto toda una noche; te quedas helado con este frío. ESTRELLA: Es verdad, tienes razón. Pero yo no puedo ayudarte, no sé hacer magia. MUÑECO DE NIEVE: ¿Magia dices? Ya sé, llamaré al hada de las nieves blancas, seguro que me ayuda. ESTRELLA: ¿El hada blanca? Es una buena idea. No sé dónde estará. Creo que está ayudando a los Reyes Magos a buscar el portal de Belén. Claro... como yo no les he encontrado... Buena suerte amiguito, espero que encuentres a tu hada y te dé unos grandes pies. Adiós (sale del escenario despidiéndose).

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(El muñeco de nieve se queda solo y empieza a llorar otra vez.) MUÑECO DE NIEVE: ¡Bua, bua, bua! Estoy solo y nadie me hace caso. Navidad, Navidad, yo también quiero saber qué es Navidad. Llamaré al hada de las nieves; ella es muy buena y seguro que me va a ayudar. (Grita.) ¡Hada blanca, hada blanca! Nada, que no me oye. Tendré que chillar más fuerte ¡hada blanca, hada blanca! No me oye pero si me ayudáis todos, a lo mejor nos escucha. PÚBLICO: ¡Hada blanca, hada blanca! (De pronto, en una esquina aparece una luz blanca. El muñeco se queda asombrado y se tapa los ojos. De la luz aparece el hada. Tiene un cucurucho muy alto con un gran velo lleno de estrellas, y un traje blanco como la nieve. Va montada en un carro tirado por cuatro gnomos todos vestidos también de color blanco. Baja del carro muy majestuosamente y se pone delante del muñeco de nieve. HADA: ¿Qué te pasa? ¿Por qué gritas tanto? ¿Te estás derritiendo? MUÑECO DE NIEVE: No, es que es Navidad. HADA: Eso ya lo sé. En Navidad nieva y por eso hay muñecos como tú, pero, ¿qué tiene que ver conmigo? MUÑECO DE NIEVE: Verás hada blanca, yo quiero ir a ver al Niño Jesús que ha nacido en Belén y quiero llevarle un regalo, pero no puedo ir. HADA: ¿Por qué no? MUÑECO DE NIEVE: Mira, no tengo pies y no puedo andar. HADA: ¿Pies, dices? Pero si los muñecos de nieve no tienen pies. MUÑECO DE NIEVE: Pues yo quiero unos (contesta muy enfadado). HADA: Bueno no te enfades, veremos qué puedo hacer. (El hada le dice a un gnomo:) Por favor, traeme el libro de hechizos de mi carroza. (El gnomo se acerca a la carroza y coge un gran libro blanco. Se lo lleva al hada y ésta lo abre y empieza a leer.) HADA: Hechizos para ser feliz, para hacer lluvia, para hacer caramelos... (pasando muchas páginas). MUÑECO DE NIEVE: Para hacer pies, mira bien. HADA: No seas impaciente (sigue pasando hojas). Ya verás como lo encuentro. ¡Mira! Aquí está. Bueno, prepárate para tener unos grandes pies. MUÑECO DE NIEVE: ¡Bien, bien! (Aplaude muy contento.) (El hada coge su varita mágica y sobre el libro dice:) HADA: Traspiés, traspiés, que el muñeco de nieve tenga pies.

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(En ese momento le salen dos pies al muñeco de nieve, que muy contento comienza a dar saltos y abrazos al hada y a los gnomos.) MUÑECO DE NIEVE: ¡Tengo pies, tengo pies! ¡Mira, puedo andar! (comienza a andar pero lo hace muy mal porque no sabe ). HADA: Para, para, que te vas a caer. No te preocupes, mis gnomos te enseñarán a andar bien. (Los gnomos cogen de la mano al muñeco y se ponen a andar con él.) GNOMO: Mira, un pie delante del otro, como lo hago yo. (El pobre muñeco camina mal y se cae. ) MUÑECO DE NIEVE: ¡Qué fastidio! Tengo pies pero no sé andar. HADA: Venga, de mi mano irás mejor (le coge la mano al muñeco y se da un paseo con él. Al principio el muñeco tropieza, pero después camina perfectamente). ¿Lo ves? Ya lo haces bien. Ahora tú solo. (El muñeco se da una vuelta por el escenario solo. El hada, al verle andar, tan bien, se pone muy contenta y aplaude junto con los gnomos.) MUÑECO DE NIEVE: Bueno ahora que ya sé andar quiero ir a Belén para conocer al Niño Jesús y a los Reyes Magos. Como he sido muy bueno este año puede que también me traigan un regalo. HADA: Me parece muy bien, pero tenemos que buscar una gran estrella. MUÑECO DE NIEVE: Yo la he visto antes. HADA: Y dónde está ahora. MUÑECO DE NIEVE: No lo sé. Dijo algo de buscar a los Reyes y se fue corriendo por allí. HADA: Entonces vámonos todos. (Mientras salen del escenario, se cierra el telón. )

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CUARTA ESCENA (Se abre el telón. Los tres Reyes Magos se encuentran sentados en el suelo en una esquina del escenario. En la otra esquina está el portal de Belén con la Virgen María, san José y el Niño Jesús.) (Los Reyes no han visto el portal porque es de noche.) MELCHOR: Yo no doy ni un paso más. Estoy agotado. GASPAR: Pues la estrella no aparece, así que yo no sé cómo vamos a encontrar al Niño Jesús. BALTASAR: Mirad (dice señalando al portal), allí hay una luz. Quizá puedan ayudarnos. (San José, que ha visto a los Reyes, se acerca a ellos. Los Reyes se levantan y saludan muy respetuosamente.) SAN JOSÉ: Buenas noches señores, ¿les puedo ayudar en algo? GASPAR: Pues verá usted, estamos buscando una gran estrella para que nos guíe hasta el portal donde ha nacido el Niño Jesús. Venimos desde muy lejos para adorarle y traerle algunos regalos. SAN JOSÉ: (Se ríe.) Sí, es mi hijo. Vengan por aquí. MELCHOR: ¿Es usted el señor José? SAN JOSÉ: Claro que sí. Acompáñenme, por favor. (Todos se dirigen al portal. Cuando los Reyes ven al Niño Jesús se arrodillan ante él y le entregan uno a uno sus regalos.) VIRGEN MARÍA: Muchas gracias, se lo agradecemos mucho. (Por la esquina del escenario entra la estrella corriendo y se para delante del portal.) ESTRELLA: Pero si son los tres Reyes Magos (hace una reverencia). Os estaba buscando. GASPAR: Y nosotros también te buscábamos, pero ya ves, hemos llegado solos. ESTRELLA: Perdónenme, me entretuve por el camino. (Por la esquina del escenario entra en su carroza el hada, con el muñeco de nieve y los gnomos. Se baja de la carroza y todos van al portal.) HADA: Buenas noches señor José, señora María, y qué Niño más bonito (le da un beso al Niño Jesús). Les presento a mi amigo el muñeco de nieve, que también quería conocerles y darle un regalo al Niño. MUÑECO DE NIEVE: Yo también le traigo un regalo (le da la bufanda al Niño). 38

¡Mira qué cantidad de gente viene a verle! (Entran en el escenario los niños y se ponen a cantar un villancico.) FIN

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4. EL ZAPATERO JUAN

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NOTAS INTRODUCTORIAS Esta obra está inspirada en El zapatero, un cuento de Navidad ya adaptado de C. de Huec Doherty y tomado de Catequesis de Infancia 1, editado por la Delegación Diocesana de Catequesis de Madrid-Alcalá, 1989.

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1. Decorado Toda la obra transcurre en una vieja zapatería. En el fondo se puede colocar un papel continuo, sobre el que se dibujan estanterías con muchos zapatos y muchas cajas. En el escenario se colocan dos mesas, una grande donde irá la comida y otra más pequeña con dos taburetes a su alrededor en donde estarán sentados el zapatero y su ayudante.

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2. Disfraces El zapatero y su ayudante llevarán un delantal oscuro manchado de betún. La mujer pobre y su hijo irán con ropas viejas. La señora y su hija vestirán de forma muy cursi. El ángel llevará una túnica blanca con alas plateadas y una corona.

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PERSONAJES (Por orden de aparición) — Narrador — Zapatero Juan — Mujer — Hijo — Señora — Hija — Pedro — Ángel — Niño I — Niño II — Niño Ángel

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PRIMERA ESCENA (Se abre el telón y aparece una vieja zapatería con un zapatero remendón muy viejo, arreglando zapatos.) NARRADOR: Hace muchos años, en una aldea al norte de Europa, vivía un viejo zapatero. Era muy egoísta, nunca ayudaba a nadie y vendía sus zapatos muy caros, por eso en la aldea nadie le podía comprar. (El narrador se pone en una esquina del escenario y se queda solo el zapatero. Entran en el escenario una mujer pobre y su hijo con los zapatos rotos. Tocan a la puerta del zapatero.) ZAPATERO: ¡Ya voy! (Dice gruñendo y levantándose de su taburete muy despacio.) ¡Qué prisa! (Abre la puerta.) MUJER: Buenas noches señor Juan, perdone por la molestia. ZAPATERO: Hola, ¡qué quieres tú de mí!, estoy muy ocupado y no puedo perder tiempo con nadie (dice chillando al cerrar la puerta porque nieva y hace mucho frío ). MUJER: Bueno perdone, yo venía por si tuviera unas botas viejas que no quisiera, y me las pudiera dar para mi hijo que las lleva rotas y no tengo dinero para comprarle unas nuevas. ZAPATERO: ¿Que no tienes dinero? (dice el zapatero muy indignado); pues fuera de aquí, nadie viene a mi tienda sin dinero y menos para regalarle los zapatos; pues estaría bueno hombre. MUJER: Pero no sea usted así. ¡Qué le cuesta darme unos viejos! Mi hijo va con ellos rotos, ¿no lo ve? ZAPATERO: Y a mí qué me importa, ese no es mi problema. MUJER: Pero si es Navidad, ayúdeme. ZAPATERO: Navidad, ¿qué es eso?, yo no la celebro. ¡Vaya tontería, fuera de aquí! (Cierra la puerta y se van.) (El zapatero se queda solo y pensativo.) ZAPATERO: Navidad, todo el mundo con el mismo cuento. (Se sienta otra vez y sigue cosiendo los zapatos.) (Llaman otra vez a la puerta.) ZAPATERO: ¿Otra vez?, ¡quién será ahora! Pues que se espere, vaya prisa que tiene, está visto que no se puede trabajar tranquillo. (Vuelven a llamar a la puerta.) Bueno ya voy, ¡qué pesados! (El zapatero abre la puerta y entra una señora muy elegante con su hija de la mano, una niña muy cursi llena de lazos y 45

comiéndose un caramelo enorme.) ZAPATERO: Adelante, adelante pasen ustedes (hace una gran reverencia), pasen, perdón por la tardanza en abrir, es que estoy muy viejo y me duelen las piernas. SEÑORA: Hola señor Juan. No se preocupe me hago cargo, yo venía a arreglar estas botas de mi hija, mañana es Navidad y me hacen falta (dice mientras saca de la bolsa unas botas rojas con lazos). SEÑORA: Y estas que se le han quedado pequeñas las dejo aquí por si usted conoce a alguien a quien le hagan falta. ZAPATERO: Por Dios, yo soy un hombre muy bueno y si me piden algo yo lo doy siempre nuevo. SEÑORA: Ya veo que es usted un buen hombre y ha sabido entender la Navidad. Hay que ayudar y saber compartir con los demás. Cuando venga a por mis botas le traeré un poco de turrón. ZAPATERO: Muchas gracias señora. SEÑORA: ¿Y usted? Pasará la Navidad con su familia verdad. (El zapatero se queda pensando y no le responde.) Bueno, yo ya me voy, tengo mil cosas que hacer: poner la mesa, asar el pavo, terminar de adornar el árbol... Adiós y muchas gracias, mañana volveré a por ellas. (La señora y la niña se marchan.) (El zapatero se queda pensando.) ZAPATERO: Sería bonito pasar la Navidad en familia; pero bueno, yo tengo de todo para la cena: turrón, pavo, buen vino, no me falta de nada, yo no necesito a nadie. (Y sigue cosiendo). (Entra en el escenario Pedro que es su ayudante en la zapatería.) ZAPATERO: ¡Ah! eres tú (dice gruñendo), cuánto has tardado en llegar. ¿Qué hacías? PEDRO: ¡Vengo muerto!, llevo todo el día haciendo recados, además de ayudar a mi mujer a asar el pavo para esta noche, es Navidad, ¿sabe? ZAPATERO: Navidad, Navidad, todo el mundo con la misma cancioncita, ¡qué barbaridad! PEDRO: Pero si es una fiesta preciosa: se reúne la familia, se cena, se cantan villancicos, se ayuda a la gente que no tiene tanto... Es preciosa jefe. ZAPATERO: Déjate de monsergas que tenemos trabajo. Hay que arreglar estas botas rojas para mañana. ¡Vamos, date prisa! PEDRO: Me daré mucha prisa porque aún tengo mucho que hacer en mi casa. Todavía no he puesto los calcetines en la chimenea para los regalos de Papa Noel. ZAPATERO: Papa Noel, otra patraña más, ¡qué tontería! Eso no es verdad. 46

(Pedro se pone muy triste al ver que para su jefe la Navidad no significa nada y se queda pensativo. De repente aparece una luz blanca y detrás de ella un ángel.) ÁNGEL: Hola Pedro. PEDRO: ¿Quién eres tú, de dónde vienes, qué puedo hacer por ti? ÁNGEL: Pedro, por tu buena acción de pensar en la forma de ayudar al testarudo de tu jefe, Dios va a ayudarte mandando a un ángel disfrazado de niño para que le ablande el corazón a ver si deja de ser tan egoísta. (El ángel desaparece.) (Entran en el escenario unos cuantos niños cantando villancicos y tocando panderetas y zambombas.) NIÑO I: Venimos a cantarle un villancico y a pedirle un aguinaldo. ZAPATERO: Vamos, vamos, iros, a mí no me gustan los villancicos. PEDRO: Déjeles jefe, que canten, yo les daré unas monedas para que se compren chuches. ZAPATERO: ¡Pues yo no les voy a dar nada, de nada, hombre! (Los niños se ponen a cantar, el zapatero se sienta en su taburete y se pone a coser sin hacerles ni caso.) NIÑOS: (Cantando.) Navidad, Navidad, dulce Navidad... (Los niños terminan de cantar y Pedro les aplaude muy contento.) PEDRO: Muy bien, cantáis fenomenal. Eso se merece unas monedas (se saca del bolsillo unas monedas y se las da a los niños). NIÑO II: ¡Muchas gracias! Es usted muy amable. Con esto nos compraremos algunos caramelos. NIÑO I: Y a usted, ¿no le ha gustado nuestro villancico?, ¿quiere que le cantemos otro? ZAPATERO: A mí no me gustan los villancicos y además tengo mucho que hacer, así que: ¡fuera de aquí! (Los niños se van contentos con las monedas de Pedro y salen del escenario.) ZAPATERO: Mira que eres tonto Pedro, darles unas monedas a esos mozalbetes. Te has quedado sin comprar turrón a tus hijos (comienza a reírse), ¡qué tonterías haces! PEDRO: No importa jefe, ellos lo comprenderán. Lo importante no es el turrón, sino que cenaré con mi familia y celebraremos la llegada del Niño Jesús todos juntos. Es muy triste pasar esta noche solo, sin nadie, ¿quiere usted venir a cenar a mi casa?, así no pasará esta noche solo. ZAPATERO: ¿Ir yo a tu casa a cenar?, tú estas loco, yo tengo aquí de todo: vino, pavo, turrones, dulces... ¡cómo me voy a poner!

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PEDRO: Sí, tendrá de todo, pero cenará solo y en familia se cena mucho mejor. ZAPATERO: Pero yo no tengo familia, ni me hace ninguna falta. Vete ya, que voy a preparar mi gran cena. PEDRO: ¿Quiere que le ayude? ZAPATERO: No, vete ya. (Pedro coge su bolsa y sale del escenario). (El zapatero se queda solo y empieza a preparar la mesa con sus manjares. Se sube a un taburete para buscar una cosa y se cae al suelo, dándose un gran golpe.) ZAPATERO: ¡Ay, ay!, me he hecho daño y no me puedo mover. (Comienza a pedir ayuda.) ¡Socorro, socorro, que alguien me ayude! (De repente entra un niño en su casa.) NIÑO: ¿Qué te pasa?, ¿por qué chillas tanto? ZAPATERO: Me he caído y no puedo moverme, ¡ayúdame! NIÑO: ¿Por qué tengo que ayudarte?, tú nunca ayudas a nadie. ZAPATERO: Porque estoy en un apuro, ¿no lo ves? NIÑO: ¿En un apuro tú?, también lo estaba la mujer que vino a pedirte botas para su hijo y no se las distes. O los niños que vinieron a cantarte y les negaste unas monedas que, sin embargo, Pedro les dio encantado a pesar de dejar sin turrón a sus hijos. ZAPATERO: ¿Cómo sabes todo eso de mí? NIÑO: Porque soy un ángel enviado por Dios para hacerte comprender el significado de la verdadera Navidad. En estas fiestas lo más importante es ser generoso y ayudar a los demás. ZAPATERO: No, no te marches, por favor. Ayúdame, he comprendido que no se puede vivir sin ayudar a los demás, porque luego nadie te ayuda. Ahora mismo invito a cenar a Pedro con su familia, a los niños que cantaban villancicos y a la mujer pobre con su hijo. NIÑO: Tengo una idea mejor, haremos botas nuevas para todo el mundo y ese será tu regalo de Navidad para tus amigos. (El zapatero y el ángel se ponen a coser botas para todo el mundo. El zapatero cae rendido sobre la mesa y se duerme. El ángel llama a otros ángeles y entre todos terminan las botas. Se cierra el telón.)

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SEGUNDA ESCENA (A la mañana siguiente, al llegar, Pedro se encuentra al zapatero dormido y todo lleno de botas nuevas.) PEDRO: ¿Pero qué es esto? Aquí qué ha pasado. (Despierta al zapatero. ) ZAPATERO: Pedro, ¡qué alegría me da verte! Mira, he hecho botas para todos. Llama a todo el mundo que tengo regalos y es Navidad. Corre, vete a buscarlos. (Pedro sale del escenario y entra con los niños, la señora, su hijo y un montón de gente más. El zapatero reparte botas a todos.) ZAPATERO: ¡Feliz Navidad! Ahora vamos todos a comer. (Se ve una luz blanca y sale un ángel.) ÁNGEL: Zapatero, por tu buena acción te traigo un regalo de Papa Noel. (Entrega un regalo al zapatero.) ZAPATERO: Ahora ya sé lo que quiere decir Navidad. FIN

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Índice INTRODUCCIÓN 1. EL VIAJE DE LOS REYES MAGOS 2. LA PRINCESA ESTÁ TRISTE 3. EL MUÑECO DE NIEVE QUE NO TENÍA PIES 4. EL ZAPATERO JUAN

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El viaje de los reyes magos

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